Pablo Milanés: El pecado original

Por Tania Quintero

En una entrevista concedida por Pablo Milanés al periódico La Vanguardia, publicada el 10 de mayo de 2000 con el título Fidel está rodeado de homosexuales, Milanés dijo que la canción El pecado original (disco Orígenes, 1994) "se la dediqué con todo mi amor a mi hermano, que trabaja conmigo y es gay". La entrevista completa pueden leerla en Cubanet.

En realidad, El pecado original no la compuso por un hermano carnal que fuera gay, si no por un viejo y gran amigo de Pablo, una persona excelente y profesional: Lázaro Gómez. Desde hace muchos años, Lázaro es su director artístico. En declaraciones recientes, Gómez dejó entrever la posibilidad de que Pablo haga un disco de música mexicana.

En una entrevista publicada en julio de 2008 en El País, el cantautor anunciaba que iba a ser padre de mellizos. Una niña y un niño que vinieron al mundo en un hospital de Vigo, Galicia, en enero de 2009. Hasta ese momento tenía 9 hijos: 7 cubanos y 2 españoles.

Pablo Milanés Arias nació en Bayamo el 24 de febrero de 1943. Lo conocí en La Habana y le tengo un gran cariño. Cuando trabajé como periodista en los servicios informativos de la televisión cubana (1982-1995) varias veces le entrevisté o reporté sus conciertos, conferencias de prensa y lanzamientos de discos, entre ellos Querido Pablo (1986) presentado en la casa de visita de la Federación Estudiantil Universitaria, en el Nuevo Vedado.

Pese a estar contrarreloj, aquel día llegué a tiempo al ICRT para editar el video e incluirlo entre las informaciones de esa noche en el Noticiero Nacional de Televisión. Un año después, a propósito de la presentación de su disco Proposiciones (1987) le pregunté a Pablo sobre la canción Buenos días América y me contó que fue inspirada en el programa matutino del mismo nombre que solía escuchar por la Voz de los Estados Unidos.

Una vez, recién llegado de Brasil, conversé con él en casa de Zoé Álvarez, su segunda esposa, madre de su hija Haydée, a quien conocí de pequeñita y hoy es una reconocida cantante y compositora. Serían alrededor de las 9 de la mañana y Zoé le estaba preparando el desayuno. Cuando puso sobre la mesa un plato con dos huevos fritos, le dije: "Pablo, ¿es que en Brasil no comiste huevos?". Se echó a reír y me dijo: "Es que en ningún país los huevos me saben igual a los de Cuba".

Zoé vivía por una calle empinada que hay frente al Parque Zoológico de la Avenida 26, en la barriada habanera del Nuevo Vedado. Nació un 10 de noviembre (día de mi cumpleaños) y a ella le dedicó Comienzo y final de una verde mañana.

A todas sus mujeres, sean novias, esposas o amantes, Pablo siempre les compone una canción.

Yolanda es la más famosa de sus canciones 'femeninas'. Su fuente de inspiración fue

Yolanda Benet, su primera esposa y madre de sus dos primeras hijas, Suylén y Lynn, también músicas de profesión.

A Sandra Pérez, su tercera mujer, y madre de su primer varón, le dedicó Sandra. Por internet he sabido que ella es propietaria de la Casa Sandra Hotel, en la Isla Holbox, Quintana Roo, México.

Para vivir, una de sus más bellas canciones, debe haberla escrito tras un fracaso amoroso. Su actual pareja y madre de sus gemelos, Nancy Pérez, gallega y profesora de arte, seguro tiene ya su canción, pero desconozco el título. En Más allá de todo, uno de sus últimos discos, grabado con Chucho Valdés, aparece un número dedicado a su hijo Antonio.

En los años 80, llevé a una amiga brasileña llamada Suelí y a su hija Mariana, a conocer a Pablo, a quien adoraban. Se los presenté durante la pausa de un ensayo con su grupo en el cine Chaplin, en el ICAIC. Aproveché para preguntarle si una experiencia personal lo había motivo a componer Mírame bien. Me respondió que un autor no siempre refleja en las letras de sus canciones sus viviencias, si no muchas veces refleja las vivencias de otros.

En solitario o en grupo, su discografía es una de las más extensas de un intérprete y compositor de la isla después de 1959. Aunque de niño en su Bayamo natal cantaba corridos mexicanos, su inigualable voz le ha permitido a Pablo Milanés interpretar casi todos los géneros de la música popular cubana: trova, son, guaracha, montuno, feeling, bolero y atreverse con el tango, el bossa nova y el jazz.