Por Roger Salas, Madrid
El poeta y escritor David Lago González murió el martes 18 en un hospital madrileño. Había nacido en Camagüey (Cuba) el 21 de mayo de 1950. Emigró con su madre, ya viuda, a Madrid en 1982 y tuvo en exilio repleto de penalidades. En sus escritos contó repetidas veces su larga etapa como friegaplatos de un restaurante chino. Era un poeta poseedor de un estilo desgarrado con el que labró su obra casi en silencio. Ante la indiferencia, acudió desde muy pronto a la autoedición, convencido de que debía dejar impreso el corpus principal de su trabajo.
Desde su adolescencia estuvo vinculado a un grupo de artistas y escritores jóvenes de Camagüey que fue muy perseguido por la Seguridad del Estado cubano; pasó por largas detenciones e interrogatorios y fue finalmente relegado a trabajos que en la práctica eran un castigo hasta su salida del país, una vez que fracasó su primer intento en 1980 con la emigración masiva de El Mariel; su casa camagüeyana se convirtió entonces en refugio de artistas perseguidos.
Ya en Madrid, logró recuperar parte de su obra abandonada en la isla, y ordenó y reescribió las suyas y se esmeró en la conservación de las de sus compañeros de generación, entre ellos, Carlos Victoria, también prematuramente desaparecido. Con la llegada de Internet, David Lago se centró en tres blogs que mantenía muy activos y a la vez: El Penthouse de Heriberto, Indicios de desorden y Strawberry fields forever, desde donde mantenía a sus lectores informados de sus quehaceres con la materia poética, a la vez que sostuvo una ejemplar y vertical postura de oposición a la dictadura comunista que padece Cuba. En sus últimas voluntades dejó expresamente dicho que sus cenizas nunca debían volver a la isla y que su obra no se publicara allí mientras no hubiera un firme cambio democrático y desapareciera la égida de los hermanos Castro.
Lanzó unas peculiares ediciones propias, de carácter artesanal, que el propio Lago calificaba de "semiclandestinas": la Colección Timbalito, donde Lago publicaba su obra y la de otros cubanos, tanto del exilio como de la isla. En Madrid sacó dos libros en la editorial Betania: Los hilos del tapiz y La resaca del absurdo. Sus últimas tres obras fueron Los sonidos del silencio (ensayo poético sobre la represión y el ostracismo); Memorias del Este y Old spice (estos dos de poesía), todos en la editorial Hoy No He Visto el Paraíso. Los manuscritos, libros, fotografías y otros materiales literarios de David Lago serán custodiados en la Cuban Collection Heritage de la Universidad de Miami.
El País, 21 de octubre de 2011
La inesperada desaparición física de David Lago González, ha sido uno de los sucesos tristes del 2011...Descanse en Paz el artista y el cubano digno.Felicidades y bendiciones Tania, Iván y Laritza!!!!!
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