Por Iván García
Tenía entonces 14 años y estudiaba en la secundaria. Al igual que otros adolescentes me enteré. Pero ni soñar en poder asistir. Aunque el gobierno lo mantuvo en secreto y muy controlado, por La Víbora, mi barrio, corrió el rumor de que músicos americanos iban a actuar en La Habana.
Y actuaron. Del 2 al 4 de marzo de 1979, durante el Encuentro Cuba-USA, también conocido por Havana Jam. En el teatro Karl Marx, en ese momento sede de más actos politicos que culturales.
A los americanos los hospedaron en Marazul, un hotel a pie de playa, a unos 20 kilómetros del centro de la ciudad. Todo envuelto en un manto de misterio, como años después han contado músicos cubanos en un video.
"Yo tuve la suerte de conseguir invitaciones. El teatro estuvo lleno con la 'crema' de la sociedad de aquel entonces, es decir, los hijos e hijas de comandantes y 'pinchos' (dirigentes)... Hubo frío esos tres días y la mayoría de la gente fue vestida con lo mejor que tenía", recuerda una persona que se identifica con el seudónimo Quang.
El Havana Jam tuvo un trasfondo político. En 1977, los presidentes Jimmy Carter y Fidel Castro, habían comenzado a rebajar tensiones. Se abrieron las Secciones de Intereses en La Habana y Washington. Castro y Carter aspiraban a la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y la eliminación del embargo.
En ese contexto, en 1978 el director de la CBS Records, Bruce Lundvall, y el presidente de la Fania Records, Jerry Masucci, decidieron abrir una ventana musical. La parte cubana estuvo presidida por el ministro de Cultura, el insípido Armando Hart.
Por Estados Unidos, los músicos participantes fueron Billy Joel, Rita Coolidge, Kris Kristofferson, Billy Swan, Mike Finnegan, Bonnie Bramlett, Stephen Stills, The Trio of Doom (John McLaughlin, Jaco Pastorius y Tony Williams), Weather Report, CBS Jazz All-Stars, con Stan Getz, Dexter Gordon y Woody Shaw, y Fania All-Stars con Rubén Blades, entre otros.
Por Cuba, Pablo Milanés, Elena Burke, Juan Pablo Torres, Sara González, Frank Emilio, Zaida Arrate, Tata Güines, Pacho Alonso, Los Papines, Manguaré, Orquesta de Santiago de Cuba, Conjunto Yaguarimú, Cuban Percussion Ensemble, Orquesta Aragón e Irakere, con Chucho Valdés, Paquito D'Rivera y Arturo Sandoval, entre otros.
Billy Joel actuó el último día, el 4 de marzo. Debe haber interpretado Rosalinda's Eyes, que en una estrofa dice: Oh Havana I've been searching for you everywhere/ And though I'll never be there/ I know what I would see there/I can always find my Cuban skies/ In Rosalinda's eyes.
Pero no quedó constancia. Billy Joel no quiso recibir dinero por participar en el Havana Jam y no permitió que grabaran su actuación. También, dijo, porque los cubanos eran pobres y no podrían comprar el disco.
El cantante, pianista y compositor niuyorkino tenía una motivación extra para viajar a la isla. En esa época, su padre, Howard Joel, se encontraba viviendo en Cuba.
Billy Joel tuvo ocasión de hablar con jóvenes cubanos por la playa de Santa María, donde radica el hotel Marazul. Quedó muy sorprendido cuando supo que estaban al tanto de su música. Ellos le dijeron que se enteraban por emisoras de onda corta. Esos días cogió tanto sol que parecía un mulato de ojos azules. En la portada de People se puede ver:
Del Cuba-USA'79 quedaron dos discos: Havana Jam I y Havana Jam II. Y la esperanza de que no haya que esperar 31 años, para que músicos cubanos y estadounidenses de altos quilates vuelvan a actuar juntos. En Washington o en La Habana.
Foto: Tom Zito. Billy Joel en la Plaza de la Catedral de La Habana.
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