En Cuba es como si ella nunca hubiera existido. Según los cánones oficiales, Elizabeth Brotons Rodríguez forma parte ya del listado de los traidores a la revolución. Pero para Raquel Rodríguez, su madre, Elizabeth permanecerá en el recuerdo como la hija buena y cariñosa que el 6 de diciembre de 1993 le dio un nieto adorable llamado Elián González Brotons. El padre del niño, y ex esposo de Elizabeth, Juan Miguel González ha declarado que ellos vivían desahogados económicamente, pues los dos trabajaban en Varadero, el mayor polo turístico del país. Eso quiere decir que los dólares no les faltaban y que Elián tenía lo mínimo indispensable para vivir.
¿Por qué entonces Elizabeth, probablemente una trabajadora cumplidora, con un nivel de vida por encima de la media nacional, decidió marcharse ilegalmente del país arriesgando, su vida y la de su hijo que tanto amaba y cuidaba? ¿Desde cuándo tenía en mente esa huida si en apariencias ella era una joven mujer con aval revolucionario para laborar en cualquier empresa del Estado?
¿Fue por embullo del marido que ahora tenía? ¿O qué otros problemas Elizabeth podía haber tenido para tomar la decisión que tomó al amanecer del 29 de noviembre de 1999?
Ese día, desde un lugar del litoral de Cárdenas, al norte de la provincia de Matanzas y a unos 150 kilómetros de La Habana, Elizabeth salió clandestinamente con su hijo Elián, su marido, y once personas más, en una embarcación que zozobró cerca de las costas de la Florida. Lo demás ya se sabe: Elizabeth y el marido perecieron, y el niño increíblemente se salvó. Fue encontrado amarrado a un neumático frente a un punto de Miami. Otras dos personas también naufragaron, pero sobre ellas en Cuba no se ha dado ninguna información.
La tragedia ocurrió el jueves 25 de noviembre, cuando en los Estados Unidos se celebraba el Día de Acción de Gracias, y Elián por siempre tendrá que darle gracias a Dios porque su frágil cuerpo no fue tragado por los tiburones. Hoy todavía se encuentra con unos familiares en Miami, y es protagonista de un conflicto político que no se sabe cuándo ni cómo acabará.
Si la serenidad y el juicio predominan en una y otra orilla, Elián debe regresar a Cuba al lado de su padre, sus abuelos, y una hermanita recién nacida. Es lo que legalmente corresponde, y es lo que los cubanos queremos.
La primera información del trágico caso apareció en la prensa cubana el domingo 28 de noviembre en la página dos del Juventud Rebelde. Era una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. La segunda noticia fue publicada en la última página del Granma del jueves 2 de diciembre se trataba de la carta que Raquel, la madre de Elizabeth y abuela de Elián, le había dirigido al canciller Felipe Pérez Roque, pidiéndole que hiciera todo lo humanamente posible para que su nieto regresara al seno de su familia.
Al día siguiente, 3 de diciembre, con el editorial "Elián no necesita abogado ni corte federal, a Elián lo defenderá el pueblo de Cuba" comenzó la campaña por el regreso de Elián. El sábado 4 de diciembre Granma publicaba en la última página un reportaje realizado en la escuela donde estudiaba Elián en Cárdenas, y al final entrevistaban al padre y al abuelo paterno. Hasta ese momento el caso no se vinculaba a un secuestro.
La vinculación aparece el domingo 5 cuando en la página dos del Juventud Rebelde en un titular aparecen estas palabras del presidente cubano Fidel Castro: "Vamos a organizar la batalla mundial por la libertad del niño secuestrado". A partir de ese momento, una campaña propagandística sin precedentes se desata en la isla. Una y otra vez se nombra a Elián. Sólo mencionan su primer apellido: González. Su fotografía es impresa en pancartas y en pulóveres; algo nunca visto en Cuba.
De Elizabeth ni una foto ni una palabra en Cuba. No obstante esa epilepsia oficial su memoria quedará en el corazón de sus progenitores y de Elián, a quien nadie le podrá arrebatar la imagen de su madre, irresponsable o no, desaparecida en el mismo mar donde un incalculable número de cubanos ha perecido en los últimos 40 años.
Tania Quintero
Cubanet,14 de diciembre de 1999.
Foto: En 2009, al cumplirse diez años del Caso Elián, Elizabeth Brotons Rodríguez fue recordada en Miami. Tomada del blog Villa Granadillo.
Elian le costo el trabajo a dos pobres cocineras en mi trabajo,simplemente porque asomaron las cabezas para mirar un segundo a la pantalla de un televisor,nuestro jefe volvio la cabeza y las pillo,eso fue el certificado de defuncion, a la calle.
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