A la sombra de su hermano Fidel, la vida política de Raúl Castro ha sido oscura y dura: ha sido el brazo ejecutor de los deseos del líder máximo.
En 1987, cuatro años antes del desplome de la Unión Soviética, Raúl Castro puso en marcha un sistema nuevo de gestión en las empresas militares. Las fábricas del ejército no se diferenciaban en nada de las civiles: ambas competían en ineficacia y baja productividad, y el ministro de las FAR se propuso hacerlas más eficientes. Si el experimento daba buenos resultados podría trasladarse después a las demás empresas estatales.
El método elegido recibió el nombre de Sistema de Perfeccionamiento Empresarial, y descansaba en tres principios elementales de gestión «capitalista»: una contabilidad real de la empresa, sin falsos balances políticos; la búsqueda de un mercado seguro para dar salida a los productos fabricados, y garantía de continuidad en el suministro de los materiales necesarios para la producción. Todo ello iba acompañado de una mayor flexibilidad en la gestión administrativa, brindando a los directores de empresa mayores niveles de decisión, y estímulos materiales a los trabajadores.
El método resultó muy satisfactorio y se aplicó paulatinamente en todas las empresas de las FAR. Sin la disciplina militar, el experimento fracasó en el sector civil. En pocos años, Raúl Castro construyó un imperio económico, un Estado dentro del Estado gestionado por militares más preparados para combatir en las trincheras de los negocios que en el arte de la guerra.
GAESA (Grupo de Administración Empresarial, S.A.), el holding de las Fuerzas Armadas, controla casi el 70 por ciento de la economía del país a través de trescientas empresas que generan casi el 90 % de las exportaciones, el 60 por ciento de los ingresos turísticos, cerca del 25 por ciento de los ingresos por servicios, el 60 por ciento de los ingresos en divisas y más del 65 por ciento de todo el comercio minorista en pesos convertibles.
El volumen de ingresos anuales del holding supera los mil millones de dólares. Y todo ese tinglado que controla zonas francas y parques industriales y posee hoteles, apartamentos, aviones, yates de recreo, gasolineras, astilleros y un sin fin de empresas que incluyen una dedicada a la búsqueda de tesoros, está dirigido por el mayor Luis Alberto López Calleja, yerno de Raúl.
En mayo de 2006, la revista «Forbes» atribuyó a Fidel Castro una fortuna de novecientos millones de dólares. Nada dijo «Forbes» de Raúl Castro, cuyos negocios son tan opacos como los de su hermano. Es una ventaja más de ser un segundón. Se ha especulado mucho sobre las cuentas secretas que el Líder Máximo tiene en el extranjero y muy poco sobre la fortuna de Raúl Castro.
Alcibíades Hidalgo cree que desde la enfermedad de Fidel Castro está saliendo mucho dinero de Cuba. «Yo creo -dice el que fuera jefe de despacho de Raúl Castro- que durante mucho tiempo a ellos no les interesó crear un sistema de escapada. Pero ya los hijos no son niños, tienen sus propios intereses y ahí tiene que haber algo de cierto. En el caso de Fidel es evidente, y en el caso de Raúl, a través de su yerno, Luis Alberto López Calleja, tiene que haber importantes cantidades de dinero fuera del país».
Alina Fernández no cuestiona que su padre tenga más de novecientos millones de dólares, como indica la revista «Forbes». «No lo dudo porque él siempre le ha dado mucha importancia al dinero. El dinero es poder, dice la hija de Fidel Castro, y añade: Siempre me he preguntado qué puede pensar un hombre como Raúl Castro, que tiene mentalidad de clan. Y me llama mucho la atención que no tenga miedo, que crea que no le va a pasar nada, que esté actuando como si fueran imperecederos, que no estén tomando ninguna precaución de dónde mandar a los hijos si pasa algo, porque una vez muertos Raúl y Fidel, qué aceptación pueden tener los Castro en Cuba, a no ser que Mariela (la hija de Raúl Castro) empiece a salir en las revistas del corazón».
Mariela Castro es precisamente una de las personas de la que se sospecha que podría estar sacando de Cuba el dinero de la familia, por la facilidad con que viaja al extranjero acompañada de Paolo, su marido italiano.
El general José Quevedo afirma que poco después de conocerse la enfermedad de Fidel, Raúl Castro viajó a Italia, supuestamente para conocer a los familiares del esposo de Mariela, pero en realidad pudo ir a llevar dinero. «Raúl -dice Quevedo- ha depositado dinero, millones de pesos en el extranjero con identidad cambiada, y lo llevó el ministro del Interior, Abelardo Colomé Ibarra, Furry, el mayor asesino que hay, es el que tira la piedra y esconde la mano, el que ha preparado todo eso a Raúl, y él también tiene sus millones guardados en el mismo lugar».
La hija de Raúl Castro nació el 27 de julio de 1962, se licenció en la especialidad de Pedagogía-Psicología en el Instituto Superior de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona de la capital cubana, y dirige el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Viaja con frecuencia fuera del país para dar conferencias sobre las actividades que realiza en la isla para la protección y el respeto a las minorías sexuales. Esa labor, que muchos cubanos alaban, acaba ahí, no tiene una correspondencia con la lucha a favor de otros derechos que su padre prohíbe a los cubanos.
A Raúl Castro no parecen preocuparle mucho las actividades de su hija. El «machismo-leninismo» goza en Cuba de buena salud, como las prebendas de los militares raulistas que trabajan en las empresas de GAESA. Forman una clase privilegiada con mayores ingresos y un nivel de vida muy superior no sólo al de la población civil, sino al de sus propios compañeros de armas que cumplen una función estrictamente militar en localidades alejadas de los centros turísticos.
Muchos de esos oficiales son economistas, graduados en universidades extranjeras, y viven en barrios exclusivos, como el de Kohly, en La Habana, veranean en residencias en Varadero y otros centros turísticos, y disponen de automóvil, cupones de gasolina y vales para comprar alimentos.Tienen acceso a las exclusivas clínicas dedicadas al «turismo de salud» para extranjeros, dotadas de equipos punteros y medicamentos inexistentes en los hospitales que atienden a los cubanos.
*Capítulo del libro «Raúl Castro: la pulga que cabalgó al tigre», de Vicente Botín, publicado en La Razón, España, el 30 de mayo. De la editora Ariel, el libro podrá adquirirse a partir del 3 de junio de 2010.
El título de este ensayo político sobre Raúl Castro, actual presidente de Cuba y hermano de Fidel, lo explica un proverbio chino: «La mejor manera de evitar que un tigre te devore es montarte sobre él».
El autor es Vicente Botín, periodista que ha trabajado más de treinta años en Televisión Española y gran conocedor de América Latina (entre 2005 y 2008 fue corresponsal en La Habana). Sostiene el autor que, a pesar de que la «pulga» no se puede bajar del tigre, se ha ido forjando una personalidad propia. Con una amplia documentación, repasa, desde la infancia hasta nuestros días, el papel de Raúl Castro.
Foto: AP. Mariela con su hermano Alejandro, el único varón de los cuatro que tuvieron Raúl Castro y Vilma Espín, fallecida el 18 de junio de 2007.
Castro Panza hace mucho tiempo que heredó el trono de nuestra ínsula. A este artículo le dedico unas humildes palabras en mi blog. Saludos
ResponderEliminarEsta información es importantísima.
ResponderEliminarNo sé jurídicamente cómo funciona todo esto, pero sería bueno llevar un seguimiento a esta información ya que es el tesoro cubano que está en bancos por todo el mundo y en manos de unas 50 personas, entre ellas incluidas los hijos e hijas de los Castro.De comprobarse, deberían ser congeladas la cuentas y confiacados los bienes de provienen de ese dinero robado al pueblo cubano.
ResponderEliminarGracias, estimada Tania Quintero por publicar este fragmento de tan importante libro.
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