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miércoles, 14 de marzo de 2012

El golpe de estado de Batista cambió mi vida


Por Tania Quintero

Esa foto fue hecha el 24 de febrero de 1952. Ese día, un grupo de alumnas de tercer grado de la Escuela Pública 126 "Ramón Rosaínz" fuimos con la maestra, la Dra. Carmen Córdoba, a visitar y llevarle tabacos a los antiguos mambises que residían en el Hogar de Veteranos, en San Miguel y Agustina, municipio 10 de Octubre.

Entonces no podía imaginar que apenas dos semanas después, el 10 de marzo de 1952, mi vida cambiaría para siempre. Tenía 10 años (nací en 1942) y el golpe de estado que Fulgencio Batista le dio al presidente Carlos Prío, marcó el fin de mi inocencia infantil y de prisa tuve que madurar.

El 10 de marzo de 2012 se cumplieron 60 años de ese golpe de estado. Fuera de Cuba, donde viven muchos batistianos, lo han recordado. En la isla también deben vivir todavía ex seguidores de Batista, quienes a diferencia de los residentes en el exterior, se cuidan de manifestar en alta voz su simpatía por el mulato de Banes. No les critico ni me molesta. Cada cual es libre de apoyar y defender al político, partido o ideología que estime pertinente.

Pero el mismo derecho que tienen esas personas a manifestar públicamente sus opiniones favorables a Batista, lo tengo yo para contar en mi blog cómo viví los 7 años de su estancia en el poder. Entiendo la nostalgia y simpatía que muchos cubanos, dentro y fuera de la isla, puedan tener hacia Batista y su gobierno, pero yo no las tengo. Y de la misma manera que los respeto y soy tolerante con ellos, quiero que lo sean conmigo. "El respeto al derecho ajeno es la paz", dijo Benito Juárez.

En Dos hombres y el destino, Carlos Alberto Montaner se refiere al buen trato de Batista hacia los dirigentes del Partido Socialista Popular (PSP). Eso fue en su primer mandato (1940-44), cuando en las urnas le ganó a Ramón Grau San Martín. Pero cuando en el 52 retornó a la presidencia, mediante un golpe militar, fue muy represivo con los comunistas y con todo lo que oliera a "'comuñanga". Esa situación empeoró más aún a partir del 26 de julio de 1953, con el ataque al cuartel Moncada por parte del 'subversivo Fidel Castro' (así le llamaban entonces), y un grupo de sus hombres del Movimiento 26 de Julio.

¿Por qué Batista cambió de palo pa'rumba con sus ex aliados en el PSP? Pienso que fue porque en su segundo mandato contaba con el apoyo pleno de los americanos, anticomunistas por excelencia, y llegó dispuesto a acabar con los 'rojos' del patio. Debe haber influido la ligazón que el PSP tenía con el Kremlin y partidos comunistas de otros países, entre ellos el de Estados Unidos.

Creo que a partir de 1952-53, Batista reprimió más a los del PSP que a los del 26 de Julio, tal vez porque cuando Fidel Castro cayó preso, su suegro Rafael Díaz-Balart, también oriundo de Banes, le pidió a Batista que a su yerno, el marido de su hija y padre de su nieto no le pasara nada. Y el paisano cumplió su palabra: a Fidel no le envenenaron la comida en Boniato; cuando después del 26 de julio lo encontraron escondido en un bohío, en las afueras de Santiago, respetaron su vida, y por asaltar un cuartel, con muertos de ambos lados, lo condenaron solamente a 15 años de cárcel. Lo mandaron al Presidio Modelo de Isla de Pinos, donde vivió a cuerpo de rey los 22 meses que allí estuvo.

Fidel Castro y el resto de los asaltantes del Moncada no estuvieron ni 2 años presos. Gracias a una amnistía general firmada por Batista, salieron en libertad incondicional el 22 de mayo de 1955. Unos meses después se fueron a México y regresaron el 2 de diciembre de 1956 y en la Sierra Maestra organizaron una guerra de guerrillas.

En su segunda vuelta al poder, como ya dije, Batista fue un hombre de los americanos. Pero cuando es incapaz de detener y acabar con la lucha armada de los barbudos en las montañas orientales, los americanos le dejan de brindar apoyo y se lo empiezan a dar a Fidel Castro. La primera señal conocida se produce en 1957, cuando enviaron a Herbert L. Matthews, periodista del New York Times, que lo dio a conocer en todo el mundo. A partir de ahí, su aureola de líder y de héroe se acrecentó.

Para mí fue una etapa demasiado dura. Era hija única, pero como mi madre tenía menos fortaleza de espíritu, con 12 y 13 años tenía que salir a buscar a mi padre, que esa noche no había llegado a la casa y seguramente se encontraba en una estación de policía habanera. O en las dependencias del tenebroso SIM (Servicio de Inteligencia Militar) o el BRAC (Buró Represivo contra las Actividades Comunistas), más tenebroso aún. Antes, debía pasar por Luyanó, por la casa de Aramís Taboada, abogado del PSP, para que presentara un Habeas Corpus, figura jurídica eliminada por Fidel Castro a partir de enero de 1959. De un tajazo también eliminó el derecho de huelga de los trabajadores y en 1960 acabaría con la libertad de prensa y expresión.

Durante los siete años del batistato viví sobresaltada, con el oído siempre atento, para escuchar el chirriar de autos que se detenían delante de nuestro viejo edificio, en Romay 67 entre Monte y Zequeira, Cerro, a dos cuadras de la Esquina de Tejas. Los miembros más viejos de la familia Alfonso, que aún viven en la casa de enfrente, en el No. 70, todavía recuerdan la represión que mis padres, José Manuel Quintero Suárez y Carmen Antúnez Aragón, mi tío Luis Antúnez Aragón, hermano menor de mi madre, mi prima Teresa Monteagudo Antúnez y yo, Tania Quintero Antúnez, vivimos a partir del 10 de marzo de 1952. A veces eran autos con militares de civil, del BRAC o del SIM, con Castaño, su jefe, en persona, o perseguidoras, con policías de la 5ta. estación, situada en Belascoaín y Peñalver, 'famosa' por su jefe, Ventura, que había implantado métodos especializados de interrogatorios y refinadas torturas.

No sólo mi padre era detenido a cada rato, también lo fueron varios primos, entre ellos Francisco, hermano mayor del hoy disidente Vladimiro Roca Antúnez. Paquito, como le decíamos, fue apresado y torturado en la 5ta. Estación y estaba en una lista para ser eliminado el 6 de enero de 1959. Se salvó en tablitas.

Quien no tuvo esa suerte fue Fulgencio Oroz, dirigente de la Juventud Socialista (JS), de piel blanca, cabellos y ojos claros. Un joven muy educado, con quien conversaba largas horas en casa de la familia Jiménez, que se trasladó de Santa Clara a La Habana y malamente vivían en lo que fue la parte posterior de una bodega, en San Joaquín y Cádiz, a dos cuadras de mi casa. Oroz residía en Luyanó, lo detuvieron en diciembre de 1958, lo torturaron salvajemente y hasta hoy no se han encontrado sus restos.

Tampoco puedo olvidar los arrestos y torturas a compañeros del PSP y la JS, como a Padilla y a Risquet, que los apresaron después de haber estado en nuestra casa, en la esquina de Monte y San Joaquín, mientras esperaban la guagua. Fueron 7 años demasiados duros para una niña y una adolescente.

Quienes no lo vivieron en carne propia, porque su familia era batistiana o apolítica, es comprensible que 60 años después defiendan o simpaticen con Batista y vean sólo su lado 'bueno y democrático', pasando por alto la política de terror ejercida contra los comunistas en su segundo mandato (1952-58). Hoy pasa lo mismo con los defensores de la revolución cubana, que se afanan en pintar como 'buenos y democráticos' a los hermanos Castro, silenciando la represión contra sus opositores desde el mismo 59 y sus violaciones de los derechos humanos.

Pero lo que yo no podía imaginar es que cuando la Seguridad del Estado detuvo a mi hijo Iván García Quintero, el 8 de marzo de 1991, tendría que sufrir nuevamente acoso, represión, detenciones... Y menos que el 25 de noviembre de 2003 me iría de mi patria con mi hija y mi nieta mayor. Desde entonces, vivo en Suiza como refugiada política.

Volviendo al pasado. El PSP tuvo que pasar a la semiclandestinidad el 10 de marzo del 52 y a la clandestinidad total un año después, el 26 de julio del 53. Blas Roca Calderío, secretario general del PSP y uno de los redactores de la Constitución de 1940, fue uno de los hombres más buscados por el SIM y el BRAC, los dos principales cuerpos represivos de Batista. Hasta el 1 de enero del 59, Blas permaneció escondido en diferentes barriadas de la capital, cambiando contínuamente de domicilio. La madre de mi prima Teresa, María Luisa Antúnez Aragón, ya fallecida, con una larga historia de lucha en favor de los derechos de las mujeres, obreros y campesinos, primero en Sancti Spiritus su provincia natal y después en La Habana, se volcó en cuerpo y alma en el cuidado de Blas.

'Mama', como le decíamos a la tía María, le cocinaba, lavaba, planchaba, limpiaba la casa y le inyectaba. La esposa de Blas, mi tía Dulce Antúnez Aragón, era hermana de María, y solía visitar a Blas una vez por semana. El día que mi tía Dulce iba a visitarlo, mi mamá se iba para su casa, en la calle Estrada Palma, Santos Suárez, a cocinarle a sus cuatro hijos (Lydia, Francisco, Vladimiro y Joaquín), a dos primos que vivían allí (Moisés y Sonia) y a atender a nuestra abuela Pancha (Francisca Aragón), fallecida el 10 de Octubre de 1959. Si era un sábado o domingo yo también iba y me pasaba el día en Santos Suárez, algo que me encantaba, porque era un barrio más bonito que el mío.

A mis tías Dulce y María las detuvieron varias veces, pero nunca lograron arrancarles una palabra. Fueron muy valientes, ninguna de las dos había cursado estudios superiores, pero supieron despistar la fuerte vigilancia que sobre ellas y nuestra familia materna tenían los cuerpos represivos de Batista.

Esa vigilancia también la tuvo mi padre, porque él era enlace entre el PSP y Blas, quien desde su escondite no dejó de dirigir al partido. No había mes en que no se nos apareciera el SIM, el BRAC o la policía de Ventura. Mis primos y yo estábamos al tanto de todo. Sobre la marcha aprendimos lo que era vivir en clandestinidad, donde teníamos que tener un olfato especial, pues había muchos '33.33', como le decían a los chivatos de Batista, porque esa era la cantidad de dinero que les pagaban por delatar. Aprendimos también a mantener la boca callada y, sobre todo, a no tener miedo.

Por eso, cuando a Iván lo detuvieron el 8 de marzo de 1991 y en Villa Marista me recibió un coronel que era el segundo jefe, le dije que si no le tuve miedo a los militares de Batista, a ellos tampoco les temía. A mi primo Vladimiro no sólo me une el año de nacimiento,1942 (yo el 10 de noviembre y él el 21 de diciembre), sino el hecho de haber vivido dos represiones, primero con Batista y después con Fidel Castro.

Mi padre se ganaba la vida como barbero ambulante, pero Castaño, el jefe del SIM, y el jefe del BRAC, cuyo nombre no recuerdo, sabían que por mi padre haber sido toda su vida guardaespaldas de Blas, estaba en contacto con él. Por eso lo detenían tanto. Una vez lo detuvieron en la calle y encima llevaba un papelito con un mensaje para Blas. Mientras esperaba para ser interrogado, se lo tragó.

Eso sí, a mi padre nunca le pusieron un dedo encima: no por su impresionante biotipo (era obeso y medía 6 pies de estatura), si no porque en 1940, cuando Blas estaba participando en la redacción de la Constitución, mientras mi padre lo esperaba en los jardines del Capitolio, se le acercó Caramés, en ese momento jefe de la policía de La Habana y le dijo algo que a mi padre no le gustó. Mi padre, hombre flemático y de poco hablar, lo miró, se levantó y le metió un piñazo. En ese momento Caramés pudo haber sacado la pistola y matado, pero no lo hizo. Lo ocurrido corrió como pólvora por la ciudad y si a mi padre siempre lo respetaron, a partir de entonces lo respetaron más.

Esa anécdota no me la contó mi padre, a él no le gustaba darse 'valijú' ni alardear de lo que hacía o dejaba que hacer. Me la contó Francisco Martínez Morell, secretario de Juan Marinello, cuando en 1975 trabajé en el Movimiento por la Paz. Tener 12 o 13 años y de prisa tiener que ocultar en tu blumer un papel que tu padre te ha dado, porque de dos carros se están tirando 6 u 8 militares y sientes como ya apresuradamente empiezan a subir los dos pisos, con sus armas en la mano, es algo que te marca para toda tu vida.

Una vez, mi madre estaba parada en el balcón y vio cuando por la calle Monte doblaban dos carros del SIM, que eran de color cremita. Se fue corriendo al cuartico donde mi padre pelaba, pero en ese instante estaba hablando con uno del PSP que había ido a entregarle un documento para Blas, lo sentó en la banqueta de madera, de su maletín de barbero sacó la tijera y el peine y empezó a pelarlo. Le dio a mi madre el documento y a ella no se le ocurrió mejor escondite que ponerlo debajo del cojín donde ponía los codos cuando se paraba en el balcón. Por suerte, el cojín tenía un relleno pesado y el documento estuvo allí las 2 o 3 horas que duró el registro: te abrían todas las gavetas, tiraban papeles y libros al suelo, levantaban los colchones, un gran reguero.

Quiero aclarar que jamás fui militante del Partido Socialista Popular y menos del Partido Comunista de Cuba. Nunca me ha gustado ser miembro de ninguna organización, sea política, sindical o cultural. Ni dirigir nada. Entre 1959 y 1995, año en que me hice periodista independiente, en Cuba laboré en más de una docena de lugares, bien como mecanógrafa, bibliotecaria, secretaria, maestra o reportera, de la revista Bohemia y los servicios informativos de la TV. En cada uno de esos sitios, trabajé mucho y traté de hacerlo bien, sin faltar ni llegar tarde y con rigor y profesionalidad.

El 10 de noviembre de 2012 cumpliré 70 años. Y por eso he querido dejar constancia de una experiencia traumática que pensé no volvería a vivir. Y la volví a vivir. Con otra dictadura, mucho más larga, con distintos métodos represivos, los dos terribles.

Uno no escoge a sus padres ni a su familia. Vine al mundo con una parte de mi familia, la materna, que creía en el socialismo y por eso luchó. Y aunque después todos -o casi todos- se desencantaron, es una etapa que no puedo borrar de mi vida. Ésos fueron los padres y los familiares que me tocaron y de ellos no voy a renegar.

Para otros no lo fue. Pero para mí, Fulgencio Batista fue tan malo como Fidel Castro.

8 comentarios:

  1. Muy de acuerdo contigo Tania....
    Batista y Fidel son simplemente dictadores, con diferentes matices si se quiere, pero DICTADORES.
    Batista quito la Constitucion del 40, restringio la vida politica del Pais y por medio de infames oficiales del ejercito y la policia, que no menciono nombres por quizas un equivocado respeto a sus sobrevivientes y los paramilitares Tigres de Manferrer cometio imnumerable3s crimenes y estoy de acuerdo con Montaner en que Fidel no fue la creacion de Batista (fue Grau Sanmartin) pero si la causa de su surgimiento. Si Batista no da el golpe de estado Fidel hubiera sido un ganster mas y hubiera muerto como tal..Hace falta tu franqueza pues hay mucha gente confundida.

    Braulio.

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  2. Le confieso que pócas cosas me resúltan tán interesantes como leé su blóg,tiende ud al ajuste histórico y eso dá el balánce necesario para hacerlo objetivo.Muy bueno este post.Un salúdo desde Stockholm.

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  3. Como ya hemos comentado por email no estoy de acuerdo contigo. La cita del indio o mestizo Benito Juárez no es acertada. La verdad de cada cual se respeta, pero se discute también, con respeto, y no con imposiciones a partir de vivencias personales. Las verdades se ponen en una balanza. Creo que al final de tu trabajo ejerces más el derecho a la balanza desmarcándote de la frase de Juárez, lo que es muy acertado de tu parte.
    Batista fue el hombre de los americanos hasta que quiso marchar por él mismo, pero eso ya te lo dije por email, y no voy a repetirme... Ojalá pueda terminar mi novela. Pero hay mucha literatura que se debería leer sobre Batista y escrita de su puño y letra también.
    Rafael Díaz-Balart no era el suegro de Fidel Castro, era el cuñado. Su hermana se casó con Castro. Por cierto, Castro tuvo una botella de Batista, durante ese matrimonio, por el que recibió un cheque de dos mil pesos de regalo el día de la boda, más dos lámparas de noche.
    No me extraña que Braulio haya sido el primero en comentar, es un elemento separatista, pero no en el buen sentido de la palabra.
    Nadie puede volver al pasado. No soy batistiana porque no tengo edad para haberlo sido. Pero hasta que los cubanos no reconozca sinceramente su pasado, con todos sus pros y sus contras, seguiremos hundidos en la obediencia a la mentira impuesta por Castro. Batista dio un golpe de Estado y convocó a elecciones en el 58, pero ya el pueblo cubano, ese pueblo cubano tan poco maduro estaba puesto para los guerrilleros y la basura que vino después, y las elecciones fueron boicoteadas. Gracias por el artículo y por tu punto de vista.

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  4. Querida Tania, ud tiene muchas cosas interesantes todavia que contar por lo que leo. Siento esa pesadilla batistiana que cayo sobre su familia, pero asi y todo esa pesadilla es incomparable con la del castrismo que ha destruido todas nuestras familias. El castrismo hizo una revolucion anticonstitucional a lo que Batista fue incapaz. Ud como periodista, historiadora, una personalidad responsable en la informacion, debiera aclarnos que su testimonio y sentir personal no puede "rencorizar" con la verdad historica. En Cuba, el unico comparable con Fidel Castro en cuanto a represion, crimenes y leyes antipopulares podria ser el condecorado Valeriano Weyler. Despues del golpe de Estado Batista preparo elecciones, nunca imagino aplatanarse en el poder como su coterraneo de Banes. Tampoco creo que buscar un eslabon culpable en la cadena de casualidades que llevaron a Fidel Castro al poder tenga sentido. La culpa no la tienen Batista ni Grau ni Diaz-Balart, la tiene el mismo pueblo cubano que todavia sigue viendo la politica de su pais como una cosa ajena.

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  5. Tienes toda la razon Tania, tanto Batista como Castro, con un desprecio hacia el pueblo cubano, acabaron con las esperanzas e ilusiones de miles de hombres y mujeres que sin deberlo se vieron llevados a la miseria o al exilio, a perder familiares en las carceles o en los paredones de fusilamiento. Los dos fueron y son culpables ante el sagrado pueblo cubano de asesinatos de lesa majestad y violaciones a los derechos humanos y jamas pagaran (uno ya fallecido) las injusticias que le propinaron a miles de seres humanos sin culpa alguna. Batista y Castro asesinos ante el mundo.

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  6. Hummm... pues vistas las cosas que vinieron después, a mí me parece que Batista fue muy blando con los comunistas. Si yo tuviera una especie de máquina del tiempo que además me permitiera suplantar a Batista en 1952, mi primera acción dentro de la nueva piel sería ordenar la ejecución extrajudicial de todos los elementos comunistas o comunistoides, así como el exilio de todos sus familiares, incluyendo los menores. Ya saben, para evitarle más de 50 años de sangre y lágrimas a millones de cubanos... bien valdría la pena exterminar la peste comuñanga.
    Respecto a los sufrimientos de esta señora, obviamente no fueron suficientes, debieron ser más, debió haber sufrido la muerte de todos los mayores de edad comunistas en su familia, así como el exilio y desarraigo. Quizás así se hubieran salvado muchos más inocentes. Por ejemplo, los infantes en el Remolcador 13 de Marzo.

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  7. Zoe, explicame que es eso de "elemento separatista". Posiblemente haya sido el primero en comentar por haberlo leido primero...digo yo.
    Carlos Prio era el presidente constitucional de Cuba faltando tres meses para las elecciones. Por esas cosas increibles que pasan, le dieron permiso a Batista para regresar a Cuba como candidato a la presidencia con la promesa de que respetaria el proceso. Ni corto ni perezozo, reunio a sus militares y dio el golpe de estado.
    Quito la constitucion del 40 e implemento sus"Estatutos constitucionales". Inmediatamente la juventud Cubana, que estaba inmersa en el adelanto politico del Pais, comenzo su protesta que se hizo evidente con la protesta estudiantil en el Stadium del Cerro y de ahi a las escalinatas de la Universidad. La represion no se hizo esperar y fue terrible, no los 20,000 muertos que Quevedo vergonzozamente publico (verguenza que lo persiguio hasta su suicidio) pero si fue terrible. La lucha se hizo en las ciudades, principalmente en La Habana y Santiago de Cuba no en La Sierra donde Fidel tenia un campamento de verano. En La Habana, los Carratala, Canizares y Ventura entre otros y en Oriente los Tigres de Mansferrer, hiccieron horrores. La FEU, la Juventud Comunista y la juventud en general dieron lo mejor de sus vidas para el restablecimiento constitucional de La Republica. La Operacion 0-3-0 (Cero cabaret, cero compras y cero cines) trajeron la economia a su punto mas bajo y fue la mayor influencia en la ida de Batista, en La Sierra podian haber seguido por 5 annos mas sin problemas.
    Es cierto que, igual que ahora, si no te metias en nada, vivias y se vivia mucho mejor que ahora,
    tambien es cierto que el gobierno de Batista hizo muchas y muy buenas Obras Publicas y la gente trabajaba y vivia bien de sus salarios pero
    aceptaban una dictadura que te dejaba vivir y si abrias la boca te mataba. Esa dejadez de cambiar la vida constitucional del Pais a cambio de tranquilidad es la misma que existe hoy en Cuba, la diferencia es que ahora, ademas de la Inconstitucionalidad, sufren hambre y miseria te metas o no en problemas eso es lo que da pie a los que no conocieron la Cuba de antes de Batista
    para pensar que Batista no era tan malo, pero, sin lugar a dudas son dos DICTADORES con la diferencia que uno lo fue por la fuerza pero el pueblo se lo quito de encima y el otro lo es porque el pueblo le dio permiso y ahora no pueden quitarselo de arriba.

    Braulio...

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  8. Y LO DE LAS ELECCIONES EN EL 1958 NO ES MAS QUE UN SOFISMA, PREGUNTENLE AL oRTODOXO PELAYO CUERVO QUE AMANECIO ASESINADO UNA MADRUGADA EN EL LAGUITO DE MIRAMAR...

    bRAULIO.

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