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miércoles, 9 de enero de 2013

Cuba: enfrentando la autocracia verde olivo (IV)

"Nuestro aporte quedará para la historia. Tuvimos la determinación de enfrentarnos con valentía al régimen en momentos en que eso costaba muy caro''. Dra. Martha Frayde, fundadora del movimiento de los derechos humanos en Cuba.



Continuamos con el testimonio de Adolfo Rivero Caro, iniciado en el post anterior.

"En marzo de 1988, Bofill y sus compañeros fueron objeto de una furiosa campaña de ataques en la prensa radial, escrita y televisiva que se inició con un editorial del periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba. Se titulaba Un quinto de columna y fue publicado el 16 de marzo de 1988. Confieso que no me hizo ninguna gracia ver mi nombre en ese editorial. Anteriormente, cuando esos ataques aparecían en el periódico, los opositores solían estar presos o fusilados. Y nosotros seguíamos en la calle. En todo caso, fue un grave error del gobierno. Aunque hubo quienes creyeron las calumnias de Granma, la gran mayoría comprendió que se había abierto una 'fisura' en el monolito totalitario. Esa fisura seguiría ensanchándose inexorablemente.

"Fidel Castro y su gobierno revolucionario habían jugado tradicionalmente el papel de fiscales de los países occidentales por cuanta violación de los derechos humanos se producía fuera del campo socialista. Confiado en esa situación y un tanto desconcertado ante la nueva forma de oposición del CCPDH, el gobierno cubano decidió invitar a una delegación de Naciones Unidas para que visitara a Cuba y comprobara in situ la situación de los derechos humanos. Fue otro grave error.

"La comisión, presidida por Alioune Sene, de Senegal, e integrada además por Sefi Attah, de Nigeria, Todor Dichev, de Bulgaria, José E. Ingles, de Filipinas, Michael Lillis, de Irlanda, y Rafael Rivas Posada, de Colombia, llegó a La Habana el 16 de septiembre de 1988. Para asombro y desconcierto del gobierno revolucionario, el CCPDH movilizó a más de mil personas que se identificaron con nombre, apellido, dirección y número de carnet de identidad, para que le dieran a la Comisión su testimonio personal sobre las violaciones de los derechos humanos. Fue, sin duda, un hecho sin precedentes en la historia de los países comunistas. El 21 de febrero de 1989, la Comisión publicó un informe (E/CN, 4/1989/46) de 400 páginas que recogió esos testimonios para la historia".

Intercalo una anécdota personal. En 1988 trabajaba como periodista en los servicios informativos de la TV, perteneciente al Instituto Cubano de Radio y Televisión. En ese momento me desempeñaba como una de las directoras del programa Puntos de Vista y mi jefe, Roberto Romay, me llamó a su oficina y me dijo que una comisión de derechos humanos de la ONU iba a realizar una visita a Cuba. Y me pidió que, a propósito de esa visita, realizara un programa, lo más objetivo posible. Con uno de los equipos habituales salí a la calle a hacer preguntas sobre los derechos. La primera parada la hicimos por los alrededores de la Virgen del Camino, en San Miguel del Padrón. Al día siguiente fuimos a la Playita de 16, en Miramar, y por la zona del Paradero de la Víbora.

Pese a ser un tema tabú, que nunca abordaban -ni abordan- los medios oficiales, la gente respondió con naturalidad y sin miedo ante la cámara. La opinión más contundente la dio un hombre de la raza negra que estaba esperando la guagua en una parada que había en Párraga y Patrocinio, al doblar de la Plaza Roja y a una cuadra de la Calzada de 10 de Octubre. Dijo que había acabado de salir de prisión y aprovechó para denunciar malos tratos recibidos por él y otros presos comunes. El programa lo edité y terminé, pero nunca salió al aire. Para su revisión, lo habían enviado al Ministerio del Interior.

A partir de 1990, las protestas y manifestaciones opositoras en la vía pública se volvieron comunes. Lo ha recordado la periodista independiente María del Carmen Carro en la web Nuevo Acción: "A través de los años, la 10ma. Unidad, en la Avenida de Acosta, ha sido protagonista de infinidad de protestas por parte de los opositores". También frente a otras estaciones de policía e instituciones gubernamentales se han producido protestas más o menos numerosas, en la capital y en otras provincias. Una de gran repercusión tuvo lugar el 27 de noviembre de 1998.

"La protesta fue realizada por diversos grupos opositores y periodistas independientes, frente al Tribunal Provincial de Ciudad de la Habana, en Prado y Teniente Rey, con motivo del juicio al periodista independiente, Mario Julio Viera, por su trabajo La moral en calzoncillos. ¿Quién no ha visto las imágenes de la cieguita Milagros, durante estos hechos? Y al Dr. Oscar Elías Biscet a su lado, sujetándola por un brazo, y enfrentando a toda una turba con palos y cabillas. Todavía, creo que si me toco bien la cabeza, se me nota el golpe que me dieron al empujarme contra el cristal de la librería situada en los bajos de Tribunal", escribió María del Carmen Carro en ese artículo.

La periodista independiente Fara Armenteros, residía a unos pasos de la 10ma. Unidad cuando el 24 de enero de 2002 se produjo una de las protestas más enérgicas por parte de la oposición, que no solo provocó el despliegue de un gran número de paramilitares y agentes de la Seguridad del Estado, sino puso en vilo a los principales dirigentes del gobierno y el partido. Armenteros pensó que los disidentes iban a ser linchados.

Uno de los líderes opositores que más poder de convocatoria tuvo a fines de los 90 y principios del 2000 fue Oscar Elías Biscet, creador de la Fundación Lawton de Derechos Humanos. Además de ayunos y protestas en los parques Buttari y Dolores, en el municipio 10 de Octubre, Biscet se enfrentó a Fidel Castro para reclamar que cesara 'el infanticidio', cómo él llamó al número indiscriminado de abortos que se hacían y siguen haciendo en Cuba. Al respecto sugiero leer Oscar Elías, nuestro vecino del barrio (http://www.elmundo.es/america/2010/05/13/cuba/1273776477.html) y Herencias (http://taniaquintero.blogspot.ch/2009/02/herencias.html).

Entre los grupos disidentes más destacados se encuentran el Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna, autores de La Patria es de Todos, y que hasta el arresto de sus cuatro integrantes principales, en junio de 1997, lo componían Martha Beatriz Roque Cabello, Vladimiro Roca Antúnez, Félix Bonne Carcassés y René Gómez Manzano, así como los economistas Arnaldo Ramos Lauzurique y Manuel Sánchez Herrero. Igualmente no se puede dejar de mencionar el intento de Leonel Morejón Almagro de nuclear en torno a Concilio Cubano el mayor número de grupos opositores. Y, por supuesto, el aún existente Movimiento Cristiano Liberación, fundado por Oswaldo Payá Sardiñas, redactor, entre otros documentos, de los Proyectos Varela y Heredia.

En la década de 1980-1990, en toda la isla surgieron cientos de organizaciones independientes de periodistas, abogados, médicos, pedagogos, agricultores, bibliotecarios y mujeres, entre otras. Hace un lustro, la lista se incrementó con la aparición de blogueros alternativos y comunicadores sociales.

Lamentablemente, y como ha venido ocurriendo desde los primeros años de la llegada al poder de los barbudos, en estas organizaciones y también en las agrupaciones políticas y de derechos humanos, en menor o mayor grado, todas han sido y son penetradas por informantes y agentes especialmente adiestrados por el Departamento de Seguridad de Estado. Cuando deciden 'quemar' a uno o varios infiltrados, es porque ya tienen a otros 'sembrados', para que continúen chivateando.

Mientras los disidentes no sean capaces de detectarlos y denunciarlos -o al menos estar con cien ojos y no confiarse ni en su sombra- a la oposición le va a resultar muy difícil salir adelante y convertirse en una fuerza capaz de liderear cambios en Cuba.

Tania Quintero

Foto: No tiene calidad, pero en la imagen se puede apreciar cómo el Dr. Oscar Elías Biscet, antes de montar en el patrullero de la policía que lo iba a conducir detenido, grita algo al público que se había arremolinando. Probablemente Vivan los Derechos Humanos, su consigna preferida.

1 comentario:

  1. en un video del arresto del dr. biscet se puede apreciar que efectivamente gritaba vivan los derechos humanos!

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