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lunes, 17 de mayo de 2021

Yolanda Portillo, una manchega con feeling (III)

El miércoles 10 de marzo, como disponía de tiempo, le envié un extenso correo a Yolanda.

Hola, Yolanda, ¿tú eres cubana nacida en Cuba o en España, hija de cubanos? Necesito un mínimo de datos sobre ti y tu familia. Leí que fue tu padre quien te inició en la música, en Cuba o en España? No sé si Portillo es el apellido paterno o materno, pero estás emparentada con César Portillo de la Luz? Llegaste a estudiar alguna carrera universitaria o solo te has centrado en la música y las artes en general? Tengo la impresión que muy pronto empezaste a trabajar, por lo que siendo aún joven ya tienes un amplio y variado curriculum.

Indirectamente he estado vinculada al movimiento del feeling o filin: en mi infancia, vi de cerca a algunos de los artistas que fundaron ese movimiento, porque todos cantaron y algunos debutaron en la Emisora 1010 (Mil Diez), que pertenecía al Partido Socialista Popular (PSP) y mi padre era guardaespaldas de Blas Roca, secretario general del PSP y junto con mis primos, los hijos de Blas y de mi tía Dulce Antúnez, íbamos a la Mil Diez, que primero estuvo en Monte y Prado y después en la calle Reina. En 1959, Blas sería mi primer jefe, como cuento en este post.

Del nacimiento del feeling en la barriada de Cayo Hueso, en el corazón de La Habana, no se puede hablar sin mencionar a la emisora Mil Diez. Los intérpretes y compositores o cantautores que actuaban en Mil Diez tenían una gran influencia de la música de los negros de Estados Unidos (soul, blues, spirituals, gospel, swing, jazz), y que en la década de 1940, cuando surge el feeling o filin, era muy escuchada en la radio cubana, a la cual llegaba a través de discos s se popularizaban por los filmes estadounidenses. No sé si has escuchado a Olga Guillot en Lluvia gris, versión en español del tema de la cinta musical Stormy Weather, que en Cuba debe haberse estrenado también en 1943, pues entonces las películas americanas se estrenaban casi a la vez en la isla. La canción Stormy Weather se hizo mundialmente famosa en la voz de Lena Horne.

En ese filme sale Cab Calloway, uno los grandes showman de Estados Unidos y al cual en 2016 le dediqué dos posts en mi blog, el primero y el segundo. Una de las muchas y valiosas investigaciones musicales que ha hecho Rosa Marquetti en su blog Desmemoriados... - Historias de la Música Cubana, algunas reproducidas en este blog. A propósito de Mil Diez, copio lo que en ese primer post sobre Cab Calloway, Rosa escribió:

"En 1948 la mayoría de las emisoras radiales en Cuba tenían un programa de jazz, donde se difundía esencialmente grabaciones de bandas norteamericanas de swing y cantantes solistas. De esos programas, destaca el de la radioemisora Mil Diez, que divulgaba lo último que llegaba en discos de jazz desde Estados Unidos. Pero la que brindó la posibilidad a los jazzistas cubanos de tocar en vivo fue la CMQ, que entonces tenía su sede en Monte y Prado, en el centro de La Habana. Allí se recuerda, al menos, la actuación de la orquesta de Armando Romeu en el programa El Club del Swing, con su hermano Mario al piano y donde alternaban los vocalistas Dandy Crawford y Delia Bravo. También los jazz fans estaban al tanto de las últimas novedades a través de los contactos con marinos negros norteamericanos en los bares del puerto y todo este entorno les permitió entrar en contacto con la música de grandes nombres de la era del swing -Calloway entre ellos- y del naciente bebop. Cab, a su vez, ampliaba sus contactos con músicos cubanos radicados en Nueva York, que despertaron un interés aún mayor del músico hacia la Isla".

El feeling ha estado presente en varias investigaciones realizadas por la Marquetti, actualmente trabajando en España. De las que ahora recuerdo, te recomiendo leer dos: Buscando a Maggie Prior y El swing nuestro de cada día. El padre de mis dos hijos, abogado de profesión (me casé en 1964, me divorcié en 1969 y él falleció en 1977), siempre vivió en Cayo Hueso. Además de ser amigo de César Portillo de la Luz y José Antonio Méndez, lo fue y mucho, de Felito Ayón, probablemente el principal promotor del filin y a quien también conocí en los años 60. La pintora Belkis Ayón, que se suicidó en 1999 con solo 32 años, era nieta de Felito. Sobre José Antonio publiqué esto de Raúl Rivero y de César esto mío.

De Felito Ayón en internet apenas se encuentra sobre su vida, solo alusiones, como esta de Carlos Olivares en Noventa años del trompetista Miles Davis (Cubaencuentro, 3 de junio de 2016): "Felito Ayón ponía con frecuencia un disco de vinil: Milestones (Columbia Records, 1958). La Habana, 1974: mi primer encuentro con John Coltrane. Me interesaba el son cubano mucho más que el jazz que Felito Ayón me hacía escuchar en las pausas de su alcoholismo rumboso. Pero en la prosodia tenor del sax de Coltrane yo deletreaba algo que iba más allá. Milestones era el disco preferido del exdueño de El Gato Tuerto: “Straight, No Chaser”, “Dr. Jackie”, “Milestones” y “Billy Boy” se expandían por toda la calle Ayestarán"

En la nota de prensa que me enviaste es mencionado Ángel Díaz. Mi ex marido también era amigo de Angelito, mulato jabao, un tipo de barrio, sencillo, sonriente, chévere... Más de una vez le saludé y escuché cantar. Su composición más conocida es Rosa mustia. Una anécdota: aunque yo vivía en El Cerro, desde mi niñez estuve muy ligada a la familia de Lucrecia López Vega, a quien aquí puedes ver en una foto de 1947, yo tenía 5 años y ella 25. Cuando Lucrecia cumplió 95 años, su hijo Marco y yo le dedicamos un post.

Menciono a Lucrecia pues ella y su familia vivían en la "accesoria" (así le decían a los dos o tres cuartos con puerta de calle a la entrada de una cuartería) de un solar que quedaba en la calle Hospital, a dos cuadras de San Lázaro, al doblar del Callejón de Hamel. Muy cerca vivía Angelito Díaz, quien de joven estuvo enamorado de Lucrecia, que como puedes ver en las fotos que puse de ella en mi blog cuando cumplió 95 años, era una mulata-china humilde, pero elegante, como casi todas las habaneras y habaneros antes de 1959. Angelito insistía que quería ser su novio, pero Lucrecia, que siempre fue una mujer de armas tomar, nunca quiso ser novia de un 'artista', que en aquel tiempo no tenían un empleo fijo. Finalmente se hizo novia de Rafael Pérez, también mulato jabao a quien puedes ver en las fotos. Rafael, técnico de profesión, sabía que Angelito pretendió a Lucrecia y no lo podía ver. Rafael y Lucrecia llevaban ya un montón de años casados y en la casa no se podía mencionar a Angelito en su presencia.

De las voces del filin, además de las interpretadas por sus autores, mi preferida es la de Elena Burke. A la Señora Sentimiento fue a la que más escuché cantar en vivo. También me gusta Pablo Milanés cuando interpreta boleros y canciones del filin como Tu mi rosa azul, de Jorge Mazón. Buscando en Google un post titulado La música de mi juventud, donde al final menciono al filin, descubrí que en 2019, Cubanos en España reprodujeron un texto mío sobre Ela O'Farrill.

En total fueron cuatro los escritos que le dediqué a Ela: el 3 de junio de 2008, Cosas de Ela; el 1 de diciemre de 2014, Recordando a Ela O'Farrill; el 11 de marzo de 2019, La tardía rehabilitación de Ela O'Farrill. El primero que escribí, El regreso de Ela, publicado el 3 de marzo de 2008 en Penúltimos Días, al desaparecer el sitio, ya no se puede leer. Pero como conservo el original, lo reproduciré el lunes 31 de mayo.

Unos días después que Ela falleciera en México, en ese país también se iba Frank Domínguez, otro grande de la música popular cubana y a quien el 31 de octubre de 2014 le recordé en el blog Desde La Habana.

Finalmente, gracias Yolanda por el disco, pero no tengo tocadiscos ni grabadora. La música la escucho en You Tube.

Un abrazo, Tania

Video: Auditorio de Herencia, mayo de 2019. Yolanda interpreta Palabras de Marta Valdés, fundadora del movimiento cubano del feeling.

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