Por Tania Quintero
En 1933, el fotógrafo estadounidense Walker Evans (1903-1975) estuvo tres semanas en Cuba. Entre las muchas fotos que tiró en La Habana, se encuentra una titulada People in Dowtown. En ella se ven cuatro cubanos comunes y corrientes con sombreros de la época, usados por las distintas clases sociales.
Detrás, hileras de revistas Bohemia, Carteles y otras que a pesar de no apreciarse bien sus nombres, se deducen están dedicadas al mundo del cine. Han sido puestas como entonces solían hacer los vendedores criollos: prendidas con palitos de madera, de los utilizados para colgar la ropa en la tendedera.
Pero en quien quiero que se fijen es en el hombre de la raza negra a la derecha, furtivamente mirando a la cámara. Les propongo hagan un ejercicio de abstracción e imaginen que ese hombre es el protagonista del documental Cuarteles 11, de 10:16 minutos de duración y que al final pueden ver y escuchar.
Fue realizado en 2001 por Carlos Vera, joven ecuatoriano estudiante en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en las afueras de la capital. El escenario es un solar de la Habana Vieja, en la calle Cuarteles No. 11, de ahí el título. Vera escribió en You Tube que su documental está dedicado a los que hablan de la realidad cubana sin conocerla. Y aclara que fue censurado en su momento en la isla, aunque ha sido exhibido en más de diez países.
Al viejo todos mis respetos y mis lágrimas. Al hijo, todo mi desprecio y asco: Ese tipo es uno de los que mañana podría ser bloguero de los que les gusta vivir del cuento.
ResponderEliminarQué pena que la gente buena se muere, la otra se apodera del país.
Gracias, Tania, por el documental. Se queda uno con la boca seca.
ResponderEliminarMagnifico, Tania!
ResponderEliminarY pensar que en Cuba est�n multiplicados los Robertos hijo y padres,deprimente
ResponderEliminarHasta en la forma de expresarse hay una marcada diferencia entre las generaciones del antes y el despues. Pobres viejos. Pobre nueva generacion tan perdida e ignorante.
ResponderEliminarCU:
ResponderEliminarel hijo es una sanguijuela, viviendo del padre y acostumbrado como muchos alla, a que todo se los pongan en las manos sin doblar el lomo. Es muy triste el documental, desgarrador.