A propósito de este reportaje, quiero contar que hace 35 años, en 1989, debido a mi miopía avanzada, glaucoma, vista cansada y principio de cataratas, de la consulta de oftalmología en el policlínico Asclepios, en Paseo y 17, Vedado, me remitieron a la antigua clínica Covadonga, en El Cerro, para recibir un tratamiento que allí llevaba un tiempo funcionando, a partir de la majomía que cogió con la ozonoterapia Fidel Castro, 'doctor en todo y especialista en nada'.
A las 8 de la mañana, dos veces a la semana, en ayunas, tenía que estar en un laboratorio especial que abrieron en la Covadonga, hoy hospital Salvador Allende. Primero me sacaban una jeringuilla de sangre, le echaban el ozono, que es un gas y luego me la ponían en vena. No me daba ninguna reacción. En total fueron 20 sesiones de ozonoterapia, que no mejoraron mis problemas visuales.
A Suiza llegué en 2003 con un 40 por ciento de visión. En 2008 me operaron de cataratas en la clínica oftalmólogica del hospital cantonal de Lucerna y me insertaron lentes fijos. Ahora mi visión es de más de un 90 por ciento y la glaucoma la tengo controlada por las gotas de Azopt y Travatan que me echo a diario y las revisiones cada seis meses.
Según el artículo La ozonoterapia en Cuba, publicado en 2019 por Orfilio Peláez hijo, fue su padre, el doctor y profesor Orfilio Peláez Molina quien en 1986 lo introdujo "en el servicio de oftalmología del capitalino hospital Salvador Allende, dentro del esquema terapéutico diseñado bajo su guía para tratar la retinosis pigmentaria, enfermedad degenerativa de la visión que figura entre las principales causas de ceguera en el mundo".
Sobre el agua con ozono, que se ha puesto de moda, no puedo opinar, pero a raíz del lanzamiento de una marca de agua mineral ozonizada que hizo en Madrid el futbolista Cristiano Ronaldo, en un programa televisivo en España, un experto dijo que no están comprobados los beneficios que a la salud humana pueda tener ese tipo de agua, ni en general, los tratamientos con ozono.
Lo que sí es cierto es que el régimen castrista se ha encargado de mantener a los cubanos desinformados durante más de 60 años.
Tania Quintero
Foto: Entrada actual de la otrora clínica Covadonga. Tomada de internet.
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