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domingo, 29 de julio de 2012

Antecedentes del movimiento de derechos humanos en Cuba (II y final)


Por Adolfo Rivero Caro

Algunos críticos insisten en que la oposición interna es demasiado débil como para ser un interlocutor válido del gobierno revolucionario. En efecto, el enorme contraste entre los generales, los ministros, los que disponen de los privilegios del poder totalitario y los disidentes desempleados y medios muertos de hambre no puede ser más chocante. Pero la "debilidad" de la disidencia cubana es más aparente que real. La disidencia cuenta con el respaldo del pueblo de Cuba, aunque la dictadura haya podido impedir, hasta ahora, que ese apoyo se organice. Y Castro lo sabe.

El gobierno revolucionario pretende que su único interlocutor real es el gobierno de Estados Unidos porque no puede aceptar la existencia de esa oposición interna. Muchas veces olvidamos que la tesis fundamental del régimen cubano, la tesis fundamental de todo régimen comunista, es ser un gobierno de la clase obrera, una "dictadura del proletariado" y, por consiguiente, tener el apoyo abrumadoramente mayoritario de la población. Es su mito básico. Para un régimen comunista esa popularidad es axiomática. Se deriva de la teoría de la lucha de clases.

En efecto, supuestamente, la revolución socialista enfrenta una pequeña minoría de burgueses, dueños de los medios de producción, a la gran mayoría de los trabajadores que sólo son dueños de su fuerza de trabajo. Los intereses de estos dos grupos o clases son contradictorios, la economía es un juego de suma cero donde lo que gana uno, lo pierde otro. Los burgueses se hacen millonarios quitándole el producto de su esfuerzo a los trabajadores. Por esto, para los revolucionarios, la burguesía es la responsable de la pobreza y la pobreza es la responsable de todos los males: de la prostitución, de la violencia, de la mendicidad, de la delincuencia, del racismo, de la incultura, la caspa, el estrabismo y la falta de desarrollo en todos los campos y en todos los sectores.

Por consiguiente, en el esquema marxista, exterminar a la burguesía tiene que ser una maravillosa noticia para el resto de la sociedad porque significa eliminar el Gran Obstáculo para que florezcan todas las virtudes y desaparezcan todos los vicios. ¿Quién puede estar en contra sino los pocos que han visto perjudicados sus intereses económicos? Ahora bien, si los expropiados son liquidados como clase y abandonan el país, ¿qué oposición interna puede tener el régimen?

Teóricamente, ninguna. o, en todo caso, la de algunos dementes. De ahí que se hayan internado disidentes en hospitales psiquiátricos. De aquí que se envíe a reprimir a las Brigadas de Respuesta Rápida, y no directamente a la policía o la Seguridad del Estado, para disfrazar esa represión de "acciones espontáneas de las masas". Hay que luchar desesperadamente para preservar el mito de la popularidad. Es un dogma indispensable, la fuente última de la legitimidad del gobierno.

Por esto la única oposición que el régimen puede justificar es la de los burgueses expropiados, que se marcharon del país, y la del "imperialismo norteamericano", su supuesto cómplice de explotación. Lo que no puede justificar, bajo ningún concepto, es una oposición popular interna porque, si esa oposición existe, el proyecto revolucionario ha sido una ilusión o ha sido un fraude. De aquí que esa oposición interna sea, precisamente, la principal fuerza en la lucha contra el régimen y la que mejor pueda asestarle un golpe decisivo. Y de aquí también que su gran tarea sea crecer y, sobre todo, hacerse visible. La existencia de un movimiento opositor de masas en Cuba es, en sí misma, un factor desestabilizador del gobierno. De aquí el terror que inspiraron las manifestaciones del Malecón en agosto de 1994.

Actualmente, en Cuba hay más de un centenar de organizaciones disidentes, varias de ellas nacionales, a pesar del constante hostigamiento, de la inhabilitación laboral, de las cárceles, las vejaciones, los ataques físicos y las amenazas contra familiares. Es una oposición muy poco visible pero ¿cómo podría ser visible sin acceso a ningún medio masivo de comunicación? Sin embargo, basta con meditar mínimamente sobre lo que significa ser un opositor declarado en una dictadura totalitaria, para darse cuenta de que esa disidencia representa una oposición de masas, sólo contenida por el régimen más represivo que haya conocido la historia de nuestro país. Si esa oposición cubana no es más visible es por la misma razón que tampoco era muy visible en Rusia, Alemania del Este, Hungría, Checoslovaquia, Rumania o Albania. O en la misma Polonia salvo un breve período. Lo sorprendente no es la debilidad de la oposición cubana sino su enorme fuerza potencial.

Es cierto que los dirigentes de la oposición cubana no son muy conocidos todavía. Pero, en Cuba, los jóvenes revolucionarios desconocidos de los años 30 se convirtieron en la plana mayor de la política cubana hasta el triunfo de Castro. Y los jóvenes revolucionarios desconocidos del 26 de julio llevan 40 años en el poder. A mediados de 1989, Vaclav Havel era un dramaturgo de mediano éxito y Lech Walesa un simple electricista. La historia, por supuesto, no se repite pero menospreciar a los disidentes es moralmente indigno y políticamente miope.

Algunos críticos hablan del "fraccionamiento" de la oposición, de su "división" y de la lamentable carencia de líderes a quienes seguir. Es natural que el modelo del partido marxista-leninista le parezca único e insustituible a los que, de una manera o de otra, han vivido bajo su influencia durante muchos años. La clave de la efectividad organizativa del partido comunista está en su centralización. Pero el partido marxista-leninista no fue concebido para enfrentar la represión de un estado totalitario. Un movimiento de oposición concebido dentro de ese esquema organizativo estaría condenado al fracaso. Fue por eso que, desde sus inicios, Bofill insistió en que el CCPDH era una especie de anti-modelo del partido comunista.

En las nuevas circunstancias de combatir a una dictadura totalitaria, la clave de la efectividad organizativa está en la descentralización. El CCPDH ni siquiera tiene estatutos. Su programa es la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, 30 proposiciones aceptadas formalmente por casi toda la humanidad. Sus simpatizantes pueden desarrollar perfectamente su trabajo sin tener contacto con ninguna dirección. Y los que han conquistado alguna autoridad con años de trabajo son conocidos por todo el mundo.

Con el conjunto de la disidencia sucede algo parecido. Sin duda, sería conveniente que tuviera una sola gran organización dirigida por un líder universalmente reconocido. Pero sería conveniente, sobre todo, para la Seguridad del Estado. Hay que dejar de lado esos modelos abstractos, marxistas o de otro tipo, y pensar en la oposición cubana real. El régimen está deteniendo constantemente a disidentes, no ha dejado de hacerlo nunca. Y, sin embargo, ahora hay más organizaciones disidentes que nunca. Se dice que la oposición cubana "está dividida", que no tiene unidad. Es cierto que las organizaciones disidentes están dispersas pero, por el momento y dadas las condiciones en que desarrollan su trabajo, eso les conviene. La oposición ha ido adoptando las formas organizativas que una dura experiencia le ha enseñado como la más conveniente.

Deducir de una relativa dispersión que la disidencia cubana está dividida es un error. Dividido se dice de lo que carece de unidad fundamental. Pero basta preguntarse ¿qué es lo fundamental en la actualidad? Para darse cuenta de que la oposición cubana está sólidamente unida de un extremo al otro de la isla. Unida en la necesidad de liberar inmediatamente a todos los presos políticos. Unida en que se debe terminar con la represión política e ideológica. Unida en no reconocer al partido comunista como la "fuerza dirigente de la sociedad" (por la sencilla razón de que ha sido el propio partido comunista el que se ha dado ese título). Unida en la necesidad de algún tipo de consulta democrática, sea un plebiscito, sean elecciones supervisadas internacionalmente, como han aceptado los revolucionarios de Nicaragua, El Salvador, Guatemala o el mismo gobierno de México. Y unida en una plataforma todavía mayor: la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Ni siquiera tienen que reunirse para ponerse de acuerdo sobre todas estas cuestiones fundamentales. Ya lo está. Como vernos, no está tan dividida como proclama una critica superficial y frívola.

Las simpatías con la oposición cubana aumentaron desde el colapso de la Unión Soviética en 1991. Durante más de medio siglo, los marxistas del mundo entero habían estado comentando las sucesivas etapas de la "crisis general del capitalismo" y esperando su monumental colapso. Lo que ninguno vio fue la crisis general del comunismo. La revolución inevitable resultó ser la capitalista. En 1991, el sistema comunista se colapsó en su mismo centro. La Unión Soviética, el sistema socioeconómico que abarcaba "la sexta parte del planeta" y se había mantenido durante más de 70 años, se deshizo como un castillo de naipes. Millones de libros de Lenin "los más traducidos después de la Biblia" se convirtieron, por fin, en algo útil: pulpa de papel. La Biblia, por cierto, se ha seguido traduciendo. También se hizo patente que casi cuatro décadas de gobierno revolucionario habían hecho involucionar trágicamente a Cuba. En la práctica, las famosas "conquistas sociales" de la revolución desaparecieron con el cese de los subsidios soviéticos. Lo que no desapareció fue la falta de libertades.

En 1991, un presidente demócrata, Bill Clinton, llegó a la presidencia de Estados Unidos. Muy presionado por el ala izquierda de su partido, Clinton terminó con la tradicional política bipartidista de dar asilo a los balseros cubanos.

El 1996, Leonel Morejón Almagro y otros dirigentes surgidos de la lucha oposicionista, formaron Concilio Cubano como una gran asociación que comprendía alrededor de 105 organizaciones disidentes. Concilio Cubano pretendió reunirse el 24 de febrero de 1996 pero el gobierno revolucionario lo impidió. La prohibición de la reunión fue elocuente. ¿Qué peligro podía significar la reunión de unas cuantas decenas de opositores pacíficos para un gobierno que constantemente se jacta de su fuerza? Si el gobierno tiene razón al decir que la oposición es muy débil, la prohibición de la reunión fue totalmente irracional. Castro hubiera podido proyectar una favorable imagen democrática sin costo alguno. Ahora bien, si prohibir la reunión fue una decisión inteligente, entonces el gobierno miente cuando afirma estar convencido de que la oposición es débil. No hay forma de escapar de esta contradicción. La idea de Concilio Cubano mantiene toda su potencialidad y sólo espera condiciones propicias para materializarse.

En junio de 1997, pocos días después de que el Partido Comunista de Cuba publicara el texto preparatorio del V Congreso del PCC, cuatro activistas cubanos de los derechos humanos distribuyeron a la prensa extranjera un análisis del manifiesto y de la situación cubana. Por escribir La Patria es de Todos, mi amigo Vladimiro Roca (Partido Social Demócrata Cubano), Marta Beatriz Roque (Instituto Cubano de Economistas Independientes), Félix Bonne Carcassés (Corriente Cívica Cubana), y René Gómez Manzano (Corriente Agramontista) fueron detenidos el 16 de julio. A fines de agosto de 1998, cuando se escriben estas líneas, todavía están presos sin haber sido presentados a las autoridades. La Sociedad Internacional de Derechos Humanos, Amnistía Internacional y Freedom House son algunas de las organizaciones internacionales que están librando una tenaz campaña por su liberación.

Recientemente, en una reunión efectuada en La Habana en julio de 1998, Leonel Morejón Almagro dio a conocer un documento emitido por el secretariado nacional de Concilio Cubano. En el mismo se condena la violación del derecho laboral que significa que los inversionistas extranjeros no le paguen directamente a los obreros cubanos sino que le paguen en divisas al gobierno cubano que, a su vez, paga a los trabajadores cubanos salarios miserables en la depreciada moneda nacional. El documento recuerda a los inversionistas del exterior que la Organización Internacional del Trabajo, por el convenio 95, artículo 5, exige pagos directos al trabajador. A su vez demanda que sean puestos en práctica los "Principios Arcos" y llama a la opinión pública internacional a movilizarse en este sentido. El documento fue firmado por Gladys González Noy por la Concertación Democrática Cubana, Miriam García Chávez por el Colegio de Pedagogos Independientes de Cuba, Delio de la Cruz por el Partido Cubano de Renovación Ortodoxa, Sergio Pérez Font por el Proyecto Apertura de la Isla, Israel Rodríguez por el Movimiento Maceístas por la Dignidad, Magdalena Vélez por el Movimiento 13 de Julio del Remolcador 13 de Marzo, y Reynaldo Cosano Alén por la Coalición Democrática Cubana. Gustavo Arcos Bergnes y Jesús Yánez Pelletier forman parte del trabajo del Concilio Cubano y el CCPDH ha propuesto a Leonel Morejón para el premio "Andrei Sajarov", de 1999, que otorga el Parlamento Europeo.

En el nuevo espacio político creado han surgido múltiples organizaciones independientes provocando un resurgimiento de la llamada "sociedad civil." La sociedad civil es la parte de la sociedad más allá de la familia y la localidad, autónoma, independiente y distinta del estado. Las organizaciones de la sociedad civil respetan las leyes generales de la sociedad pero se atienen fundamentalmente a los reglamentos libremente escogidas por sus miembros. En una sociedad capitalista normal la sociedad civil se fundamenta en la propiedad privada y está integrada, entre otras, por las empresas comerciales. La llamada "dictadura del proletariado," por el contrario, es profundamente hostil a la sociedad civil. El Partido Comunista sólo quiere organizaciones "independientes" en la medida en que éstas puedan serle útiles como "poleas de transmisión" hacia las masas, es decir, en la medida en que le sirvan para fortalecer su control sobre todos los aspectos de la vida social. Hay que recordar, una vez más, que la base del poder político está en la aceptación de la autoridad de los que dirigen. Por consiguiente, desarrollar áreas de actividad independientes del partido comunista significa rechazar su autoridad en la práctica y, por consiguiente, quebrantar de hecho su dictadura.

En el resurgimiento de la sociedad civil en Cuba han jugado un papel de enorme importancia la Asociación de Abogados Agramontistas, dirigida por Raúl Gómez Manzano junto con Leonel Morejón Almagro, Jorge Bacallao, Juan Escandel, Tony Varona, Félix Fleites, Salvador Batules, Amelia Rodríguez Cala y otros valerosos juristas.

El Instituto de Economistas Independientes, dirigido por Martha Beatriz Roque ha contado con los trabajos investigativos de Vladimiro Roca, Manuel Sánchez Herrero y Arnaldo Ramos Lauzurique que se discuten intensamente en el exterior. Martha Beatriz, indoblegable, es un ejemplo y una inspiración para todos.

El Buró de Prensa Independiente de Cuba, fundado por Yndamiro Restano dio origen a uno de los movimientos más fructíferos e importantes de los últimos años: los periodistas independientes. Los nombres de Raúl Rivero y Olance Nogueras se hicieron conocidos internacionalmente. Han ganado bien merecido prestigio asociaciones de periodistas como Cuba Press, con Ana Luisa López Baeza, Ricardo González, Ariel Tapia, Iván García, Juan Antonio Sánchez y Tania Quintero, entre otros. Havana Press ha contado con Jesús Díaz Loyola, Héctor Peraza Linares, Joaquín Torres Alvarez, Nicolás Rosario Rosabal y Jorge Olivera Castillo entre otros. Estas dos agencias son miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

Han jugado un papel importante, la Agencia de Prensa Independiente de Cuba con Lucas Garve, Ulises Cabrera, Arturo Díaz, Odalys Leiva y otros. Pinar Press (Pinar del Río) con William Cortés, Isaura Ortega, Roxana Valdivia y Claro Díaz. La Agencia Patria (Ciego-Camagüey) con Bernardo Fuentes, Oscar Ayala, Joel de Jesús Díaz y otros. La Cooperativa de Periodistas Independientes con Manuel Vázquez Portal, Aurora García del Busto y Oswaldo Céspedes. El Buró de Prensa Independiente con Jorge Luis Arce Cabrera, Luis López Prendes y otros. Oriente Press (Santiago de Cuba) con Rafaela Lassalle, Idel Infante, Angel Jiménez, Samuel Martí, Ruth Rojas y Milagros Linares.

El Centro Norte Press (Caibarién-Villa Clara) con Gustavo R. Rodríguez, Edel José García, Arsenio Martínez, Quintín Santana y otros. La Agencia Prensa Libre Oriental con Juan C.Céspedes, Santiago Santana, Emily Rodríguez, Oscar del Río, Mirna Riverón, Deisy Carcassés, Diego Castillo y Adria Hidalgo. La Agencia de Prensa Libertad de Las Tunas, con Berta Mexidor, Magdelivia Hidalgo y Humberto Ramón Colás; la Agencia Cuba Verdad, con Mario J.Viera, Lázaro González y José A. Fornaris. También la agencia Nueva Prensa con Mercedes Moreno y Omar Rodríguez Saludes, entre otros.

Como una nueva vertiente de singular importancia ha surgido la Agencia de Prensa Sindical Independiente de Cuba con Carmelo Díaz Fernández y Víctor Manuel Domínguez y la Corresponsalía Sindical Villa Roja (Artemisa) con Rafael Peraza Font y Rafael Iturralde. También hay destacados periodistas no organizados como Monika de Motas (La Habana), Luis Solar Hernández, Haydée Rodríguez (Santiago de Cuba) y Joaquín Torres Alvarez, exdirector de Havana Press. La Unión de Periodistas y Escritores Cubanos Independientes está dirigida por María de los Angeles González Amaro. En sus filas se han destacado periodistas como Nancy Sotolongo, cuya vocación investigativa es muy apreciada en el exterior, y José Ramón González.

Hay que decir que los periodistas independientes se han desarrollado profesionalmente. Han ido comprendiendo que el periodismo no es la expresión de opiniones personales sino un duro trabajo investigativo. Los periodistas son los ojos y oídos de los que no estamos en el lugar. Pero ¿cómo confiar en los ojos y oídos de otros, cuando la experiencia nos ha enseñado que hay tanta gente jactanciosa y superficial? ¿Cómo confiar en ellos si no los conocemos?

La confianza no se regala. Y la que se regala, no vale nada. Hay que aprender a ganársela con la investigación seria, con el control de las fuentes, con el rigor. Los hemos visto desarrollarse, pero tenemos un hambre insaciable de historia viva. No de leer sobre los hechos sino de estar presenciando los hechos. En todos los rincones del país. Y los buenos periodistas lo consiguen.

Son muchos los que pueden interpretar los hechos, pero sólo los buenos periodistas pueden dar la materia prima para la reflexión política seria. Y esa no es una labor estéril porque ya la disidencia no está sola. Ahora son muchos los que anhelan la aparición de las nuevas y brillantes personalidades para darlas a conocer. Hay que aprovechar esta dura e insólita coyuntura.

Algunos de los mejores exponentes del periodismo independiente han tenido que salir al exilio. Es el caso de Olance Nogueras, Rafael Solano, José Rivero, Julio Martínez, Héctor Peraza, Roxana Valdivia, Lázaro Lazo, Nicolás Rosario Rosabal o Reinaldo Soto. Ellos no sólo dejaron su huella en Cuba sino que siguen luchando desde el exterior.

Las agencias Cubanet, dirigida por Rosa Berre, José Alberto Hernández y Omar Galloso; Cuba Press, y Nueva Prensa Cubana, dirigida por la dinámica Nancy Pérez Crespo así como el trabajo de nuestra Iraida Montalvo, todos desde Miami, han permitido hacer conocer el trabajo de los periodistas independientes en el mundo entero a través de internet. Rosa Berre es la esposa de Carlos Quintela, el bronco y agudo comentarista político-agrario de Radio Martí. Somos amigos de cuando el guarapo valía un medio y los Fundamentos del Socialismo en Cuba nos parecía un libro serio.

Un papel especial en estos esfuerzos por una nueva sociedad civil le corresponde al Colegio Médico Independiente que fundó la Dra. Hilda Molina, quizás la personalidad científica cubana más importante que haya pasado a la disidencia. La Dra. Molina era diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y es una de las figuras más prestigiosas de la oposición cubana. Me confieso su admirador. Junto a ella estuvo su hijo el Dr. Roberto Quiñones, ahora en el exilio. En la actualidad el Colegio Médico independiente es dirigido por la combativa Dra. Iraida de León junto con el Dr. Desi Rivero Mendoza y otros galenos. Han jugado un papel importante el Dr. Omar del Pozo así como Jesús Marante Pozo, Jesús Martínez Carlé y muchos otros.

A finales del mes de marzo de 1998 el Colegio de Pedagogos de Cuba reorganizó su dirección, eligiendo a su ejecutivo nacional, integrado por Miriam García Chávez como presidenta, Roberto de Miranda, Elsa García, Dulce María de Quesada, Dulce María Portela, Estrella García, Sara Franco, Carmen Landa y Celia Jorge Ruiz.

Los 200 miembros del Colegio de Pedagogos de Cuba, 130 profesores de la enseñanza media y superior, 60 maestros de la enseñanza primaria y 10 auxiliares pedagógicos plantean la despolitización de la enseñanza y el derecho preferencial de los padres a escoger el tipo de educación para sus hijos. Rechazan la política de separar a los niños y adolescentes de la influencia formadora de sus padres, exigen la autonomía universitaria, la libertad de enseñanza, incluida la religiosa y la libertad de opción de los estudiantes para escoger sus estudios sin intervención gubernamental. Reclaman así mismo la enseñanza de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en todos los niveles de la educación.

El Colegio de Pedagogos de Cuba fue iniciativa del profesor Roberto de Miranda, y se fundó en 1996. Desde entonces, a pesar de algunos tropiezos, ha ido creciendo. Miriam García estima que si no se toman medidas acertadas, las aulas cubanas se van a quedar sin maestros. La carga de trabajo docente, sumada a las guardias, los cursos remediales y otras actividades les ocupan gran parte de su tiempo a cambio de salarios que ahora son francamente miserables.

El Colegio de Pedagogos ha llamado la atención sobre el grave deterioro de las escuelas. En el municipio Plaza, por ejemplo, más de 130 escuelas necesitan reparaciones que no se pueden realizar porque las empresas de construcción carecen de los materiales necesarios. El techo de la escuela primaria Osmani Arenado, la mayor del municipio Plaza, donde estudió Adriana, se desplomó en el pasado curso.

Por su parte, también se ha desarrollado a todo lo largo y ancho de la Isla un movimiento sindical independiente que cuenta, entre otras organizaciones, con el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos, que preside Pedro Pablo Álvarez Ramos y que integran, entre otros, Gladys Linares Blanco, el abogado Francisco Leblanc Amate, Rómulo Michelena, la abogada Maydel Padilla Pérez y Julián Rodríguez Trujillo. También, entre estas organizaciones gremiales contestatarias, se encuentra La Unión Sindical Independiente de Cuba, que liderea Lázaro Cuesta Collazo. A su vez, la Unión Sindical Cristiana que preside Carmelo Díaz Fernández, posee activistas en numerosas provincias cubanas. Conjuntamente con estas organizaciones sindicales, se ha fundado el Instituto Cubano de Estudios Sindicales Independientes que promueve cursos e investigaciones para el estudio de la problemática sindical libre de Cuba. Este Instituto está a cargo del licenciado Vicente Escobal Raveiro, uno de los directivos más talentosos de toda la disidencia cubana.

Una organización de particular pujanza, capacidad organizativa y lucidez política ha sido la Alianza Nacional de Agricultores Independientes de Cuba (ANAIC) dirigida por Reynaldo Hernádez junto con un grupo de excelentes organizadores en las provincias orientales como Jorge Béjar, Antonio Alonso, Yoel Pérez, Elizabeth Béjar, Rigoberto Pérez, Lázaro Hernández, Andrés Pérez, Osmelier Hernández Rielo, Raquel Rielo, Reynaldo Hernández, Rafaela Cuería y Adrián Correa. Ha cobrado una particular importancia la Cooperativa Agropecuaria Independiente "Transición", en Loma del Gato, Santiago de Cuba, dirigida por Jorge Béjar, Antonio Alonso, Elizabeth Béjar, Camilo San Emeterio y Juan Berenguer. Reynaldo Hernández, ese joven y brillante dirigente, también orienta la Cooperativa Agropecuaria Independiente "Progreso I" en el municipio Niceto Pérez, junto con Lázaro Hernández, Raquel Rielo y Osmelier Hernández.

En un reciente documento, Reynaldo Hernández planteaba algunas de las reivindicaciones de la ANAIC: Liberalizar el comercio de los productos agrícolas, sólo sujeto al pago de contribuciones tributarias razonables, donde el productor pueda vender su cosecha a quien quiera y en cualquier parte del país, incluida la posibilidad de vender directamente a corporaciones de empresas extranjeras, incluyendo el turismo.

Que desaparezca el estado como intermediario en el comercio de la producción agrícola, así como que se eliminen cuantas trabas burocráticas pongan freno al buen funcionamiento de esta actividad. Que su función sea la de comprar como un cliente más, donde el campesino sea el que ponga precio a sus productos de acuerdo a las leyes del mercado.

Dar luz verde a cuantos proyectos de organización agrícola surjan en el país, sólo sujeto a los intereses y propósitos de los organizadores, apoyados con los recursos que el estado tenga a su alcance, sin limitar su capacidad de gestión ante instituciones internacionales en busca de apoyo económico, material y financiero, ya que esta iniciativa de las cooperativas independientes constituye la vanguardia en el despegue de la agricultura cubana hacia un próspero y floreciente desarrollo.

Dotar a los productores agrícolas con la cantidad de 2 a 5 caballerías de tierra en correspondencia con la disponibilidad de fuerza de trabajo, de manera que se pueda garantizar la máxima explotación de las tierras entregadas. Para ello es preciso disponer de la libre contratación de fuerza de trabajo con el propósito de que el agricultor pueda contratar trabajadores y con ello facilitar la creación de empleos, donde el trabajador agrícola reciba un salario justo y razonable.

Despenalizar el sacrificio de ganado mayor, que sólo quede sujeto a las regulaciones higiénico-sanitarias, eliminando el decreto ley 225, que conspira contra el desarrollo de la masa ganadera en Cuba.

Reconocer a la Alianza Nacional de Agricultores Independientes de Cuba como genuina representación del movimiento campesino independiente cubano, para junto al gobierno encontrar una salida a la crisis alimentaria que sufre el pueblo."

El Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia, surgido en 1991 en Baracoa, Guantánamo, corrobora la singular pujanza del movimiento de oposición en las provincias orientales. Entre los dirigentes de este movimiento, en prisión, están su presidente Néstor Rodríguez Lobaina, Walter Estrada Leguren, Juan Carlos Herrera Acosta y Juan Rodríguez. Ultimamente están apareciendo bibliotecas independientes como la Félix Varela de Las Tunas, dirigida por el psicólogo Humberto Colás y su esposa Berta Mexidor, la de Santiago de Cuba, anexa al Museo Chibás, y la de Palma Soriano.

La represión contra el CCPDH no ha mermado nunca. Los hogares de Gustavo y Sebastián Arcos han sido asaltados por turbas parapoliciales. Oscar Peña, Jesús Yánez Pelletier y Rodolfo González fueron agredidos en las calles por esas mismas turbas. En julio de 1996 había 134 activistas del Comité encarcelados que habían sido declarados "prisioneros de conciencia", por Amnistía Internacional.

El activismo político del CCPDH en el marco de la disidencia cubana en modo alguno ha disminuido su papel en la promoción y el monitoreo de los derechos humanos. Gustavo Arcos y Yánez Pelletier han integrado el Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna. Semanalmente, Gustavo Arcos y otros activistas desde dentro de Cuba hacen llegar por vía telefónica las denuncias. Estas denuncias y documentos sobre la situación nacional son procesados por el CCPDH en el exterior y distribuidos en las instituciones mundiales especializadas. A partir de los textos y testimonios recibidos desde Cuba, el CCPDH en el exterior elabora un informe anual sobre el estado de los derechos humanos. Copias de este informe, que, infortunadamente, casi siempre cuenta con más de 500 páginas, se entregan, entre otros, al relator de Naciones Unidas para Cuba, a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU así como a gobiernos, parlamentos y otras entidades.

En la batalla internacional por el respeto a los derechos humanos en Cuba y en todo el mundo, el CCPDH ingresó en 1978 en la Sociedad Internacional para los Derechos Humanos (IGFM), que tiene su sede central en Francfort, Alemania. Desde 1992, el Comité en el exterior está a cargo de la División Latinoamericana de la IGFM que se encuentra en Miami. En esta dirección, el CCPDH trabaja en estrecha vinculación con la Fundación de los Derechos Humanos Andrei Sajarov, que dirige su viuda, Elena Bonner, desde Moscú. Colaboramos también con Amnistía Internacional, con el Comité Italiano para los Derechos Humanos que dirige Laura González en Roma y con otras entidades similares. La Dra. Martha Frayde dirige el CCPDH en España y Orlando Blanco lo hace en Ginebra.

Aún en nuestros días, una de las ramas de trabajo más importantes del CCPDH se desarrolla dentro del presidio político cubano, condenado a existir mientras exista la dictadura totalitaria. En relación con el activismo particular en los presidios hay que recordar la labor que hicieron en el Combinado del Este Ariel Hidalgo, Domingo Jorge Delgado, Teodoro del Valle y otros luchadores.

De manera muy especial, en la cárcel de Canaleta, en la provincia de Ciego de Avila, existió un frente del CCPDH dirigido por el poeta Reinaldo Soto Hernández. Los activistas de los derechos humanos en ese presidio han editado manualmente una revista titulada "Transición" con denuncias sobre las condiciones de esa cárcel. En www.sigloxxi.org, nuestra publicación en internet, próximamente incluiremos fragmentos de "Transición". Otros luchadores del CCPDH como Armando Alonso, Arturo Suárez, Ramos, Jesús Marante Pozo y muchos otros han realizado un intenso trabajo político dentro de las cárceles cubanas.

Al terminar estas líneas, que pensaba iban a ser más breves, estoy seguro de haber dejado fuera muchos nombres que merecían haber sido mencionados. No es fácil hacer una crónica de la disidencia, aunque sea tan elemental como ésta. Es un movimiento sumamente dinámico en el que sus participantes entran, brillan, se opacan, desaparecen, regresan, persisten, cambian de organización, salen al exilio. Así es la lucha. Haremos otras ediciones, otros trabajos más completos. Y, por otra parte, es probable que los llamados a jugar un papel más importante todavía estén por venir a la disidencia, y que los nombres que habrán de ser más famosos, todavía no sean conocidos.

Foto: Gustavo Arcos Bergnes,  fallecido en 2006 en La Habana. Su hermano, Sebastián Arcos Bergnes, también destacado luchador por los derechos humanos en Cuba murió en Nueva York en 1997.

Leer también: El ejemplo de Gustavo Arcos, de Heberto Padilla y El vía crucis de Jesús, de Ariel Tapia.

1 comentario:

  1. muy estenso el trabajo y muchos nombres que te convienen señalar pero te digo que faltan muchos mas pero muchos que no recibimos dinero de nadie porque trabajabamos por nuestra ides siempre es lomismo los pejes gordo los que recibien miles de dolares para su uso yo me pase 14 años preso y nunca mi familia recibio un centavo honor para los benes ahora todo el mundo se apunta a la corriente paya no seamos hipocrita cuantas veces cuestionamos a paya que nadie lo tocaba ni lo llevaron de visita a una estacion de policia para mi fue un gran hombre apartado de todos que vivieron apoyando al castrimos y ahora son mas desidente que nadie esta va referido a ti tania Quintero

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