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viernes, 28 de mayo de 2010

Los santeros del Servicio Secreto (III y final)

En 1995, un exoficial del servicio secreto cubano que desertó en Estados Unidos, escribió para el FBI un informe sobre el uso de la hipnosis, la parapsicología y las drogas en las operaciones de la Dirección General de Inteligencia cubana. Dicho informe acabó por filtrarse al diario El Nuevo Herald de Miami, que publicó sus fragmentos más interesantes.
La veracidad de la información contenida en el escrito fue confirmada por tres exagentes de la inteligencia cubana actualmente en el exilio, como el excapitán de la inteligencia castrista Carlos Cajaraville. Buena parte del informe se centra en el trabajo desarrollado por el coronel de la DGI Eduardo Rodríguez, fundador de los órganos de la Seguridad del Estado tras el triunfo de la Revolución, antiguo guerrillero de la Sierra Maestra y el mayor experto en Cuba sobre los métodos de trabajo de la CIA. Además, Rodríguez parece que era un apasionado del mundo de la parapsicología y un gran estudioso del proyecto de control mental Mk-Ultra, desarrollado durante los años 60 y 70 por la CIA.
A principios de la década de los 80, el agente recibió el encargado de preparar a diversos agentes que serían enviados a realizar misiones al extranjero. Según se desprende del informe obtenido por El Nuevo Herald, Eduardo Rodríguez manejó directamente las investigaciones sobre hipnosis.
Un hecho muy distinto ocurrió en el 2000, durante el encuentro de unas horas entre el niño balsero Elián González y sus dos abuelas, en el domicilio de sor Jeanne O'Laughlin, rectora de la Universidad de Barry, en Miami Beach. Las abuelas mordieron la lengua de Elián, una práctica que, como puso de manifiesto, Guillermo Cabrera Infante, es típica de la santería. Días después, las abuelas del pequeño justificaron su extraña actitud declarando que "sólo seguimos instrucciones". Acaso alguien desde el gobierno cubano les ordenó realizar esa práctica mágica para lograr el regreso del niño? Para los líderes del exilio la respuesta es sí, categóricamente.
A las 5.15 horas del sábado 22 de abril del 2000, más de 20 agentes federales fuertemente armados entraron en la casa de los familiares del niño en la Pequeña Habana en Miami. Minutos después salen con el niño en brazos. El 18 de junio, Elián pasó el día junto a su padre, Juan Miguel González, y otras personas, en una casa en Maryland, bajo la férrea custodia de agentes castristas. Docenas de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión se arremolinaban tras el vallado del jardín de la residencia.
En una de las instantáneas publicadas en la prensa se fijaron algunos santeros de Miami.
En la foto se distingue lo que parece ser una figura de Elegguá. Además, varios santeros que se encontraban junto a los periodistas, escucharon en el interior de la casa la característica música de tambor que suena en un "toque de santo", ritual en el que los orishas poseen a los santeros para bailar y hablar a través de su boca (ver fotos al final).
Finalmente, el 28 de junio, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ordenó el regreso de Elián a Cuba, dando así por terminado este complicado affaire. Para los santeros y babalaos de Miami, el regreso a Cuba del Elegguá-niño suponía que Castro había ganado la guerra mágica. Y Fidel seguiría manteniendo el poder por muchos años más.
Tomado del libro Claves ocultas del poder mundial, de los periodistas españoles José Lesta y Miguel Pedrero. Editorial Edaf, 2006.
Fotos de la "actividad" realizada el domingo 18 de junio de 2000, en el 12719 de Connecticut Avenue, en Silver Spring, Maryland, domicilio de un santero, y donde supuestamente se habría hecho un trabajo de santería con Elián. Tomadas de http://qbanrum.tripod.com/eliansday-1.html

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