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viernes, 27 de enero de 2012

Regreso a la isla cementerio (II)


Por Lázaro Cuba

La terminal de ómnibus es el punto de confluencia de muchos personajes, también refugio y subsistencia. La presencia policial se nota a distancia.

Vía Azul es otra de las empresas creadas para 'arañar el dólar'. De transporte turístico pagado con CUC, 30 por mayores y 15 por niño, éramos tres adultos y un niño de seis años. Después supe que los menores de siete no pagaban. Esta vez me 'jamaron' (cogieron) quince chavitos.

Cuando salí de la oficina (todavía sin comprarlos), un tipo de Astro (transporte interprovincial), me propuso lo mismo por 20 dólares y niños free (gratis). Como hay muchos 'tumbes' (engaños) no le hice caso, poniendo las maletas en la guagua (bus) supe por el maletero el nombre del tipo y que era verdad lo del negocio. Esta vez mi desconfianza me jodió. Viajamos a Camagüey.

La única diferencia entre un Yutong (ómnibus chino) y otro, es que cuando pagas con la divisa 'fuerte', te prometen baño, televisor y música. Existía el baño, pero sin agua y sin luz. El equipo de video estaba roto y nada de música. Después de Jagüey parada para comer, en uno de esos bohíos turísticos en pagos con chavitos y moscas bailando al compás de un trío musical de viejitos luchando la propina. La diferencia entre un sandwich y un bocadito era sólo el precio, otra descarada forma de 'jamarte'.

El negocio de los choferes es transportar tipos en cortas distancias con altos pagos. La autopista es una pista de guajiros con billetes en sus manos. Un viaje horrible, por la demora, las paradas y la 'jama' (comida). Nos bajamos en Florida, Camagüey, donde vive la familia de mi esposa, en una deprimente terminal, llena de mendigos y vendedores. Un cuadro del cuarto mundo.

La destrucción y degradación es más despiada en estos pueblitos. Los taxis son carretones de mulos y caballos hambrientos con un coche tan sucio como las calles. Se fajan entre ellos por un cliente. Allí todos quieren ser cocheros. Te cobran en moneda nacional. Tuvimos agua por el tanque y el motor que mi esposa pagó en su viaje anterior. Llevaban tres días secos.

La sequía en esa zona es otro jinete apocalíptico. Supe de dos suicidios entre las 6.30 p.m. y las 12 del siguiente día. Los ajos y las cebollas que compramos son del tamaño de una moneda. La infertilidad de los campos le han pasado la cuenta. El Central Agramonte se cae a pedazos. Es un gigante sucio y triste.

La llegada de un forastero es fiesta y bebidas. La sobrina de mi esposa (con un intento de salida) es un cuadro político de la CTC (única central sindical). La falta de moral compite con el depauperio. Ella me 'resolvió' con un inspector de transporte, los pasajes de regreso en pesos cubanos y cuarenta 'chavitos' (CUC) para el inspector, por supuesto.

La carencia es enemiga de la dignidad. Te piden de lo que llevas y te hacen futuras listas. Nos sorprendieron con carne de res. El esposo de una de las sobrinas de mi mujer es CVP o custodio en el matadero. Me dijo que todo el mundo tiene que cuadrar con él y la verdad la ví sobre la mesa.

Blog de Zoé Valdés, 2 de noviembre de 2011
Foto: Festejando delante de la iglesia y plaza de Güines, pueblo en las afueras de La Habana. Litografía del paisajista francés Frédéric Mialhe (1800-1869), perteneciente a la colección Isla de Cuba Pintoresca, realizada entre 1830 y 1840.

1 comentario:

  1. Asi, como está descrito lo vivi Yo en mi reciente visita a Cuba...Es un mundo subreal donde la gente está perpetuamente neurotica por las carencias materiales y el hastio asfixiante que se percibe en ese pueblo...Hay Errores que se pagan caro a la larga! y eso es lo que desafortunadamente le toco al pueblo cubano!

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