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martes, 4 de enero de 2011

La historia de Maggie y Luis

Por Arturo Arias-Polo

Desde hace 38 años Luis Nodal siente como propios los aplausos que Maggie Carlés recibe en cada una de sus presentaciones. Por eso no asombraría que cuando la cantante cubana concluyó el concierto en el Deauville Beach Resort Jazz Club de Miami, Nodal experimentara la misma sensación de plenitud de cuando decidió convertirse en productor, manager y director artístico de su esposa.

"Siempre he sabido que tengo una joya. Luis sacrificó su carrera por mí en su mejor momento. Es la mejor prueba de amor que pueda existir'', confiesa Carlés desde su casa de Miami Lakes, donde el matrimonio suele reunirse con sus hijos y nietos para degustar la sazón de Nodal. "Luis me complace en todo. Además, cocina riquísimo, ¿no ven cómo me tiene?", dice la cantante en alusión a su sobrepeso.

Nodal, de 68 años, guarda silencio mientras escucha los elogios de su compañera de media vida. Y va directo al grano cuando revela el secreto que los ha mantenido en armonía. "A la persona que quieres nunca se le debe hacer lo que a uno no le gustaría que le hicieran. Si se cumple esta fórmula, todo funciona perfecto. Pero también hace falta mucho cariño'', precisa.

Carlés fue una de las intérpretes más populares de Cuba desde su debut en 1967. Sin embargo, nueve años después su trayectoria cambió el giro cuando formó un dúo con su esposo, Maggie y Luis, que se distinguió por hacer versiones al español de éxitos del pop en inglés hasta 1987, fecha en que ella retomó su carrera como solista.

"Si decidimos hacer el dúo fue para estar siempre juntos'', aclara Nodal, dueño de una memoria envidiable donde atesora santo y seña de todos los detalles de su vida en común. "Cuando nos enviaron a trabajar al club Parisién del Hotel Nacional ya Maggie era una figura muy conocida en en la Isla y yo cantaba en la orquesta Sublime. Allí nos hicimos amigos el 10 de enero de 1973, el 24 de febrero formalizamos la relación y el 15 de marzo de ese mismo año nos casamos'', recuerda. A la sazón, Maggie tenía un hijo de su primer matrimonio, Iván, y Luis era padre de Diana, fruto de su segundo enlace. En 1981 tendrían a Allen.

Tras decidir que la intérprete retomara su camino en solitario bajo las órdenes del esposo, y realizar numerosas giras por Europa, en 1989 Maggie fue contratada para presentarse en un club de jazz de París por espacio de cinco años. "¡Ahí se nos abrieron las puertas! Sin embargo, la felicidad no fue completa porque a Iván le prohibieron viajar con nosotros debido a que tenía edad militar. Sólo dejaron salir a Allen a los pocos meses'', agrega Carlés.

En ese momento, la pareja no imaginaba que pasarían 20 años para poder reencontrarse con el hijo mayor de Maggie. Entretanto, Diana, la hija de Luis, junto con otras personas que permanecieron en el anonimato, movieron cielo y tierra para que los artistas huyeran de París con el pretexto de cumplir compromisos en Bolivia. "Como en Francia nos relacionamos con la comunidad cubana exiliada, la embajada de Cuba nos sugirió que regresáramos [a la isla] ‘a descansar' '', apunta Luis.

Temerosos de que aquella recomendación oficial se tornara en viaje sin boleto de retorno, la cantante, su esposo y su hijo decidieron esconderse en el apartamento de un amigo a la espera del resultado de las gestiones de Diana. "Hasta que una noche se nos apareció alguien enviado por mi hija con los pasaportes visados para Estados Unidos'', concluye Nodal.

Cuando el vuelo que supuestamente los llevaría a Bolivia hizo escala en el Aeropuerto Internacional de Miami el 1ero. de febrero de 1993, la familia fue recibida con bombos y platillos. El resto es historia. Maggie fue bendecida desde todos los sectores del exilio, incluídos sus colegas de varias generaciones.

"Vinimos con la intención de empezar de nuevo en cualquier cosa porque la libertad no tiene precio'', comenta la cantante de 60 años. Sin embargo, no fue así. La voz y el carisma de Carlés se impusieron en el panorama musical de la ciudad desde el primer momento.

Amor siempre tú, la versión al español que hizo Maggie del tema de la película The Bodyguard (I Will Always Love You) se convirtió en su carta de presentación; sobre todo, porque contó con el beneplácito de Dolly Parton, su autora'', destaca Luis, quien conserva la carta de autorización de la estrella y atribuye al recordado músico argentino Bebu Silvetti el hecho de que Maggie ocupara el lugar que merecía, tras producirle el álbum Canto, amo, sueño.

En otra gala, la cantante rendió tributo al maestro Silvetti. "Refrescamos algunos temas de la época del dúo'', dijo Maggie, que el año pasado abarrotó el Adrienne Arsht Center junto a Gloria Gaynor y el Dade County Auditorium en compañía de Armando Manzanero.

Y mientras esperan la llegada de otra nieta y concluyen otros proyectos que pronto anunciarán, el matrimonio preparaba el debut de su nieta Gyzele, de 8 años, y acariciaba la idea del retiro. "Creo que ya es hora de dejar el escenario'', confesó Nodal, que como único motivo alega el deseo mutuo de estar tranquilos.

Publicado en El Nuevo Herald en 2010.

1 comentario:

  1. Hoy , Maggie y Luis .

    http://www.youtube.com/watch?v=QgbZPYDZz00&feature=related

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