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lunes, 2 de mayo de 2011

Nueve años para dar a luz un libro

Por Tania Quintero

El libro que a partir del 11 de mayo podrán leer en este blog, en vez de nueve meses, demoré nueve años en parirlo: desde diciembre de 2002 hasta mayo de 2011.

En La Habana lo empecé a escribir y en La Habana lo dejé, a medias. Dos veces lo aborté, en 2005-06, viviendo ya como refugiada política en Lucerna. Y volví a engavetarlo.

Para mi 68 cumpleaños, el 10 de noviembre de 2010, quise desempolvarlo y subirlo a mi blog. Mi computadora, que está como La Habana, que no aguanta más, se rompió. Empecé a prepararlo para darlo a conocer el pasado mes de marzo, pero el administrador de mi blog, tuvo que hacer un viaje de trabajo a China y Tailandia. Finalmente, vendrá al mundo el miércoles 11 de mayo de 2011.

Soy periodista de la vieja escuela, y aunque no domino las nuevas tecnologías (no tengo cámara digital, ni celular, no sé pasar sms ni tuiters y no me he apuntado a facebook ni otra red social), Periodista, nada más, esas 61 cuartillas inéditas e inconclusas, no serán presentadas en papel, como un libro tradicional, que luego la gente tiene que comprar, y si no lo compra, envejece en las estanterías. No. No quiero eso para un libro que logré salvarlo de la fogata totalitaria cubana.

Por eso preferí internet a una editorial. En la red puede ser leído y comentado por quien desee, cuando lo desee. Gratis.

Sin que los lectores tengan que gastar un centavo. Sin que medie dinero, de nadie ni para nadie. Sin valijú, a no ser el banner que desde el 22 de abril se situó en el blog Desde La Habana, en la parte superior, a la derecha. Y que por iniciativa propia, Zoé Valdés, Liu Santiesteban y Joan Antoni Guerrero reprodujeron en sus blogs.

Eso sí, saldrá con el prólogo y el epílogo que hace seis años me escribieron dos amigos periodistas. También con dedicatoria y agradecimientos. Originalmente no lo estructuré en capítulos,  sino por entregas. Ahora, al pasarlo a formato digital, cada post es una entrega. Los textos online ofrecen más posibilidades que las páginas impresas. Permiten, por ejemplo, poner links y videos.

De los cerca de 35 links a lo largo de los 24 posts, hay tres que por sí solos dan para un libro: Cubanos en período especial, Brasil en mi vida y Harry Potter y la revolución escatimada (los tres testimonios se pueden localizar en este blog).

En Periodista, nada más, verán fotos y fotocopias de mi album personal. El resto de las imágenes, de Google, y los videos, de You Tube. No hay exclusividad, todo es libre y gratuito.

La redacción, sencilla y directa, acorde a mi estilo. Los hechos contados son verídicos. Así ocurrieron. Sin alardes ni exageraciones. Menciono las fechas lo más exactas posibles y a las personas por sus nombres y apellidos, salvo excepciones.

Es la vida que me tocó vivir en un país que no escogí. Tampoco escogí a mis padres y a mi familia. Pero estoy orgullosa de haber nacido en La Habana, Cuba, en 1942, y de haber sido la hija única de José Manuel Quintero Suárez y Alejandrina del Carmen Antúnez Aragón. No conocí a mis abuelos, Manuel y Luis, pero sí a mis abuelas, Matilde y Francisca. Orgullosa y mucho, estoy también de mis dos hijos, Tamila e Iván, y de mis dos nietas, Yania y Melany, unos en Lucerna, otros en La Habana.

Mi familia paterna era de Cienfuegos y la materna de Sancti Spiritus. No tuve hermanos, pero sí muchos primos, 25 en total. Jorge y Miriam, murieron hace tiempo, me quedan 23, en varias provincias. Trece primas (Lydia, Nilda, Sonia, Sara, Teresa, Nieves, Beatriz, Vilma, Dulce, Flora, Esperanza, Clotilde y Arelis) y diez primos (Abelardo, Agustín, Francisco, Vladimiro, Joaquín, Orlando, Moisés, Fidel, Mario y Luis). Y primos segundos, o sea, los hijos de mis primos, el doble o más.

En total tuve doce tíos. Cinco por parte de padre (Máximo, Agustín, Adelaida, Victoria y Cuca) y siete por parte de madre, de los cuales seis ya fallecieron: María, Dulce, Cándida, Teresa, Avelino y Mario, todos con más de 80 años. Vivo me queda uno, Luis, quien ya cumplió los 90.

De mi vida forman parte también los amigos. Muchos, cubanos y extranjeros. Varios son mencionados en esas 61 cuartillas, salvadas de la represión en marzo en 2003 y que un día de marzo de 2004 volaron de La Habana a Lucerna.

Pese a que familiares y amistades están presentes, el peso del libro lo ocupa mi paso por el periodismo en Cuba. De ahí el título: Periodista, nada más. Del 11 de mayo al 3 de junio, en este blog.  
¡Están todos invitados!


Foto de Ester Michel. Aparece en la entrevista que me hiciera el periodista suizo Hugo Berchtold y que con el título Flucht vor Fidels Terror fuera publicada el viernes 13 de febrero de 2004
en el Luzerner Zeitung, el periódico de Lucerna. 

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