"Me gané mi bicicleta en el año 1993 por ser ‘vanguardia’ en mi centro laboral. Soy profesor de Física y recuerdo muy bien todos los requisitos que había que cumplir para que te premiaran con una bicicleta.
"En aquellos días, lo único que me importaba era no tener ausencias, participar en todos los actos políticos, trabajos voluntarios y ser un excelente trabajador. Nos ponían a competir con nuestros propios compañeros de trabajo y amigos para ganar la bicicleta. En ese momento el ‘período especial’ era muy duro y para mí fue un gran alivio cuando la gané, era como sacarse la lotería, porque resolvía el transporte. Pedalear era lo de menos”, confiesa Ángel González, a quien como a muchos cubanos, una bicicleta le cambió la vida en la década de 1990.
“Recuerdo haber llevado a mi hijo a sentarse en el malecón el primer día. Los 30 kilómetros pedaleando ni me los sentí porque era tanta la necesidad y estaba tan malo el transporte que esa era la única opción. La cara de felicidad de mi hijo de 11 años ese día jamás la olvidaré”, cuenta Ángel, que 25 años después conserva la misma Flying Pigeon, aunque ya no la usa para recorrer largas distancias porque el transporte ha mejorado y ya no tiene juventud para pedalear tantos kilómetros.
Las mismas bicicletas de aquella época e incluso algunas que se remontan a los años 50 todavía ruedan en las calles cubanas y tienen más valor que las actuales por ser más duraderas
“Ya pocas piezas son chinas, la biela tiene una adaptación donde se eliminan las piezas originales y se monta en caja de bolas. Los conos delanteros y traseros y las tuercas son fabricados por torneros con cabillas gruesas, las gomas y las cámaras también son fabricadas artesanalmente. Los pedales se hacen de madera y duran más que los originales. Los asientos son elaborados también de forma artesanal. En fin, que solo el cuadro, el timón y el tenedor son los que vinieron originalmente con la bicicleta”, explica Ángel.
Toda una industria y su mercado giran alrededor de los repuestos para bicis. Los neumáticos, fabricados de manera artesanal y fundidos usando viejas gomas, se venden por el precio de 8 cuc, las cámaras también son artesanales y tienen un valor de 4 cuc.
Los 'poncheros', trabajadores por cuenta propia que se dedican a reparar los pinchazos de los neumáticos, casi siempre comercializan todos estos productos de fabricación artesanal. Adrián, propietario de un taller particular, explicó cómo funciona su negocio:
“Primero monté la ponchera, tenía trabajadores que se dedicaban solo a coger los pinchazos; luego me percaté que también los repuestos eran un buen negocio y monté entonces un taller de reparaciones y venta de accesorios. Algunas piezas, como los ejes delanteros y traseros, conos y tuercas, los fabrican los torneros usando cabillas y hierros viejos. Otras, como las gomas y las cámaras las obtengo también de talleres particulares. Solamente revendo estas piezas y pongo la mano de obra para cambiarlas en caso que el cliente lo pida, con eso me da para vivir. Las bicicletas ruedan en Cuba hoy por todos esos inventos, ya que las piezas originales casi no se encuentran en las tiendas del Estado y cuando entran, los revendedores las acaparan enseguida, es mucha la demanda”.
Felipe es tornero hace más de 30 años y ha encontrado una fuente de ingresos fabricando repuestos para bicicletas. “Me percaté de la gran demanda que tienen los repuestos de bicicletas y comencé a fabricar tuercas, conos y ejes para todos los modelos existentes en la isla. Aunque la mayoría son bicicletas chinas que entraron al país en la década de los 90, también fabrico piezas para las bicicletas rusas, que son más viejas, pero más resistentes: se encuentran rodando desde la década de 1970”.
En la red de tiendas estatales el precio de una bicicleta supera los 120 cuc, el equivalente a varios meses de trabajo de un cubano promedio. Recientemente fueron retiradas las bicicletas de casi todas las tiendas estatales. Jorge Medina, gerente de una de una tienda ubicada en Boyeros, explica: “Teníamos varios modelos a diferentes precios que oscilaban entre los 110 y los 240 cuc, pero el mes pasado vinieron en un camión perteneciente a TRD y se las llevaron todas y no nos dieron explicación. En la red de tiendas por divisas de La Habana existen muy pocas ofertas de ciclos y los precios se han elevado considerablemente".
A más de 25 años del llamado “período especial”, las bicicletas siguen siendo fundamentales en Cuba.
Texto y foto: Orlando González
Cubanet, 20 de febrero de 2018.
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