Por Tania Quintero
El 11 de enero de 2007 se cumplieron dos años de la muerte del disidente cubano Miguel Valdés Tamayo. Las Damas de Blanco y varios disidentes ese día hicieron una peregrinación a su tumba. Quedó recogida en este fotorreportaje del periodista independiente Carlos Serpa Maceira.
El tiempo ha transcurrido, pero no olvidamos a Miguel ni a su viuda Bárbara Elisa Collazo (en la foto, con blusa blanca). Cuando él falleció, el matrimonio tenía visa para viajar como refugiados políticos a Holanda y Estados Unidos. A cualquiera de los dos países querían ir, en busca de la salud perdida de Tamayo, detenido en la oleada represiva de marzo de 2003 y condenado a 15 años prisión.
Precisamente por su precaria salud fue excarcelado en junio de 2004. No he tenido noticias últimas de Bárbara Elisa, no sé si seguirá viviendo con su familia en Párraga, si todavía sigue sin teléfono y en la mirilla de los asesinos de su esposo. Me da mucha pena con ella, porque sé lo que en Cuba significa ser mujer, negra y pobre.
Debajo de la foto, links con informaciones y trabajos publicados sobre Miguel Valdés Tamayo y Bárbara Elisa Collazo.
Heroicos presos, heroicas mujeres.
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