Hace unos años, las autoridades pusieron en marcha el Plan 23, con el propósito de reparar las caferías y restaurantes que brindan servicios en moneda nacional en la céntrica calle 23 del Vedado, que se extiende desde el malecón al puente Almendares, y es una de las más populares de la capital. La terminación de la obra fue un regalo para los habaneros.
Hoy, la inversión del Plan 23 se ha evaporado. Los establecimientos gastronómicos, dotados en 2008 de algunas comodidades y un menú relativamente variado, muestran nuevamente una depauperación alarmante.
La meta original de satisfacer de manera permanentemente las necesidades del público que transita por 23, no se ha logrado. El plan fracasó y lo hecho se ha esfumado; ahora se requeriría mucha voluntad para volver a reanimar la calle.
Después de 50 años de comunismo, a pesar de los esfuerzos por rescatarla, y quizás como un reflejo en menor escala de la realidad de todo el país, mucho dista 23 de ser lo que otrora fue.
En estos tiempos exhibe una escuálida y penosa red de depauperados timbiriches, con lugares como la venta de café, frente la heladería Coppelia; la Casa del té, en 23 y G; la Cafetería de F; el restaurante Loipa, en 10 y 23; La pelota, en 12 y 23; la venta de perros calientes, en 16 y 23 y La cuevita, entre otros desastres. El aspecto y la atención de estos lugares deberían ser razón más que suficiente para no tomarse ni un café en ellos.
Ya no basta con otro “plan” o inversión que a la postre languidezca por la endémica falta de constancia en su mantenimiento. Quizás funcionaría algún plan que brindara a los trabajadores de los negocios algún incentivo económico, como la participación legal en las ganancias, y los haga realmente involucrarse en el cuidado del prestigio y el buen funcionamiento de los lugares.
Un poco de capitalismo, una manera de eliminar las causas del desinterés y la corrupción que han generado la nueva decadencia de los negocios en esta calle, y en todo el país.
Muchos que peinan canas recuerdan lo que era la Calle 23 hace medio siglo, algo que los jóvenes no conocieron. Casualmente, en estos días circula de mano en mano por La Habana, en memorias flash y CD’s un video de los años 50 sobre la famosa calle habanera, que ha causado sensación. Los jóvenes quedan boquiabiertos al verlo.
Aunque no ha perdido su importancia para los habaneros y sigue siendo uno de los principales puntos de encuentro de la capital, lejos está 23 de ser lo que fue en el capitalismo, por más que se esfuercen en reconstruirla con “planes” socialistas.
Cubanet, 24 de junio de 2011
Foto: HGabrielH. Tramo de 23 entre 10 y 12, Vedado.
microjet
ResponderEliminarQuitaron un país y pusieron otro.