Recordando a Elena Burke

Elena Burke, la Señora Sentimiento, nació el 28 de febrero de 1928 en la barriada habanera del Cerro. Su nombre completo era Romana Elena Burgues González. Su primera canción en la radio, en 1940, no fue un bolero, si no un tango: Caminito (1926), con letra de Gabino Coria Peñaloza y música de Juan de Dios Filiberto, que había escuchado en la voz de Libertad Lamarque, ídolo de los cubanos de la época. Elena visitaba con frecuencia la casa de Ángel Díaz, en el Callejón de Hammel, en una zona céntrica de La Habana, donde solían reunirse intérpretes y compositores como José Antonio Méndez, César Portillo de la Luz, Ñico Rojas, Frank Emilio y Omara Portuondo, entre otros. Todos ellos serían fundadores del movimiento cubano del feeling.

En 1943 se presentó en el programa de aficionados más importante de Cuba, La Corte Suprema del Arte, de CMQ Radio, y fue premiada junto a otros dos jóvenes que posteriormente tendrían exitosas carreras, Rosita Fornés y Miguel Ángel Ortiz. Un día se presentó ante Honorio Muñoz, directivo de la emisora Mil Diez, y le dijo: “Por favor, óigame cantar”. Así quedó contratada para presentarse en el programa Ensoñación, con una orquesta dirigida por Enrique González Mántici y Adolfo Guzmán. Elena comenzó a actuar como solista en centros nocturnos acompañada al piano por Dámaso Pérez Prado. Con Pérez Prado participaría en actividades organizadas en fábricas y centros laborales por el Partido Socialista Popular, al cual pertenecía la Mil Diez, emisora que contaba con un extraordinario elenco artístico.

Junto a Aurelio Reynoso, Roberto Barceló y Adalberto del Río integró el Cuarteto de Orlando de la Rosa, que en 1948 debutaría en la RHC Cadena Azul. La Burke no solo cantaba bien y con mucho sentimiento, también bailaba. Con las Mulatas de Fuego actuó en los teatros Fausto y Alkazar, y en el teatro Encanto compartió escenario con Josephine Baker, vedette de fama internacional. Fue pareja de baile con Rolando Espinosa primero y después con Litico Rodríguez, con quien se presentó en cabarets de Kingston y Caracas. Con las Mulatas de Fuego viajó a México con el espectáculo Rapsodia en Bronce y Negro, que fuera contratado por el Folies Bergère de París.

Poco después, Elena se unió al cuarteto del pianista Facundo Rivero, con el cual recorrería Centro y Sudamérica. A su regreso a Cuba, se reincorpora al Cuarteto de Orlando de la Rosa, que había firmado contratos para actuar en Estados Unidos. En ese momento, el grupo tenía dos voces masculinas (Reynoso y Barceló) y dos femeninas: Elena Burke y Omara Portuondo. Durante seis meses actúan en varios estados norteamericanos. En 1952, la pianista Aida Diestro funda el Cuarteto D’Aida, con las voces de Elena, Moraima Secada y las hermanas Omara y Haydée Portuondo.

Tras cuatro semanas de ensayo, debutan el 16 de agosto de 1952 en el programa Carrusel de la Alegría, de CMQ televisión, cantan Mamey colorao, de Peruchín Jústiz, y Cosas del alma, de Pepé Delgado. Durante una semana se presentan en el Show del Mediodía, estrenando nuevos números en cada actuación: Qué jelengue, de José Antonio Méndez, Ya no me quieres, de María Grever, Las mulatas del chachachá, de Evelio Landa, y Profecía, de Adolfo Guzmán.

Las D'Aida comienzan a trabajar en cabarets habaneros: Tropicana, Montmartre, Club 21 y La Campana. Son contratadas para presentarse en el programa televisivo de Steve Allen, en Nueva York. De allí siguieron a Argentina, Venezuela y México. En 1957 es distribuido el disco de larga duración Una noche en Sans Souci con el Cuarteto D'Aida, del sello RCA Victor, con una orquesta “todos estrellas” dirigida por Chico O’Farrill.

A fines de la década de 1950, Elena se separa del cuarteto y decide continuar su carrera como solista. Canta en pequeños e íntimos clubes, acompañada por Frank Domínguez o Meme Solís al piano. No solo dio a conocer nuevas canciones, sino que impuso un estilo muy personal al interpretar letra y melodía. Su público creció, y sus admiradores la seguían a todas partes. Como era mi caso: trataba de asistir a sus actuaciones en la capital. La recuerdo descargando en el club Sheherezada, en 19 y M, en los bajos del Focsa. O en aquel concierto en el teatro Amadeo Roldán, cuando estrenó Mis 22 años, de Pablo Milanés.

Los propietarios de la casa discográfica Gema le proponen a Elena grabar su primer disco, respaldada por una gran orquesta, dirigida por el maestro Rafael Somavilla. Se tituló Con el calor de mi voz e incluyó Perdido amor, de César Portillo de la Luz; Libre de pecado, de Adolfo Guzmán; Mil congojas, de Juan Pablo Miranda; Juguete, de Bobby Capó, así como composiciones de María Grever, Mario Ruíz Armengol, Ernesto Duarte, Frank Domínguez y Eligio Valera. Los periodistas especializados en espectáculos la eligieron Mejor Intérprete de 1959.

Su segundo disco, La Burke canta, con Meme Solís al piano y la guitarra de Pablo Cano, contenía versiones de viejas canciones cubanas como Corazón, de Eduardo Sánchez de Fuentes, e Idilio, de Augusto Tariche, junto a creaciones de nuevos compositores, exponentes del feeling: Tú no sospechas, de Marta Valdés; Ni llorar puedo ya, de Ela O'Farrill, y Qué infelicidad, de Meme Solís. En el tercer disco, para la firma Gema, estuvo acompañada por una orquesta dirigida por Eddy Gaytán, y aparecen boleros de Piloto y Vera, Marta Valdés y Pepé Delgado, entre otros. En sus conciertos, tanto en el Museo de Bellas Artes como en el Amadeo Roldán, la Burke solía estar acompañada al piano por Frank Emilio o Enriqueta Almanza y el guitarrista Froilán Amézaga.

Elena tuvo un espacio diario en Radio Progreso. Se llamaba A solas contigo y se mantuvo muchos años en el aire. En sus inicios, compartía el programa con Luis García y el cuarteto de Meme Solís, pero desde 1969 y hasta entrada la década de 1980, continuó en solitario. Es una de las protagonistas del largometraje Nosotros, la música, de Rogelio Paris. En 1964 graba Bellos recuerdos, con Frank Domínguez en el piano y Froilán Amézaga en la guitarra, considerado uno los mejores discos de su carrera.

Ese año cantó en la clausura del Festival de Cine de Cannes y se presentó en el teatro Olympia de París, con el espectáculo Grand Music Hall de Cuba. En 1966 resultó premiada en el Festival de la Canción de Sopot, Polonia. En el II Festival Internacional del Disco, en México, actuó junto a Pérez Prado, Ray Charles y Armando Manzanero.

En un disco de 1968 estrena canciones de Juan Formell, acompañada por la orquesta Revé. En 1970 sale Elena, otro disco suyo de larga duración, con nuevas composiciones de Formell, entre ellas De mis recuerdos y también de Marta Valdés, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez. Su repertorio se caracteriza por nutrirse de compositores de distintas generaciones. En una entrevista declara que no teme a ninguna canción que tenga una buena letra y una buena música.

En 1978 se presenta con la Orquesta Aragón y Los Papines en el Lincoln Center de Nueva York. En la década siguiente realizaría nuevas giras y grabaciones. En 1985 interpreta Ámame como soy, de Pablo Milanés, tema musical de la película Una novia para David, de Orlando Rojas, que se convirtiera en éxito nacional cuando fue estrenada como serie en la televisión cubana. Versión de Ámame como soy, a dúo con Milanés. En 1988 graba un disco con canciones de Marta Valdés, acompañada por la guitarra de Carlos Emilio y los pianos de Frank Emilio y Enriqueta Almanza.

En 1993, su álbum doble Canta lo sentimental, que celebraba sus cincuenta años de carrera artística, obtuvo el Gran Premio del Disco en Cuba. Además, hace un disco con canciones de Vicente Garrido, acompañada al piano por el autor. Viaja a México y permanece hasta 1995, cuando regresa a la isla y graba Elena en persona, con Enriqueta Almanza, el guitarrista Felipe Valdés y el percusionista Tata Güines. Continúa haciendo presentaciones en ciudades cubanas. Durante una temporada canta en el centro nocturno Delirio Habanero y en El Gato Tuerto, donde se mantuvo mientras la enfermedad que padecía se lo permitió (siempre se rumoró que había contraído el sida). Tenía 74 años cuando falleció, el 9 de junio de 2002. Malena, su única hija, es una reconocida cantante, igual que Lena, la nieta de la Señora Sentimiento. Tres generaciones de las Burke en este video.

Tania Quintero, con informaciones de internet.

Video: Medley de éxitos del feeling. Elena Burke acompañada por Enriqueta Almanza, en un programa de la televisión cubana.

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