Por Frank López Ballesteros, Caracas
Lujo, placer, confort y excentricidad en el socialismo. A esas categorías con sello propio le ha puesto el ojo el presidente cubano Raúl Castro para oxigenar la economía de la isla
Ahora el gobierno cubano está apostando por un deporte de élite como el golf, con el que quiere convertir a Cuba en un joya exclusiva, una referencia para este sector en el Caribe, generando miles de puestos de trabajo.
Para concretar parte de este objetivo, la empresa canadiense Standing Feather International (SFI), en un principio invertirá 410 millones de dólares en un enorme complejo residencial, hotelero y golfista en la zona de Guardalavaca, en Holguín, curiosamente la cuna del expresidente Fidel Castro y su hermano.
Desde los años 90, la isla cuenta con complejos dedicados al golf, pero la novedad está por venir este año, cuando arranque el proyecto, que según estimados finalizará en 36 meses.
Este es uno de los cuatro planes aprobados, valorados en 1.500 millones de dólares, que entra en más de una docena de proyectos avalados por Raúl Castro.
El golf, un deporte al que Fidel execró de Cuba tras el triunfo de la revolución en 1959, es ahora el objetivo en la era de su hermano Raúl para seguir potenciando el pujante mercado turístico de la isla, por el que ingresan a las arcas más de 2.500 millones de dólares anuales.
Chris Nicolas, director manager de SFI, explica que la meta del enorme complejo turístico es darle a Cuba un punto de referencia "muy exclusivo para el mercado de jugadores y amantes del golf. Invertiremos en principio 410 millones de dólares, pero la cantidad quizá llegue a 450".
En 2010, Cuba anunció que respaldaría la creación de 16 campos dedicados al golf, y para ello el gobierno modificó el Código Civil con el fin de incentivar la inversión foránea. Con este aval en mano, Nicolas y su compañía podrán garantizarle a los futuros compradores que el bien que adquirirán les pertenece sin riesgos.
El Decreto Ley 273, firmado por Castro en julio de 2010, permite el arrendamiento de propiedades por 99 años por parte de inversionistas extranjeros, aunque el gobierno conservará la propiedad del terreno.
El Caribe es un paraíso para el turismo, y el negocio del golf está bastante expandido en la zona, una cuestión que no le preocupa a SFI ni a otros empresarios canadienses o británicos que ya tienen negocios de este ramo en Cuba.
En la mayor de las Antillas se organiza la Copa Montecristo de Golf. La isla tiene un campo de 18 hoyos y uno de 9, en Varadero, pero la competencia será bastante ardua con la vecina República Dominicana con 33 campos, Bahamas con tres, o la isla Canouan con 2.
Pero ¿cuál será la diferencia, se pregunta la gente? Las dudas las salda Jorge Piedra, asistente ejecutivo de SFI: "La idea es que se va a desarrollar la zona de Guardalavaca más como una comunidad entera que como resort turístico, en este proyecto habrá dos campos de golf con estándares de campeonato".
Más claro aún, "la calidad es lo que nos va a ser distintos", agrega. La empresa apuesta por un estándar cinco estrellas o hasta seis estrellas, para un sector muy exclusivo. "Perseguiremos un mercado de alta calidad y los estándares son muy elevados. Las residencias serán muy distintas a las que se ofrecen en el Caribe y el servicio también será Premium", dice el ejecutivo.
El precio estimado de una vivienda -bastante lujosa-, será de aproximadamente 600 mil dólares la unidad. Habrá bungalows y villas disponibles. El canadiense Graham Cooke, galardonado arquitecto de campos de golf, será el diseñador en Guardalavaca.
Los compradores a los que se apunta son 44% canadienses, 40% suramericanos y el resto de Europa y Asia. De esta manera, Raúl Castro quiere hacer de Cuba una verdadera isla de la felicidad donde el golf y los dólares serán bien recibidos.
El Universal, 12 de junio de 2011
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