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viernes, 8 de octubre de 2010

"Ese vestido me ha cambiado la vida"

Por Juan Castro Olivera, AFP
"Después de ese vestido para Michelle Obama me ha cambiado la vida", cuenta Isabel Toledo, la diseñadora de moda cubano-estadounidense que tras décadas de trabajo artístico para la élite ahora quiere llegar a bolsillos menos pudientes, con producciones de bajos precios.
Con una carrera de 25 años junto a su esposo Rubén Toledo en su estudio de la isla Manhattan, en Nueva York, Isabel admite que aquel modelo color limón con guantes verdes que lució la primera dama estadounidense para la inauguración presidencial, el 20 de enero de 2009, fue una bisagra en su carrera y su vida personal.
"Al día siguiente que el vestido se viera en todo el mundo tenía la puerta de mi casa plagada de reporteros y cámaras de televisión, y me di cuenta que ya no sería la misma", dijo la diseñadora, de 49 años, en una entrevista con AFP.
"Trabajé durante muchos años en forma privada, en silencio. Mi estilo no era estar en el 'glamour' de lo que es la moda, pero de repente... pasé a formar parte del jet set mundial", dice riendo.
En los últimos dos años, además de continuar diseñando vestidos para la esposa del presidente de Estados Unidos, a Isabel Toledo le llueven pedidos de todo el mundo por confecciones que vende entre los 3.000 y los 10.000 dólares.
Pero desde el mes próximo, precisamente el 7 de septiembre, zapatos y carteras diseñados por su estudio serán comercializados por el gigante Payless, que ofrecerá los productos por entre 35 y 60 dólares en sus tiendas en todo Estados Unidos.
"Yo sé hacer trabajos muy exclusivos, muy especiales, y no quería perder esa esencia al pasar al gran mercado. Creo que logré una buena fusión con un producto que mantiene mi identidad, mi carácter", dijo la artista, que presentó su nueva línea el miércoles en Miami.
"Es un honor para mí poder llegar a tanta gente y también siento que es un regalo", dice pensando en lo accesible que serán los zapatos en relación al costo que tienen sus vestidos.
Y asegura que "en estos tiempos difíciles de crisis es bueno lograr un buen balance. Sigo haciendo trabajos muy exclusivos, pero también algo masivo al alcance de todos".
Como miles de exiliados cubanos, Isabel Toledo llegó a Miami desde La Habana cuando tenía 6 años, pero se trasladó con su familia a Nueva Jersey, donde una mujer que ayudaba a su madre con las tareas del hogar le enseñó las primeras lecciones de costura.
El mismo camino desde Cuba recorrió en 1968 su actual esposo, Ruben Toledo, a quien conocería más tarde en una escuela secundaria en las afueras de Nueva York.
La pareja lleva junta casi tres décadas, en las que lograron edificar el reconocido estudio Toledo-Toledo que hoy recibe pedidos de jovenes modistas de todas las latitudes que quieren una pasantía para aprender junto a ellos.
"Diseño porque lo necesito para mí misma, para saber qué me voy a poner". Y define su estilo como algo que traspasa lo visual. "Tengo ese sabor que puede definirse en pensar y saber transmitir en ropa algo que siento. No es visual lo mío, es un sentir. Te puedo vestir una emoción", confiesa Isabel Toledo.

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