En más de 53 años, los gobernantes cubanos no han logrado igualar la producción de 960 millones de litros de leche que se alcanzó en 1958. Aquella cifra representó 2,6 millones de litros diarios, es decir, dos vasos de leche por persona, ya que entonces el país tenía 6 millones de habitantes.
El pasado 26 de julio se cumplieron cinco años de las palabras pronunciadas por el presidente Raúl Castro en Camagüey, cuando anunció que muy pronto todos los cubanos podrían tomarse un vaso de leche cuando lo desearan. Pero, cinco años más tarde, seguimos esperando el vaso de leche que nos prometió el General.
En 2011 se produjeron 461 millones de litros de leche, la mitad de la cifra alcanzada hace medio siglo, pero con el doble de la población de entonces. Esto significó una caída de 9,1%, con respecto a 2010, cuando se produjeron 507 millones de litros. En lo que va de año, la producción de leche no sólo no aumentó, sino que ha bajado. Al cierre del primer trimestre se reportó una caída de 8,4%, con respecto a igual período del año anterior.
La producción lechera descansa fundamentalmente en el sector campesino y cooperativista. Sus locales de ordeño no reúnen las mínimas condiciones higiénicas. La mayoría no tiene ni piso de cemento. Al carecer de agua, no se lavan las ubres antes del ordeño. Los cántaros para almacenar la leche no se friegan como es debido. El ordeño ya no se hace al amanecer, como era tradición. No se dispone de los medios para conservar la leche con la temperatura adecuada.
Los laboratorios para hacer las pruebas de mastitis, acidez y densidad no son suficientes. No hay tanques isotérmicos y tampoco hay camiones con tanques refrigerados para el traslado de la leche a las plantas de procesamiento industrial.
La mayoría de los productores están conscientes de que la leche que destinan a la industria y la que se distribuye directamente en las bodegas, por su elevada contaminación, no reúne los parámetros de calidad exigida por el Estado para ser pagada a 0.9 centavos de dólar por litro.
Para no vender a 0,01 centavo de dólar su producción de leche, considerada de tercera, los productores la venden por la izquierda a los fabricantes clandestinos de queso blanco casero, quienes pagan el litro muy por encima de lo que paga el Estado por la leche de primera. Este queso tiene seguros compradores entre los dueños de pizzerías, cafeterías y pequeños restaurantes privados.
Al cierre del mes de abril de 2012, de la leche entregada al Estado para ser procesada en la industria, sólo 65% se reportó como de primera calidad. De ese total, se pudo recuperar 29% cuando llegó a los combinados lácteos, es decir que 36% de la producción de leche de primera se “perdió” antes de llegar a su destino final.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, es poco probable que se pueda cumplir con los 111 millones de litros de leche planificados para venta directa a los niños menores de 7 años y las personas con dietas especiales por enfermedad.
Tampoco es posible seguirle el rastro a la calidad de esta leche, en cuya producción intervienen 227 mil productores, pues no existe la logística para verificar el correcto cumplimiento de las normas de calidad del producto entregado.
En resumen, resulta muy dudoso que el plan de producción de leche para el presente año se cumpla, debido a las deficiencias relacionadas, las que han provocado que hoy sólo sean ordeñadas 34% de las vacas consideradas potencialmente lecheras.
El desalentador panorama de la industria lechera cubana hace pensar que en el quinto aniversario de la promesa láctea del General, el 26 de julio de 2007, los cubanos no podremos celebrar brindando con un vasito de leche.
Cubanet, 6 de julio de 2012
http://youtu.be/JJRy82i8e5Q
ResponderEliminarInteresante video. Una sola granja en Estados Unidos que produce leche para 8 millones de personas. Testimonio más que suficiente de la "superior" eficiencia del socialismo...
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