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lunes, 27 de julio de 2015

Mujeres antes de tiempo



En el programa televisivo dominical Pasaje a lo desconocido, el periodista y conductor Reinaldo Taladrid, y la psicóloga invitada Patricia Ares abordaron el tema de la formación sexista que de manera inconsciente reciben muchas niñas. Formándolas, desde edades muy tempranas en los frívolos objetos del placer erótico que serán mañana.

El fenómeno de la erotización de la infancia, aunque ocurre mundialmente por diversas circunstancias, alcanza en Cuba dimensiones alarmantes.

Desde hace unos años, se ha vuelto común que muchos padres vistan a sus hijas como si fueran rameras en miniatura. Para que demuestren cuán precoces son, en cuanta fiesta se organice, las animen a contorsionarse y a menear el trasero y todo lo demás que todavía no tienen desarrollado. Mientras más lascivamente, mejor, al compás de números del obsceno reguetón.

Y ni hablar de las costosas fotos y videos de los quince, en que luego de cambiarse varias veces de todos los trajes alquilados para la ocasión, las muchachitas se retratan casi desnudas, envueltas en toallas o en brevísimas tangas. Con los ojos en blanco y la lengua fuera, en poses que parecen más bien de estrellas porno en lugar de quinceañeras.

Taladrid y la doctora Ares, preocupados por la forma en que muchos padres violentan etapas en el desarrollo de sus hijas, comentaron sobre el aumento de la ‘adultización’ de la infancia y de la ‘infantilización’ de la adultez.

Los dos culparon del problema al sexismo machista que arrastramos, a las influencias nocivas del consumismo capitalista en la sociedad cubana, la globalización, las muñecas Barbie, el reguetón, el consumo cultural indiscriminado, el 'paquete', los vídeo-clips de Kattie Perry, Lady Gaga, Beyoncé y Shakira.

El periodista y la psicóloga pudieron haber hablado también no solo de la ropa sexy, casi que de rameras, y de los bailes sicalípticos en las fiestas hogareñas y también en las celebraciones escolares, casi siempre alentadas por los propios profesores; sino también de la forma en que muchos padres y madres animan a sus hijos a que a familiares y amigos residentes en el exterior, les pidan todo tipo de regalos y dinero, mucho dinero, cuando vienen de visita a Cuba.

Lo que menos les importa a esos padres es la formación de valores éticos en sus hijos. La espiritualidad y la moral no se comen. Dirán que tampoco sirven para comprar en las tiendas recaudadoras de divisas. ¡Que no se lamenten luego cuando vean a sus retoños convertidos en jineteras y pingueros!

Son demasiados los padres cubanos, que en medio del despetronque nacional, están convirtiendo a sus niñas y niños en adultos antes de tiempo. Lo que es aún más grave, los convierten en la peor clase de adultos: materialistas, hedonistas, interesados, cínicos, amorales.

Ellas y ellos heredarán nuestro maltrecho reino de mentiras y escombros. Amén.

Luis Cino Álvarez
Cubanet, 2 de junio de 2015.
Foto: Tomada de Cubanet.

2 comentarios:

  1. Buenas tardes Tania, que curioso, hoy estuve leyendo en un blog de un periódico español un artículo sobre el empeño que ponen algunos padres/madres en acelerar el tiempo de la infancia de los hijos para adentrarlos en la adolescencia. Se hablaba principalmente sobre cómo se visten algunas niñas de apenas 6/7 años. Creo que es éste un fenómeno a nivel mundial, y es que los valores en los que hemos sido educados la gente de nuestra generación se han ido degradando hasta conseguir unos niveles muy bajos de respeto tanto por uno mismo como hacia los demás.
    El caso de Cuba no es distinto al resto del mundo, pero sí que es cierto que dadas las circunstancias en las que viven los habitantes de la isla ahí es más seguro que ese fenómeno termine en prostitución. A mí me da muchas veces un sentimiento de vergüenza ajena cuando veo fotos de nietas de conocidas mías en unas actitudes que no corresponden con la edad que tienen las criaturas.Y lo peor es que son las mismas abuelas las que muestran orgullosas las fotos. Igual yo soy la equivocada, pero creo que cada edad tiene su ritmo y su tiempo.
    Saludos

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