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jueves, 20 de julio de 2017

Aurora Lincheta: apuntes para la reconstrucción de su leyenda negra (II y final)


Aurora Lincheta, con belleza, talento y menos edad, pero sin la experiencia, la genialidad absoluta y el camino recorrido por Rita Montaner, tendría que vérselas entonces con estos obstáculos de alcance no despreciable, sin que fuese posible predecir un final feliz, al gusto y los sueños de la jovial cantante. No le fue posible, ni entonces, ni después, dedicarse a otros géneros para los que tenía talento, tal y como lo demuestran sus grabaciones y hasta testimonios de algunos coetáneos entrevistados.

José Antonio Alonso, voz cantante y cabeza visible de La Corte Suprema, se había encargado de que cada una de sus 'estrellas nacientes' tuviera su género como elemento distintivo. A la Lincheta se le asignó el afro, el pregón… Años más tarde, al encontrarse en Madrid, Aurora confiaría a Luis Carbonell su certeza de que Alonso había delineado para ella esa figura en el imaginario popular y, de algún modo, también habría trazado el destino de su carrera musical.

A pesar de esto, Aurora continúa indetenible. En 1940 la RHC Cadena Azul, de Amado Trinidad, competía con CMQ en radioaudiencia. Según Bobby Collazo, Trinidad consigue que tres populares cantantes acepten sus contratos: Aurora Lincheta, María Ciérvide y René Cabel, “cada una en su género musical. Como orquesta acompañante , a un conjunto formado y dirigido por Fernando Mulens.” Y a pesar de que la gran mayoría de las fuentes consultadas se refieren a que fue Aurora Lincheta, con su interpretación de Rumba Matumba la ganadora del certamen, el propio autor de este tema -Bobby Collazo- niega este hecho, argumentando que Aurora nunca cantó en ese programa, porque “ningún compositor había presentado un número musical en tiempo de guaracha o mambo o género afro-cubano. Al mes de estar cobrando sueldo y no actuación, decidió aceptar un compromiso cinematográfico y la cantante Jorgelina Junco ocupa su lugar. Vienen entonces las producciones de rumbas y guarachas de donde nace mi Rumba Matumba”.

En 1940, desde Buenos Aires, donde se presentaba su compañía, Ernesto Lecuona le escribe a Augusto Ferrer de Couto y le confiesa sus preocupaciones sobre la situación de subestimación en que se encontraban muchos de los músicos, cantantes y artistas cubanos en su país, frente a la sobrevaloración de figuras extranjeras de dudoso alcance. La inclusión de Aurora junto a otros nombres de incontestable popularidad y valía da muestra del sitio que ocupaba entonces en el panorama artístico cubano: “Los artistas cubanos de radio tienen que unirse ante tamaña vejación. Ese ha sido mi lema, y ellos lo saben. Sin Rita Montaner, única en todos los tiempos de la música cubana; Hortensia Coalla, la voz incomparable, no igualada hasta ahora; Georgina Du Bouchet, María Ciérvide, Tomasita Núñez, Carmen Burguette, Esther Borja, Zoraida Marrero, Mercedes Menéndez, René Cabel, Rafael Pradas, Aurora Lincheta, Maruja González, Andrés Vascós, Panchito Naya, (Carlos) de la Uz, María Fantoli, Sara Bravo, etc., nada se podría hacer en la radio en Cuba.”

Ya en 1941, la Lincheta era una favorita del público que la seguía a través de populares programas de la radiodifusión nacional. Es artista de la RHC Cadena Azul, ante cuyos micrófonos triunfa rotundamente. Muy relevante resulta su participación en la gala Noche de Estrellas en el Teatro Auditorium, el 26 de junio de ese año, con los mexicanos Gabriel Ruiz y Genaro Salinas, y los cubanos Xiomara Fernández, Olga, Chorens, Elsa Valladares, Otto Sirgo, Aníbal de Mar, Margot Alvariño, Miguel Angel Ortiz, y la cantante brasileña Malena de Toledo, entre otros. Y aún más, el 1 de octubre hace su debut teatral con la compañía de Ernesto Lecuona, en el Teatro Principal de la Comedia, en el elenco que propició una reposición de la zarzuela Lola Cruz. Dos días después se la verá en el estreno del sainete lírico La de Jesús María, en el que tuvo a su cargo el personaje de Maniquí. Aquí compartió escena con Antonio Palacios, Zoraida Marrero, Rolando Ochoa, Miguel de Grandy, Alicia Rico, Julio Díaz, Pepa Berrio y la tiple española Eugenia Zuffoli. Fue la Lincheta quien estrenó esta pieza, pero sería María de los Angeles Santana quien la convertiría después en una verdadera sensación, según afirma su biógrafo Ramón Fajardo Estrada.

Entre 1938 y 1941 se acreditan a Aurora Lincheta, como voz principal, una serie de grabaciones realizadas por la Orquesta Casino de la Playa para el sello Víctor en La Habana. De hecho, y atendiendo a los datos aportados por Cristóbal Díaz Ayala, acaso sería Aurora Lincheta la primera mujer en grabar como invitada con esta formación musical, hecho que ocurriría por primera vez el 26 de septiembre de 1938, cuando fijó los temas Chivo que rompe tambó, de Moisés Simons, y El Sun sun, de Ernesto Lecuona. La popularidad conquistada por la Lincheta, a escasos dos meses de su triunfo en La Corte Suprema del Arte, debió ser muy alta para que una orquesta tan reputada ya como la Casino de la Playa la invitara a grabar.

La revista Cinema del 17 de mayo de 1942 anunciaba, en su sección Detrás del Set, que “se comenta que Aurora Lincheta, la valiosa y eficaz intérprete de nuestro cancionero popular, y Tomás Potestad, redactor de la sección radial de nuestro colega El Crisol, contraerán matrimonio” y que es posible que en breve embarque hacia Panamá donde deberá cumplir un magnífico contrato.

Sin embargo, cinco semanas después, concretamente el 22 de junio forma parte del elenco que centró el homenaje a Margarita Lecuona en el Teatro Fausto, junto a Rita Montaner, René Cabel, Zoraida Marrero, Hortensia Coalla, Jesús Alvariño, Blanquita Amaro, Rita maría Rivero, Reinaldo Henríquez, Nilda Espinosa y su pianista, el aún muy joven Adolfo Guzmán, Otto Sirgo, las Marvel Sisters, con las orquestas de Alfredo Brito y la Casino de la Playa.

Entre 1940 y 1942, realiza tournées por el país, visitando Santiago de Cuba, Santa Clara, Sagua de Tánamo y otras ciudades. También se presenta en diversos escenarios capitalinos. Francisco Gutiérrez Barreto, en su Historia de la Farándula Cubana 1900-1942 resalta el éxito de la Lincheta como figura central del cabaret Montmartre en la revista Babalunga, donde canta y baila los afros: Sabelo tó, de Luis Marquetti; Euchituve, de Margarita Lecuona y Yima na yimo de Rafael Blanco Suazo. Se presenta también en el Teatro América, con su espectáculo Show de Shows. En la radio, y afincada ya en los predios de Amado Trinidad, en la RHC, brilla en los programas Trinidad y Hno., que se transmitía a las 11.00 am y Eslabones de Oro, a las 10.30 pm Un dato curioso aparece al revisar el archivo de la revista norteamericana Billboard: el crítico David Coupau, tras presenciar el espectáculo en el Tabarin, con la orquesta Cosmopolita dirigida por Alfredo Brito, escribió: “Aurora Lincheta, is a vivacious, personality-full Singer of risque tunes peppered with brash remarks at patrons”.

Otra prueba del nivel logrado por la Lincheta por aquellos años, lo es su intervención en la función homenaje a Amado Trinidad, dueño de RHC Cadena Azul, organizado por Rita Montaner junto a Miguel De Grandy, motivados por el respeto que le profesaba a quien, a su juicio, hacía mucho por los músicos y artistas. El Teatro Campoamor acogió el 24 de enero de 1943 este concierto de gala, como reconocimiento también a la gestión empresarial de Trinidad en los espectáculos ofrecidos en ese auditorio el año anterior. Se representa para este acto, el pasatiempo lírico-cómico Las Leandras, con las actuaciones de la propia Montaner, Maruja González Hortensia Coalla, Zoraida Marrero, Rosita Fornés, Esther Borja, Miguel de Grandy, Rene Cabel, Miguel Angel Ortiz y Antonio Palacios. En la segunda parte, aparecen los intérpretes de La Tremenda Corte, la cual concluye con variedades a cargo del trío Marvel Sisters, Margot Alvariño, Aurora Lincheta, Chano Pozo y los coros de la RHC Cadena Azul.

En 1943 viaja a Venezuela y realiza exitosas presentaciones en Caracas, en Radio Teatro Colón, denominado El Palacio de la Alegría. En abril de 1944, Mario Moreno, Cantinflas, llega a La Habana para cumplir contrato actuando ante los micrófonos de la CMQ en los programas de la cigarrera Competidora Gaditana, y también en el teatro Alkázar, en éste junto a artistas mexicanos y cubanos. Al ser entrevistado por Don Galaor para la revista Bohemia, el célebre cómico, al referirse a los colegas cubanos con los que compartiría escenario, señaló: “A Esther Borja la conocí en México. A Rosita Fornés, la conocí en La Habana. A Aurora Lincheta la conocí en Caracas. Coincidí con ella hace unos meses en esa ciudad”. La presencia de Cantinflas en CMQ fue ampliamente reflejada en los medios, jerarquizado como estaba su impacto en la programación de CMQ, ya entonces al cuidado y bajo la dirección de Goar Mestre.

La Mil Diez recibe a Aurora Lincheta en agosto de 1944, cerrando con ella un ventajoso contrato. En la famosa emisora hizo famosas la rumba Vira y tumba, original de Rafael Blanco Suazo; la guaracha A gozar con el bote, de Jesús Guerra y el imprescindible Drume Negrita, de Eliseo Grenet. En 1945 está en México y graba para el sello Víctor con la orquesta del cubano mexicanizado Absalón Pérez. Se trata de los temas Lo último, de Rafael Blanco Suazo, y Tin Tin, de Chano Pozo; Dice mi gallo, de Ñico Saquito y El melcochero, tema con el que retoma su reinado en el género del pregón. En 1946 viaja de nuevo a Venezuela, y también a Puerto Rico y Santo Domingo. De estos viajes y presentaciones no hemos encontrado información más precisa.

En julio de 1947 está aún en México y forma parte del espectáculo estelar de El Tívoli, siendo presentada como 'el huracán que canta', junto a "Medel, el cómico de México, la sensacional Rosita Fornés, el colosal Luis Aguilar y la exquisita voz de María Luisa Landín”. El Tívoli era el sitio de moda entonces, y ese día sucedería algo especial: una casi quinceañera venida de California y llamada Yolanda Montez hacía su debut bajo el nombre artístico de Tongolele.

En México, la Lincheta actuó en el Folies, el Minuit y en las emisoras XEW y XEQ. Su tránsito por estos escenarios es resaltado en textos sobre el teatro mexicano, junto a los nombres de Rosita Fornés, Amanda Ledesma, María Luisa Landín y Libertad Lamarque. Interesante resulta la mención de un crítico al referirse a la Lincheta, quien, según él “pasó con éxito inexplicable esa flor de vulgaridad que es la cancioneta bailada Camina como Chencha”.

Continúa triunfando, ahora en Argentina, en un espectáculo que subió el 7 de diciembre de 1948 al escenario del teatro Maipo, ofreciendo junto a Bobby Collazo y Marión Inclán, una revista musical bajo la dirección de Antonio Botta y Marcos Bronenberg. El Café Tabaris de Buenos Aires contrata por tres meses un gran elenco de cubanos y ya en 1949 participan en una función especial en el Teatro Astral para recaudar fondos destinados a la Casa del Artista y que constituyó un verdadero suceso mediático. En ella actuaron todos los músicos cubanos que entonces se encontraban en tierras rioplatenses: la propia Lincheta, Amelita Vargas, Marión Inclán, René Cabel, Wilfredo Fernández, Zoraida Marrero, Blanquita Amaro, Margarita Lecuona, Bobby Collazo y como la gran revelación del show, Olga Chorens con acompañamiento de una orquesta típica argentina. Recuerden que entonces, la Chorens era una destacada intérprete de tangos, al punto de confundirla con las divas locales porteñas.

En julio de 1949 llega a Brasil, en medio del furor por el mambo y las llamadas “rumberas”; realiza una temporada en el auditorio de Radio Jornal do Commercio, en Recife, estado de Pernambuco, tras exitosas presentaciones en Radio Bandeirantes de Sao Paulo, en el muy popular programa Trem da alegria. Los datos sobre la presencia de la Lincheta en Brasil han sido hallados, gracias a la investigación realizada por Clarisa Hoffman y publicada en julio de 2016 acerca del control discriminatorio hacia ciudadanos extranjeros, ejercido por el Departamento de Ordem Política e Social (DOPS) del estado brasilero de Pernambuco entre 1930 y 1950 y en el que es revelada a Aurora Lincheta como uno de los artistas fichadas en secreto por la DOPS. Los documentos probatorios se muestran en O Obscuro Fichário dos Artistas Mundanos, donde se reproducen notas de prensa y documentos migratorios de la artista cubana, que permiten establecer su nombre como Reina Aurora Lincheta Toledo, su fecha de nacimiento el 13 de agosto de 1918, hija de Sotero Lincheta y María Josefa Toledo, su estado civil (con apellido de casada 'de Hidalgo'). Más detalles al final.

Según cuenta Bobby Collazo, la Lincheta se presentó también durante 1949 en Chile y Uruguay. Tras este éxito atronador, regresa a La Habana con un magnífico contrato, según anuncia la revista Carteles, en su edición del 30 de octubre de 1949. Transcurre poco más de un mes y luego de varios años de ausencia, reaparece el 1 de diciembre de 1949 en el teatro Warner (hoy Yara) en un programa que estelariza el jazzista norteamericano Cab Calloway, quien tras sus presentaciones en el cabaret Montmartre ampliaba su contrato en Cuba. Ambos se hacían acompañar por la orquesta de Adolfo Guzmán, en un programa que alternaba con los filmes norteamericanos El crepúsculo de una gloria (durante la primera semana) y La casa de enfrente (en la segunda), según anunciaba profusamente el Diario de la Marina.

El 4 de diciembre se suma a lo que se considera “la función más grande del año”: el espectáculo denominado La Fiesta del Compositor, auspiciado por el Sindicato Nacional de Autores Musicales Cubanos. A las nueve y media de la mañana comienza a desfilar por el escenario del Teatro Nacional un numeroso elenco que incluye a los cantantes puertorriqueños Daniel Santos y Myrta Silva, verdaderos ídolos en Cuba, los mexicanos Los Panchos y al actor Manuel Medel, así como a Rita Montaner, Bola de Nieve, Marta Pérez, Rosita Fornés, María de los Angeles Santana, Esther Borja, Luis Carbonell, Hortensia Coalla, María Cervantes, René Cabel, Eusebio Delfín, Tomasita Núñez, Rita María Rivero, Orlando Guerra “Cascarita”, las Hermanas Lago, Manuel Licea “Puntillita”, las Hermanas Márquez, el Trío Taicuba, los conjuntos Casino y de Nelo Sosa, Arsenio Rodríguez, Isolina Carrillo, Bebo Valdés y muchos otros músicos, junto a los actores Aníbal de Mar, Alicia Rico, Leopoldo Fernández, Carlos Pous, y los animadores Germán Pinelli, José Antonio Alonso, Carlos Badías, Rosendo Rosell, Rolando Ochoa, y Carlos D’Mant. Rodney, el célebre coreógrafo de Tropicana, presentaba el cuadro titulado Glorificación del mambo, con Celia Cruz y Las Mulatas del Fuego. Si menciono esta larga lista de músicos y actores es únicamente para que pueda valorarse de qué modo la Lincheta estaba ya insertada entre lo que más valía y brillaba entonces en las ondas radiales cubanas y en los espectáculos musicales.

A su regreso de esta gira, que según Bobby Collazo, la llevó también a Chile y Uruguay, Aurora Lincheta debuta en el famoso programa De fiesta con Bacardí, en la CMQ. A inicios de 1950 se marcha a España para cumplir contratos en exclusivos centros nocturnos y teatros, donde permanece hasta 1953. Debuta en el cabaret Rosaleda de Barcelona, donde la presentan como “la revelación del año” y “la sal y la pimienta de Cuba”. Comparte cartel con el violinista Bertalan Bujka, además de Johnny Muller, Rosita Segura y Pepe Denis y su orquesta. Allí se mantiene hasta mediados de septiembre, iniciando el 16 una temporada en El Cortijo, también en Barcelona. Los posters y anuncios destacan su talento y también su exótica belleza, presentándola como “la mulata de ébano” (¿redundancia?).

El 4 de octubre de 1950 inicia su temporada en el Emporium de Muntaner, 4, donde ya la anuncian como “la reina de la rumba y las canciones cubanas”. No pasa inadvertida para la crítica, a quien cautiva de inmediato: al día siguiente, el periódico catalán La Vanguardia reseñaba: “Anoche triunfó rotundamente en el Emporium Aurora Lincheta”. Dos días después, la misma fuente aseguraba: “Éxito arrollador de Aurora Lincheta en el Emporium”, donde según el mismo diario, permaneció durante todo el mes de octubre de 1950. El éxito sobreviene rápido y rotundo. Es reclamada en Madrid, y para los primeros días de noviembre integra el cartel de la sala de fiestas Teyma, en el Palacio de la Prensa, en un espectáculo junto a músicos y cantantes españoles. Le siguen otras presentaciones en similares escenarios madrileños, como la sala de fiestas J-Hay. Sería presencia frecuente en estos mismos escenarios madrileños durante estos años. El 29 de diciembre aparece en el Teatro Victoria junto a Dick y Biondi en el espectáculo Las 100 y una piernas.

Continúa en España en 1951, y es llamada por el afamado coreógrafo cubano Sergio Orta para la puesta en el Teatro Español, de su comedia Si Eva fuera coqueta, junto a Gloria Martí, Carlos Pous, Maruja Blanco y Montserrat Fabra, entre otros. En su edición del 13 de junio, La Vanguardia reseña el éxito de esta revista musical, que con anterioridad y desde marzo, había subido al escenario del Teatro Cómico; elogia el desempeño de la Lincheta al catalogarla como “la elegante y sugestiva vedette, de tan original y completa personalidad artística, excelente colaboradora de Carlos Pous, que comunica gracia vibrante y ritmo alegre a la revista”. El éxito de su actuación llega a las emisoras de radio.

El 31 de marzo Radio Barcelona retransmite el programa Fin de Semana de Radio Madrid, en el que toma parte Aurora Lincheta. En agosto vuelve a centrar otra revista musical: Música y Mujeres, esta vez en el Teatro Monumental Cinema Mataró, de Barcelona, junto a Mery Bellamonte y Carmen de Lirio. En el poster, Aurora es presentada como “el alma de Cuba”. En septiembre de 1951, el diario La Vanguardia anunciaba en el Teatro Español, de Barcelona, la revista Una noche en La Habana, del “gran productor y director americano (así lo presentaba
\1” Sergio Orta, con Gloria Martí, Aurora Lincheta, Las Binster, Irina Greifon, Lolita Naranjo y la orquesta de mambos de Eduardo Gadea, todos los días y en doble función.

En noviembre, La Vanguardia anuncia en el Teatro Calderón de Madrid un homenaje a María de los Angeles Santana, luego de su extraordinario éxito en los escenarios de la Península. La Lincheta aparece en el cartel interpretando el mambo El mareíto y es presentada como artista del Teatro Español. Un mes después, Aurora triunfaba rotundamente en ese teatro encabezando la revista Bailando nació una Estrella, dirigida por Sergio Orta con la uruguaya Gloria Martí y las ya famosas Lita Rey y Montserrat Fabra en roles importantes, y que se mantuvo en ese foro hasta finales de enero de 1952. La cubana obtuvo elogiosas críticas: “Aurora Lincheta, verdadera animadora del espectáculo con su desenvoltura, su exotismo y su personalidad en verdad extraordinaria y desbordante de artista, para la que fueron los más cálidos aplausos de la velada.”

En 1952, Sevilla recibe a la Lincheta, introducida por su compatriota Antonio Machín, quien presenta al “torbellino cubano” en el Café-Bar Manolo de la Glorieta del Perú, donde permanece por varios meses. En septiembre y octubre hace algunas presentaciones en Madrid en la sala Teyma, simultaneando con sus presentaciones con Machín en Sevilla. De especial relevancia son las grabaciones que realizara Aurora Lincheta para el sello Columbia de Juan Inurrieta, en San Sebastián, País Vasco, entre 1950 a 1952 y que fueron, sin dudas, el resultado de su éxito y popularidad en España. Con ellas, se editaron al menos 5 discos con 10 temas, que incluyen un espectro de los géneros abordados por Aurora en su repertorio y que hoy constituyen verdaderas rarezas discográficas.

Tras una prolongada estancia en España, en 1953 regresa a La Habana, y canta en programas de radio, televisión, cabarets y teatros. No hay un ambiente propicio para sus planes y las comparaciones y exigencias malsanas siguen persiguiéndola sin cesar. Considerando su calidad vocal e innegable carisma, quizás la elección de otro repertorio habría marcado una diferencia en su favor, pero lo cierto es que su estilo ya había sido encasillado y su voz, amoldada a las exigencias interpretativas de esos géneros.

Emprende de nuevo el camino hacia Europa y en octubre de 1955 se le ve actuando junto a Pantaleón Pérez Prado y su orquesta en el Festival de Mambo y Chachachá en el Teatro Alhambra de París. Es anunciada como “la bombe cubaine”. El espectáculo, que estuvo en cartel del 14 al 17 de octubre, incluía a cerca de 50 músicos en escena y el desempeño de la Lincheta motivó positivas críticas y éxito de público.

Durante la segunda mitad de la década de los 50, Aurora actúa en otras ciudades europeas, y también en el norte de Africa. Se presenta en Túnez, y en 1957 se convierte en la máxima atracción de La Cabaña Cubana del hotel Majestic donde permanece una exitosa temporada. Regresa a París, donde fueron memorables a partir de 1956 sus presentaciones en el L’Aiglon. En diciembre de 1958, la revista Bohemia, en su sección La Farándula Pasa, reseñaba: “Aurora Lincheta, la dinámica vedette cubana, sigue su periplo triunfal por Europa. Ahora es atracción principal en el L’Aiglon, el mismo nite club que la mantuvo en su cartelera hace dos años, durante más de dos meses. Ya lleva cuatro semanas en su show, y es tanto lo que gusta, que sus empresarios acaban de firmarla por seis meses más. Su número de éxito es un afro de Mercerón, Tierra va a temblá. Lo increíble: Aurora lo escuchó por primera vez, hace unos cinco meses, interpretado por una cantante norteamericana que estaba actuando en Vichy, y, como le gustó, lo agregó a su repertorio, ahora, hecho por ella, constituye un triunfo apoteósico”.

Aquí, en este año 1958, el rastro documental de la Lincheta se me hace inasible. Tengo la impresión que, terminada la década de los 50, nunca más regresó a Cuba. Francisco Gutiérrez Barreto, en la obra citada, asegura que Aurora contrajo nupcias en Argel con Alí El Kasbi, poniendo fin a su carrera musical a finales de esa década. El éxito conquistado en París, me gusta mucho como final para su vida de diva legendaria. Falleció en la década de 1970, en Bombay, donde la pareja había fijado su residencia.

Mientras tanto, espero por ustedes, mis lectores. Quizás alguien traiga nuevas noticias sobre este ciclón cubano, talentoso y olvidado, que fue Reina Aurora Lincheta Toledo.

Rosa Marquetti
Desmemoriados. Historias de la Música Cubana, julio de 2016.

Foto-carnet de Aurora Lincheta, del Prontuario o Tarjeta No. 957 que las autoridades del estado brasileño de Pernambuco emitieron el 9 de julio de 1949 a nombre de Reina Aurora Lincheta de Hidalgo. Hija de Sotero Lincheta y María Josefa Toledo. Nacida en La Habana el 13 de agosto de 1918. Nacionalidad: Cubana. Instrucción: Secundaria. Estado Civil: Casada. Color: Morena. Residencia en Pernambuco: Hotel Central. Documentos presentados: Pasaporte expedido en México con el No. 5488/136223 el 30.5.1949. Identificación de la Policía de Sao de Paulo del 18.4.1949. Procedencia: Río de Janeiro. Local donde va a trabajar: Radio Jornal do Commercio. Tomada de O Obscuro Fichário dos Artistas Mundanos, con el siguiente texto, que he traducido del portugués:

Reina Aurora Lincheta de Hidalgo, conocida en la vida artística como Aurora Lincheta, nació en La Habana, Cuba, el 13 de agosto de 1918. Cantante y actriz, Aurora comenzó a tener éxito como cantante en Cuba a finales de la década de 1930, teniendo participación también en filmes como Siboney, de Juan Orol, y Cancionero cubano, de Jaime Salvador.

Llegó a Brasil en un momento en que las rumberas y mambistas (bailarinas de mambo) triunfaban en el país en las décadas de 1940 a 1950. En ese contexto, Aurora fue presentada como "el torbellino de Cuba" o el torbellino cubano que canta. Su repertorio incluía rumbas, boleros y guarachas.

En julio de 1949, Aurora Lincheta fue fichada por la DOPS/PE (policía de Pernambuco), mientras hacía una temporada en el auditorio de Radio Jornal do Commercio. Antes de actuar en Recife (capital del estado de Pernambuco), la artista ya se había presentado en Radio Bandeirantes, en Sao Paulo y en el popularísimo programa Tren de la alegría, de Héber de Bôscoli, Iara Salles y Lamartine Babo. Sobre su estadía en la ciudad, el Diario de Pernambuco publicó lo siguiente: "Tuvimos varias intérpretes de la música cubana, entre ellas Cuquita Carballo, Rayito de Sol, Lia Ray y ahora, Aurora Lincheta. No hay más originalidad. La artista ha sido muy aplaudida en sus presentaciones. Su temporada no tuvo gran éxito, pero tampoco desagradó. Es que ya el género se hizo muy conocido y el público quiere novedad".

El comentario del periodista pernambucano puede sugerir que ya había una saturación del tipo de presentación hecho por Aurora o pudo haber sido motivado por el hecho de que la artista se presentó en una emisora de la competencia. A juzgar por otras publicaciones, su opinión no gozaba de unanimidad.

Según la revista A Cena Muda, Aurora era apreciada "por su voz envolvente, su figura espectacular y sus danzas exóticas". Por su parte la revista A Noite Ilustrada, festejaba la presencia de Aurora Lincheta en Brasil por considerar que "siempre es bueno quebrar un poco la monotonía de las canciones meláncolicas y agitar un poco el ambiente con el exotismo de la danza y de la música que Cuba fabrica mejor que nadie". La revista identificaba a la artista como "una especialistas en bamboleos y una intérprete de primera línea de las canciones populares cubanas", en cuyo repertorio figuraban las "más calientes rumbas de su tierra".

Todo indica que Aurora Lincheta falleció en Bombay, India, en la década de 1970, alejada de la vida artística.

Ver discografía y más fotos de Aurora Lincheta en Desmemoriados.

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