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martes, 6 de diciembre de 2016

La muerte de Fidel Castro y por qué el socialismo no tiene remedio



Uno de mis contactos de Facebook, un joven mexicano a quien por el tono general de sus posts catalogo como "izquierdoso", publicó un post diciendo que a raíz de la muerte de Fidel Castro había gente contenta, como si esas personas no vivieran en un sistema "de la verga" (el capitalismo). Y preguntaba "¿qué hubiera sido del socialismo sin los ataques constantes del capitalismo?".

No me pude contener y le contesté. De ahí salió este texto que me pareció interesante compartir. Me hizo darme cuenta de la inocencia, ingenuidad e ignorancia de muchos simpatizantes de la izquierda hoy en día. El peligro de las ideas socialistas y comunistas es lo bonito que suenan y lo fácil que convencen a las personas de buen corazón de que son "el camino correcto". La lucha por los pobres y en contra de las "injusticias" del mundo, "creadas por los poderosos", siempre se ve como una causa laudable; el analizar los problemas sociales con el corazón en vez de con el cerebro, y encontrar quién tiene la culpa ("los burgueses", "los ricos", "los capitalistas", "los explotadores") es emocionalmente mucho más satisfactorio que entender el por qué suceden las cosas y hasta dónde es posible llegar para "corregirlas" sin echarlas a perder más aún. Muchos jóvenes que ven el lamentable estado de sus países, y escuchan que lo que viven es "el capitalismo" y que el sistema opuesto es el socialismo, automáticamente creen que, ya que viven en una situación tan terrible, el socialismo por fuerza, siendo la antítesis, ha de ser mejor. Por desgracia no es así. La sociedad humana es mucho más rica y compleja que una historia maniquea de "buenos" y "malos" tipo Hollywood.

Al menos debo reconocer que esta persona se comportó con civilidad y no recurrió a los insultos personales, como hacen muchos en las discusiones políticas en cuanto se quedan sin argumentos. El texto es un poco largo, pero esto de escribir conciso no se me da mucho. Lo primero que le contesté fue:

Yo: Cualquiera que haya vivido en Cuba o en cualquier otro país socialista algunos años, y no sólo hecho visitas turísticas guiadas o leído sobre el asunto en fuentes parcializadas, sabe perfectamente el destino final del socialismo: todos los experimentos socialistas en todos los continentes, sociedades y épocas han terminado en una pendiente más o menos acelerada hacia el totalitarismo, la represión, el terror sicológico, el colapso económico y social y los asesinatos masivos cometidos por el estado. No hay ni un solo contraejemplo. Los "ataques constantes del capitalismo" no tienen nada que ver con esto: ésa es la naturaleza del sistema socialista, que se revela en cuanto se le raspa un poco la piel con un mínimo de seriedad analítica. Ninguna sociedad socialista, absolutamente ninguna, fue capaz de sobrevivir sin el soporte económico de las "enemigas" sociedades capitalistas, de las cuales siempre dependieron para casi todo por su incapacidad natural de crear o mantener un nivel siquiera mínimamente decente de vida para su población. Sí, el capitalismo es de la verga (y, por cierto, en México no es precisamente capitalismo lo que hay), pero el socialismo es muchísimo, muchísimo peor. Solamente compárense las cifras de los que huyeron o huyen del socialismo hacia países capitalistas, y a la inversa.

Él: ¿Qué hubiese sido de ambos sistemas económicos si hubiesen planteado, entre sus características principales, ser razonables y coexistir en este planeta? Nunca lo sabremos, pero el mundo sigue de la verga.

Yo: Interesante tu pregunta, pero eso nunca hubiera podido suceder. El socialismo marxista-leninista fue concebido para reemplazar al sistema económico capitalista con un sistema integral social, económico y político diseñado "científicamente" para solucionar las aparentes injusticias y arbitrariedades que sus creadores vieron en el sistema existente. Por tanto nació como el antagonista por excelencia del sistema imperante, del cual buscaba su desaparición y extinción. De aquí que la existencia de ambos sistemas socioeconómicos simultáneamente implica una confrontación inevitable. El antagonismo entre socialismo/comunismo y el capitalismo está en el ADN del marxismo. De hecho la "convivencia pacífica" fue intentada a última hora (a inicios de los años 80) por la Unión Soviética, en un desesperado intento por salvar el desastre que ya veían venir, pero ya era demasiado tarde y el socialismo se derrumbó bajo el peso de su colosal ineficiencia y brutalidad.

Él: Te agradezco, Marco. Y surgen muchas preguntas, como ¿entonces se cumplió, en un sistema económico capitalista, lo que visualizaban y usaban como argumento los socialistas?. Adam Smith hablaba de como los "maestros" de la sociedad (dueños del dinero) debían "procurar" el sistema político con el fin de asegurar y acumular cada vez más riqueza. Hoy vemos que la brecha de desigualdad que genera esa política económica y la concentración de la riqueza en pocas manos es más perjudicial que benéfica, ¿Sí el socialismo pretendía acabar con el capitalismo, con qué quiere acabar el capitalismo? ¿Sigue existiendo el capitalismo o evolucionó a algo que no nos esperábamos?

Yo: Wow, muchas preguntas y todas complejas. Trataré de ir respondiendo lo que pueda en la medida de mis conocimientos, pero dame un tiempo, tengo trabajo; por lo pronto me interesa si me pudieras proporcionar un enlace a esa frase de Adam Smith pues se contradice con lo que yo sé de él. Sé que Smith se distanció de Hume porque este último consideraba que la opulencia debería estar solamente en las clases poderosas, que él consideraba eran las únicas que podrían utilizarlo adecuadamente. Smith sin embargo decía "ninguna sociedad puede ser floreciente y feliz si la mayor parte de sus miembros son pobres y miserables. Es por añadidura, equitativo que quienes alimentan, visten y albergan al pueblo entero participen de tal modo en el producto de su propia labor que ellos también se encuentren razonablemente alimentados, vestidos y alojados". Smith abogaba por el progreso personal generalizado y por la división y especialización del trabajo por el beneficio que los trabajadores podrían obtener en la mejora de sus niveles de vida... por eso, si tienes esa cita te la agradeceré mucho.

(Y un par de días después):

Bueno, aquí van mis respuestas. Por cierto me quedaste a deber la cita de Adam Smith.

En cuanto a tu primera pregunta: si se cumplió en el capitalismo lo que usaban como argumento los socialistas. Mi respuesta es que en parte sí y en parte no. Los socialistas prometían una utopía: felicidad universal garantizada tan pronto como los medios de producción dejaran de pertenecer a "los burgueses" y pasaran a manos de los trabajadores, porque eso lograría una distribución más equitativa de las riquezas. Esa utopía es imposible. En ese planteamiento básico hay inexactitudes, tanto de enfoque como de facto.

La inexactitud de enfoque es la consideración implícita de que la riqueza económica es un universo de suma cero, es decir, que lo que tienen unos (los burgueses) es porque se lo han quitado a otros (los trabajadores) cuando la realidad es mucho más compleja que eso.

La inexactitud de facto es la ingenuidad de pensar que por el hecho de quitar a los burgueses sus propiedades, éstas pasarían a manos de "la clase obrera". No toman en cuenta que "la clase obrera" completa no puede dirigir una fábrica, siempre habrá "alguien" que tenga que administrar. Y ahí empiezan los problemas y entra en juego la naturaleza humana. Veamos un poco más ambos puntos.

Los burgueses, es decir, los dueños de los medios de producción, tienen una función en la sociedad tan importante como la de los trabajadores, sólo que su función no requiere de ellos que suden y realicen esfuerzo físico. Sin los burgueses, la sociedad pierde la capacidad de ser productiva y de generar riquezas con la misma eficiencia, y con ello todos pierden.

En realidad la riqueza no es constante ni finita, sino que es creada continuamente por aquellos que encuentran nuevas formas de satisfacer las necesidades de otros. Ello genera un mercado que crea nuevos puestos de trabajo y nuevos productos o servicios que satisfacen las necesidades de las personas mejorando con ello el nivel de vida general. Es totalmente lógico que aquellos que tuvieron la idea original y lucharon para llevarla a buen término, reciban una proporción justa de la riqueza que su idea generó; pero si dicha idea impactó o benefició a un número enorme de gente, pues lógicamente también es enorme la cantidad de dinero recibida por esta persona. No encuentro ninguna razón ética que justifique limitar la cantidad de dinero que una persona deba recibir producto de su actividad creativa, puesto que dicha cantidad siempre será ínfima comparada con la riqueza que dicha persona ha generado y que ha beneficiado a incontables otros.

Por ejemplo, Bill Gates o Elon Musk: gracias a su esfuerzo se han creado industrias completas que antes simplemente no existían, y millones de personas en todo el mundo hoy generan y ganan dinero basados en su esfuerzo original. A pesar de ser Bill Gates el hombre más rico del mundo, su fortuna palidece al lado del enorme volumen de dinero que mueve y genera Windows, directa e indirectamente... si lo ves de esta forma, ¿te sigue pareciendo injusta esa desigualdad?

El ejemplo de Bill Gates es extremo, pero es el mismo caso exacto de tu vecino Pedro que tuvo la idea de comprar unos tambos de aluminio y salir a vender tamales a la calle, levantándose a las 3 am diariamente para hacerlos. Como sus tamales son de excelente calidad, los vende rápidamente, lo que le da tiempo para hacer más tamales, y empieza a ganar suficiente dinero para contratar a dos chavos más que lo ayuden a vender sus tamales a cambio de un, en un inicio modesto, salario. A la vuelta de unos años tu vecino podría tener una cadena de tiendas de tamales que emplean a unas 100 personas, una casita en Acapulco y coche del año tanto él como su señora... en cuanto a los dos chavos que lo ayudaron desde el inicio, ahora uno es su subdirector, y el otro abrió su propio negocio. ¿Se te hace injusto?

La otra cara de la moneda es: como es "injusto" que unos tengan más que otros, haces dos cosas: le quitas todo su dinero a Bill Gates y a tu vecino el tamalero, y lo repartes equitativamente entre todos los habitantes del planeta. ¿Cuánto le toca a cada uno? ¿Qué pasa si le quitas al 1% más acaudalado su dinero y lo repartes entre el 99% restante? Toma en cuenta que en abril o mayo de 2016 se cruzó la "línea" de que el 1% de la población del planeta posee tanta riqueza como el 99% restante. Bueno, si repartes equitativamente esa riqueza, pues cada persona de ese 99% tendrá exactamente el doble de lo que en ese momento tenga... es decir, los verdaderamente pobres, suponiendo que tengan un dólar como todo capital, ahora tendrían dos dólares, lo que no les alcanzaría para mucho ni resolvería sus problemas. Pero como los ricos ya no tendrían capital para invertir y mejorar sus negocios (que además ya no serían suyos) el desarrollo económico se estancaría y con él, el desarrollo tecnológico, que depende del dinero de la industria para progresar. Además, las personas no se molestarían en inventar nuevos productos y servicios, porque no sacarían provecho económico alguno de ello... En resumen, se dejaría de crear riqueza y el mundo caería en una espiral de pobreza y miseria. Eso es exactamente lo que ha ocurrido en las economías que se aventuran a probar el socialismo.

Un chiste muy conocido que circuló en todos los países socialistas decía: "Hey cómo estás?" "Aquí, haciendo como que trabajo... y ellos, haciendo como que me pagan". Muy ilustrativo, cómo en una sociedad donde supuestamente se ha alcanzado la equidad suprema, las personas hablan de "nosotros" y "ellos", porque "alguien" tiene que dirigir la sociedad, y ese "alguien" siempre son "ellos", que se llevan la mejor tajada del pastel. Y también se demuestra, cuando la sociedad se dirige mediante decretos desde arriba que deciden qué deben los ciudadanos hacer, vestir, comer y hasta pensar, el dinero como herramienta de intercambio y de representación de valor pierde todo significado y da lo mismo trabajar por dinero o por recibir directamente, como esclavo de plantación, los bienes y servicios que el Estado -esa entelequia indefinida- decide que cada cual debe tener. Sin mencionar por cierto la falta de incentivo para vivir que se genera en una sociedad así, donde tu futuro es "seguro", pero tan gris como tu hoy.

Las leyes básicas de la economía son tan inexorables como la ley de gravedad, y siempre se cumplen; por ello, toda sociedad que intenta meter mano excesivamente en el mecanismo natural del mercado, por buenas que sean sus intenciones, terminará distorsionándolo hasta tal punto que se destruye a sí misma, como ocurrió en todos los países socialistas.

Ves con esto que la libre circulación del capital, la protección a la propiedad privada y la libertad individual (con un cuerpo de leyes que la garantice para todos por igual sin distinción) van de la mano para crear sociedades económicamente exitosas. Toda sociedad donde por accidente o diseño el capital, la libertad o los derechos de propiedad se concentren en un grupo reducido de personas (aunque se disfracen de "el Estado"), está condenada al fracaso.

Por tanto, el capitalismo no puede cumplir con la utopía de que todos serían igualitariamente felices gracias a la repartición de la riqueza disponible a partes iguales y "justas" (que ya vemos no lo son tanto), porque esa utopía es imposible de cumplir. Lo que sí logró el capitalismo, gracias al dinamismo económico que le es inherente, es que sin desaparecer las desigualdades, el conjunto de la sociedad eleva su nivel de vida, gracias al constante surgimiento de nuevos productos y servicios (creación de riqueza), y los que hoy son considerados como "pobres" en los países capitalistas desarrollados, son en realidad mucho más ricos que los reyes y nobles del siglo XVIII. Comodidades impensables incluso en los años 60 del siglo XX, como la calefacción/aire acondicionado centralizado en las casas, hoy son prácticamente estándar en los países capitalistas desarrollados y hacen que los ciudadanos comunes no tengan que emplear tanto tiempo como sus antepasados en satisfacer necesidades básicas como la protección contra los extremos del clima o la alimentación.

Otro ejemplo: durante toda la historia de la humanidad, hasta hace muy pocos años, ser gordo era síntoma de belleza y salud, simplemente porque para la gran mayoría de la gente conseguir comida era un reto y algo en lo que empleaban la mayor parte del tiempo... sólo podían darse el lujo de ser gordos aquellos que tenían recursos suficientes para comprar toda la comida que quisieran. Hoy en día, sin embargo, la gordura es una enfermedad de los pobres. Y ese cambio, no se logró gracias a "distribuir equitativamente la riqueza", sino precisamente porque las personas que libremente son capaces de decidir qué hacer con sus vidas, y que tratan de "inventar un negocio" exclusivamente para su propio beneficio, traen con esto, y sin pretenderlo directamente, mayor bienestar a toda la sociedad.

Por eso es que los países donde hay un capitalismo más o menos sano, y todas las personas tienen libertad real de hacer lo que quieran con sus vidas, las sociedades progresan más y el nivel de vida de todos en conjunto mejora mucho más rápidamente que en los países donde el estado tiene una influencia desmesurada en la vida de las personas (el extremo de esto son los países socialistas). Sí, aún tienen gente indescriptiblemente rica y gente terriblemente pobre, pero esos países pueden darse el lujo de asignar una parte de los impuestos a mejorar la vida de los que están peor, porque generan riquezas suficientes para satisfacer las necesidades de todos y aún más. Las sorprendentes consecuencias de excederse en medidas como ésta (redistribución de los ingresos del gobierno hacia los más pobres) las dejo para otro post (si estás interesado) porque este ya está intolerablemente largo. Y sólo fue tu primera pregunta... vamos con las demás.

Tú decías: "Adam Smith hablaba de como los "maestros" de la sociedad (dueños del dinero) debían "procurar" el sistema político con el fin de asegurar y acumular cada vez más riqueza. Hoy vemos que la brecha de desigualdad que genera esa política económica y la concentración de la riqueza en pocas manos es más perjudicial que benéfica".

Te pedí la cita concreta de Adam Smith porque esa frase me parece fabricada por alguien que o no leyó, o no entendió a Adam Smith (aunque a lo mejor me equivoco). Según lo que yo he leído, Adam Smith abogaba precisamente por la amplia circulación del dinero entre todas las capas sociales, básicamente por los beneficios que esto traería a la sociedad en su conjunto y cómo elevaría el nivel de vida de todos.

Ahora, hablemos de "la brecha de desigualdad". ¿Es perjudicial para quién? En mi respuesta anterior intenté explicar por qué desde mi punto de vista, las desigualdades en los niveles de riqueza entre diferentes personas no tienen por qué ser motivo de preocupación, ya que el impacto estadístico en la sociedad de la equalización de dichas riquezas es prácticamente nulo. En una sociedad sana, donde no existan o sean mínimos los grupos de poder que distribuyen cuotas del mismo a sus allegados, los bienes que posea una persona son normalmente proporcionales al nivel de su contribución a la sociedad y a cuántas personas afecta la misma. Obviamente, si Pedro tu vecino se limita al negocio de los tamales, es muy difícil que llegue a tener tanto dinero como Bill Gates. Pero también es porque los tamales de Pedro no benefician a tantas personas como el Windows de Bill Gates.

Ahora trata de imaginar, si no hubiera existido Bill Gates (ni Steve Jobs u otro equivalente) ¿cuánto más pobre sería el mundo de hoy? ¿hubiera sido siquiera posible sostener sin computadoras a una población mundial que es hoy prácticamente el doble de lo que era en 1970? ¿cuántas fortunas han surgido, cuántas personas en el mundo actual viven y deben sus ingresos a lo que en su momento hizo Bill Gates? El impacto de la popularización de la PC en la economía es tan enorme que es inmedible. Y la fortuna personal de Bill Gates es una gota en ese océano. Si no fuera por Gates, hoy habría mucha más gente en la pobreza, la miseria y la indigencia y el nivel de vida de la humanidad en su conjunto sería mucho menor. ¿Por qué entonces la mezquindad de cuestionar la supuesta injusticia de su fortuna?

Elon Musk era un hijo de vecino como tú y yo. Gracias a su esfuerzo, tesón, inteligencia, trabajo duro y un poco de suerte se ha hecho billonario en el transcurso de su corta vida. Creó y encabeza compañías de energía limpia, de autos eléctricos y de cohetes espaciales. Si la humanidad llega a Marte antes del final de la próxima década será probablemente en gran medida gracias a él; si la industria automotriz ha comenzado un movimiento serio hacia la producción de coches eléctricos, también es gracias a Elon Musk. ¿Por qué he de cuestionar cuánto dinero personal ha ganado Elon Musk con sus empresas, más cuando sé que en innumerables ocasiones él arriesgó todo lo que tenía para sacar adelante a alguna de ellas? ¿Crees que alguien que tenga que conformarse con un sueldo fijo e igualitario en un trabajo asignado por el gobierno, sería capaz de crear las maravillas que ha creado Elon Musk?

El que hoy en día se concentren riquezas enormes en relativamente pocas manos es simplemente producto de la globalización. Las actividades económicas de una empresa o persona tienen muchísimas más posibilidades que en el pasado, de alcanzar a más personas en todo el globo, además del hecho que también existen muchísimas más personas en el mundo. Pero simultáneamente y debido a ello, la época actual es aquella en la que más personas, en porcentaje y en número absoluto, viven en mejores condiciones. Las relativamente pocas manos (el 1%) que concentran el 50% de la riqueza mundial, configuran la cantidad más grande que jamás haya existido de billonarios, millonarios y ricos. Es decir, que la famosa frase "cada vez la riqueza se concentra en menos manos" no es cierta. Cada vez hay más riqueza, y también hay más manos que la tienen... a inicios del siglo XX, los nombres de las familias verdaderamente ricas eran un puñado que hasta era posible aprenderse: Rotschild, Morgan, Rockefeller, DuPont y algunos otros. Hoy es imposible conocer a todos los millonarios que hay en el mundo, y los hay en casi todos los países. Cierto que es indignante que hayan personas que vivan aún sumidas en una pobreza escandalosa cuando hay, a la vez, personas privilegiadas que tienen muchísimo más dinero del que ellos y sus descendientes podrían gastar en todas sus vidas. Pero también es cierto que el ritmo de salida de las personas de la pobreza nunca ha sido tan rápido como hoy.

Otra cosa es si hablamos de las ingentes fortunas de los políticos y las mafias del poder, cuya contribución al bienestar general es cuando menos dudosa. Pero eso ocurre debido a la naturaleza del hombre. Cierto es que en toda sociedad, incluso en las socialistas, hay estratificación y capas sociales, eso es inherente a las sociedades humanas. Pero también es cierto que una organización ideal de la sociedad debe estar orientada a impedir que los mismos grupos ocupen el poder durante un período muy largo de tiempo, y hacer que los que tienen el poder deban responder a los de abajo. Los seres humanos somos inherentemente corruptibles y una exposición prolongada al poder junto con la no necesidad de responder ante sus gobernados, deriva indefectiblemente en una sociedad totalitaria donde el grupo o persona en la cúpula del poder termina disponiendo de las vidas, bienes y destinos de sus súbditos. Los grupos de poder, en otros países, son los que muchas veces determinan el inicio de las guerras con el fin principal de llenar sus bolsillos. Una forma interesante de evitar esto es precisamente haciendo que los gobernantes sean empleados de los gobernados y deban responder ante ellos. Estructuras organizativas que ayudan a atacar este problema son la existencia de las tres ramas equipotentes del gobierno, las elecciones periódicas, el límite al tiempo máximo de gobierno de una persona, etc.

En Suiza, un ejemplo muy interesante, la presidencia del país es colegiada y rotatoria entre siete personas o Consejeros Federales elegidas independientemente para un período de cuatro años, donde el presidente y el vicepresidente, ocupan el cargo por solamente un año, y el cargo no les confiere más poder que a sus pares del Consejo Federal. En Suiza y en los países escandinavos, es común ver a los miembros del gobierno usando el transporte público. Por el contrario, en los países de socialismo marxista, donde nominalmente la conducción de la sociedad reside en "el pueblo" pero convenientemente no se especifican los mecanismos precisos para ello, el resultado es que el mismo grupo de "iluminados", al estilo de los reyes y nobles de antaño, acaparan el poder de manera permanente y lo utilizan para sus propios beneficios y para llenar sus cuentas en el extranjero mientras llenan los oídos de sus nuevos súbditos con palabras hermosas sobre la hermandad de los pueblos, el sentido del sacrificio, la verdadera igualdad y otras lindezas.

En resumen, de nuevo, la libre circulación del capital, el respeto irrestricto a la libertad personal y a la propiedad privada, y la ley por encima de todos los ciudadanos sin excepción, son condiciones indispensables para el funcionamiento y crecimiento acelerado de una sociedad y la elevación generalizada de su nivel de vida. Y eso, básicamente, es el capitalismo. La cosa compleja está en cómo lograr que este equilibrio se mantenga, estableciendo mecanismos que intenten detener la corrupción y el comercio con el poder, para que los grupos que detentan el poder no puedan apropiárselo de manera permanente. Desde mi punto de vista, el mecanismo más efectivo para estos casos sería reducir al máximo posible el tamaño del gobierno, e implementar leyes para que los miembros del gobierno tengan un sueldo equivalente y equiparable a la media del sueldo nacional.

Y por último, preguntabas: "Si el socialismo pretendía acabar con el capitalismo, ¿con qué quiere acabar el capitalismo? ¿sigue existiendo el capitalismo o evolucionó a algo que no nos esperábamos?".

El socialismo es un sistema diseñado para reemplazar al capitalismo, mientras el capitalismo es un sistema económico que surge como resultado de la evolución natural de las relaciones de producción y el incremento de la productividad humana que por primera vez en la historia produce excedentes de riqueza. Por tanto al capitalismo como tal no lo "implantó" nadie, no tiene objetivos sociales y no pretende acabar con nada, simplemente... es. El socialismo, por otro lado, debe implantarse conscientemente y por la fuerza, y una vez implantado, está obligado a la "lucha de clases" para erradicar al capitalismo, que como forma natural de relación económica entre los seres humanos siempre resurge por mucho que se le intente eliminar.

En los países del socialismo marxista, la única manera que tiene la población de sobrevivir, dada la escasez crónica de alimentos, productos materiales y servicios proporcionados por el burocrático e ineficiente Estado, es acudir al mercado subterráneo o bolsa negra, donde la gente puede adquirir prácticamente de todo, desde comida hasta desodorante, ropa o electrodomésticos capitalistas. Obviamente esto es una forma de capitalismo que el gobierno oficialmente no aprueba, pero se hace de la vista gorda porque de otro modo el pueblo literalmente se moriría de hambre. Por tanto, el capitalismo es paradójicamente, el salvador del socialismo. La bolsa negra crea un grupo incrustado en la sociedad que vive de robar los recursos estatales para revenderlos y hacer ganancias, lo que en general reduce aún más la eficiencia del gobierno y enfurece a la población, pero a la vez no hay manera de prescindir de ellos. El gobierno regularmente hace razzias para meter a la cárcel y dar escarmiento ejemplar a los "especuladores", pero las leyes de la economía son inexorables, y donde hay un mercado, surgen los emprendedores para satisfacer las necesidades de ese mercado por los medios que sean.

El capitalismo en la época moderna, ha evolucionado desde el capitalismo salvaje de la Revolución Industrial, en buena medida gracias a la influencia moderadora que en muchos casos ejercieron los movimientos obreros y socialistas y al paulatino convencimiento de la burguesía de que, de acuerdo con lo que decía Adam Smith, es preferible que todos los componentes de la sociedad tengan acceso a los medios económicos, pues así se convierten en consumidores. El capitalismo, además, ofrece una gran flexibilidad a la superestructura de organización social que se monte sobre él, y dependerá de la humanidad futura encontrar una forma tal que proporcione los mayores beneficios a las mayores masas de población. Pero para esto es indispensable que exista creación de riqueza, algo en lo cual hasta hoy sólo el capitalismo ha demostrado ser eficiente.

Marco A. Pérez López
Diciembre 2016

Foto: Dos estudiantes preuniversitarios con sus celulares fotografian la especie de altar montado en honor a Fidel Castro en el Memorial José Martí de la Plaza de la Revolución. La imagen de Enrique de la Osa, de Reuters, fue tomada de El Español.

2 comentarios:

  1. Solamente puedo hacer un comentario: ¡magistral!

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  2. Interesante lectura, hasta un libro podría escribir esta persona, se le da explicar las cosas de manera simple directa y clara.

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