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miércoles, 19 de diciembre de 2012

Genoveva



Genoveva Martínez García vive al lado de un museo, el del municipio 10 de Octubre. Pero lo que no es museable es su casa, cayéndosele por partes.

Situada en San Lázaro 803 entre Vista Alegre y Carmen, en la barriada habanera de Lawton, su vivienda literalmente se le cae a pedazos. A la cocina ya se le cayó el techo. El fogón con la campana se vino abajo y las ventanas están desprendidas. El baño no tiene inodoro ni sitio para bañarse.

Cuando llueve, el agua entra a chorros, mojándolo todo. Genoveva ya no sabe a dónde dirigirse para informar de su desastrosa situación. Nadie le hace caso. Desde hace 34 años no tiene agua potable. La carga todos los días de una pilita a la entrada del inmueble donde vive, declarado inhabitable.

Cinco años atrás, Genoveva ejercía como maestra en una escuela primaria. Con su pensión de 113 pesos (menos de 6 dólares) no puede darse el lujo de contratar un albañil particular para que le remiende un poco su hogar.

No siempre ella vivió así. Mulata, habanera, en su infancia estudió en Las Oblatas, colegio de monjas al cual asistían niñas negras y mulatas, y que una vez estuvo situado en el centro de la capital. Ya Las Oblatas no existen, ahora toda la enseñanza es laica y gratuita. El Estado se encarga de controlar los planes de estudio.

Genoveva tiene 77 años. Ya perdió la esperanza de irse de este mundo en un ambiente más humano y agradable. Compensa esa realidad asistiendo todos los días a los Padres Pasionistas, iglesia muy cercana a su domicilio. Dentro del templo la tristeza desaparece. A pesar de la dureza de su vida, ella cree en Dios.

Tania Quintero
Revista Hispano Cubana, No. 2/1998.
Foto: Altar de la iglesia de los Padres Pasionistas, situada en Vista Alegre entre San Lázaro y Buenaventura, Lawton, La Habana.

1 comentario:

  1. desde luego que tipos como Ortega o el tal Gregorio Alvarez, y otros muchos del clan castrista eclesial, harían perder la fe hasta a De Las Casas, o al Padre Valencia, o hasta al beato Olallo. Pero no, el E.S. da para mucho más, aún, aunque no mucho, más.

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