Google
 

sábado, 29 de octubre de 2011

Los árboles son cruciales para evitar hambrunas en Africa


La sequía es sólo uno de los factores responsables de la hambruna que ya ha cobrado miles de vidas en el este de África. La destrucción de bosques y otras formas de degradación causadas por la acción humana también han jugado un papel fundamental, según un nuevo estudio.

Estados Unidos estimó que en el mes de agosto de este año, al menos 29 mil niños menores de cinco años ya habían muerto víctimas del hambre en Somalia. Naciones Unidas dijo en septiembre que 750 mil personas podrían morir en los próximos meses. También señaló que 12 millones de personas en el este de África dependen de ayuda alimentaria para subsistir.

La preservación de áreas forestales y la plantación de árboles son pasos clave para prevenir otra tragedia similar en la región, aseguran expertos del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional, CGIAR por sus siglas en inglés, que reúne 15 centros científicos en distintas partes del planeta.

Miles de refugiados siguen llegando a campamentos en Kenia y Etiopía. Y no es coincidencia que Somalia, el país más afectado, haya perdido un gran porcentaje de sus bosques, aseguran los investigadores. Las acciones humanas han transformado vastas áreas de pastizales y terrenos agrícolas en "paisajes lunares".

Expertos del Centro Internacional de Investigación Forestal, CIFOR por sus siglas en inglés, analizaron la situación en 25 países. Concluyeron que los bosques son una defensa crucial contra la pobreza y proveen cerca de un cuarto del ingreso de las familias que viven en ellos o en sus alrededores.

Especialmente en el Cuerno de África, los árboles permiten que el suelo retenga humedad y nutrientes, ofreciendo al mismo tiempo una defensa contra el viento y la erosión. En tiempos críticos también proveen alimento y combustible para cocinar.

"Es un error pensar que estas zonas, por ser áreas de mucha sequía, están destinadas a ser escenario de hambrunas frecuentes", dijo Dennis Garrity, director general del Centro Mundial de Agroforestación, ICRAF por sus siglas en inglés, otra de las instituciones que integra el grupo del CGIAR. "En estas zonas secas puede haber producción agrícola y ganadera. Es más, la hambruna que vemos hoy es resultado fundamentalmente de la negligencia, no de la naturaleza".

Los investigadores del CGIAR señalan que la hambruna deja en claro la necesidad de invertir en estrategias de forestación y agroforestación que están dando resultado en otras partes de África.

Por ejemplo, en Níger, un programa iniciado en 1983 transformó 5 millones de hectáreas de tierra baldía en zonas agroforestales. Durante la sequía que golpeó al país en 2005, aquellos agricultores que también habían plantado árboles pudieron vender madera y utilizar el dinero para comprar alimentos. También suplieron su dieta con frutas y hojas comestibles de árboles resistentes a la sequía.

"Los bosques y los árboles muchas veces son la base de las estrategias de supervivencia y diversificación, especialmente en los hogares más vulnerables liderados por mujeres", dijo Frances Seymour, directora general de CIFOR. "La deforestación y la degradación de los terrenos han reducido la capacidad de responder a desastres y a la variabilidad climática a largo plazo"

En Etiopía, un proyecto de reforestación denominado Regenaración Natural Manejada por Agricultores, FMNR por sus siglas en inglés, implementado por el Banco Mundial y la ONG Visión Mundial, está restaurando cerca de 2.700 hectáreas de tierra degradada. El proyecto ya está proveyendo fuentes de madera e ingreso para las comunidades, además de reducir la erosión y mejorar las pasturas.

Otras estrategias están siendo igualmente exitosas y populares, como el uso de los llamado "árboles fertilizantes" que capturan nitrógeno de la atmósfera y lo fijan en el suelo. Estos árboles están siendo utilizados en Malawi, Zambia, Kenya, Tanzania, Níger y Burkina Faso. También existe una amplia gama de árboles cuya vegetación puede servir como alimento para el ganado en épocas de escasez.

"Tenemos que prestar mucha más atención al papel de los bosques y los árboles como protectores de tierras productivas y cómo herramientas para mejorar la seguridad alimentaria del Cuerno de África", señaló Lloyd Le Page, de CGIAR.

Para Le Page, la actual crisis es un llamado a la innovación agrícola. Pero a pesar del fuerte vínculo entre bosques y seguridad alimentaria, los bosques de áreas secas reciben poca atención en comparación con los que se encuentran en zonas húmedas.

"Es irónico que los bosques de zonas secas no estén en el centro del debate sobre cambio climático, porque este fenómeno causará probablemente sequías más frecuentes y más severas. Adaptarse será un gran desafío para las comunidades", afirmó Seymour.

Y tampoco debe olvidarse, según Seymour, que los bosques en áreas secas, al igual que los bosques húmedos, también capturan dióxido de carbono, CO2, uno de los principales gases causantes del efecto invernadero.

BBC Mundo, 13 de septiembre de 2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario