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martes, 11 de diciembre de 2012

Yusleidys


Un cubano suele merodear a una mujer como la abeja a la flor. Vuela y sobrevuela hasta que al fin absorbe su néctar. Luego de llevársela a la cama y de prometerle villas y castillos, el macho la convence para que sea su hembra.

La obliga a vivir con él y le compra o alquila un cuarto. Si no, hacen el amor en cualquier parte, en una escalera o un pasillo oscuro y poco frecuentado. Si él tiene auto, el problema queda resuelto.

Las cubanas se han adaptado a ser consideradas 'material asegurado', siempre y cuando el hombre le garantice un mínimo de dinero y cosas. Pero saben que después de las primeras promesas, la situación cambia y en cuanto en el ambiente aparece otra -no importa si más vieja o más fea- el tipo va a 'bajar la guardia' con ella.

"Eso siempre ha sido así y yo no voy a tratar de cambiarlo", comenta Yusleidys, de 18 años, y quien aspira a tener una relación estable con su tercer marido. Por falta de experiencia, a los 15 años, a los dos meses dejó a su primer 'esposo'. "Era muy jovencita y me había engatusado. Cuando descubrí que me era infiel con mi mejor amiga, le quemé la ropa. Recogí mis cosas y me fui".

El 'esposo' estuvo buscándola, pero ella se fue un tiempo para casa de una abuela, en lo último de Guantánamo. A los 17 tuvo un segundo marido, le fue un poco mejor, aunque la relación sólo duró seis meses. "Hasta que en la boda de una prima mía se enamoró de una chiquita del barrio que todo el mundo sabía se dedicaba a hacer cuadros lésbicos con extranjeros". Y como a Yusleidys no le gustan las relaciones sexuales con mujeres, volvió a recoger y se fue.

Esta vez no le dio candela a la ropa, pero sí cargó con sus pertenencias de más valor: un pequeño televisor, un ventilador y un radio-grabadora. Ahora, con su tercer pareja en tres años espera tener éxito. "Ya me hice un aborto, pero la próxima vez lo voy a parir. Fui a una santera y me dijo que con un hijo lo amarro para siempre". Dice que no se va a preocupar si se entera que le es infiel. Es del interior y no tiene a nadie en La Habana.

"Es un hombre muy luchador y tiene casa propia. Su familia se fue para Estados Unidos y si actúo con inteligencia, con él puedo resolver mi situación".

Durante toda la conversación, Yusleidys no ha mencionado la palabra amor. Puede que su último marido la quiera y ella se haya enamorado de él. Pero en estos tiempos apresurados y duros que se viven en Cuba, los sentimientos no cuentan demasiado. Lo principal, dicen los jóvenes, es tener "el material asegurado". Una expresión que ya dejó de ser exclusivamente masculina. Para mujeres como Yusleidys también tiene el mismo sentido.

Tania Quintero
Publicado el 11 de junio de 1999 en Cubafreepress con el título Material asegurado.
Foto: eliseomic, Panoramio. Abeja y flor de jara en el Parque Natural de las Bardenas, Tudela, Navarra, España.

2 comentarios:

  1. Buenos días,
    Me ha dado mucha tristeza leer esto. ¡Hasta que punto ha llegado la degradación de la mujer en Cuba!
    Con 15 años mis padres aún no me permitían tener novio, y aunque me gustaba algún muchachito en esa época, estaba más ocupada en estudiar que en otra cosa.
    Saludos,

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  2. yo lo que sé, pienso, y me dicen, es que en un pais islamico Fidel y su tropa hubieran durado 10 o 15 años, a lo sumo (y pasados por la piedra, como Gadafi p.e.)... lo malo es que dices esto a un emigrado sin base moral, y te mira raro jodido, como defendiendo a su Fidel, a su CUba.... sic. Occidente católico degenerado y sin remedio.

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