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lunes, 9 de julio de 2018

El bolero resucita en Vietnam


Tras largos años de prohibición y hostilidad por parte del gobierno comunista de Hanoi, el bolero ha recuperado en los últimos años el papel preeminente que tuvo en la música vietnamita desde la década de los 50 hasta el final de la guerra en 1975.

Surgido en Cuba en el siglo XIX y propagado por España y América, el bolero encontró en el Vietnam del Sur postcolonial un ambiente propicio para crecer y convertirse durante algún tiempo en el género predilecto de los habitantes de la región, más abiertos a las influencias extranjeras.

Vinh Tran, experta que prepara un libro al respecto, explica que este tipo de música se abrió paso en el entonces Vietnam del Sur por la influencia de cantantes filipinos, estadounidenses y franceses, y la facilidad de adaptar las letras románticas a sus ritmos. “El bolero vietnamita es más triste que el latino. Exagera sentimientos de tristeza, de desamor. A veces recuerda al fado portugués”, dice.

Dinh Duy, estudioso de este género musical, coincide en que tiende a ser “más triste” y tiene un tempo más lento por la influencia de la música tradicional vietnamita.

Además de interpretar éxitos importados como Bésame mucho, los artistas locales crearon sus propias canciones en lengua local, pero el bolero dejó de sonar en el país en 1975, cuando el norte comunista ganó la guerra e impuso un régimen férreo que controlaba todas las formas de difusión cultural.

Tildada de “música amarilla” o “dorada”, en oposición a la “música roja” que honraba al partido comunista y a los defensores de la patria frente al invasor, el bolero era considerado como un resquicio del antiguo régimen pro occidental de Vietnam del Sur.

“Pensaban que debía ser eliminado e inculcaron la idea de que este género musical lleno de sentimentalismo barato era malo para el ánimo de la población. Igual que destruyeron libros del régimen de Vietnam del Sur, se prohibió la música”, afirma Duy.

Los músicos que pudieron huyeron a otros países como Estados Unidos, y los que se quedaron vivieron años de silencio forzoso hasta que la resurrección del género musical en estos últimos años ha devuelto sus canciones al primer plano, interpretadas por ellos mismos (rondan los 70 años de edad) o por cantantes jóvenes.

El bolero comenzó a recuperarse desde los años 90, favorecido por la apertura política y comercial del país y la influencia de música extranjera, pero Duy indica que existía hasta hace poco un tabú que impedía su interpretación en la televisión nacional, controlada por el Estado.

“Hace unos cinco años se rompió esa norma no escrita y empezaron a aparecer programas de televisión sobre el bolero, que se popularizó entre los cantantes jóvenes. Antes no era popular por la prohibición y porque se consideraba demasiado sentimental, pero ahora la percepción ha cambiado y a los adolescentes les gusta”, asegura Duy.

Con la nueva moda, Duy explica que también se ha popularizado el término “bolero”, poco utilizado hasta que lo popularizaron los programas de televisión. “La expresión ‘música amarilla’ o ‘dorada’ pierde popularidad y todo el mundo utiliza la palabra ‘bolero’. El problema es que empiezan a referirse con ese nombre también a rumbas, rock lento y sobre todo habaneras” apunta.

Después de esta sorprendente vuelta al primer plano, el experto empieza a percibir síntomas de agotamiento en las galas y los concursos de cantantes en la televisión y advierte de que los viejos temas de los 60 y los 70 están sobreexplotados: “La música en general se mueve por modas. Va y viene. Y el bolero no es un excepción”.

Eric San Juan/EFE
On Cuba Magazine, 31 de mayo de 2018.

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