Por Maciej-Niko Zamiatowski
"Tengo novio para que me compre cosas, qué más da si cambio de chico cada tres días". "No soy una puta, me tiré a tres en una noche y ahora soy la más guay de la pandilla".
Hablan jóvenes chicas polacas que acuden a los centros comerciales en busca de un 'sponsor' o patrocinador, un hombre adinerado que les pague sus caprichos a cambio de favores sexuales, y cuya situación ha retratado la directora polaca Kasia Roslaniec en su ópera prima.
Mall Girls / Galerianki (Chicas de centro comercial) es un retrato hiperrealista de las llamadas 'hijas del comunismo' que dibuja una generación carente de valores morales y revelada contra el imperante catolicismo que sigue arraigado en el país.
Alicia es la protagonista de la película, tiene 14 años y su mayor preocupación es no tener móvil, por eso se deja convencer por una amiga e ir al centro comercial del barrio a buscar un 'patrocinador'.
Roslaniec rodó primero un corto y, tras obtener varios premios, decidió hacer el largo. Después de seis meses de entrevistas y documentación nació Mall Girls.
La película ha sido galardonada en numerosos festivales (Polonia, Seúl, Kazajstán) y el 23 de junio se proyectó en el Festival Internacional de Cine Cinema Jove en Valencia, con la presencia de la directora.
"Me documenté en foros de internet, creé perfiles falsos, hablé con chicas en los colegios y en centros comerciales, pero ninguna me lo confesó directamente, aunque muchas contaban con todo detalle cómo sus amigas sí lo hacían y concursaban por ver a cuántos hombres se tiraban en una noche a cambio de unos jeans o cenar en un restaurante caro".
El estreno en Polonia tuvo lugar en el verano de 2009, y su proyección causó tal revuelo que el filme se elevó casi a una cuestión de Estado. Todo el mundo comenzó a hablar del fenómeno de las 'chicas de centro comercial', los profesores llevaban a sus alumnos a ver la película y los padres estaban escandalizados.
La directora ha recibido numerosas críticas de padres que la acusaban de enseñarles a sus hijas la forma fácil de ganarse las cosas.
Durante una entrevista en una emisora de radio, una madre desesperada llamó a la directora para decirle que la película le ha mostrado a su hija el "camino hacia el mal", a lo que Roslaniec contestó: "No, yo lo que he hecho es mostrarle a usted lo que puede estar haciendo su hija, por eso está tan desesperada".
Mall Girls ha costado medio millón de euros y ya ha recaudado tres. Tras su paso por varios países, está quedando patente que el "si me compras un móvil te hago una mamada" no es un caso exclusivo de Polonia.
Según la directora, la reacción de los espectadores en los países donde se ha proyectado es siempre la misma: "Qué horror lo que está pasando en ese país". Los jóvenes locales, añade la cineasta, responden: "Esto no sólo ocurre en Polonia, aquí también pasa lo mismo".
El Mundo, 24 de junio de 2010
O sea, que se ha internacionalizado el término.
ResponderEliminarfue hace mucho
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