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miércoles, 3 de noviembre de 2010

El termómetro de la salud y la educación


Por Martha Beatriz Roque Cabello

Después de Fidel Castro retractarse de lo que admitió ante un periodista americano sobre el no funcionamiento del modelo económico cubano, los titulares del periódico Granma del 8 de octubre, anunciaban: “El país marcha hacia un sistema de salud sostenible”, lo que permite afirmar que el actual es insostenible y que por lo tanto este “logro de la Revolución”, dejó de serlo. Es como si se anunciara que se derritió el muñeco de nieve de la “potencia médica”.
Está la posibilidad que declaren -posteriormente- que es un error del periodista, pero no se puede olvidar que este diario es el órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Mucho más penoso todavía, resultará para aquellas personalidades del mundo que entraron en el juego del gobierno, reconociendo públicamente, los resultados de la medicina en el país. ¡El sistema de salud se ha desmoronado, igual que el modelo económico!
Durante una visita a la provincia de Villa Clara, José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, planteó como ejemplo de reorganización de los servicios, para “beneficio” del pueblo: la reducción de hogares maternos del municipio de Ranchuelo, de cuatro a uno, pero este único estará ubicado en el poblado de la Esperanza. Sólo explicarlo parece una burla.
Machado Ventura se refirió a Villa Clara, como la provincia de más baja mortalidad infantil de todas las del país, y que necesita optimizar varias asistencias para lograr una mayor eficiencia en la salud, tal así demanda la actual coyuntura económica del país.
Al día siguiente del vicepresidente haber visitado el hospital provincial Arnaldo Milián Castro, de urgencia ingresaron allí, a un joven de 29 años de edad nombrado Jorge Luis Rivera Mederos, quien desde su nacimiento sufre de hidrocefalia, y en los últimos tres meses, ha sido llevado al salón de operaciones en siete ocasiones.
El neurocirujano, doctor Arocha, informó a los familiares que no se podía llevar a cabo la intervención quirúrgica -a pesar de la premura- por carecer de una máquina de afeitar con el fin de rasurarle la cabeza. Una prima del joven salió a la calle y a un merolico (vendedor ambulante) le compró una cuchilla de dos filos, que entregó al enfermero, que a su vez “consiguió” una máquina para acoplarla y lo pudo rapar.
Es de señalar que en la sexta operación le pusieron una válvula que tuvo que mandar a buscar la familia a los Estados Unidos, porque en el hospital no la había, como consecuencia del “embargo”. Así que desde una simple máquina de afeitar hasta un medio sofisticado, pueden impedir una operación a un paciente, en un sistema de salud ejemplar.
A esto hay que añadir, que el doctor Camacho, especialista en neurocirugía que lo operó, informó a la familia que no pudo halar el catete viejo, pues estaba pegado a la carne y se partió, por lo que quedó dentro del paciente. El médico restó importancia al hecho.
Son precisamente la salud y la educación, dos de las áreas más riesgosas en el empeño gubernamental de restructuración que se desarrolla en el país.
En la última semana, se estuvieron creando las Comisiones de Expertos a nivel de centros de trabajo, con el fin de determinar los trabajadores idóneos, que se mantendrán en las plantillas ajustadas. Sin embargo, por la calle ya se comenta el precio que deberá pagarse a un miembro de este grupo para poder quedar dentro y no salir despedido. Hay quienes piensan que habrá que sobornar a toda la “tropa”.
Y es que mientras crezca el número de vueltas que se le dé a la tuerca y resulten más apretadas las clavijas, irá incrementándose la corrupción. Los asaltos callejeros, los robos, los borrachos, las personas enajenadas en las calles, con un alto grado de violencia, generando malos tratos y contínuas riñas en lugares públicos.
Una persona bien conocida en el ámbito cultural nacional, la doctora Graziella Pogolotti, presidenta de la Fundación Alejo Carpentier, se quejó públicamente por el maltrato recibido en una oficina del Estado, manifestando que hay necesidad de recuperar la urbanidad.
Aunque hay muchas cosas por rescatar, además de la urbanidad a la que la doctora Pogolotti se refiere, los problemas sociales en sectores tan sensibles como la educación y la salud pública, serán -sin lugar a dudas- el termómetro de las anunciadas reformas.
Versión de trabajo publicado en Misceláneas de Cuba con el título "Se parecen, pero no son iguales".
Foto: Chris Corbin, Picasa

1 comentario:

  1. Tema muy importante si dudas, pero para ser honesto se espera o al menos yo espero de la heroica Martha un programa politico para enfrentar la sucesion neocastrista en marcha. gracias.

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