Miriam Ramos en una canción poco conocida de de Marta Valdés, del género habanera.
Marta es autora de números popularísimos como En la imaginación, hit de los años 50 de Vicentico Valdés; Palabras, que acabo de descubrir en la voz dulce de Haydée Milanés, a quien conocí de niña en su casa del Nuevo Vedado; Tu no sospechas, una de las interpretaciones fuera de serie de Bola Nieve; No te empeñes más, del repertorio del bolerista Fernando Álvarez, y Deja que siga sola, que como nadie la cantaba Elena Burke, pero al no encontrarla en You Tube, me decanté por la versión masculina que hizo Pablo Milanés.
Tania Quintero
Apreciada Tania,es para mi un placer y un honor conocerla sin conocerla,a través de sus palabras,de su valioso trabajo,humanamente periodístico y extraordinario a pesar de su modestia,que le honra,dado el panorama actual de "disidentes" famosos,egocentristas y contradictorios que no deseo nombrar. Simplemente le escribo para Felicitarla como persona y profesional,y agradecerle de corazón cada esclarecedor viaje en el tiempo a lo que no me contaron ni mis padres ni mis abuelos-aunque se adivinaba bajo cada gesto de inconformidad y desazón con el presente-y a esa Historia Real de Cuba,maquiavelicamente borrada a base de doctrinas y escarmientos...Yo,como tantos,escapé del atróz panorama de una isla tan hermosa como maltratada,hacia los brazos de la tierra de mis bisabuelos...Pero distancia no es olvido,y veinte años si son bastantes años lejos,aunque algunas canciones me contradigan,y por y pese a todo ello sigo llevando esa Habana nuestra en el corazón,tan distinta y a la vez tan similar en cada época,y tan tristemente deteriorada y ahogada en un actual "sinfuturo" aparente...Degenerando segundo a segundo,agonizando...
ResponderEliminarPara no extenderme,sencillamente le reitero mi gratitud y admiración,para usted y para su hijo,que tan valiente y honesta labor realiza.desde allí. Deseo para ustedes todo lo mejor que la vida puede brindar y el merecido reconocimiento colectivo que merecen,dentro y fuera de ese país de surrealismo catastrófico que amamos ,con sus luces y sus sombras,irremediablemente ,aunque a veces las manchas parezcan-y sean-más grandes que el sol..
Un abrazo sincero..
Gracias, Ana, por tus elogiosos comentarios, que sinceramente no creo merecer. Soy una mujer común y corriente que tuvo oportunidad de dedicarse al periodismo, una profesión o mejor, un oficio, que te permite contar tu realidad y también la de otros.
ResponderEliminarA La Habana es mejor recordarla como ella fue, no como ahora es, una ciudad sucia y deteriorada, llena de viviendas inhabitables, muchas ya derribadas, como la de Romay 67 entre Monte y Zequeira, donde viví desde 1944 hasta 1977 cuando nos mudamos para La Víbora. Pese al abandono y la desidia, acaba de ser nombrada "ciudad maravilla".
Pero, repito, para mí siempre será aquella ciudad hermosa y cosmopolita donde nací hace ya 72 años.
Un abrazo para ti y tu familia, y los mejores deseos para los días navideños que se avecinan.