Las primeras destituciones

Por Tania Quintero

Un día de enero de 1959. El doctor Manuel Urrutia Lleó firma su designación como presidente del gobierno revolucionario. Detrás, risueño y con sus típicos espejuelos, el recién nombrado primer ministro, José Miró Cardona. Significativamente, Fidel Castro mira la hora.

Además de Miró y Urrutia, ese primer gabinete estaba compuesto por los siguientes ministros: Roberto Agramonte Pichardo (Estado); Raúl Chibás Rivas (Tesoro); Angel Fernández Rodríguez (Justicia); Julio Martínez Páez (Salud); Raúl Cepero Bonilla (Comercio); Manuel Fernández García (Trabajo); Armando Hart Dávalos (Educación); Luis Orlando Rodríguez (Gobernación); Manuel Ray Rivero (Obras Públicas); Humberto Sorí Marín (Agricultura); Faustino Pérez Hernández (Recuperación de Bienes); Enrique Oltuski Ozacki (Comunicaciones), y Elena Mederos Cabañas (Seguridad Social), la única mujer.

Otros puestos relevantes fueron ocupados por Felipe Pazos Roque (Presidente del Banco Nacional de Cuba); Regino Boti León (Consejo Económico Nacional); Luis M. Buch Rodríguez (Secretario de la Presidencia y del Consejo de Ministros); Emilio Menéndez Menéndez (Presidente de la Corte Suprema); Felipe Luaces Sebrango (Fiscal General) y Ernesto Dihigo López-Trigo (Embajador de Cuba en los Estados Unidos).

Los nombramientos militares serían cuatro: Augusto R. Martínez Sánchez, ministro de Defensa; Coronel José M. Rego Rubido, jefe del Ejército; Gaspar Brooks Avella, jefe de la Marina, y Efigenio Ameijeiras Delgado, jefe de la Policía Nacional.

Al final de la lista aparecía Fidel Castro Ruz, con esta rimbombante denominación: Delegado General del Presidente para las Fuerzas Armadas y Máximo Líder de la Revolución.

Apenas un mes después, el 13 de febrero, Miró Cardona presenta su renuncia. Fidel Castro se convierte en Primer Ministro. En 1960 Miró Cardona es designado embajador de Cuba en España. A fines de ese año se opone abiertamente al rumbo procomunista de la revolución y se refugia en la embajada de Argentina en Madrid. Posteriormente, José Miró Cardona viaja a Miami como exiliado político.

Luego de varias semanas de aparentes conspiraciones entre barbudos, extranjeros de distintas tendencias políticas y dirigentes del Partido Socialista Popular, el 16 de julio Fidel Castro hace una extensa y dramática comparecencia televisiva. Como consecuencia de la supuesta "traición" de Manuel Urrutia, Castro aprovecha el filón mediático y ante las cámaras dimite como Primer Ministro.

Inmediatamente las masas son movilizadas y salen a la calle pidiendo que se vaya el "traidor" Urrutia y que el "máximo líder" se quede como Primer Ministro. Horas después el doctor Urrutia se asila, primero en la embajada de Venezuela de La Habana y después en la de México, donde permanece hasta que en 1963 consigue un salvaconducto para abandonar el país. En Estados Unidos alterna su trabajo como profesor de español en el barrio niuyorquino de Queens con el de activista anticastrista. En 1964 publica el libro Fidel Castro ycompañía: la tiranía comunista de Cuba. (Manuel Urrutia Lleó había nacido el 8 de diciembre de 1908 en Yaguajay, Las Villas, y falleció el 15 de julio de 1981 en Nueva York).

A partir del 17 de julio de 1959 el nuevo presidente será Osvaldo Dorticós Torrado. Para haber vivido en una etapa donde varias veces los Castro "sacudieron la mata" e hicieron cambios y recambios, duró bastante en el cargo, diecisiete años. El 2 de diciembre de 1976 sería relevado por Fidel Castro.

En la reestructuración gubernamental realizada en esa fecha, Dorticós es elegido miembro del Consejo de Estado, pero en la práctica era un cero a la izquierda: lo habían destinado al "plan payama". Según en su momento se rumoró, no habría podido soportar la muerte de su esposa, María Caridad Molina, ni la enfermedad que padecía, y el 23 de junio de 1983 Osvaldo Dorticós Torrado se suicidó de un disparo.