De un escrito titulado La fotografía más famosa de Ernesto Che Guevara (Cultura Bogotá, 22 de noviembre de 2013), copio el primer párrafo:
El 4 de marzo de 1960, mientras Ernesto Guevara se dirige hacia el Banco Nacional de Cuba, que justamente presidía, se produce la explosión del “La Coubre”, un barco francés con una carga de 70 toneladas de armas belgas. Al oír la terrible detonación, el Che se desvía hacia el muelle del Arsenal. Es un desastre terrible, hay 75 muertos y alrededor de 200 heridos. Colabora en los trabajos de rescate. La duda los invade a todos: ¿accidente o sabotaje? El fotógrafo Gilberto Ante, de Verde Olivo, lo ve mientras salva a los heridos, pero el Che, furioso, le prohíbe tomar fotografías. Le parece impúdico ser objeto de curiosidad en un accidente.
En la crónica Che y los fotógrafos, publicada en junio de 2001 en La Jiribilla, el periodista Manuel González Bello, quien fuera compañero mío en Bohemia (falleció en 2002, a los 53 años), recordaba esta anécdota:
Che Guevara establecía relaciones especiales con los fotógrafos. Es lógico si se tiene en cuenta su probada afición a la fotografía. Muchas veces ese vínculo estaba matizado por sus bromas, y frecuentemente incluían alguna referencia a la cámara.
En la época en que se encargaba de la revista Verde Olivo, órgano del Ejército Rebelde, le encargó a Gilberto Ante realizar una foto para la portada de la revista. Le indicó que debía hacer una foto en la que un policía, en perfecto ademán militar, hiciera un señal para detener el tránsito. De fondo debía verse el semáforo y detrás el Capitolio Nacional.
Gilberto Ante, uno de los más eficaces fotógrafos que tuvo la prensa cubana, buscó la mejor hora del día para la luz que necesitaba. Lo preparó todo e hizo la foto tal como le había indicado Che. Luego se la entregó. Che lo invitó a un recorrido por otras provincias.
A lo largo del viaje, estuvo esperando algún comentario de Che acerca de la foto. Pero fue una espera inútil. En vista de que espontáneamente no surgía la opinión, Gilberto decidió preguntar. Che Guevara le respondió que la foto no servía.
-Pero si yo hice lo que me dijo, ripostó Ante.
-Nos están acusando de comunistas y a ti se te ocurre hacer una foto con el semáforo en rojo. Tienes que volver a tirarla, igual, pero con la luz verde.
La instántanea del Che llegando al muelle que encabeza el post y las cinco fotos siguientes, fueron tomadas por Gilberto Ante el día de la explosión del barco francés La Coubre, el 4 de marzo de 1960.
Ese día, el Che no dejó que Gilberto lo retratara ayudando a los heridos de la explosión de La Coubre. Ya una vez el argentino le hizo repetir una foto, la del semáforo. Pero no pudo evitar que le fotografiara en una recepción, copa en mano, hablando con un hombre también con una copa y que si no me equivoco creo que era el economista cubano Regino Boti León, fallecido en La Habana en 1999. Tal vez el flash que se ve en el espejo detrás del Che sea el de la cámara de Ante.
Tania Quintero
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