El lunes 22 de julio de 2013, dejaba de existir en Roma una de las más grandes actrices del teatro cubano, Myriam Acevedo. Tenía 85 años y se fue con la misma dignidad con la cual vivió.
Hasta el final, fue consecuente con su forma de pensar, algo que vale la pena resaltar en estos tiempos, donde por todas partes encuentras personas falsas, mediocres, ostentosas, hipócritas y egoístas.
Desde muy niña, Myriam supo convivir con el talento, la fama y los aplausos. Nunca necesitó fingir, alardear, halar leva, caerle atrás a nadie ni aceptar cualquier cosa con tal de viajar, ganar más y vivir mejor.
Esa mentalidad 'pacotillera' que desgraciadamente ha echado raíces en determinados cubanos, nunca tuvo cabida en una mujer que en 1928 vino al mundo en Güines, un poblado en las afueras de La Habana.
Myriam Acevedo nació y vivió por y para la escena, musical, teatral, cinematográfica o televisiva. También por y para la defensa de los derechos humanos. A diferencia de otros disidentes y exiliados, ella no se dejó arrastrar por organizaciones que por tal de conseguir destaque y engrosar sus fondos, inventan talleres y conferencias en Estados Unidos y Europa.
Con una vida tan rica y profunda, con tanto que tenía para contar, no le gustaba ser entrevistada. Según una vieja amiga de Myriam, "ella sentía pavor a dar entrevistas y luego la tergiversaran o la manipularan. Me llamó la atención que te diera esa entrevista. Es que Myriam era muy intuitiva y sabía seleccionar".
Pues sí, tuve la suerte de que Myriam confiara en mí y me concediera una entrevista vía email. La titulé Todo vuelve al principio y el 29 de enero de 2009 salió publicada en Penúltimos Días. Cuatro meses después, la reproduje en mi blog.
En IMDb encontré datos sobre su participación en el cine y la televisión. En 1972, fue Fermina en Man of La Mancha, versión musical de Don Quijote de La Macha, protagonizada por Peter O'Toole (Don Quijote) y Sofía Loren (Dulcinea). En 1974, hizo el personaje de Gabrina en un capítulo de Orlando furioso, serie televisiva italiana. En 1975, interpretó a la supervisora Alice en Le orme, cinta de ciencia ficción. Y también en 1975, formó parte del elenco del drama fílmico Orestea, donde hizo el papel de Erinni.
Aunque no volvió a pisar su tierra natal, Cuba siempre estuvo en su corazón. Por eso me ha alegrado descubrir en internet dos textos redactados por cubanos: Myriam Acevedo: convertir en teatro la canción, de Pedro Enrique Villarreal, estudiante de segundo año de Teatrología, y Myriam Acevedo: toda una vida, de la socióloga e investigadora Esther Suárez Durán, que termina así su escrito:
"Quienes la conocieron a través de su vida la han calificado de mujer elegante, cosmopolita, carismática, muy pendiente de los cambios de la moda. A lo que se añaden los criterios de culta, inquieta, rebelde, renovadora, transgresora, excéntrica. Creo que todos coincidirían en entenderla como una amante de la vida y una artista excepcional, una grande entre las grandes del teatro cubano, y como una persona capaz de fundir en un solo espacio y tiempo, vida y teatro".
Es precisamente en la isla donde un día habrá que rendirle los homenajes que Myriam Acevedo se merece. Mientras, la periodista y crítica teatral Rosa Ileana Boudet, residente en Estados Unidos, le rendirá un tributo en su blog Lanzar la flecha bien lejos, donde ya el año pasado publicó Miriam Acevedo antes y después de Las criadas.
Familiares y amistadas cercanas a Myriam me han dado las gracias por esa entrevista de 2009 y por mantener mi interés y respeto hacia ella después de su muerte. Con toda sinceridad se los agradezco.
Pero es a Myriam Acevedo a quien hay que dar las gracias. Por el ejemplo que dejó a los cubanos que no hemos cogido a la patria ni a la lucha por su libertad y democracia, como un medio para aumentar nuestros currículos y, mucho menos, nuestros bolsillos.
Tania Quintero
Foto: Anuncio del recital ofrecido por Myriam Acevedo el 26 de enero de 1965 en el teatro Amadeo Roldán, situado en El Vedado, La Habana. Después de un recorrido por Europa, que concluyó en el Edinburgh Festival Fringe, el cineasta Rogelio París le propuso a Myriam presentar un concierto de canciones y textos. Entre los títulos figuraron Se equivocó la paloma, Tous les garçons et les filles, La macorina y una canción infantil portuguesa. En 1966 ella participaría en el Festival de Música Cubana y ese año iniciaría en El Gato Tuerto sus espectáculos de música y teatro. Se dice que la Acevedo fue una de las pocas cantantes cubanas que en público interpretó el repertorio de The Beatles. La foto y los datos fueron tomados de Cubarte.
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