Por Tania Quintero
Hélo aquí, con un equipo estudiantil de baloncesto. Si aislamos su imagen pudiera ser un mulatico habanero
con un "espeldrun" discreto, como el usado por mi hijo en los años 70-80. Su raro nombre no ha impedido que hoy él, su esposa y sus dos hijas figuren entre los personajes más populares de casi todo el planeta -y escribo "casi", porque en el Congo, Irak, Afganistán o Sudán, entre otras naciones en conflicto, debe haber gente que nunca han oído hablar de Barack Hussein Obama. Mas eso no tiene mayor importancia, siempre y cuando los grandes medios tengan en la familia Obama suficiente trigo para que su molino muela las 24 horas.
Hasta lo más mínimo de los Obama es noticia: el pie de limón que hace Michelle; la mascota que tendrán en la Casa Blanca; la invitación a Maila y Sasha al programa Hannah Montana; el puesto que Barack dará a Hillary Clinton o las apuestas sobre cuáles republicanos moderados incorporará a su gobierno.
Todos están contentos: fotorreporteros; analistas políticos; periodistas de redacciones internacionales; diseñadores de modas; comentaristas de noticias del corazón; intelectuales, músicos, artistas o estadistícos de beisbol, como Nate Silver, cuyos pronósticos sobre la victoria obamista lo han convertido en estrella mediática (http://www.elmundo.es/elmundo/2008/11/11/comunicacion/1226401976.html).
Pero los más eufóricos son los que donaron dinero para su campaña y quienes, indecisos o no, le dieron su voto al senador demócrata de Illinois. Ahora, claro, quieren ser tenidos en cuenta. Los hispanos piensan convocar a una gran marcha en Washington, el 21 de enero, al día siguiente de su toma de posesión. Para que Obama no olvide a los millones de latinos que le votaron ni algunas de sus demandas: parar las redadas, legalizar la inmigración ilegal y aprobar una ley migratoria justa y humana.
Como la esperanza es lo último que se pierde y soñar no cuesta nada, en Cuba mucha gente también espera que la llegada de Obama a la Casa Blanca les dé lo que dos hermanos en medio siglo no les ha dado. O al menos que les aligere la jaba de la supervivencia diaria.
Si para los cubanos de a pie Obama va en camino de transformarse en un nuevo Elegguá, ese orisha que abre todos los caminos, en Africa y en particular en Kenia, tierra de sus ancestros paternos, es el mismísimo Dios, futuro salvador de un país y un continente.
Las magias de Harry Potter se han desvanecido ante los flashes alrededor de Obama y su familia. El presidente de Cuba puede visitar a cada uno de los damnificados en tres huracanes o su hermano todas las semanas lanzar un libro: esas informaciones no van a acaparar titulares si ese día Obama comparece ante la prensa o es entrevistado en una de las principales cadenas estadounidenses. La única noticia capaz de convertirse en Breaking News y robarle Headlines a Barack Obama sería la muerte de Fidel Castro. Y esa noticia, por lo que se ve (y pese a lo deteriorado de su aspecto en la foto al lado de un religioso de la iglesia ortodoxa rusa) está lejos de producirse. Al menos en lo que resta de 2008.
Foto tomada de http://weblogs.newsday.com/sports/watchdog/blog/2008/04/barack_obama_goes_left_when_dr.html
Hélo aquí, con un equipo estudiantil de baloncesto. Si aislamos su imagen pudiera ser un mulatico habanero
con un "espeldrun" discreto, como el usado por mi hijo en los años 70-80. Su raro nombre no ha impedido que hoy él, su esposa y sus dos hijas figuren entre los personajes más populares de casi todo el planeta -y escribo "casi", porque en el Congo, Irak, Afganistán o Sudán, entre otras naciones en conflicto, debe haber gente que nunca han oído hablar de Barack Hussein Obama. Mas eso no tiene mayor importancia, siempre y cuando los grandes medios tengan en la familia Obama suficiente trigo para que su molino muela las 24 horas.
Hasta lo más mínimo de los Obama es noticia: el pie de limón que hace Michelle; la mascota que tendrán en la Casa Blanca; la invitación a Maila y Sasha al programa Hannah Montana; el puesto que Barack dará a Hillary Clinton o las apuestas sobre cuáles republicanos moderados incorporará a su gobierno.
Todos están contentos: fotorreporteros; analistas políticos; periodistas de redacciones internacionales; diseñadores de modas; comentaristas de noticias del corazón; intelectuales, músicos, artistas o estadistícos de beisbol, como Nate Silver, cuyos pronósticos sobre la victoria obamista lo han convertido en estrella mediática (http://www.elmundo.es/elmundo/2008/11/11/comunicacion/1226401976.html).
Pero los más eufóricos son los que donaron dinero para su campaña y quienes, indecisos o no, le dieron su voto al senador demócrata de Illinois. Ahora, claro, quieren ser tenidos en cuenta. Los hispanos piensan convocar a una gran marcha en Washington, el 21 de enero, al día siguiente de su toma de posesión. Para que Obama no olvide a los millones de latinos que le votaron ni algunas de sus demandas: parar las redadas, legalizar la inmigración ilegal y aprobar una ley migratoria justa y humana.
Como la esperanza es lo último que se pierde y soñar no cuesta nada, en Cuba mucha gente también espera que la llegada de Obama a la Casa Blanca les dé lo que dos hermanos en medio siglo no les ha dado. O al menos que les aligere la jaba de la supervivencia diaria.
Si para los cubanos de a pie Obama va en camino de transformarse en un nuevo Elegguá, ese orisha que abre todos los caminos, en Africa y en particular en Kenia, tierra de sus ancestros paternos, es el mismísimo Dios, futuro salvador de un país y un continente.
Las magias de Harry Potter se han desvanecido ante los flashes alrededor de Obama y su familia. El presidente de Cuba puede visitar a cada uno de los damnificados en tres huracanes o su hermano todas las semanas lanzar un libro: esas informaciones no van a acaparar titulares si ese día Obama comparece ante la prensa o es entrevistado en una de las principales cadenas estadounidenses. La única noticia capaz de convertirse en Breaking News y robarle Headlines a Barack Obama sería la muerte de Fidel Castro. Y esa noticia, por lo que se ve (y pese a lo deteriorado de su aspecto en la foto al lado de un religioso de la iglesia ortodoxa rusa) está lejos de producirse. Al menos en lo que resta de 2008.
Foto tomada de http://weblogs.newsday.com/sports/watchdog/blog/2008/04/barack_obama_goes_left_when_dr.html