Del blog Alocubano, del periodista villaclareño Jorge García Sosa, copio un fragmento de lo que en 2010 escribiera la profesora e investigadora Dulcila Cañizares sobre Sindo Garay:
"Infatigable bohemio, rechazaba vivir mucho tiempo en los mismos sitios, al igual que mostraba sus originalidades, entre las que podemos citar los nombres que le puso a sus hijos: Guarionex, Guarina, Hatuey, Caonao y Anacaona, pues se sentía indio, ya que su madre, Dolores García Pico, descendía de indios; don Gumersindo, su padre, era blanco, y María Petronila Reyes Zamora, madre de sus hijos, era hija de indios de México y del Cibao.
"Sindo y muchos otros troveros cantaban en diferentes sitios santiagueros, como El Lirio blanco, de Paquito Portela, en San Agustín y Heredia; El Gallito, en Carnicería y Callejón del Carmen; el café Bélgica, en Santo Tomás y Trocha, y el de Benito Limonta, en Rey Pelayo y San Agustín. Además, entregaban su arte en los domicilios de Silvina Caveda, ubicado en San Agustín y San Gerónimo, y en el de Germán Michaelsen, en la calle Sagarra Baja.
"Cuando estaba en La Habana, los trovadores brindaban su arte en locales como el café El escorial, en Marina y San Lázaro; Vuelta abajo, en San Miguel y Consulado; La Verbena, en 41 y 30, Playa; en los Aires Libres del Prado, en La Diana, en la Plaza del Vapor y en el más renombrado, el Vista Alegre, donde Sindo trabó conocimiento con notables personajes y mantuvo amistad con Alberto Yarini, el proxeneta de lujo convertido todavía en leyenda, inmortalizado como un mito, a pesar de su turbia condición de explotador de mujeres en la zona de tolerancia del barrio habanero de San Isidro, aunque está muy cercano el centenario de su muerte.
"Sindo Garay le compuso una canción, que indica que lo inspiraba lo que tenía alguna importancia para él: el paisaje, la mujer, los hechos significativos de la historia o cualquier suceso cotidiano; por supuesto, también era lógico que tuviera en cuenta a un espléndido y generoso admirador, ya que según manifestaciones del trovador, Yarini le ofrecía bebidas excelentes y le depositaba en los bolsillos billetes de varias cifras.
"La canción que le regaló al chulo de categoría se titula Nada temas, la vida te sonríe. La letra no tiene la exquisitez acostumbrada de las obras de Sindo (la música no se ha podido localizar): Nada temas, la vida te sonríe, cuya letra dice: Sigue en pos de orgías y placeres, / pues las pobres mesalinas cada vez / raudal de oro vierten a tus pies. / En medio de tu vida de placeres, / cual si fueran traídos para ti, / más sinceros que besos de mujeres / son los consejos que te di.
"Sindo Garay vivió más de un siglo y fue un compositor notablemente fecundo. De sus obras se pueden mencionar, entre otras, Perla marina, Germania, El huracán y la palma, Mujer bayamesa, Los arrayanes, Las penas, Lo que es un beso, Clave a Maceo, A Cuba, Martí, Rendido ya, Adiós a La Habana, Los bayameses, Testamento lírico, Tardes grises, Amargas verdades, La baracoesa, Como mi vida gris, La tarde, Ojos de sirena, El beso, Guarina número 1, Guarina número 2, Retorna, Quelque fleur, Alguna flor o Cualquier flor y La alondra, entre otras".
La canción que Sindo Garay dedicó a la mujer bayamesa es la cuarta que a estas valientes cubanas le dedicaron en Cuba. Nadie mejor para aclararlo que el periodista Bladimir Zamora (Bayamo 1952-2016), en el artículo titulado Las bayamesas, publicado en 2003 en La Jiribilla.
De lo que se puede ver y escuchar en YouTube sobre Sindo Garay, he seleccionado aquellos videos que tienen un audio aceptable, aunque no siempre es buena la calidad de la imagen. Entre lo más novedoso descubierto, el video-karaoke de Los arrayanes, que por su nombre, Tran Thi Minh Phuong debe ser vietnamita, y a un hombre llamado Fausto Valdés, que supongo sea cubano, cantando Tardes grises en una sala de la Necrópolis Romana de Arlés, Francia.
Perla marina, por la soprano cubana Eglise Gutiérrez, y Perla Marina, por la cubana Rita Donte en un programa de la televisión mexicana.
La tarde, por Pablo Milanés con Cotán, El Albino y Compay Segundo; La tarde, por los españoles Silvia Pérez Cruz y el trío de Javier Colina; La tarde, por la francesa Marie Sigal, y La tarde, por el dúo compuesto por Pilar McCarthy, voz, y Amaia Izarzugaza, piano y voz, en un concierto en Rotterdam, Holanda.
Tardes grises, por la holandesa Maaike van Zetten, y Tardes grises, por la alemana Stella Ahangi.
Las amargas verdades, por Silvio Rodríguez, y Las amargas verdades, por el puertorriqueño Danny Rivera.
La bayamesa, por Roberto Faz y Roberto Espí con el Conjunto Casino, en una grabación de 1945, y La mujer bayamesa, por Benny Moré y el mexicano Lalo Montané, con imágenes de La Habana de los años 50.
Retorna, por Clara y Mario, famoso dúo cubano, y Retorna, por Los Embajadores, cuya nacionalidad no puedo precisar al existir con ese mismo nombre tríos o cuartetos en Cuba, Ecuador y Colombia.
Probablemente en otras plataformas digitales se localicen más números de Sindo Garay (y ojalá que también de Manuel Corona). Pero en la búsqueda hecha en YouTube, a pesar de muchos videos no tiener calidad de audio e imagen y algunas interpretaciones vocales o en instrumentos no son profesionales, ha sido grato descubrir que medio siglo después de su muerte, tantas personas, cubanas o extranjeras, mantienen viva la música del autor de Germania, La alondra, Ojos de sirena, La vergüenza y Evangelina, dedicada a la patriota cubana Evangelina Cossío de Cisneros, entre otras.
Tania Quintero
Ver también: Historia de la canción La baracoesa, reportaje realizado´en 2016 por la televisión de Baracoa con motivo del 505 aniversario de la fundación de la Ciudad Primada.
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