Google
 

jueves, 30 de septiembre de 2010

La sanidad en Cuba... hace más de 80 años (IV)


"Por decreto presidencial de mayo de 1926, se creó la Supervisión de Drogas y Alimentos. Se hizo imprescindible dictar reglamentos, disposiciones y ordenanzas para cubrir las deficiencias legislativas sobre la materia, principalmente en lo referente a narcóticos.
"Se dictaron órdenes para el más estricto funcionamiento legal de las farmacias, y se redactó un nuevo reglamento de farmacias. Los productos medicinales que no se ajustaban a las exigencias científicas fueron rechazados.
"Como resultado de las inspecciones verificadas, puede deducirse que el 60 por ciento de las farmacias de la República son propiedad de individuos no farmaceúticos, estando a cargo de farmaceúticos asalariados. La nueva ley de farmacia llena las necesidades y evita las
deficiencias antiguas.
"Se ha unificado el servicio de inspecciones y todo lo concerniente a drogas heroicas, conociéndose así el consumo local, y controlándose la indicación terapeútica. Se ha logrado formar un censo de traficantes de drogas y narcóticos en toda la República.
"En la Estación Cuarentenaria de Mariel, se han adaptado varios edificios con el fin de alojar a los narcómanos y someterlos a tratamiento, recibiendo allí tratamiendo más de 100 enfermos.
"En lo concerniente a alimentos, han sido mayores las exigencias. Un decreto presidencial exige para las drogas y alimentos de cualquier clase cuyos patrones o normas de pureza no estuvieran señalados por las leyes de la República, el mismo patrón que rija para ellos en el país de origen.
"Otra medida importante fue la rotulación de los productos alimenticios. La clasificación de los productos alimenticios y la recogida de muestras para análisis son ordenadas periódica y simultáneamente a todas las jefaturas locales.
"El problema de la leche ha merecido especial consideración, y ha sido objeto de un nuevo reglamento. Antes de su confección, se convocó a todos los interesados al Primer Congreso Industrial de la Leche y Productos Derivados. Ya con anterioridad se había promulgado un decreto estimulando la pasteurización de la leche, disponiendo que en todo núcleo de población donde se establezca una planta pasteurizadora de capacidad bastante para abastecerlo a un precio equitativo, se prohibe el tráfico de toda otra leche que no sea pasteurizada o cruda garantizada.
"La nueva reglamentación no solamente comprende la leche, sino también los productos derivados: leches modificadas en polvo, condensadas, evaporadas, cremas, quesos y mantequilla.
"La reglamentación del resto de productos alimenticios está también muy adelantada, y todo ello constituirá el Reglamento de Bromatología.
"Hasta hace pocos meses, la inspección de carnes carecía de eficiencia, en gran parte por la carencia de veterinarios inspectores. Por un decreto presidencial, en 1928 se nombró a un capitán veterinario del ejército como supervisor de la inspección de carnes. Lo que requirió primero el aumento de seis plazas de veterinarios inspectores para la organización del servicio en los mataderos.
"El 22 de agosto de 1928 entró en vigor un reglamento de inspección de carnes, que consta de 266 artículos. Además, se mandaron a hacer las obras necesarias en los mataderos.
"Los efectos favorables del nuevo reglamento se empezaron a notar enseguida, aumentando la matanza de animales. Ya se ha establecido una compañía de exportación de carnes".
Tomado del Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana, publicado en octubre de 1929.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

La sanidad en Cuba... hace más de 80 años (III)


"La Dirección de Sanidad tiene, como uno de sus fundamentales deberes, la dirección técnica y administrativa de las jefaturas locales de sanidad, las cuales deben existir en todos los términos municipales. En el Territorio Nacional existen al presente, 125 jefaturas locales, divididas así: Pinar del Río, 15; Habana, 26; Matanzas, 22; Santa Clara, 31; Camagüey, 8, Oriente, 23 jefaturas locales y 71 apéndices o delegaciones con su propio personal.
"A las jefaturas locales les corresponden los siguientes servicios: limpieza y riego de calles; recogida de basuras y otros residuos; desinfección; relleno y drenaje; limpieza de letrinas y otros depósitos de inmundicias.
"La Jefatura Local de Sanidad de la Habana, población de unos 800,000 habitantes, comprende los siguientes negociados: Inspección Médica; Higiene Dental; Enfermeras Visitadoras; Servicio de Reconocimiento de los Dependientes y Empleados del Comercio; Servicio de Bromatología; Inspección Especial de Drogas Narcóticas; Estaciones Sanitarias en las Farmacias, Inspección Sanitaria de Casas y Establecimientos Públicos; Ingeniería Sanitaria; Servicio de Vigilancia del Abasto de Leche; Inspección Veterinaria; Órdenes y Reclamaciones; Multas; Licencias de Establecimientos; Desratización; Desinfección y Extinción de Insectos.
"Entre las instituciones de la Secretaría de Sanidad figura, en primer lugar, el Hospital de Las Animas, habilitado como hospital en 1898-99 para los casos de fiebre amarilla, y dedicado hoy día al aislamiento de las enfermedades transmisibles, de modo que constituye un verdadero filtro sanitario. En sus pabellones hay cabida para centenares de enfermos, pero el material disponible sólo permite atender cuando más 200.
"Otras instituciones en la Habana son: el Dispensario Tamayo, donde se atiende mensualmente a más de 1,200 enfermos; el Preventorio Martí, en Cojímar, con cabida para 200 niños pretuberculosos; el Hospital Nacional General Calixto García, con capacidad para 930 enfermos, y al cual se hallan adscritos el Hospital de Enfermedades de los Ojos Dr. Juan Santos Fernández; el Hospital de Mujeres Dr. Francisco María Fernández; el Instituto del Cáncer; el Hospital Nuestra Señora de las Mercedes, inaugurado en 1866, anexo a la Universidad de la Habana, y donde se fundara la primera escuela de enfermeras de Cuba; el Hospital de Maternidad e Infancia de la Habana, donde de 1925 a 1928 se atendió 3,666 partos, con una mortalidad fetal de 8 por ciento; el Hospital de Dementes de Cuba, con 1,763 enfermos; el Asilo de Ancianos Coronel Gerardo Machado Castellón, en Tiscornia, con 160 asilados; el Hospital Civil de Santa Clara, fundado allá por 1722 o 1723, con capacidad para más de 100 enfermos, y el Hospital de Leprosos San Lázaro, en el Rincón.
"De los otros hospitales de la isla, los mayores son: Hospital de Santiago de Cuba, fundado en 1844, con capacidad para 255 enfermos; el de Camagüey, con cabida para 180 enfermos; el de Matanzas, fundado en 1838, con capacidad para 180 enfermos, y el de Sagua la Grande, con cabida para 129 enfermos.
"Ya está terminada la redación del nuevo Código Sanitario, que es un modelo por su amplitud.
"La reglamentación del servicio de carnes y mataderos ha sido motivo de riguroso y minucioso estudio. El servicio de abasto de leche de una parte, y la reglamentación de las vaquerías y de los expendedores de leche por otra, han estimulado industrias que constituyen una nueva fuente de riqueza nacional. En distintas partes de la República se vienen estableciendo plantas de pasteurización con maquinaria moderna.
"La Junta Nacional de Sanidad tiene en estudio un proyecto de reglamentación sobre la pureza de los alimentos y métodos modernos para su fácil inspección".
Tomado del Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana publicado en octubre de 1929.

martes, 28 de septiembre de 2010

La sanidad en Cuba... hace más de 80 años (II)


"Durante los años económicos de 1926-27 y 1927-28, las cifras correspondientes a las distintas partidas demográficas fueron éstas:
"En toda la República: matrimonios, 16,541 y 17,469; nacimientos, 122,044 y 58,387; nacidos muertos, 5,469 y 6,008; defunciones, 45,001 y 41,751.
"En la Habana: matrimonios, 3,781 y 3,557; nacimientos, 14,795 y 7,913; nacidos muertos, 896 y 896, nacidos muertos; defunciones, 8,217 y 8,167.
"Desde mayo de 1925 hasta abril de 1929, se mandaron a las jefaturas locales de sanidad, 1'783,642 dosis de vacuna antivariolosa, y 3'217,127 de vacuna antitífica.
"La lucha contra la tuberculosis que se viene librando hace 20 años ha adquirido últimamemente mayor actividad e intensidad. La mortalidad reciente ha sido ésta: 1920, 332.82 por 100, 000 habitantes; 1925, 278.65; 1926, 266.53; 1927, 276.74; 1928, 223.71.
"La Secretaría de Sanidad cuenta con 12 Servicios de Higiene Infantil. El Negociado central de Higiene Infantil radica en el edificio de la Secretaría y además orienta los Servicios de Eugenesia y de Homicultura. Se divide en: Servicio de Higiene Infantil de la Habana y Servicios de Higiene Infantil en poblaciones del interior.
"Los servicios del interior están ya organizados en Pinar del Río, Güines, Matanzas, Cárdenas, Colón, Cienfuegos, Santa Clara, Sancti Spiritus, Trinidad, Camagüey, Ciego de Ávila, Gibara y Oriente.
"En la Habana cuentan con el Hospital de Maternidad, y además, hay Servicios de Partos y Salas para la asistencia de niños enfermos en los Hospitales Nuestra Señora de las Mercedes, Calixto García y Emergencias. En Pinar del Río también funciona un bien dotado Hospital de Maternidad e Infancia.
"Cada año la Secretaría presta mayor atención al problema de la mortalidad infantil. En los últimos años, las cifras han sido éstas: 1926, 19.21 por 100, 000 habitantes; 1927, 20.47; 1928, 18.69.
"El Negociado de Higiene Escolar está integrado por el siguiente cuerpo técnico: 7 médicos escolares, 16 odontólogos y 4 enfermeras. Desde la organización de ese Negociado, se realiza en las escuelas públicas la labor higiénica escolar más completa efectuada hasta ahora en Cuba.
"Los servicios dentales de la ciudad de la Habana fueron reorganizados en el mes de enero de 1928, dotándolos de modelos e impresos adecuados. El dispensario dental de la población cuenta con cuatro instalaciones completas, así como un aparato de rayos X. Desde enero de 1928 hasta marzo de 1929, se han prestado los siguientes servicios: escuelas públicas visitadas, 72; asilos, creches, etc, 25; niños inspeccionados, 20,470; necesitados de atención dental, 10,020; inscritos en este servicio, 5,775, total de consultas, 23,486.
"Dispensarios o consultorios funcionan en los pueblos de Santiago de las Vegas, Jaruco, Marianao, San José de las Lajas, Bejucal, Madruga, Batabanó, Punta Brava, Hoyo Colorado, Quivicán, Santa María del Rosario, Calabazar, Caimito, Alquízar, La Salud, Güines, San Antonio de los Baños, Güira de Melena, Aguacate y Managua.
"En la provincia Pinar del Río hay dos dispensarios, y consultorios en San Cristóbal, Mariel, Consolación del Sur, Artemisa, Candelaria, Guanajay y San Luis.
"En la provincia de Matanzas, hay un dispensario de la ciudad de Matanzas y otro en Colón, un servicio en Cárdenas, y además consultorios en los pueblos de Unión de Reyes, Los Arabos, Jagüey Grande, Perico, Jovellanos, Máximo Gómez y Canasí."
"En la provincia de Santa Clara hay un dispensario en la ciudad de Santa Clara y otro en Cienfuegos, y además consultorios en los pueblos de Remedios, Sagua la Grande, Vueltas, Trinidad, Quemado de Güines, Calabazar de Sagua, Camajuaní, Aguada de Pasajeros, Manacas, Ranchuelo, San Diego del Valle y Yaguajay.
"En la provincia de Camagüey han un dispensario en la ciudad de Camagüey, y consultorios en los pueblos de Morón, Cabaiguán, Florida y Santa Cruz del Sur. Y en Oriente hay un dispensario en la ciudad de Santiago de Cuba, y próximamente se instalará otro en Bayamo, y además, consultorios en los pueblos de Banes, Manzanillo, Puerto Padre, Gibara, Victoria de las Tunas, Holguín, Palma Soriano y Baracoa".
Tomado del Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana publicado en octubre de 1929.

lunes, 27 de septiembre de 2010

La sanidad en Cuba... hace más de 80 años (I)


"El Gobierno Norteamericano, en su primera intervención en el año 1899, creó la Sanidad Cubana. Desastrosa la realidad sanitaria entonces, y sin duda agravada por la guerra y los métodos de concentración, el paludismo, la viruela, el muermo, el tétano infantil, la tifoidea y la fiebre amarilla diezmaban en forma endémica, y frecuentemente epidémica, tanto a la población civil como al ejército.
"Gracias a la energía desplegada y a la entusiasta colaboración de los médicos y de todo el pueblo del país, fue posible en el perído de 1899 a 1902 sanear prácticamente La Habana y otras principales ciudades, reducir la mortalidad general y erradicar la fiebre amarilla, tras confirmarse las ideas del Dr. Carlos J. Finlay.
"En 1909 se crearon la Comisión de Vacuna y la encargada de combatir el muermo y la tuberculosis en el ganado, así como el Centro General de Vacuna Antivariolosa, ordenándose la vacunación general y obligatoria. En el mismo año Furbush fundó el dispensario para tuberculosos que lleva hoy día su nombre, y se inició el Sanatorio La Esperanza. Creación de aquella época fue también la llamada Comisión de Fiebre Amarilla y más tarde Comisión de Enfermedades Infeccionsas, que hoy día tiene por objeto visitar todos los enfermos que la sanidad terrestre o marítima considere sospechosos de alguna dolencia cuarentenable.
"En la misma época se crearon o regularon los servicios de la higiene de la prostitución, de mercados, de inmigración y de sanidad municipal, y por fin se dictó la primera ley sanitaria, creando la Junta Superior y las juntas locales de sanidad. Fue entonces cuando la gestión sanitaria llegó a todos los rincones de la República.
"Funcionan, debidamente organizados, Servicios de Cuarentenas en los puertos de La Habana, Matanzas, Cárdenas, Cienfuegos, Nuevas y Santiago de Cuba, así como oficiales médicos de cuarentenas en los puertos de Daiquirí, Isabela de Sagua, Caibarién, Batabanó, Nueva Gerona, Nipe, Gibara, Banes, Puerto Padre, Baracoa, Samá, Guantánamo, Manzanillo, Casilda, Santa Cruz del Sur, Sagua de Tánamo, Tunas deZaza, Júcaro y Puerto de Tarafa.
"Existen también médicos delegados del Servicio de Cuarentenas en los puertos extranjeros de Barcelona, Bilbao, Canarias, Coruñas y Progreso. Además, el Servicio cuenta con dos médicos para atender a cualquier emergencia. En los puertos del Mariel y Santiago de Cuba existen lazaretos o estaciones de cuarentenas, y los campamentos de Tiscornia en La Habana y de Nipe en Oriente, prestan, en lo casos precisos, servicios de cuarentena.
"El estado sanitario de la República no ha podido ser más satisfactorio recientemente, pues no han hecho su aparición las enfermedades infecto-contagiosas bajo forma epidémica, y sólo se han registrado casos aislados de tifoidea y paludismo, gracias a la atención prestada al consumo público de aguas, al abasto de leche, la cloración, la desinfección y zanjeo de los lugares bajos, y la administración de quinina contra el paludismo, sobre todo en las provincias orientales.
"El problema de la inmigración antillana ha sido objeto de mucho interés, y se han nombrado delegados médicos para regularla en los puertos de entrada, examinando allí a los inmigrantes para someterlos, de ser necesario, a tratamiento contra parásitos intestinales, viruela y otras enfermedades".
Fragmentos del Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana publicado en octubre de 1929.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Los mejores dulces de Los Angeles son cubanos


Porto's Bakery & Cafe es un fenómeno de esos que dejan con la boca abierta, un negocio familiar que funciona haga sol, llueva o nieve, aunque rara vez caigan copos en el sur de California.
Pongámoslo así: es más fácil que nieve a que en Porto's no haya cola para comprar dulces. Tienen dos dulcerías abiertas funcionando a buen ritmo en Los Ángeles, la de Glendale, que se inauguró hace más de 30 años, y otra en Burbank, que vio la luz hace tres años, pero que crece con más velocidad porque la marca ya es conocida.
Ahora, el tercero ya está en proceso de ver la luz, en Downey, de donde tradicionalmente vienen muchos de los clientes latinos de Glendale. Podrán ahorrarse el paseo y de paso descongestionar la sede central, al menos hasta que más gente conozca los dulces cubanos y se vuelva a llenar. Cuestión de tiempo.
La fórmula es sencilla: productos de calidad con sabor latino y a dulcería de toda la vida, y a precios más que asequibles. Por 10 dólares uno puede salir de Porto's con un generoso surtido de dulces.
"Nunca tuvimos pérdidas al abrir la tienda", dice Beatriz Porto, una de las herederas del negocio que arrancaron sus padres allá por los años 70 en Estados Unidos. Aunque en realidad la cosa se remonta mucho más atrás, en Cuba, cuando doña Rosa, la matriarca, hacía cakes (tartas) y dulces de forma clandestina en su casa para los vecinos de Manzanillo, a 700 kilómetros al este de La Habana.
"En el momento en que tú decides dejar la isla, te conviertes en enemigo del gobierno", explica la propietaria. "Diez años nos mantuvo mi madre así, hasta que pudimos salir en el penúltimo vuelo legal que partió de Cuba, en 1971".
En California, doña Rosa siguió con la misma fórmula. "Literalmente no había espacio para poner todo lo que cocinaba mi madre y teníamos que colocar los cakes sobre las camas", recuerda Beatriz. Había días de hasta veinte coches llegando hasta el domicilio de los Porto para recoger los encargos. Entonces se tomó la sabia decisión de abrir un local.
El pequeño recinto de 28 metros cuadrados -en Silverlake y Sunset- daba para despachar a los fieles seguidores de la cocina de doña Rosa, pero  también se quedó pequeño. "Los primeros clientes eran cubanos, pero luego los americanos se enteraron y empezó a llegar más gente. Nunca pusimos anuncios en los periódicos, porque no teníamos suficiente dinero. El boca a boca nos hizo lo que somos", explica Beatriz.
"Además, mi madre era una perfeccionista y la calidad que ella te daba no te la daba ninguna dulcería", apunta.
Esa misma calidad les ha llevado a facturar unos números contundentes, millones de dólares al año en panes, cakes para bodas y cumpleaños, dulces variados, pasteles de carne y sandwiches, entre otros.
Aunque no revelan las cantidades,
se sabe que un fin de semana normal entran en la tienda de Glendale alrededor de 2 mil personas, gastándose una media de unos 35 dólares, y se pueden vender 50 cakes de boda, 350 de cumpleaños y despachar entre 550 y 700 órdenes de comida.
Los tres hermanos que manejan el negocio, Raúl, Beatriz y Margarita, emplean a más de 400 personas, que trabajan 24 horas al día para producir panes y dulces y atender por turnos la tienda. Todos son bilingües y saben cómo tratar al público latino, que figura entre sus principales clientes.
Pese a todo el dinero y que los tres hermanos trabajaron desde pequeños en el negocio, todos tienen títulos universitarios. "Mis padres sólo querían vivir decentemente y darnos una educación. Lo demás fue suerte, estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, trabajar duro y tener ética de trabajo. Trabajábamos los días de la semana, entre 12 y 15 horas diarias. Todo esto no te cae del cielo".
La fama les puede llevar a tener tantos locales como se propongan. No descartan seguir abriendo dulcerías, aunque a su hermano Raúl, el que lleva la parte financiera, le pareció una "locura" cuando abrieron la de Burbank. "Eso me dijo y mira ahora, ya quiere abrir otra, en Downey". Si todo sale bien, en ocho meses podría estar lista.
Sería un eslabón más en una increíble historia de éxito. "De la nada, dos inmigrantes sin conocer el idioma lograron esto". Suena al sueño americano que tantos persiguen.
Pablo Scarpini, El Mundo/América
Foto: Flickr

sábado, 25 de septiembre de 2010

Se nos fue la Reina del Bolero



La cantante Olga Guillot, de 87 años, considerada la Reina del Bolero y embajadora de ese género y de la canción cubana en el mundo- falleció de un infarto el lunes 12 de julio, en el hospital Mount Sinai de Miami Beach.
Con un estilo de interpretar inconfundible, que unió sentimiento y energía, entre otros temas popularizó Tú me acostumbraste, La gloria eres tú, La noche de anoche, y el que era considerado su himno, Miénteme.
Con Miénteme, del compositor mexicano Chamaco Domínguez, Guillot rompió con el mito de que las mujeres no vendían discos. Puso a la casa discográfica Puchito, a la cabeza de ventas en Cuba.
Fue la primera latina en llenar el Carnegie Hall de Nueva York. Tuvo la suerte de estrenar casi todo lo que se compuso en Cuba en los años 40 y 50, en particular canciones de José Antonio Méndez, César Portillo de la Luz y Frank Domínguez.
A Olga Guillot le sobreviven su hija Olga María Touzet y su hermana Ana Luisa.
No la conocí. Nunca tuve oportunidad de verla en persona, pero, coño, qué manera de querer yo a esta mulatona santiaguera, simpática, ocurrente, pícara, absolutamente vertical... Pero sobre todo, una cubanaza irrepetible!
Confieso, sin sonrojarme, que me va a ser muy difícil acostumbrarme a la idea de que ya no podemos contar con ella entre los terrenales.

Videos: Participación de Olga Guillot en La Movida, programa de la televisión mexicana conducido por Verónica Castro, en 1991. En el primero interpreta un popurrit de sus boleros más exitosos y en el segundo, Miénteme.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Jorge Luis Prats: video, post y dossier


Como periodista cultural, seguí de cerca la carrera del pianista Jorge Luis Prats (Camagüey, 3 de julio de 1956). Además del privilegio de haber podido escucharlo en vivo, una vez fui a su casa para una entrevista, no recuerdo si para la revista Bohemia o los servicios informativos de la TV cubana. Entonces vivía en un apartamento, en los altos de la cafetería-restaurant Potín, en Línea y Paseo, Vedado, La Habana. En Blog de Pecho, una de las bitácoras del periódico El Mundo, he descubierto un post sobre el famoso pianista cubano. La foto yo la he añadido. Fue hecha en 2008 en el club Aché de Miami, y en ella se puede ver a Prats, con pulóver negro, entre Juan y Lucy, los dueños del club. El del pulóver rojo es Pedrito Calvo, excantante de Los Van Van, y el de la camisa blanca, el actor y comediante cubano Boncó (Tania Quintero).
Vea el video aquí.
Prats: misterio cubano
La coyuntura mercadotécnica y hasta la conveniencia geopolítica fomenta los sujetos como Lang Lang, sus epígonos y sus clones. Nada que ver con los kilos, los años y el pasaporte de Jorge Luis Prats. Un pianista cubano desconocido a quien muchos de sus colegas -Radu Lupu, Perhaia, Berezovsky- consideran un monstruo del teclado equiparable a Richter.
No lo han escuchado en directo porque no han tenido ocasión, pero los vídeos de You Tube circulan entre los colegas como una revelación y como un secreto. ¿Puede haber permanecido tantos años en el silencio y la clandestinidad un talento de semejantes dimensiones?
La cuestión está relacionada con la dictadura cubana. Prats ha logrado exiliarse a Miami hace tres años, pero hasta entonces temía convertirse en artista del régimen o en represaliado. Le preocupaba su familia tanto como le desconcertaba el aislamiento.
La disciplina y la contención han cedido a la erupción del volcán. Impresiona la corpulencia sonora de Prats, sobrecogen su musicalidad y su inteligencia. También llaman la atención la sensibilidad y la versatilidad que prodiga desde el teclado. Parece una orquesta.
No hay una línea de Prats en Wikipedia. Sí pueden encontrarse algunos pormenores biográficos en la web. Por ejemplo que el fenómeno cubano obtuvo el primer premio del concurso Marguerite Long (1977). También consta que llegó a realizar un disco en vinilo para la Deutsche Grammophon, aunque la carrera de Prats ha sido un misterio.
No permanecerá así durante mucho tiempo. El maestro ha comenzado a darse a conocer en Estados Unidos y regresa a España el año próximo. Su historia es la de Lang Lang, pero al revés. Y su manera de tocar compagina la delicadeza de Arrau con la virilidad de Gilels. No lo digo yo. Lo dice Radu Lupu. (Rubén Amón, Blog de Pecho).
Dossier
Foto del concierto de Jorge Luis Prats con la Orquesta Filarmónica de Bogotá, en 1986.
Jorge Luis Prats
El genio es una larga conciencia
El virtuosismo de Jorge Luis Prats
Coloso del piano
El pianista errante
Pianist, Long in Cuba, Now Plays for the World

jueves, 23 de septiembre de 2010

Cuba dentro de un piano

Por Roberto Méndez
Cuando el pianista francés Juan Federico Edelmann, a mediados de 1832 ofreció su primer concierto en el Teatro Principal de La Habana, ignoraba que estaba inaugurando una tradición en la Isla, que rinde hoy sus mejores frutos en el quehacer de artistas tan diversos como Jorge Luis Prats, Chucho Valdés y José María Vitier.
Edelmann, hijo de un compositor guillotinado durante la Revolución Francesa, abrió en La Habana un almacén de música que era a la vez casa impresora. Actualizó a los músicos habaneros en el repertorio internacional, sacó de sus prensas por décadas las últimas contradanzas, canciones y caprichos de los creadores locales y fue profesor de Manuel Saumell, quien pasaría a la posteridad por su colección de Contradanzas, donde está en embrión una manera criolla de hacer música. En las más notables: Recuerdos tristes, La Tedesco y La Caridad, hay lo que Alejo Carpentier en su libro La música en Cuba llamara “una invención rítmica y melódica” asombrosa.
Sin embargo, es una figura enigmática la que abre la gran pianística romántica en Cuba: Nicolás Ruiz Espadero (1832-1890). Instrumentista dotado de una técnica excepcional, a pesar de haber recibido apenas una formación doméstica con su madre, una pianista española de relieve local, quiso emular a los grandes virtuosos que dominaban los salones de Europa, a la manera de Liszt o Thalberg.
Su encuentro en 1854 con el novelesco compositor de Louisiana, Louis Moreau Gottchalk, fortaleció sus ansias de apertura al mundo, siempre frenadas por una invencible timidez. Su Canto del guajiro fue editado en París en 1874 por León Escudier, dejó también un Canto del esclavo, un Canto tropical y diversas contradanzas.
Aunque en sus composiciones la voz criolla resulta parcialmente ahogada por los esquemas destinados al lucimiento más o menos superficial del aparato técnico, hay en ellas un auténtico talento. De él dijo Martí: “era arpa magnífica, que en la fiereza del silencio, entona un himno fúnebre a todo lo que muere: ¡saluda con alborozo de aurora a lo que nace: recoge en acordes estridentes los gritos de la tierra, cuando triunfa la tempestad y viene la luz del rayo!”.
Por aquellos años, la enseñanza del piano se extendía en La Habana y en varias ciudades del interior. En 1861, cuando Gottschalk estrenó en el Teatro Tacón su extravagante sinfonía Una noche en el trópico, sustituyó la inexistente orquesta por nada menos que cuarenta pianos y no le fue difícil encontrar ejecutantes para todos ellos. El propio Espadero, en la penumbra de su hogar tuvo varios discípulos: Angelina Sicouret, Carlos Alfredo Peyrellade y el más notable de ellos: Ignacio Cervantes (1847-1905), quien completó sus estudios en el Conservatorio de París con Marmontel y Alkan.
Cervantes ganó en Europa el aprecio de Liszt y Rossini, fue cálidamente elogiado por Paderewsky. Pronto se alejó del estilo salonesco de su primer maestro y se orientó hacia un repertorio riguroso en el que alternaban Bach, Mozart, Beethoven. Fue el primer pianista “concertista” cubano en el sentido moderno del término.
Sus danzas para piano están llenas de huellas de Chopin, sin olvidar la impronta -casi inevitable- de Liszt. Si el instrumentista, muy bien dotado técnicamente, era capaz de dar a la luz obras de un virtuosismo fácil donde el elemento local apenas sirve para dar un poco de colorido a la exhibición técnica, como ocurre con su Gran Potpourrí de Aires Nacionales o su Gran Vals Brillante en Mi Bemol Mayor, es, curiosamente, en las formas menores donde se muestra más auténticamente su espíritu.
Cervantes llevará la danza cubana al máximo de sus posibilidades compositivas y más que piezas bailables, éstas se convertirán en obras de concierto, de fuerte carga psicológica, donde encarna mucho de lo mejor del espíritu musical cubano.
En su estudio Acerca de la literatura pianística cubana del siglo XIX, la propia Hilda Melis comprueba con asombro como en las danzas de Cervantes, además de la significativa impronta de la música europea, no hay citas textuales tomadas del folklore cubano, sin embargo el resultado sonoro es esencialmente autóctono.
Esto pudiera parecer paradójico, pero viene a demostrar que el compositor no es un folklorista o un nacionalista a ultranza, sino alguien que sabe expresarse “en cubano” aunque emplee un instrumental aprendido en Europa. Cuando escuchamos algunas de sus composiciones más difundidas como Los tres golpes, Adiós a Cuba o Los muñecos, sentimos que estamos en el terreno de lo propio bien asimilado.
Mientras tanto, otra alumna de Espadero, Cecilia Arizti, hija de un pianista muy apreciado en su época, compuso en su hogar del Cerro un breve conjunto de piezas muy apreciables, empleando los formatos rapsódicos que habían hecho célebre a Chopin: nocturnos, barcarolas, valses, improptus, scherzos.
Su condición femenina limitó mucho su carrera musical y sus creaciones, aunque editadas hace unas décadas, no han encontrado aún quien les haga justicia; a pesar de la delicadeza y sensibilidad que en ellas puso, raramente son ejecutadas en concierto.
Correspondió a un inquieto inmigrante holandés, Hubert de Blanck, la sistematización de los estudios musicales en la Isla. Fue su Conservatorio de Música y Declamación, creado el 1 de octubre de 1885, en Galiano 124, el primero en proponerse un plan de estudio a desarrollar en ocho años, con un repertorio previamente delineado y además del instrumento, la impartición de asignaturas complementarias: Solfeo, Teoría, Armonía.
Anexos a esta institución surgieron la revista La Propaganda Musical, la sala Espadero, destinada a la celebración de conciertos con instrumentistas cubanos y extranjeros y los famosos “Conciertos Históricos”, ciclos destinados a dar a conocer al público cubano obras fundamentales, acompañadas de comentarios eruditos. Después de su muerte, su labor fue continuada, hasta los años 60 del siglo XX, por sus hijas Margot y Olga.
En las primeras décadas del período republicano, la enseñanza musical y con ella, muy especialmente la del piano, se desarrolla de manera notable. Junto al Conservatorio Hubert de Blanck, van surgiendo otros de cierto prestigio como Peyrellade, Falcón, Orbón, Pastor y la Academia O 'Farrill, luego Conservatorio Municipal de Música de La Habana.
Muchas de estas instituciones se extendieron al interior del país por el sistema de “incorporados” y expedían títulos con validez oficial, a partir de un currículo preestablecido y la supervisión de los exámenes finales. Aunque en ocasiones esto tuvo un simple carácter comercial, es indudable que ayudó a diseminar por toda la Isla la obsesión pianística, sin que por esto se olvide el valor de muchas figuras locales de prestigio, desde las Señoritas Cóndom en Matanzas, hasta los eternos rivales en Camagüey, el catalán Félix Rafols y el nicaragüense Louis Aguirre D'Orio, pasando por dos profesoras emblemáticas en Santiago de Cuba: Dulce María Serret y Conchita Rubio.
Es llamativo que la primera mitad del siglo XX produjera en Cuba, al menos dos figuras fundamentales de la pianística: José Echániz -hijo del pianista español del mismo nombre- y Jorge Bolet, cuyas carreras, en lo fundamental, se desarrollaron en los grandes circuitos internacionales, mientras en el país lograban un nivel apreciable figuras como Flora Mora, César Pérez Sentenat, Angela Quintana, Margot Rojas, Margot Díaz Dorticós, Nenita Escandón y Zenaida Manfugás, muchas de las cuales desarrollaron además una importante carrera pedagógica.
Sin embargo, una figura fuera de toda clasificación, Ernesto Lecuona, vendría a demostrar que la gloria podía conquistarse lejos de las salas de conservatorios. Heredero de una tradición en la que se fundían lo culto y lo popular, como había sucedido con Saumell y Cervantes, dueño de una técnica excepcional que gustaba de exhibir a la manera de un Espadero, creó su propio repertorio y dotó a la pianística insular de obras imprescindibles en los programas actuales, desde el romanticismo tardío de Ante el Escorial y San Francisco El Grande, hasta el tipicismo de la Danza lucumí y Ahí viene el chino.
En esta línea, a la sombra de los teatros de variedades, bares y cafés florecerán los talentos de Ignacio Villa (Bola de Nieve), Felo Bergaza, Frank Emilio, Pedro Júztiz, Bebo Valdés, Mario Romeu. En todos ellos, tan diversos entre sí, está la voluntad de hacer un pianismo de alto nivel, que presupone la capacidad improvisativa, la riqueza armónica y la voluntad de fundir los ritmos cubanos con elementos derivados del jazz y los géneros de moda en cada época.
Ellos han sido antecesores de estrellas contemporáneas como Emiliano Salvador, Chucho Valdés, José María Vitier y Gonzalito Rubalcaba y han signado una manera cubana de tocar, que si bien no ha sido reconocida como escuela, puede ser distinguida y aclamada por el público y la crítica de varios continentes.
Uno de los rasgos llamativos del pianismo cubano, es la diversidad de influencias que han gravitado sobre su enseñanza.
A pesar de la proximidad a Estados Unidos, ha sido Europa el centro de atracción fundamental de los artistas insulares. Si artistas como Rosario Franco y Ñola Sahig perfeccionaron sus conocimientos en la célebre Juilliard School of Musicde Nueva York, muchos otros se orientaron hacia el Viejo Continente.
En París completaron su formación Cecilio Tieles y Jorge Gómez Labraña, poco antes de que el período revolucionario y las crecientes relaciones con la Europa del Este facilitaran a la inquieta Ivette Hernández realizar estudios en Alemania y los conservatorios de la URSS , especialmente el célebre Tchaikovski de Moscú, abrieran sus puertas a sucesivas generaciones de pianistas cubanos, como Karelia Escalante, Frank Fernández y Ninoska Fernández Brito.
La pedagogía musical rusa, exigente y virtuosa, tuvo una fecunda influencia en los cubanos -mucho más de la que pudo apreciarse en otras artes como la plástica, el ballet y el cine-, los dotó de una formación superior, en los aspectos técnico y teórico, sin que por ello coartara sus rasgos nacionales.
Curiosamente, los cubanos nunca fueron los favoritos en los grandes certámenes soviéticos. El caso de Frank Fernández, primer solista cubano al que se abrieron las puertas de la Gran Sala del Conservatorio moscovita, para ejecutar el Concierto No. 1 para piano y orquesta de Tchaikovski, con grandes aclamaciones, no se repitió con frecuencia, a pesar del paso por allí, de otros notables talentos insulares.
Los pianistas cubanos debieron su consagración a los circuitos tradicionales, como sucedió en el célebre caso de Jorge Luis Prats, cuyo premio Marguerite Long obtenido en París en 1977, ante un jurado de eminentes pianistas como Magda Tagliaferro y Paul Badura Skoda, le abrió las puertas de la fama en Occidente sin pasar por el visto bueno de las naciones de la Europa del Este.
Ninguna otra nación de América, pudo contar en el siglo XX con un número tal de pianistas de relieve, no sólo los concertistas ya citados o los músicos “populares” capaces de convencer a las élites más exigentes, sino también a otros de labor menos visible, entre los que podrían contarse aquellos dedicados a la música de cámara como Araceli Hernández Asiaín, Pura Ortiz, Esther Ferrer, Alberto Joya y los “repertoristas” que tanto contribuyeron a la formación y desarrollo de grandes voces de la lírica cubana: Luis Borbolla, Alfredo Levi, Esperanza Luaces, Juan Espinosa. En las primeras décadas del siglo XX, Cuba era una de las naciones con mayor número de pianos por familia, numerosos comerciantes de las más célebres marcas: Chassaigne, Chickering, Stainway, se enriquecieron gracias a la amplitud de la demanda, lo que explicaría también el que los intérpretes más afamados del instrumento en el mundo fueran aclamados alguna vez en la isla, desde el legendario Paderewsky, hasta Arturo Rubinstein, Claudio Arrau, Rosa Renard, Alicia Delarrocha y Alina Czerny-Stefanska.
¿Razones de esta casi sinrazón cultural? Las mismas que hicieron que Rafael Alberti descubriera en su infancia gaditana a “Cuba dentro de un piano”.
Jorge Luis Prats interpretando La Malagueña
Publicado en Palabra Nueva, octubre de 2009.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Desmantelan red de pornografía en La Habana

;
Por Tania Quintero

El periodista independiente Álvaro Yero Felipe, en la web Payo Libre, informó del desmantelamiento de una red pornográfica en una localidad alejada del centro de La Habana.
El operativo policial tuvo lugar el 3 de agosto, 25 mujeres fueron arrestadas, entre ellas 18 menores de edad. Se desconoce el lugar donde actualmente se encuentran recluidas.
Según Yero, desde hacía meses, agentes de la Policía Nacional, el Departamento Técnico de Investigaciones y miembros de organizaciones locales, iniciaron una investigación, que condujo a las autoridades a descubrir el ejercicio de la prostitución en el domicilio de Aida Menéndez, ciudadana cubana de 38 años, vecina de la calle Úrsula 205 entre 2da y María Auxiliadora, en el reparto El Moro, barriada de Mantilla, Arroyo Naranjo, en las afueras de la capital.
La operación estaba prevista para el 12 de junio, pero de acuerdo a una fuente vinculada a medios oficiales, no se pudo llevar a cabo por carecer de suficientes pruebas que incriminaran a la ciudadana Menéndez.
La policía no actuó hasta que tuvo certeza de que en esa casa se grababan videos ilegales con contenido pornográfico.
Reporta el periodista independiente que en la madrugada del 3 de agosto, las cuadras aledañas fueron cerradas, lo que permitió a las autoridades irrumpir en la vivienda con una orden de registro y detención para todos los que en ese momento se encontraran en su interior.
Entre las 25 detenidas se encuentra la dueña del inmueble y del negocio, Aida Menéndez. En el lugar no había ningún hombre. Todas eran mujeres, en su mayoría procedentes de otras provincias.
Fueron decomisados unos 40 videos de una hora y media de duración, más de 2 mil fotos y juguetes sexuales, así como equipos electrodomésticos y otros bienes, pertenecientes a la propietaria de la vivienda y sus empleadas.
La fuente, que por motivos de seguridad pidió el anonimato, dijo que de acuerdo la categoría de los delitos, así serán juzgadas. Entre la población se comenta que estas mujeres podrían recibir un "castigo ejemplar", que en la isla es sinónimo de la aplicación de las mayores condenas.
En Cuba, los delitos relacionados con la prostitución y la pornografía son severamente castigados, sobre todo si los adultos han involucrado a menores de edad.

martes, 21 de septiembre de 2010

Niñas jineteras

Por Iván García

Ariadna, 13 años, hace rato perdió la inocencia infantil. Habla, piensa y se viste como una mujer adulta. Pero no lo es. Todavía duerme con muñecos de peluche y le gustan los cartones de Disney.
El padre de Ariadna está preso, condenado a 30 años por asesinato en primer grado. La madre está recluida en un sanatorio mental. La crió una tía, desvergonzada y vulgar, que desde los 11 años le enseñó que el dinero estaba en los bolsillos de los turistas.
Una tarde de sol plomizo la llevó a conocer a un italiano maduro y perverso. Las dos hicieron el amor con el tipo por 40 pesos convertibles (50 dólares).
Después de jugar por las mañanas con sus muñecas, su tía la vestía como una puta y por las noches salían a la calle, para buscar un puñado de moneda dura.
Hace tiempo que en Cuba muchas menores se prostituyen. Casi siempre alentadas por sus propios familiares. Carlos, turista español, se sorprende de la cantidad de ofertas que le hacen chulos caribeños, proponiéndole chicas de 14 años o menos.
Es una epidemia. Los pederastas foráneos están de fiesta. Por menos de 50 dólares, se pueden llevar a la cama a una niña con cuerpo de mujer maquillada en exceso y los labios pintados de un rojo subido.
Los medios oficiales no publican una línea del fenómeno. Roxana, 14 años, cada día se viste de prisa, para citas con hombres que pueden ser su padre o abuelo.
Después de ella tomarse un helado y ellos un par de tragos, sacian todos sus vicios con Roxana. A veces incluso no le pagan con dinero. Un gramo de coca, o un cigarrillo de marihuana. Una comida en el barrio chino. Y una noche para mover la cintura con un conjunto de salsa en alguna discoteca de moda.
Y se da por satisfecha. Hay niñas en la isla que se prostituyen por cosas tan simples como un vestido de la tienda Zara, un par de zapatos con tacones altos o un buen frasco de perfume.
Casi todas viven en hogares que son verdaderos antros de perdición. Suelen perder la virginidad con algún pariente cercano. No pocas veces sus padres las obligan a jinetear. La Habana está lejos de ser Tailandia o Cambodia, pero va en camino.

Foto: Afiche de Amnistía Internacional contra la prostitución infantil.

lunes, 20 de septiembre de 2010

La historia de Aitana

Por Iván García

Aitana, 31 años, comenzó a jinetear para ser distinta. Cursaba noveno grado, internada en una escuela secundaria en los inicios de los 90, y su horario se dividía entre el trabajo agrícola y el estudio.
No se inició en la prostitución por dinero o para disfrutar de restaurantes y discotecas de primera. No. Lo hizo por seguir la estela de sus amigas y por probarse a ella misma.
En las noches cálidas y estrelladas, sus compañeras de albergue contaban historias fascinantes de sexo extravagante con tipos que venían de otros lares. Drogas y diversión. Bebida y buena mesa. Les pagaban bien y se compraban modelos exclusivos y perfumes caros.
Aitana sentía que no tenía una historia que contar. Vivía en una casa confortable en la barriada de Miramar. Sus padres eran funcionarios dentro del gobierno. Viajaban al extranjero y complacían a su única hija en los más pequeños detalles.
Desayunaba fuerte y hacía dos comidas al día, incluso, en los años duros del período especial -la gran depresión cubana-, cuando La Habana se quedaba a oscuras doce horas diarias, la casa de Aitana, gracias a una pequeña planta eléctrica portátil, se mantenía con luz.
Pero la chica miraba de soslayo a sus amigas y quería probar fortuna. “Me molestaba mucho ser la hija de papá, la niña bitonga, la que todos los profesores en la escuela ponían de ejemplo. Por pura maldad empecé a salir con extranjeros”, cuenta 17 años después, sentada en una silla metálica de una cafetería al aire libre vestida de forma sobria.
“Era virgen, fue un sueco alto y bastante guapo el que me hizo mujer. Recuerdo que cuando me ofrecían dinero yo no lo aceptaba. Tenía 14 años. Lo mío era bailar, ir a la playa y después poder contar mis historias a mis amigas. Tengo grabada en la retina cómo se quedaron con la boca abierta cuando les narraba mis aventuras amorosas”, apunta mientras fuma un cigarro mentolado.
La mala suerte llegó una noche de 1998 a la familia de Aitana. En una redada policial fue capturada y fichada como jinetera. Sus padres no lo querían creer. Gracias a su influencia no fue a la cárcel.
Pero cometieron el error de abandonarla. Aitana se fue a vivir con una amiga de su etapa estudiantil. Dejó el bachillerato en segundo año. Tomó adicción desmesurada por las drogas fuertes.
Emocionalmente inestable, sin una orientación sexual correcta y apremiada por el dinero, salía a jinetear con el miedo en el cuerpo. Temía ir a prisión. Sabía que estaba registrada por la policía.
“Pero me había comprometido con una amiga de la escuela, yo la amaba, pensaba que ella a mí también. Al poco tiempo, me obligó a jinetear para buscar dinero, lo hice y me pilló la policía. En la cárcel de mujeres pasé lo más negro de mi vida”, dice mientras hojea un álbum de fotos personales.
Hoy, Aitana es una mala copia de los retratos que muestra. En la cárcel, fue la ‘chica’ de mujeres hoscas y bravuconas que la sodomizaron hasta el cansancio. También fue juguete sexual de algunos guardias del penal.
Tras dos años en el infierno regresó a la calle, dispuesta a cambiar su vida. Buscó ayuda en sus padres y éstos le tiraron la puerta. “Olvídate de que tienes padres, me dijeron. Dormía en las funerarias o terminal de ómnibus, así conocí a Miguel, un hombre maduro y amable, pensé que al fin la suerte me sonreía”.
Todo lo contrario. Miguel era un bisexual consumado que la obligó hacer el amor en grupos de hasta seis personas. En una de esas orgías, Aitana pescó el SIDA.
“Cuando lo supe, intenté suicidarme. Luego unos amigos, también seropositivos, me dieron aliento, ahora formamos un grupo que promocionamos el sexo seguro. Las monjas de una iglesia me permitieron trabajar en un asilo de ancianos. He madurado sufriendo. No deseo que nadie viva este tipo de vida. Entre mis planes, si Dios lo permite, espero integrar un grupo para aconsejar a los más jóvenes”.
Ella desearía ser madre. Pero los médicos la han alertado que corre el riesgo de trasmitírselo a su retoño. “Mi historia quizás sea un castigo por haber hecho mal mis deberes. No guardo rencor a nadie. Ni a mis padres ni a las personas que amé. Yo elegí un camino errado”, confiesa sin una pizca de drama.
La noche cae de prisa en La Habana y amenaza lluvia. La mujer, esquelética y ojerosa, se marcha por una calle que desemboca al mar. En la mesa de aluminio queda una foto olvidada, de cuando era adolescente y bella.
Al rato, un aguacero de espanto se lleva de golpe la foto, que en pequeños remolinos va a parar a un tragante cargado de suciedad. Y por ahí se pierde.
Foto: Muchacha asomada a la ventana, Salvador Dalí, 1925.

domingo, 19 de septiembre de 2010

El exguerrillero y la jinetera

Por Iván García
Enrique, 77 años, es un hombre rencoroso y triste. Se siente traicionado por la revolución de Fidel Castro. Ahora mismo camina despacio por los portales del mercado de Cuatro Caminos, en Centro Habana, vendiendo jabas (bolsos) de nailon a peso.
El calor es intenso. Piñón se sienta en un muro derruido. Un grupo de tres ancianas y dos negros canosos lo espantan del sitio. “Oye, viejo, este lugar es nuestro, vete a vender jabas a otra parte”, le dicen con abierta violencia verbal.
Ya de noche, en la diminuta sala de su casa, una cuartería en la barriada habanera de Cayo Hueso, luego de una cena frugal a base de dos cucharones de arroz, boniato hervido y enchilado de claria o pez gato, Enrique estira sus piernas colmadas de várices y se sienta a ver un partido del mundial de fútbol.
Es un tipo resentido. Toda su vida la dedicó a la causa revolucionaria. Peleó en la Sierra Maestra y después que en 1959, Castro tomara el poder fusil en mano, participó en aventuras militares en el continente africano.
Cree que se merecía más. “Hay quien no disparó un tiro y hoy vive a cuerpo de rey. Yo arriesgué mi vida por esta revolución. Y lo menos que debiera tener es una buena jubilación y una casa decente”, dice con los ojos llorosos.
Lo peor de personas como Enrique es que la magra pensión de jubilados no les alcanza para comprar moneda dura. Y él no tiene parientes en el extranjero. Uno de sus paseos habituales es ir, junto a su esposa, a ver zapatos de calidad y televisores modernos tras las vidrieras de tiendas recaudadoras de divisas.
Los dólares, euros o pesos cubanos convertibles es algo que apenas conoce el antiguo revolucionario. “Nunca he tenido en mis manos un billete de cien ni de cincuenta dólares”.
Esos mismos billetes que el viejo Enrique extraña, le sobran a Dianelis, 26 años, una mulata que hace voltear la cabeza a su paso. Hace rato que ella no cree en la revolución de los Castro. Reside en un apartamento amueblado con gusto, cerca de la cuartería donde vive Enrique.
Dianelis es una jinetera de nivel. Habla tres idiomas y es graduada de Historia del Arte. Durante sus años de estudio en la Universidad de La Habana, discretamente salía con dos amigas, a ligar un “yuma” (extranjero). Y lo logró. Se casó y vive en Italia. Viaja a Cuba dos veces al año, a gastar plata y complacer a su familia. Es el argot popular, es una "triunfadora".
Esa clase de cubanos que Enrique considera de baja calaña. “Aunque se vista de seda, puta se queda”, dice el viejo. Sucede que en la isla los "triunfadores" o personas solventes, nunca han estado al lado de la revolución. Todo lo contrario. En cuanto pueden, se marchan de su patria, y a los pocos años, regresan alquilando coches Audi y cenando en los mejores restaurantes de La Habana.
Cosas que no puede soportar el exguerrillero Enrique. “Quién iba a decir que todo mi sacrificio fue en vano. Que putas, chulos, pingueros y 'gusanos' (emigrantes) iban a ser los salvadores de la economía cubana. Todo es una mierda. Fidel Castro tiene la culpa. Nos engañó con aquello del hombre nuevo, pero hoy en Cuba viven mejor los que nunca lo aplaudieron. A lo que hemos llegado. Los héroes vendiendo jabas de nailon las putas, los 'bisneros' (negociantes) y los 'gusanos' aportando divisas al país”, confiesa lleno de cólera.
Por mucho que le expliquen, el anciano no puede comprender. Al rayar el alba, él tiene que levantarse a vender jabas de nailon por la calle. A esa misma hora, por su lado pasa Dianelis, oliendo a una fragancia exclusiva después de una noche de farras.
Historias de revolucionarios frustrados y prostitutas de éxito hay cientos en Cuba. Tal vez demasiadas.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Jineteras de prisión

Jineteras by PHOLLETTO.
Por Iván García

Aún estando preso, si tienes dinero, puedes tener una chica. A tu gusto. La familia se encarga de los detalles. Les cuento la historia. Raimundo, 48 años, fue condenado a 20 años por el delito de sacrificio de ganado. Lleva 6 años tras las rejas.
No había cumplido un año de su sanción, cuando recibió dos noticias. Después de doce años de matrimonio, su esposa y madre de sus dos hijos, le envió una carta de tres pliegos argumentando las razones por las cuales lo abandonaba.
“Era joven y bonita, no estaba para el ajetreo de tener que venir cada 45 días a la visita y la preocupación de llevarme una pesada jaba de comida y aseo. Además, no le dejé un centavo. Optó por el camino más fácil, dejarme. Mi primera reacción fue de matarla cuando estuviera en libertad. Hombres con muchos años tras los barrotes me calmaron y me dijeron que al 60 por ciento de los presos, las mujeres los dejan cuando caen en el talego (cárcel)”, cuenta Raimundo durante una visita familiar.
La otra noticia, que su hermano Oscar, un tipo solvente gracias a innumerables negocios turbios, estaba nadando en dinero. “No te preocupes, brother, yo te busco una chica cuando te toque pabellón", le dijo para alegrarlo.
Con una duración entre 3 y 12 horas, según el régimen penitenciario otorgado al recluso, el 'pabellón' es una visita para que en una habitación dentro de la propia cárcel, tengan sexo. A las mujeres les realizan un chequeo médico previo. Se han dado casos de muchachas a quienes le han detectado el SIDA u otra enfermedad venérea como la gonorrea o la sífilis. Y para comprobar que no estén embarazadas.
Lo que más desea un hombre en prisión es una mujer. A falta de hembra se consuelan con la sodomia. “No hay nada de tanto valor en una galera como un homosexual”, confiesa Raimundo.
Pero no todos son sodomitas. Y calman sus ardores sexuales con revistas pornográficas, que dentro de la cárcel cobran un valor exagerado. “Por el alquiler de una hora por una Playboy, a cambio tengo que diez cajetillas de cigarros o cinco vasos de azúcar prieta”, explica Raimundo.
Los que tienen plata, ya sea por tener parientes adinerados o porque cuando los atraparon dejaron una pasta clavada en algún sitio, sufren menos los rigores de la soledad sexual. Es el caso de Raimundo. Cada 45 días sale al 'pabellón' perfumado como un galán de cine. Siempre a la expectativa para ver qué chica le escogió su hermano.
“El muy cabrón tiene buen gusto. Las cinco hembras que han venido, blancas, negras o mulatas, han estado muy buenas”, señala pasándose la lengua por la comisura de los labios.
Eso tiene su precio. Según Oscar, el hermano de Raimundo, cada puta le cuesta de 10 a 20 pesos convertibles (8 o 18 dólares). “A esto súmale que tengo que pagarle el transporte de ida y vuelta, el almuerzo o cena y una merienda de regreso a su casa”, dice con su pinta de gánster.
A otros presos, sus familias también les contratan putas, para que puedan paliar la falta de novias o esposas. Incluso hay casos de jóvenes dedicadas a ligar hombres en las cárceles. Rafael, 34 años, conoció a su actual pareja de esa manera. “Existe el mito de que los presos tenemos un insaciable apetito sexual”.
Los reclusos suelen hacer conquistas amorosas enviando cartas a señoras que desean tener un amigo. Otra opción es enviar misivas a las féminas que cumplen sanciones en la prisión de mujeres.
“Pero no es fácil. Lo normal es que cuando a uno lo abandona su esposa, tenga que estar masturbándose o caer en la sodomia”, dice Raimundo. Después de todo, él ha tenido suerte.
Foto: Pholleto's, Flickr

viernes, 17 de septiembre de 2010

En Polonia también hay jineteras

Por Maciej-Niko Zamiatowski

"Tengo novio para que me compre cosas, qué más da si cambio de chico cada tres días". "No soy una puta, me tiré a tres en una noche y ahora soy la más guay de la pandilla".
Hablan jóvenes chicas polacas que acuden a los centros comerciales en busca de un 'sponsor' o patrocinador, un hombre adinerado que les pague sus caprichos a cambio de favores sexuales, y cuya situación ha retratado la directora polaca Kasia Roslaniec en su ópera prima.
Mall Girls / Galerianki (Chicas de centro comercial) es un retrato hiperrealista de las llamadas 'hijas del comunismo' que dibuja una generación carente de valores morales y revelada contra el imperante catolicismo que sigue arraigado en el país.
Alicia es la protagonista de la película, tiene 14 años y su mayor preocupación es no tener móvil, por eso se deja convencer por una amiga e ir al centro comercial del barrio a buscar un 'patrocinador'.
Roslaniec rodó primero un corto y, tras obtener varios premios, decidió hacer el largo. Después de seis meses de entrevistas y documentación nació Mall Girls.
La película ha sido galardonada en numerosos festivales (Polonia, Seúl, Kazajstán) y el 23 de junio se proyectó en el Festival Internacional de Cine Cinema Jove en Valencia, con la presencia de la directora.
"Me documenté en foros de internet, creé perfiles falsos, hablé con chicas en los colegios y en centros comerciales, pero ninguna me lo confesó directamente, aunque muchas contaban con todo detalle cómo sus amigas sí lo hacían y concursaban por ver a cuántos hombres se tiraban en una noche a cambio de unos jeans o cenar en un restaurante caro".
El estreno en Polonia tuvo lugar en el verano de 2009, y su proyección causó tal revuelo que el filme se elevó casi a una cuestión de Estado. Todo el mundo comenzó a hablar del fenómeno de las 'chicas de centro comercial', los profesores llevaban a sus alumnos a ver la película y los padres estaban escandalizados.
La directora ha recibido numerosas críticas de padres que la acusaban de enseñarles a sus hijas la forma fácil de ganarse las cosas.
Durante una entrevista en una emisora de radio, una madre desesperada llamó a la directora para decirle que la película le ha mostrado a su hija el "camino hacia el mal", a lo que Roslaniec contestó: "No, yo lo que he hecho es mostrarle a usted lo que puede estar haciendo su hija, por eso está tan desesperada".
Mall Girls ha costado medio millón de euros y ya ha recaudado tres. Tras su paso por varios países, está quedando patente que el "si me compras un móvil te hago una mamada" no es un caso exclusivo de Polonia.
Según la directora, la reacción de los espectadores en los países donde se ha proyectado es siempre la misma: "Qué horror lo que está pasando en ese país". Los jóvenes locales, añade la cineasta, responden: "Esto no sólo ocurre en Polonia, aquí también pasa lo mismo".
El Mundo, 24 de junio de 2010

jueves, 16 de septiembre de 2010

Un día en el solar

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Siguaraya, árbol sagrado en Cuba

Por Tania Quintero

La Biblia cuenta que fueron siete los ángeles y siete las plagas. Y los santeros cubanos afirman en el árbol conocido como Siguaraya, se encuentran las siete potencias, o sea, los siete orishas principales de la religión yorubá: Elegguá, Obatalá, Changó, Oggún, Orunla, Ochún y Yemayá.
Pero el dueño de la Siguaraya es Changó, y por ello, en el Palo o Las Reglas del Congo, a este árbol le dicen también Siete Rayos, en referencia al dios del trueno y el fuego, representado por Changó, la Santa Bárbara del catolicismo. Se le considera el primer palo del monte y se usa para abrir los caminos y la suerte de quien la invoca, pero los cierra al enemigo.
Su nombre científico es Trichilia havanensis. Su descubridor, el botánico holandés Nikolaus Joseph von Jacquin (1727-1817) viajó por varias naciones de las Américas, entre ellas Cuba, en 1759.
Es un árbol silvestre, común en Cuba, donde se le puede localizar en las orillas de los arroyos, a lo largo de caminos y cercas y también en los montes bajos. Se le conoce fácilmente por su follaje abundante, que lo hace resaltar de las demás plantas. Florece de enero a marzo-abril y sus flores son de un color blanco versoso. Con su néctar, muy intenso, las abejas producen una miel oscura y de muy buena calidad.
Además de en Cuba y otras islas del Caribe, abunda en todas las regiones de México, en países centroamericanos y en algunos de Suramérica.
En México, entre otros nombres comunes, es conocido por Cucharillo, Ciruelillo, Limoncillo, Garrapatilla, Palo de Cuchara y Cuache. En otras naciones le llaman Caimito de montaña y Quina silvestre. Y en Costa Rica le dicen Uruca, y antiguamente, su floración anuncia el inicio de las festividades navideñas y la época para casarse.
Benny Moré lo inmortalizó en Mata Siguaraya, del pianista y compositor Lino Frías, fallecido en Nueva York en 1983. Es una de las canciones cubanas más conocidas en el mundo. Ha sido interpretada por diversos cantantes, pero nadie ha sabido darle la entonación y melodía que le dio el Benny:

martes, 14 de septiembre de 2010

Los planes del General

Por Enrique Collazo

Mientras el estilo propio de un líder carismático, con un impresionante poder de convocatoria, definía el método de gobierno de Fidel en los 60, Raúl se ocupaba de institucionalizar al otrora Ejército Rebelde, aportándole una estructura moderna y funcional.
En aquella época, en que se desmanteló aceleradamente toda la estructura productiva y de propiedad del régimen anterior, el país se movía a golpe de consignas, movilizaciones y estímulos morales. Era la apoteosis de la revolución permanente, en su etapa de máxima capacidad de demolición de la economía de mercado.
En medio de aquella euforia colectivista, tan inmadura como disparatada, "el Ministro", como comúnmente le llamaban los miembros de las FAR a Raúl, lanzó una frase que denotaba una cierta racionalidad, al compararla con los luctuosos y apocalípticos lemas de su hermano y del propio Che Guevara. "Reconocer el esfuerzo, premiar sólo los resultados", definía a bote pronto un tipo de mentalidad apegada a la utilidad práctica de la construcción socialista, la cual tomaba cierta distancia de aquella orgía voluntariosa que especulaba con la inminente construcción del comunismo en la Isla.
Teniendo en cuenta tal posicionamiento, no sorprende el estilo de gobierno que pretende implantar Raúl, basado en resultados, más pragmático, o si quiere, menos ideologizado. La profunda reestructuración realizada recientemente refuerza su poder al frente del gobierno, al conformar un equipo propio con generales y miembros del Partido Comunista de su confianza y relevar a dirigentes claves aupados por Fidel. Con este golpe, Raúl Castro dejó fuera del ejecutivo a 13 de los 28 ministros que ejercían en 2006, cuando asumió provisionalmente.
Fiel a su estilo de "premiar sólo los resultados", Raúl, apoyado en sus colaboradores militares y partidistas, intentará gobernar la sociedad mediante los métodos que implantó en las Fuerzas Armadas, con una estructura administrativa diseñada originalmente para las empresas subordinadas al Ejército. No quiere discusiones ni liderazgos carismáticos que interfieran en su mando, y menos potenciales opositores que cuestionen sus decisiones.
Cree que el problema está en el caos, en la ausencia de cultura de trabajo y el robo de los recursos del Estado. Espera imponer disciplina y racionalidad, suprimiendo mesianismos económicos, tales como las operaciones masivas de latinoamericanos en hospitales cubanos. Impondrá en todo el país una política de control, austeridad y eficiencia. Por primera vez, luego de medio siglo de fidelismo, Raúl comienza a mandar efectivamente, tras ser el eterno segundón del régimen, aunque con frecuencia la enorme sombra de su hermano provoque la impresión de un gobierno bifronte.
La metamorfosis del aparato militar comenzó hacia mediados de los años ochenta, cuando Raúl impulsó el Sistema de Perfeccionamiento Empresarial (SPE) para elevar la eficiencia de dichas industrias. Para ello se promulgaron medidas que reproducían el mercado: entre otras, sistemas de contabilidad basados en la búsqueda de beneficios, cambios estructurales que permitieran el establecimiento de empresas con participación extranjera, y formas de racionalización del personal.
Domingo Amuchástegui, un académico estudioso de este tema, ha señalado que "el perfeccionamiento es la imitación más cercana de formas de organización y administración capitalista que se ha llevado a cabo en Cuba. Ello incluye corporaciones, sociedades mercantiles de carácter privado propiedad del Estado cubano, sociedades anónimas, contratos de administración, producciones cooperadas, y diferentes niveles de asociación y de consorcios con empresas extranjeras, tanto en la isla como en el exterior".
Según los medios de comunicación oficiales, en 2001 se supervisaron las operaciones de 322 importantes empresas, en su mayoría relacionadas con el complejo militar-empresarial. Tales empresas producían el 89% de las exportaciones, el 59% de los ingresos turísticos, el 24% de la renta por servicios productivos, el 60% de las transacciones al por mayor en divisas y el 66% de las de comercio minorista.
Además, daban trabajo al 20% de los trabajadores estatales. Estas cifras proporcionaban el valor aproximado de la participación de los militares en la economía en aquel año, valores que sin duda se han incrementado desde entonces.
Los generales y coroneles en activo dirigen por lo menos unas 800 grandes y pequeñas empresas, que van desde ingenios azucareros hasta hoteles, gasolineras, acerías, firmas de tecnología cibernética, entre otros rubros, los cuales captan alrededor del 64% de las divisas que entran al país, según cifras oficiales. De acuerdo con la misma fuente, de las empresas con ese sistema, apenas el 7% registró pérdidas, comparadas con el resto de las empresas estatales, que tuvieron porcentajes muy altos.
Sin embargo, cabe cuestionarse hasta qué punto está preparada la incosteable y caótica estructura empresarial estatal, monetizada en pesos nacionales, para asimilar el SPE, máxime cuando las empresas de las FAR han desplegado sus reservorios capitalistas sin competencia en los ámbitos laboral o de capitales, con libre acceso a los recursos del Estado, disfrutando por tanto de condiciones cuasi-monopolistas.
Estas empresas funcionan en un régimen especial, en el cual pueden controlar los factores de producción, los precios, la comercialización, una mano de obra entrenada en los métodos de ordeno y mando, conformada en muchos casos por miembros del denominado Ejército Juvenil del Trabajo (EJT); mientras que sus inversiones se nutren de inescrupulosos empresarios extranjeros, que casi siempre aportan casi todo el capital a cambio de una mínima participación. Todo ello comporta una seria incertidumbre acerca del éxito que tendría la extrapolación de este modelo al resto de la economía nacional.
El núcleo duro del poder reside hoy en el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), que conforma todo el entramado fomentado por Raúl. Al frente de la junta directiva está el general Julio Casas Regueiro, actual ministro de las FAR y hombre de confianza de Raúl; pero detrás de él, como director general y con poder ejecutivo, está el coronel Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, yerno del presidente del Consejo de Estado.
El Grupo GAESA incluye empresas como Gaviota , que cuenta con más de treinta hoteles repartidos por toda la Isla y otros en construcción. La importancia de Gaviota viene dada por sus relaciones empresariales exteriores con las españolas Tryp Hoteles y Sol Meliá, y con las francesas Cadena Novotel y Club Mediterranée.
Otras empresas son Aerogaviota (vuelos domésticos para el turismo); Sermar (exploración de tesoros marinos en plataforma); Almest (inmobiliaria y construcción); Tecnotex , dedicada a la importación y exportación de los productos que necesitan y/o elaboran las demás empresas del holding; Antex, que contrata mano de obra en países del Tercer Mundo, formalizando también distintos tipos de compañías "off shore". Esta empresa es una de las más importantes y está bajo el control personal de Raúl Castro.
TecnoImport, que importa todo lo indispensable para las Fuerzas Armadas; Sasa, (estaciones gasolineras); División Financiera; TRD Caribe (Tiendas de Recuperación de Divisas), que cuenta con más de 400 establecimientos en todo el país y con unos ingresos anuales superiores a los cien millones de dólares. Sus productos sólo pueden ser adquiridos con dólares. Mantiene un gran volumen de negocio con China y Hong Kong.
También aparecen Agrotex, empresa dedicada a todo lo relacionado con la agricultura y la ganadería, desde la cría de animales hasta una fábrica de caramelos, pasando por la elaboración de mieles y alimentos en general. Almacenes Universales SA, empresa dedicada al comercio interior y exterior, con zonas francas propiedad de las FAR en Wajay, Mariel, Cienfuegos y Santiago de Cuba.
Pero quizá una de las ramas más poderosas de GAESA la conforman las Industrias Militares, una empresa matriz que se ocupa de la búsqueda de repuestos y de la fabricación de piezas relacionadas con el armamento. Tiene suscritos acuerdos especiales con Rusia, China y Brasil, y de ella depende, por ejemplo, la fábrica de armas de Camagüey.
El Complejo Histórico Militar Morro-Cabaña, GeoCuba y la Empresa de Servicios La Marina, integran también la larga lista. El grupo es gigantesco y, según fuentes fiables, facturaría más de mil millones de dólares al año. Ellos son el poder real. Son quienes gobiernan el Estado, controlan la economía y dirigen el Partido Comunista.
Como reprodujeron los académicos Juan Carlos Espinosa y Robert C. Harding, en Paracaídas verde olivo y piñatas a cámara lenta, trabajo publicado en 2002, "una casta militar privilegiada, sin imaginación política, liderada por Raúl Castro, espera entre bastidores. Junto a ellos están los apparatchiks y tecnócratas que conforman la masa leal en los discursos, los cuadros dispuestos a realizar las nuevas labores con el fin de impulsar sus carreras".
A este ejército de soldados-gerentes que controlan semejante entramado económico, se añade el hecho de que la mayoría de las carteras ministeriales están ocupadas por diez generales, incluido Raúl, en la cima del poder. En primer lugar, destaca el general de brigada José Amado Ricardo Guerra, quien ocupa el puesto de secretario del Consejo de Ministros, aunque privado de "protagonismo alguno en la dirección del gobierno".
Como vicepresidente del Consejo de Ministros y ministro de Economía y Planificación fue designado Marino Alberto Murillo Jorge, un ex coronel de las FAR que dirigía el Ministerio de Comercio Interior desde 2006. Asimismo, designó a tres figuras de alto rango político como vicepresidentes de ese órgano: el comandante de la revolución Ramiro Valdés (Informática y Comunicaciones), el general Ulises Rosales del Toro (Agricultura) y Jorge Luis Sierra Cruz (Transporte).
Como resultado, las políticas que se diseñan y las recomendaciones procedentes de las FAR, tienen un papel mucho más influyente y decisivo que las emanadas de otras instancias del Partido o del gobierno.
Igualmente, los ministerios del Azúcar, Turismo, Construcción; los institutos de Reserva Estatal, Aeronáutica Civil, Radio y Televisión; la empresa Habanos S.A. y Grupo Nueva Banca, entre otros, son también dirigidos por militares en activo o retirados. Dos dirigentes que pasaron por el Secretariado del Partido Comunista, María del Carmen Concepción González y Lina Pedraza, han quedado al frente de los ministerios de Alimentación -que absorbe al de Industria Pesquera- y Finanzas y Precios, respectivamente.
Recientemente, también entró en el gobierno, para dirigir la Industria Sideromecánica, otro general, Salvador Pardo Cruz, proveniente de la Unión de la Industria Militar, estructura que administra doce empresas del MINFAR. Y el último nombramiento atañe al coronel Armando Emilio Pérez, uno de los "arquitectos del sistema de gestión aplicado en las empresas militares", designado viceministro de Economía y Planificación.
De todos estos movimientos, se desprende el empeño por consolidar la alianza conservadora, establecida entre la cúpula militar de Raúl Castro y los burócratas partidistas comandados por José Ramón Machado Ventura.
Por fin, el estamento castrense, después de exportar la guerrilla a América Latina en los sesenta y combatir en los setenta y los ochenta en la sabana africana, ve satisfechas sus ambiciones de poder. Su fidelidad a los Castro se recompensa con las prebendas que supone el poder económico, las cuales se multiplican cuando ese poder va vestido con uniforme verde olivo .
Estos generales-gerentes participan en la administración de las empresas del GAESA, en el marco de un proceso de privatización que no excluye como uno de sus fines mantener la férrea unidad corporativa entre esa casta de empresarios-segurosos y la inquebrantable fidelidad a su general de cuatro estrellas. Entre los nuevos capitalistas, muchos de los mejores son precisamente aquellos que cuentan con experiencia anterior en puestos de gestión de empresas, apparatchiks del gobierno, agentes de la contrainteligencia militar o negociantes del mercado negro.
Los principios de esta cultura mafiosa del poder reposan en un régimen patrimonial, mediante el cual se privatizan las posesiones del sistema político. El nuevo padrino -Raúl- ahora es el único facultado para "premiar" o tronar, como lo demostró recientemente; aunque la fuerza y la amplitud relativa de los nuevos empresarios-generales y su estrecha relación con el otrora ministro, les proporciona un paraguas mínimo del que carecen los dirigentes civiles del gobierno y del Partido.
Si Fidel apadrinaba a los "talibanes" y articulaba estructuras redundantes, como el "Grupo de Apoyo", Raúl patrocina a sus tecnócratas verde-olivo y amenaza con la formación de un clan Castro, que persigue crear un tipo funcional y compacto de institucionalidad, basándose en sus colegas de armas y de negocios y, en menor grado, en algunos cuadros partidistas.
Considerando la enorme concentración de poder que monopoliza Raúl, cuesta creer que el general tenga algún incentivo para auspiciar una apertura liberalizadora en el terreno económico, lo cual se evidencia en las limitaciones con que ha acometido los cambios en el sector agrícola.
A pesar de que se han entregado cerca de un millón de hectáreas de tierras a los campesinos, la agricultura sigue postrada. El plan de Raúl no dista en esencia del de las Unidades Básicas de Producción Agropecuaria de Fidel, pues, aunque la tierra se da en usufructo por 10 ó 25 años, el dueño continúa siendo el Estado.
Por otra parte, los adjudicatarios de las tierras siguen sujetos a que las autoridades definan los planes de producción. Entretanto, el 90% de lo cosechado tienen que venderlo al Estado, al precio que imponga el gobierno. Con esta coyunda no puede haber apertura de ningún tipo, mucho menos en el campo, donde el trabajador agrícola tiene que disponer de claros incentivos mercantiles para echar a producir la tierra con todo el esfuerzo que ello supone.
Tampoco cabe atribuirle al General la voluntad reformadora del modelo chino. En China, las reformas fueron controladas por los cuadros civiles del partido, aunque fueron puestas en práctica por el ejército. Sin embargo, los militares chinos no disfrutaron simultáneamente de un papel político predominante, como en Cuba.
Al principio, la implicación militar en la economía se concibió para lograr la autosuficiencia. Su papel comenzó a cambiar en 1979, cuando los militares apoyaron el proceso de reformas liderado por Deng Xiaoping.
Esto quiere decir que en ese país los máximos dirigentes del partido, y no los militares -que en Cuba son la misma cosa-, fueron los que impulsaron la reforma, procediendo a liberalizar los mercados y los precios, permitiendo la actividad y el auge de la pequeña y mediana empresa privada. Gracias a esto, China superó el ancestral atraso de su estructura agraria y logró además el desarrollo de su base industrial.
Los Castro se hallan a gusto jugando al "poli-bueno" y al "poli-malo". Fidel encarna al segundo, como insumiso mastín del antiguo régimen, mientras Raúl ensaya con la máscara de reformista, de lo cual está extrayendo réditos, tanto a nivel doméstico como internacionalmente .
Los expertos en las relaciones Cuba-EE UU dicen que la presión de los países latinoamericanos y europeos por acabar con el aislamiento de La Habana, sumado a los esfuerzos del Congreso por relajar las sanciones a la Isla, así como el historial de resistencia de La Habana frente a Washington, han llevado al gobierno de Raúl Castro a verse a sí mismo en una posición muy desahogada.
En intramuros, las FAR se han convertido en el modelo empresarial a seguir. Los propagandistas del régimen ven en ellas la salvación del socialismo: "Hay otras fórmulas socialistas que sí han funcionado y que se han aplicado con éxito en las empresas gestionadas actualmente por el MINFAR. Fórmulas y métodos de gestión que implican más socialismo, no menos".
Es evidente que esto supone el blindaje del régimen, al creer firmemente que aún cuenta con una alternativa, que a pesar de los riesgos que comporta su aplicación, podría salvarlo de la quema. De tal modo, no siente la urgencia de dar ningún paso hacia la liberalización, lo cual resulta además un formidable obstáculo para el avance hacia un Estado de derecho. Las FAR, más allá de constituir el principal cuerpo armado que preserva la seguridad del país, se han convertido en la principal fuerza política y económica, sobre todo, porque al fin Raúl Castro concentra todos estos poderes de manera unívoca.
En esta coyuntura, cabría preguntarse entonces: ¿los nuevos métodos empresariales, trasvasados el resto de la economía, aumentarán la lealtad y la cohesión de los militares en torno al poder y a Raúl, o por el contrario fomentarán el individualismo, la codicia capitalista y la infidelidad hacia el nuevo padrino, convirtiéndose en elementos disolventes del antiguo régimen?
¿Son, entonces, los militares agentes de una reestructuración económica, admitida a trámite por el propio Raúl el 26 de julio de 2007? ¿O, acaso, el ejército participa en la creación de una nueva economía que debe preceder a la creación de una clase dirigente, también nueva y más capaz, de cara a una hipotética y aún hoy lejana transición?
Publicado en Cubaencuentro el 24 de abril de 2009.
Foto: Reuters

lunes, 13 de septiembre de 2010

El mito del fin del castrismo

Por Néstor Díaz de Villegas

El castrismo contiene una fuerte dosis de lo extraordinario: Fidelito, niño atómico y doctor en física nuclear, es el primer experimento genético castrista, y el segundo en la fila de la sucesión monárquica. Ese niño, que pronto cumplirá 62 años, es el resultado de la hibridación de los Castro Ruz con los Díaz-Balart.
Mariela Castro, su bella prima, es mujer astuta, firme y supuestamente liberal. La “amiga de los gays” cubanos se presenta también como candidata al trono, y sólo ella, por el momento, parece estar capacitada para conducir el país hacia una etapa de liberalizaciones dentro del marco jurídico de una monarquía participativa.
Una vez eliminados Celia y Abel Hart, queda el apuesto Antonio Castro, un doctor en medicina y aspirante a gerente deportivo. Potencialmente, el consorcio Castro & Hijos está en condiciones de impulsar las reformas, reorganizar la economía, y convocar a una asamblea legislativa que lo ratifique como lo que ya es desde hace más de medio siglo: nuestra familia real; el sínodo de una Santa Sede latinoamericana.
Sin embargo, ninguna reforma podrá conllevar -como argumentan correctamente los teóricos castristas- la restauración del viejo Estado batistiano, o de cualquier otro tipo de status quo prerrevolucionario, incluida la obsoleta Constitución del 40, y mucho menos facilitar el transplante a La Habana del “milagro” económico miamense: los esquemas de la democracia y del mercado libre deberán ser declarados insuficientes, inoperantes e inconstitucionales. Sólo la proclamación de la monarquía (en el sentido de “gobierno de propiedad privada” que atribuye a ese término el filósofo y economista alemán Hans-Hermann Hoppe) ha de considerarse, en la presente coyuntura, auténticamente progresista.
Recordemos que, contrario a lo que se repite a menudo, la democracia no ha “regresado” realmente a Hispanoamérica, sino que se atrincheró en un club de dictaduras más o menos procastristas que arribaron a Palacio por el camino trillado de las urnas. Lo que se concibe hoy como “democrático” es apenas un convenio: a cambio de la no-violencia, a cambio de la jubilación de las tropas de choque entrenadas en Cuba, se renuncia al parlamentarismo.
Ciertamente, sería inoportuno hablar de democracia parlamentaria en el caso de Venezuela, de Ecuador o de Bolivia; y el impulso que llevó -y mantiene- a los Kirchners a la Casa Rosada tiene más de putsch al neoliberalismo que de auténtica renovación republicana. El caso de Honduras demuestra que las “democracias” procubanas vienen con defectos de fábrica, y que se requerirán años de reajustes antes de alcanzar un reeleccionismo a prueba de sufragios.
Padecen de una peculiar ceguera aquéllos que descartan la evidencia de la infinitud del castrismo: su mecanismo de duración, su infalible prototipo de continuidad, tomó prestado del catolicismo, del fascismo y del absolutismo. El castrismo es un sincretismo.
El aspecto más apasionante del castrismo, como fenómeno histórico, biológico, mediático y termodinámico, es que no acabará nunca, que perdurará para siempre. O si se prefiere expresarlo en lenguaje escolástico: “Por los siglos de los siglos, amén”.
Publicado en Diario de Cuba.
Foto: Fidel Castro abraza a su hijo Fidelito cuando el 8 de enero de 1959 el ejército rebelde entró en La Habana.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Castro en Los Simpson: "No tenemos más opción que abandonar el comunismo"

El poder de un símbolo

Por Iván García

Fidel Castro pudiera convertirse en una marca registrada como Adidas, Nike o Coca Cola. Después de muerto, quizás su efigie tenga tres veces más gancho que la del guerrillero argentino Che Guevara. Los piqueteros antiglobalización repetirán sus frases con su figura tatuada en los bíceps, mientras lanzan adoquines contra un banco capitalista.
Ya los especialistas en publicidad y marketing se frotan las manos. Sacan cuentas de los millones de libros, camisetas, afiches, relojes y otras mercaderías que podrían vender con la imagen del barbudo.
Castro es para Cuba lo que Mao fue para China o Kim Il Sung en Corea del Norte. Ni siquiera Robespierre y Danton, figuras claves en la sublevación francesa de 1789, superarían el mito y la fascinación que alcanzaría el revolucionario cubano cuando Dios se lo lleve.
Olvídense de Lenin o Rosa Luxemburgo. El Comandante Único no sólo pasará a la historia por ser el líder de una escaramuza armada en montañas del oriente de la isla.
Nacido el 13 de agosto de 1926 en el villorrio de Birán, actual provincia de Holguín, abogado de profesión, Fidel Alejandro Castro Ruz será una leyenda. Nos guste o no. Por la sencilla razón que los seres humanos tenemos una predisposición sentimental a los tipos que se salen del libreto.
A un lado se dejarán los groseros errores en el manejo de sus funciones como estadista. Con el paso del tiempo, pocos recordarán que un día de octubre de 1962, en una carta le propuso a Nikita Kruschov que tomara la iniciativa y lanzara un misil nuclear hacia el territorio de Estados Unidos.
Puede que en la memoria se pierdan los nombres de los miles de fusilados a principios de la revolución. O los más de 20 mil encarcelados políticos durante sus casi 50 años de gobierno. O sus disparates a granel en economía.
Los nietos de los presos políticos de la primavera negra del 2003, donde quieran que residan, en Miami, Madrid, Málaga o La Habana, dentro de varios años se dejarán la barba y leerán sus extensos y apocalípticos discursos.
La vida es un manojo de contradicciones. El anciano que una mañana caliente de julio de 2010 nos dice impasible que la guerra atómica de Estados Unidos contra Irán es cuestión de horas y escribe una sarta de tonterías incendiarias, tras su desaparición será una marca registrada.
Quizás un buen sicólogo pueda explicar las razones humanas para adorar a personajes que en vida tuvieron una alta dosis de villanía.
Para algunos, sus ídolos son dioses. Para otros, guerreros al estilo de Alejandro Magno, Julio César o Napoleón. O guerrilleros de corta y clava de países atrasados y pequeños que desafiaron imperios. Hay quienes prefieren fetiches frívolos. Estrellas del cine, la música y los deportes.
El ser humano necesita héroes y mascotas como combustible emocional. Ciertos dictadores pasaron al olvido después de su muerte. Se me antoja que Fidel Castro no será uno de ellos. Cuánto quisiera equivocarme.

sábado, 11 de septiembre de 2010

El desafío de Fidel

Por Brian Latell

La relación entre los hermanos Castro probablemente nunca ha sido tan indescifrable como en los últimos meses. Desde 1959, Fidel y Raúl han sido socios mutuamente dependientes en la experiencia revolucionaria cubana. Ninguno de los dos habría podido sobrevivir mucho tiempo a lo largo de este proceso sin la protección y el consejo del otro.
Se han complementado en puntos esenciales. Fidel es voluble, idiosincrático, desorganizado y carismático. Raúl es metódico, pragmático, partidario del trabajo en equipo y aburrido. Son mitades perfectamente sincronizadas de un equipo gobernante sin precedentes en los tiempos modernos, por su duración y especialmente por el misterio que rodea a sus manejos más secretos.
Los rasgos más importantes que comparten -son implacables, temerarios y astutos- han garantizado que estos hermanos, tan diferentes en otros aspectos, hayan sobrevivido juntos en el poder durante más de medio siglo.
No obstante, no ha sido una alianza fácil. Voluntariosos y tercos, cada uno con séquitos de fieles, han chocado con frecuencia. Sus desavenencias casi siempre han sido sobre los métodos y tiempos para poner en práctica políticas en las que están de acuerdo. Pero otras veces -como parece ser ahora- están totalmente enfrentados sobre la doctrina revolucionaria y las estrategias que se deben seguir.
Raúl históricamente se subordinaba a su hermano. Pero hace cuatro años hubo un cambio de roles cuando Fidel le cedió el protagonismo debido a su enfermedad. Ahora, el equilibrio de poder entre ambos parece estar cambiando de nuevo. Las numerosas apariciones recientes de Fidel -paseos, conversaciones, discursos televisados, poses saludando a aduladores cuidadosamente seleccionados, una presencia mediática exagerada a propósito de su nuevo libro- han alimentado especulaciones de que desea reclamar la presidencia.
Se le ve recuperado y más fuerte. En un comentario publicado recientemente, habló en tiempo pasado de su “seria enfermedad”, y el vicepresidente primero, Machado Ventura, orador principal en la celebración nacional del 26 de julio, se refirió a la “exitosa recuperación de salud de Fidel”.
Otros detalles que no han pasado desapercibidos, y que sugieren que ya no se resigna a jugar el papel pasivo de un convaleciente entre bastidores, son sus apariciones vistiendo de verde olivo, y el hecho de que los medios oficiales lo mencionen como “comandante en jefe”, aunque según la constitución marxista, ese título estaría reservado para Raúl, como presidente del país.
Otra señal que indica la nueva emergencia de Fidel en la esfera política fue su convocatoria y presencia en “una sesión especial de la Asamblea Nacional”, donde volvió a plantear los “importantes asuntos” que lo han estado obsesionando este verano. Todos son disonantes y apocalípticos: su temor a una guerra nuclear en el Medio Oriente o Corea, o en ambos. “Todo pende de un hilo”, escribió el 11 de julio, y una semana después insistió en el “peligro inminente de una guerra”. Diez de sus “reflexiones” desde el 1 de junio han tratado sobre estos oscuros escenarios.
Dos cosas parecen claras. El volumen y consistencia de las diatribas antinorteamericanas de Fidel durante junio y julio subrayan su absoluta oposición a cualquier paso para mejorar las relaciones con Washington. Ha sido malignamente, incluso irracionalmente antinorteamericano, más aún que en cualquier otro momento de la época reciente.
Sostuvo que los Estados Unidos eran responsables del hundimiento, en marzo pasado, del Cheonan, un barco de la armada surcoreana. Afirmó que la administración Reagan le suministraba armas nucleares, a través de Israel, al régimen del Apartheid en Sudáfrica, y que Cuba había estado al borde de la extinción nuclear durante la crisis de los misiles de 1962. Estos temas han sido ignorados tanto por Raúl como por los medios oficiales.
Por otra parte, la nueva visibilidad de Fidel también está encaminada a promover y proteger su legado. Él, junto a algunos miembros de su familia y de los fidelistas de línea dura probablemente han llegado a la conclusión de que muchas de las iniciativas recientes de Raúl han deslegitimado el legado de Fidel. Todas las limitadas reformas de los dos últimos años han sido diseñadas, sin duda, para rectificar los graves problemas económicos que generó la política de Fidel.
El diagnóstico desalentador sobre las disfunciones del país, que Raúl desgranó en un importante discurso el pasado abril debe haber molestado mucho a Fidel y sus allegados. Las negociaciones de Raúl con la Iglesia católica, algo sin precedentes, al igual que su decisión de liberar un número de presos políticos, e incluso la posibilidad de que llegue a liberarlos a todos, también parecen cuestionar al régimen de su predecesor de una manera que debe resultar intolerable para el narcisista Fidel Castro.
Se aferra al status quo. El 24 de junio escribió que “la mayoría de los sueños revolucionarios se están haciendo realidad y nuestra patria está firmemente asentada en el camino de la recuperación”. Sin embargo, no es esto precisamente lo que está diciendo Raúl.
Publicado en Cubaencuentro.com

viernes, 10 de septiembre de 2010

A mano cambiada

Por Iván García

La revolución cubana dejó de existir en 1976. El acta de defunción fue firmada cuando pusieron en vigor una rígida Constitución e institucionalizaron el país con una cuestionable división político-administrativa.
Adiós a la etapa romántica de la improvisación y a un Fidel Castro cargado de carisma, que con su uniforme de campaña, recorría campos y ciudades. Y con un pequeño grupo de escoltas almorzaba en cualquier fonda china. Con un sempiterno tabaco de Vueltabajo y sus gafas de tosca montura, el barbudo gobernaba la isla desde un yipi verde olivo de fabricación rusa.
Lo que vino después fue puro marketing político. Castro siguió administrando el país como un terrateniente dirige su finca. Pero la república entró en la era de los grises planes quinquenales. Con una burocracia descomunal que más que ayudar, entorpecía el desempeño de Cuba.
Se tejió una tupida red de mitos y discursos trillados. Excepto el comandante, que siempre ha estado por encima de las instituciones y las leyes, en la isla se perdió la espontaneidad, la supuesta generosidad y ese humanismo que había descocado a intelectuales europeos.
Con la muerte por decreto de la revolución y el degaste de un régimen absurdo e ineficiente, comenzó la estampida de los antiguos aduladores del proyecto fidelista.
Castro ya no caminaba tranquilamente por las calles de la parte vieja de La Habana ni desayunaba en cafetines de medio pelo. Ya no era un ser humano. Se creyó un Dios. Rodeado del séquito más numeroso tenido jamás por un líder hasta entonces.
Fidel hablaba de la explotación del hombre por hombre y pagaba salarios de miseria a sus obreros. Condenaba las guerras de rapiña del imperialismo yanqui contra las naciones del Tercer Mundo, pero en 1978, durante la guerra civil de Etiopía y Somalia, apoyó al dictador Mengistu Haile Mariam. Sólo porque éste seguía los lineamientos de Moscú, entonces fiel aliado.
Se inmiscuyó en guerras civiles y tribales de África. En nombre de la revolución y el internacionalismo proletario, enroló a miles de militares cubanos en numerosas aventuras bélicas.
Deseando ser la bandera de la izquierda mundial, Fidel Castro y los gobernantes bajo su mando, se despreocuparon de la economía. Practicando un proyecto político y económico rígido, exportado de la antigua URSS, convirtieron a la isla en una de las naciones más pobres del continente americano.
En teoría, el socialismo tropical es generoso, productivo y humano. Pero en la práctica no funciona. La revolución mundial es un chiste de mal gusto para el cubano de a pie, que cada día desayuna café sin leche.
Cuba hoy es un juego virtual. La realidad da al traste con tanta demagogia. La gente vive mal y quiere vivir bien. Tiene la nevera vacía y desea tenerla llena. En el armario, ropa y zapatos viejos, y por las noches el calor no deja dormir.
Lo cubanos del tercer milenio aspiran a tener aire acondicionado, ver televisión por cable, poder comprar ordenadores, conectarse a internet las 24 horas o viajar al exterior sin permiso de salida. El régimen no quiere -o no sabe- cómo lograr que la población tenga una vida decente.
Al general Raúl Castro, actual mandatario, le han dado una verdadera papa caliente. Un país en bancarrota, miles de cubanos disgustados con el status quo y una carreta de consignas y lemas que se han convertido en gastados clichés.
Para cambiar el estado de cosas hay que derribar el edificio. Dejarlo en los cimientos. Castro II lo intenta. Se ha sentado a negociar con la iglesia católica. Y ha abierto un poco la compuerta, tratando de deportar al mayor número de los disidentes encarcelados en 2003.
Cuba es puro espejismo. Muchos de los mandarines criollos exigen sacrificio y ahorro, pero toman Coca-Cola Diet en sus residencias climatizadas. Lo único novedoso del sistema cubano es que no fue implantado por los tanques rusos.
Después que Fidel Castro se alió a la ideología comunista, la isla comenzó a dar marcha atrás.
El paño de lágrimas de los actuales dirigentes cubanos es la "maldad" de Estados Unidos y la Unión Europea. Mientras hablan de la añorada rebelión izquierdista mundial, intentan hacer negocios con empresarios occidentales y mandan a comprar en Tokio, Nueva York, Londres o Madrid el último grito de la electrónica.
La revolución cubana murió en 1976. En 2010 se mantienen fotos de Fidel Castro y Carlos Marx en los despachos oficiales. Pero a hurtadillas leen los consejos de gurús como Alan Greenspan o George Soros. En Cuba se vive a mano cambiada.