Google
 

lunes, 3 de agosto de 2009

Retro-nostalgia (I)


Por Tania Quintero

Porque recordar es volver a vivir, me hizo feliz saber que desde finales de 2008 los diez millones de fotos pertenecientes a los archivos de la revista LIFE han sido puestos a disposición de los internautas. Sobre todo por tener la posibilidad de revivir la época en que nací y crecí, en la década de 1940-50. En la foto inicial, realizada por Thomas Mcavoy en 1949, aparece una casita, uno de los juguetes que más desée y que un 6 de enero, no recuerdo ahora el año, los Reyes Magos me trajeron. Antes de la casita, tuve un muñeco, muy parecido al fotografiado por Nina Leen en 1942.


Cuando era niña, juguetes sólo recibía de Melchor, Gaspar y Baltazar, Los Tres Reyes Magos, a quienes sin falta escribía una cartica. Y como siempre me portaba bien y sacaba buenas notas, me traían lo que pedía. No era mucho, pues mis padres me habían advertido que "los camellos de los Reyes no podían cargar demasiado, pues Cuba quedaba muy lejos del Lejano Oriente y el viaje era muy largo".

Las niñas de clase media y alta, tenían hasta un cuarto para jugar, como la fotografiada por Gordon Parks en 1953.


Pero yo era pobre. Dependíamos de los pelados y afeitados que mi padre, barbero ambulante, hacía a domicilio. Mi madre lavaba y planchaba "para la calle". Al principio, con una plancha de carbón, igual a la usada por esta alemana, retratada por Carl Mydans en 1954.


Al igual que ella, mi madre planchaba sobre una mesa, previamente "vestida" con dos colchas o frazadas viejas. Los chinos del tren de lavado que había en mi cuadra, también planchaban en mesas y con esas mismas planchas. Quien no tenía carbón en su casa, podía calentarla en otro tipo de candela. Antes de pasarla por la ropa, se pasaba por un paño, para eliminar cualquier suciedad. Años después tendríamos una plancha eléctrica y una tabla de planchar, similar a la de esta foto, realizada por Nina Leen. Lo que no teníamos era televisor, ni un cuadro y adornos como ésos. (Continuará)



No hay comentarios:

Publicar un comentario