Suiza no tiene ninguna religión oficial de Estado, aunque la mayoría de los cantones (excepto el de Ginebra y el de Neuchâtel) reconocen sus propias iglesias oficiales. En todos los casos incluyen la Iglesia Católica y la Iglesia Reformada de Suiza, financiadas con el impuesto eclesiástico. Estas iglesias, y en algunos cantones la iglesia católica antigua y las congregaciones judías, son financiadas por diezmos pagados por los creyentes.
El cristianismo es la religión predominante en Suiza, dividido entre la iglesia católica (41,8% de la población) y varias iglesias protestantes (40%). La inmigración ha traído el islam (4,3%, predominante entre los kosovares y los turcos) quue junto con la iglesia ortodoxa (1,8%) son las minorías religiosas más importantes. La encuesta del Eurobarómetro de 2005 arrojó que el 48% de los suizos entrevistados era creyente, el 39% expresó creer en "un espíritu o una fuerza de la vida", el 9% era ateo y el 4% agnóstico. El 30 de noviembre de 2009, mediante referendo, el 57.5% de los suizos votó a favor de la prohibición de la construcción de minaretes (mezquitas) en Suiza. La votación ocasionó protestas de musulmanes en varios países.
El país ha estado históricamente dividido entre los católicos y los protestantes, con una compleja mezcla de territorios con mayorías católicas y protestantes por todo el país. En 1597, el cantón de Appenzell fue oficialmente dividido en dos para los católicos y protestantes.Las ciudades más grandes (Berna, Zürich y Basilea) son predominantemente protestantes. El centro del país, así como el Ticino, son tradicionalmente católicos.
La constitución federal de 1848, debido a los enfrentamientos entre los cantones católicos y protestantes que culminaron en la Sonderbundskrieg, define al Estado como consociacional, permitiendo la coexistencia pacífica entre ambos grupos. En 1980 se votó una iniciativa para separar completamente la Iglesia y el Estado, pero fue rechazada, con sólo el 21,1% de la población a favor.
La cultura de Suiza está influenciada por los países vecinos, pero a través de los años se ha desarrollado una cultura distinta e independiente con algunas diferencias regionales. En particular, las regiones francófonas se orientaron más hacia la cultura francesa. En general, los suizos son conocidos por su larga tradición humanitaria, ya que Suiza fue el lugar de nacimiento del movimiento de la Cruz Roja y alberga al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. En la Suiza alemana están más orientados hacia la cultura alemana, aunque los hablantes del suizo alemán se identifican estrictamente como suizos debido a la diferencia entre el idioma alemán y los dialectos del suizo alemán. En la Suiza italiana se percibe mayormente la cultura italiana. En resumen, cada región tiene una conexión cultural más estrecha con el país vecino que comparte el mismo idioma. La cultura romanche, lingüísticamente aislada en las montañas del este de Suiza, se esfuerza por mantener viva sus tradiciones y también su lengua.
Muchas zonas montañosas están altamente conectadas con las culturas deportivas del esquí en invierno y del senderismo en verano. A lo largo del año, algunas zonas tienen una cultura de ocio para atraer el turismo, en primavera y verano, a las estaciones más tranquilas, cuando hay menos visitantes y mayor presencia suiza. Una tradicional cultura de granjas y cultivos también predomina en algunas regiones y las pequeñas granjas continúan omnipresentes en las afueras de las ciudades.
En el cine, las producciones estadounidenses conforman la gran mayoría de los estrenos en las carteleras, aunque varias películas suizas han tenido éxito comercial.El arte folclórico se mantiene vivo gracias a organizaciones ubicadas a lo largo del territorio nacional, donde se fomenta la música, la danza, la poesía, la talla de madera y el bordado. La trompa de los Alpes, una trompa hecha de madera, junto con el yodel y el acordeón, se han convertido en el símbolo internacional de la música suiza tradicional.
Como desde su fundación en 1291 la confederación estuvo compuesta casi exclusivamente por regiones de habla alemana, las primeras obras literarias están en alemán. En el siglo XVIII, el francés se convirtió en el idioma de moda en Berna y otras regiones, mientras la influencia de los aliados francófonos y otros territorios se iba marcando más que antes.
Entre los autores clásicos de la literatura suiza en alemán se encuentran Jeremias Gotthelf (1797-1854), Gottfried Keller (1819-1890) y Conrad Ferdinand Meyer (1825-1989). Los cuatro máximos representantes de la literatura suiza del siglo XX son Carlo Spitteler (1845–1924) (Premio Nobel de Literatura en 1919), Robert Walser (1878-1956), Max Frisch (1911-1991) y Friederich Dürrenmatt (1921-1990), autor de Die Physiker (Los físicos) y Das Versprechen (La promesa).
Los escritores suizos francófonos más prominentes son Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), Germaine de Stael (1766-1817) y Benjamin Constant (1767-1830). Autores más recientes incluyen a Blaise Cendrars (nacido Frédéric Sauser, 1887-1961), a Charles Ferdinand Ramuz (1878-1947), cuyas novelas describen la vida de los campesinos que habitaban las zonas montañosas, en una época decadente, a Gustave Roud (1897-1976) y a Philippe Jaccottet (1925). Autores de habla italiana y romanche también han contribuido a la literatura suiza, pero de una forma más modesta.
Probablemente, la creación más famosa de la literatura suiza sea Heidi, la historia de una niña huérfana que vive con su abuelo en los Alpes, uno de los libros para niños más populares en el mundo que se ha convertido en un símbolo de Suiza. Su creadora, Johanna Spyri (1827-1901), escribió otras obras con temas similares.
La libertad de prensa y el derecho de libre expresión están reconocidos por la Constitución de Suiza. La Agencia de Noticias Suiza (SNA) transmite durante todo el día información sobre política, sociedad, economía y cultura en los tres idiomas oficiales. La SNA es la que aporta casi todas las noticias sobre Suiza, y varios servicios de noticias extranjeros colaboran con ella.
Swissinfo es una plataforma de noticias e informaciones en varios idiomas.
Históricamente, Suiza ha tenido el mayor número de periódicos publicados en proporción a su población y tamaño. Los periódicos más influyentes son el Tages-Anzeiger, el Neue Zürcher Zeitung (en alemán) y Le Tempes (en francés). Pero casi cada ciudad cuenta con un periódico local. La diversidad cultural del país contribuye a la publicación de múltiples periódicos.
En contraste a los medios impresos, las radiodifusoras siempre han estado en gran parte bajo el control del gobierno. La Radiodifusora Suiza, cuyo nombre recientemente se cambió a SGR SSR idée suisse, es la encargada de producir y transmitir varios programas nacionales de radio y televisión. Los estudios de la SRG SSR están distribuidos a través de las diferentes regiones lingüísticas. Los programas de radio son producidos en seis estudios centrales y cuatro estudios locales, mientras que los programas de televisión se realizan en Zürich (SF), Ginebra (TSR), Lugano (RTSI) y Coira (RTR). Una gran compañía de transmisión por cable también permite el acceso de la población suiza a los programas de países vecinos.(Continuará)
Foto: Concierto con trompas de los Alpes en Vals, Graubünden, Suiza.
Suiza es un gran país, uno de los mejores para exiliarse, porque ellos son muy selectivos. Muy buen compendio de posts, felicidades.
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