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viernes, 21 de octubre de 2011

La canción del desengaño (V)

Por Arnaldo Ramos Lauzurique (escrito desde la cárcel)

Sector agropecuario.- El 4,5 % de crecimiento incluye un fuerte incremento de la producción de leche que es de 10,75%, según Raúl Castro, pero de solo 4,3% de acuerdo a lo informado por Osvaldo Martínez, presidente de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Se señalan además incrementos en la producción de tubérculos, entre ellos papa y boniato; huevos, hortalizas, arroz, frijoles y cítricos, aunque se desconocen las cifras en café, plátanos y maíz (Juventud Rebelde 17.12.09, Granma 21.12.09 y programa televisivo Buenos Días del 12.11.09). Tampoco hay información sobre los resultados de las producciones cárnicas, lo que sugiere que fueron adversas. Al menos en carne de cerdo se produjeron unas 93 000 toneladas, muy inferior a las más de 148 000 de 2008.

A lo largo de 2009 se han manifestado deficiencias en la distribución de los productos agropecuarios, en particular en la Ciudad de La Habana, tanto en su cantidad, como en su calidad, lo que puede significar que los incrementos publicitados no llegan a las mesas (Tribuna de La Habana 15.03.09 y 21.06.09; Trabajadores 20.04.09, 24.08.09 y 28.09.09; Juventud Rebelde 07.06.09, y Granma 18.09.09 y 02.11.09).

Raúl Castro informó que se habían entregado 920 mil hectáreas de tierra a más de 100 mil usufructuarios que representa el 54% de los 1,7 millones de hectáreas ociosas que había cuando se inició ese proceso en septiembre de 2008 (Granma 21.12.09). En esa fecha las áreas ociosas representaban el 47% de los 3,6 millones de hectáreas de tierras cultivables del país (Granma 27.07.09).

De las tierras que habían sido entregadas hasta julio de 2009 (689,697 hectáreas), el 67% (462,097 hectáreas) estaban infectadas de marabú (Trabajadores 13.07.09). Con esa proporción, de los 1,7 millones de hectáreas ociosas, alrededor de 1,1 millón de hectáreas podían haber estado pobladas de marabú, que es la situación que posiblemente tengan 523 mi hectáreas de las 780 mil que aún faltan por entregar.

Resulta así ridículo oír las peroratas del régimen sobre el cambio climático y su afectación a la economía y la agricultura del país, y percatarse que sus efectos no se han hecho sentir en el marabú, el aroma y las malezas que florecen perennemente en el país.

Los usufructuarios de las tierras ociosas tienen en primer término la ingrata tarea de limpiarlas de marabú con sus escasos recursos, fundamentalmente a machetazos y después correr el riesgo de que se las quiten antes de los diez años que dura el usufructo, si no cumplen con los numerosos requisitos establecidos en el Decreto-Ley 259.

El otro engendro concebido para resolver los problemas que el régimen creó en la agricultura, es la llamada agricultura suburbana, ideada para aprovechar las tierras que rodean ciudades y pueblos, algo parecido al famoso Cordón de La Habana de la década del 60, que fracasó en menos de tres años. En este caso se pretende hacerlo sin el empleo de petróleo y con bueyes según se informó en la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Estas estructuras tienen además el fin de contribuir a eliminar el exceso de personal en la mayoría de las actividades laborales y el subempleo. La bajísima productividad que tendrían al trabajo en condiciones tan precarias, con personal a disgusto y no habituados a esas labores y con ese bajo salario, garantizará su pronto fracaso.

Atender una caballería de tierra requiere como mínimo dos yuntas de bueyes, por lo que las 1,7 millones de hectáreas ociosas (127,676 caballerías) requerirían 253,352 yuntas o 506,704 bueyes, adicionales a las 363,008 yuntas (726,016 bueyes) que ya existían en 2006, según Ulises Rosales del Toro (Escambray 27.05.06), algo difícil de lograr con la masa vacuna actual, de unas 3,7 millones de cabezas (Bohemia 11.02.08, página 29) que incluye además animales en desarrollo, ceba y producción de leche.

En 1988 con 4.926, 800 cabezas, existían 203,800 bueyes para un 4,1% del total (Anuario Estadístico de Cuba 1988, página 329). Los 1,2 millones requeridos ahora, representaría el 32,4 % de la masa actual.

Todos estos experimentos son una confesión implícita del régimen, del fracaso de su política agropecuaria y el desastre que significó la propiedad estatal de las tierras productivas. Ahora, sin apenas recursos, pretende que los pequeños finqueros le saquen las castañas del fuego, que logren reducir al mínimo las importaciones de alimentos y que brinden una mejor alimentación a la población.

Todo ello sin que las tierras sean realmente suyas, bajo la espada de Damocles de que se las quitan a la menor infracción, con la entrega de la parte predominante de la producción al Estado, al precio que éste disponga y solo con una reducida participación en un mercado muy regularizado, siempre asediados por perros de presa de dos patas, dispuestos a reprimir con multas y encarcelamiento cualquier desvío de lo establecido.

Aún así se podría decir igual que Galileo: “Y sin embargo se mueve”. O mejor: “Y sin embargo retrocede”.

Nota.- Quinta de siete partes de un exhaustivo análisis sobre la situación económica cubana que Arnaldo Ramos Lauzurique redactara en la prisión Nieves Morejón, Sancti Spiritus, a principios de 2010. Nacido en La Habana en 1942, en la Primavera Negra de 2003 fue condenado a 18 años de privación de libertad. Es economista de profesión y en el momento de su detención era subdirector del Instituto Cubano de Economistas Independientes que dirige Martha Beatriz Roque Cabello, de cuya web hemos tomado las siete partes de este análisis. Fue excarcelado en noviembre de 2010.

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