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jueves, 21 de junio de 2018

El peligro de hacerse "rico" en Cuba



“Yony no debía estar preso; él producía carne y leche, comida para el pueblo; presos debían estar los que mandaron a trancarlo (detenerlo), es como si esa gente se divirtieran fabricando cárceles y metiendo hombres presos”, afirma, lamentándose, un obrero agropecuario.

Recién desempleado, el obrero tiene fundados motivos de queja: su empleador, Yony Castelló Sales, de 43 años de edad, residente en el barrio rural Itabo, municipio Puerto Padre, mayor productor de carne de cerdo de la provincia Las Tunas, hoy se encuentra en prisión provisional y con todos sus bienes y ganados ocupados por la policía por un presunto delito de cohecho.

En un operativo policial que recuerda la persecución de Pablo Escobar, Yony fue detenido a mediados del mes de abril, justo cuando el señor Miguel Díaz-Canel estaba por sentarse en la butaca del general Raúl Castro en el Consejo de Estado.

“Vi policías apostados en todas las entradas, por la carretera, y pensé que era por lo de las elecciones, nunca me pasó por la cabeza que estuvieran metiendo preso a Yony”, dice un chofer de alquiler.

“Cerraron los caminos, los trillos, ni a los vecinos los dejaron entrar ni salir del barrio; la mensajera (de la bodega) venía con unos huevos, dijo que eran para unos niños, y los guardias dijeron que de eso nada; dejaron sin cobertura todos los teléfonos del barrio, fue como si estuvieran cazando a Bin Laden, fíjese que yo escuché sobre mi cabeza un ruido, rrurrurrú, y veo un avioncito de juguete, volando por el barrio y sobre la casa de Yony, para allá y para acá, y pregunto, ¿qué es eso?, y me dicen, ‘un dron’. Usted se imagina… ¡Un dron vigilando a un campesino y a su cochiquera!”, cuenta un vecino.

Otro residente en Itabo asegura que “había policías, seguridad del Estado, tropas especiales, dicen que los jefes vinieron de La Habana; a los policías loales los movilizaron para un operativo, pero no les dijeron ni dónde ni cuándo ni contra quién; y como testigos para el registro no llevaron al CDR (comités de defensa de la revolución) de la zona. De testigos trajeron a jubilados del MININT (Ministerio del Interior) como José Luis (Leyva), ex guardafrontera que vive a más de un kilómetro de aquí”.

Pero la desconfianza no se limitó a policías locales, el CDR y los vecinos de Yony. La noche antes del registro, directivos de la delegación provincial del Ministerio de la Agricultura en Las Tunas fueron convocados por la jefatura del MININT. Se les dijo que iban a participar en una misión, pero no les dijeron ni dónde ni cuándo, simplemente les ordenaron dejar sus vehículos y sus teléfonos celulares.

Los directivos de la Agricultura acuartelados serían los encargados de peritar y recibir el ganado y la maquinaria agrícola ocupada, (un tractor, un arado, un surcador, una carreta y una carreta-pipa). “Y pasamos hambre, nosotros ni llevamos logística ni tuvimos tiempo de prepararla”, dijo a condición de anonimato uno de los funcionarios.

La cifra de participantes y los detalles del operativo policial para detener a un criador de cerdos en el municipio de Puerto Padre en el Oriente cubano, quizá pueda intuirse por la cifra de raciones ordenadas por el órgano de instrucción (judicial) para ese día: “90 comidas”, dijo alguien en la cocina-comedor. Y, necesitados de comida estarían registradores y cancerberos de callejones. Chequeadores y guardas de caminos pasarían toda la noche de vigilia; el registro domiciliario y a las instalaciones agropecuarias duraría unas 14 horas, desde alrededor de las seis de la mañana hasta poco antes de las 8 de la noche.

En ese tiempo sería peritado hasta el último muro, y llevado en requisición ganados, maquinaria agrícola, cuenta bancaria, y un automóvil comprado por Yony al Estado cubano en 80 mil CUC, que equivale a medio millón de pesos.

Ocupadas también fueron la carne de pollo y de cerdo conservada en la nevera doméstica, y 200 pesos, dinero en la cartera de Yuiledy Piñeda, esposa de Yony, dejándola con dos niños, una adolescente y un bebé de 11 meses en la más absoluta indigencia. “Con nosotros que no cuenten para más votaciones”, han dicho algunos vecinos.

¿Quién es Yony Castelló Sales para que las autoridades cubanas se tomen con él tales precauciones investigativas, provocando el enojo de no pocos de sus vecinos?, se preguntará el lector. Yony es delegado a la Asamblea Municipal del Poder Popular en Puerto Padre, recién fue elegido por los vecinos en su circunscripción. Pero para la nomenclatura castrista, Yony es 'millonario'.

Vive donde mismo nació, en la tierra adquirida por sus ancestros en la década de 1920. Desde antes de 2003, en convenio con la gubernamental empresa porcina, Yony se dedica a ese negocio. Durante todos estos años, ha producido miles de cerdos, y, miles de cientos de miles de pesos, pagados todos por su único comprador: el Estado cubano.

“El último lote lo vendió ahora en enero, eran 1,800 cerdos de más de 100 kilogramos cada uno, más de 180 toneladas, a 25 mil 500 pesos la tonelada son cuatro millones 590 mil pesos ¿no? Con ese solo lote da para comprarse dos carros (autos) como ése que se compró Yony. Y él no solamente producía carne: diariamente le vendía al Estado 80 litros de leche”, comentó un campesino que conoce bien a Yony, el mayor productor de carne de cerdo en Las Tunas.

Pero ahora Yony Castelló Sales está en prisión provisional y luego de diez días detenido, su abogado no había tenido acceso al expediente de fase preparatoria (judicial), según dijeron personas allegadas.

Acusado por un presunto delito de cohecho, “el que dé dádiva o presente o favorezca con cualquier otra ventaja o beneficio, lo ofrezca o prometa a un funcionario para que realice, retarde u omita realizar un acto relativo a su cargo”, sin otras agravantes puede ser sancionado con dos a cinco años de privación de libertad y como sanción accesoria, “la confiscación de bienes”.

Rodeado todos estos años de funcionarios gubernamentales y del partido comunista, que alababan sus producciones de carne y le suministraban lo que necesitó para incrementarlas, más que por un delito de cohecho, Yony Castelló está preso por correr el mayor peligro que una persona pueda correr en Cuba: hacerse 'rico'.

Alberto Méndez Castelló.
Cubanet, 27 de abril de 2018.
Foto: Familia Castelló Ramayo en 2014. Yony, con bigotes, entre una tía y el abuelo Pombo. Realizada por el autor y tomada de Cubanet.

Leer también: Ser 'rico' en Cuba.

1 comentario:

  1. Buenos días Tania, que triste todo esto. Todo el tiempo y dinero que se gastaron para aprehender a tan "temible malhechor" lo hubieran empleado en limpiar el marabú que campea por todo el campo cubano.
    Saludos.
    P.D. Con su permiso, pongo un enlace del artículo a mi blog.

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