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viernes, 5 de abril de 2013

Para baldear la casa, hay que abrir puertas y ventanas


Los verdaderos demócratas son los que hacen como las mujeres cubanas, el día que les toca baldear bien la casa: abren puertas y ventanas, balcones y terrazas. Y en chancleta salen y tiran cubos de agua en el pedazo de acera de su vivienda. Pa'que se vaya lo malo!

Los demócratas de verdad tienen contradicciones, dicen las cosas, a la cara o por escrito. Civilizadamente, como hizo el periodista Luis Cino en Para evitar confusiones y en Antes que llegue otro máximo líder.

Los supuestos demócratas son los que tratan de presentar todo color de rosa, de aparentar que hay armonía y felicidad, cuando en realidad no se pueden ver y por la espalda se la pasan despellejándose. Los demócratas entre comillas son hipócritas, usan máscaras, tienen doble moral. Igual que los comunistas y portavoces castristas.

Conozco al abogado René Gómez Manzano desde que me inicié en el periodismo independiente, en 1995. Pero más de cerca le conocí a partir de 1997, cuando él era uno de los integrantes del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna, junto a Martha Beatriz Roque Cabello, Félix Bonne Carcassé, Vladimiro Roca Antúnez, Arnaldo Ramos Lauzurique y Manuel Sánchez Herrero, fallecido en el 2000. Varias veces estuve en su apartamento en el Vedado y compartimos en el diminuto hogar de Martha, en Santo Suárez, bien para uno de los sabrosos almuerzos que Martha preparaba y nos invitaba o participar en alguna reunión de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil.

Cuando mi madre falleció, el 15 de abril de 2001, René llegó a la funeraria de Santa Catalina, en La Víbora, con su guayabera toda sudada, cargando una corona que a nombre del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna había comprado. Tengo buena opinión de él y de su hermano, con quien hablaba cuando René estuvo detenido o preso.

Pero eso no me impide reconocer que en ¿Contradicciones entre demócratas?, René Gómez Manzano se equivoca y trata de coaccionar la libertad de expresión de Luis Cino, uno de los mejores periodistas independientes que ahora mismo hay en Cuba. Y uno de los más cuidadosos y respetuosos a la hora de escribir y vertir sus opiniones.

En diciembre de 2012, Gómez Manzano y Félix Bonne Carcassés publicaron en Cubanet un artículo, excelentemente respondido por Leonardo Calvo Cárdenas con el título Contra los prejuicios y la injusticia, en tres partes reproducido en mi blog.

Me parece muy saludable -y recomendable- que los opositores, periodistas independientes y blogueros alternativos escriban o digan públicamente sus opiniones, concuerden o no. Y no hacer lo que Gómez Manzano y Bonne en 2010 le hicieran a Francisco Chaviano, a la salida de la Oficina de Intereses, y que fuera recogido en un video que subí a mi blog con el título Altercado entre disidentes. Eso es lo que nunca debieran hacer los disidentes que se consideren demócratas: agredirse físicamente.

Pero discutir, discrepar, polemizar, eso sí es bueno. Y no hacerlo de vez en cuando, sino siempre. Es algo que falta en Cuba. Quienes aspiran a construir una sociedad libre, tolerante, democrática y transparente, lo mejor que pueden hacer desde ya es empezar a ventilar sus diferencias e informar de su vida interna, incluido el tema tabú del dinero.

Es lo que marcaría la diferencia con el régimen, que ha logrado que también en las filas de la oposición impere el síndrome del miedo; haya nebulosas, misterios y secretismos. E inclusive que los disidentes hablen en voz baja y oculten las verdades. Con el falso pretexto de que el 'enemigo se puede enterar', cuando por los chivatos infiltrados en los grupos opositores, enseguida se enteran de todo: de lo que hablan, de lo que planean hacer y del dinero, desde las cantidades hasta las procedencias.

Si de veras nos consideramos demócratas, hay que hacer como hacen las mujeres cubanas: abrir puertas y ventanas, balcones y terrazas y el día que toque, baldear bien la casa.

Tania Quintero

Foto: Limpiando a la sombra, acrílico del canadiense Dwight Baird, de la serie cubana La casa limpia. De la web del artista.

1 comentario:

  1. Estimada señora:
    Le comento que soy un gran admirador de la causa cubana. Soy de Argentina, donde tenemos un aprecio especial por Cuba, que nace por es "Che" Guevara y va hasta lo que a cada uno le interese informarse de la vida y la historia de Cuba. Particularmente, me informe y tengo una opinión bien clara de lo que pasa en Cuba, 54 años de dictadura no es lógico y menos es que gente la apoye para Cuba pero no para su país, no solo argentinos y no solo los que sabemos y nos enteramos por los medios periodísticos, sino, de gente que se pasea por el mundo pregonando algo que no soportarían mas de dos días en sus vidas. Soy un gran opinologo, si me permite el termino, y desde hace poco trato de escribir lo que pienso en ideassospechosas.blogspot.com (el nombre se debe a que sentí que todos sospechaban de mis comentarios cuando comencé), basado en lo que leo en los medios de información y lo que me entero desde los blogs no solo cubanos. Ud. me da el pie sobre algo que quiero comentar sobre la oposición cubana, al menos lo que veo desde fuera como le dije antes.
    A la oposición cubana les falta diversidad, digamos organizaciones políticas que piensen distinto, pero que busquen el mismo fin. Digamos, se necesita variedad de pensamiento aunque todos busquen lo mismo. Sino, nos encontraríamos (como pasa ahora en muchas partes) que a la oposicion cubana la identificamos con Yoani Sanchez y pocos con las damas de blanco (ya que no son tan conocidas) lo que ocurre es que los que no simpatizan (por algo) con Yoani o las damas descreen de todo el trabajo que se hace en Cuba. Hace poco vi un reportaje de Jaime Bayly con Yoani donde este insistía que ella debía ser presidente de Cuba, esas cosas y la falta de diversidad de pensamiento hacen que se tome como algo personal el pedido de libre elección (lo experimente con mis amigos y gente que me rodea y muchos sintieron eso) pensar distinto y buscar lo mismo no es tan difícil, lo complicado es concordar que es lo mejor para Cuba, luego todos tendrán un pensamiento distinto sobre cual es el camino que lleva a ese fin.
    No todos debemos pensar igual aunque todos busquemos lo mismo, no deberían obligarse a estar todos juntos, se necesitan alternativas para llegado el momento el pueblo pueda elegir.

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