Por Iván García
El prestigioso cantante colombiano fue claro. Para Juanes, después del amor a su madre, el padre y el resto de su familia, Fidel Castro y el guerrillero Che Guevara, ocupan un lugar destacado en su corazón. Vale. Juanes es un hombre libre, él admira a Fidel Castro, como algunos muchachos rapados de Leipzig, adoran a Hitler, o algún que otro italiano venere a Benito Mussolini.
No es el punto. Cada cual se adhiere a la ideología que más le plazca. Y es seguidor de la figura política que desee. Juanes está en su derecho de cantar bajo un sol africano, a las dos de la tarde en la mítica Plaza de la Revolución, sede de los largos e incendiarios discursos de su idolatrado Fidel Castro.
Ahora, también los cubanos que viven desperdigados por medio mundo y las personas contrarias a las formas totalitarias que no permiten permitir criterios alternativos, como es el caso del poder ejercido por los hermanos Castros, están en su libre derecho de criticar la posición del cantante colombiano.
Ya lo de quemar discos y fotos del artista en la Pequeña Habana, me parece el típico gesto radical y fascista de personas que no contemplan entre sus prioridades el debate. Creo que fue el independentista dominicano Máximo Gómez el que dijo que los cubanos o no llegan o se pasan.
Llevaba razón Gómez. Si algo se ha disparado hasta niveles intolerable en 50 años de gobierno caudillista en la isla, es la falta de una cultura del debate. Los cubanos siempre nos creemos que tenemos la razón. Y que el contrario está equivocado.
Para mí no es de buen gusto haber escogido a La Habana, como sede de un recital por la Paz. Mejor lugar para cantar por la paz y la concordia, sería si Juanes, Olga Tañón. Miguel Bosé y compañía, cantaran en Ginebra, Oslo, Helsinki, Copenhague o Santiago de Chile, ciudades donde sus gobiernos implementan leyes que respetan a las personas.
Pero bien, el polémico colombiano eligió La Habana. Capital de un país donde Fidel Castro y ahora su hermano Raúl, dirigen los destinos de su pueblo como lo que son, dictadores tropicales. Puede que eso a Juanes le importe poco. Y no veo por qué el dichoso recital ha despertado tantas pasiones.
Yo creo que no sólo Juanes debería cantar en Cuba, también serían bienvenidos cubanos prohibidos por el régimen, como Willy Chirino, Paquito D´ Rivera o Arturo Sandoval. Vería con buenos ojos que por los alrededores de la Catedral, en la parte vieja de la ciudad, se vendieran cds de Celia Cruz.
Y no solamente libros de Raúl Roa o Eliades Acosta. Muchos en la isla quisieran leer la poesía proscrita de Raúl Rivero, deleitarse con la prosa de Guillermo Cabrera o Reinaldo Arena. O permitir que puedan viajar a su patria, sin pedir permiso al Estado, al escritor Carlos Alberto Montaner o a mi madre, la periodista Tania Quintero.
Los fanáticos del deporte extrañan -y desean- que Kendry Morales y Liván Hernández, entre otros jugadores cubanos en Grandes Ligas, pudieran formar parte de la novena nacional de béisbol, en el próximo Clásico Mundial.
La revolución de Juanes es pura hojarasca. Lo que nos faltaba. Con lo que en esta media centuria ha vivido un pueblo dividido y manipulado!
A la misma hora que Juanes cantará, bajo una algarabía de espanto, en la plaza sagrada del fidelismo, 57 presos de conciencia, lo estarán viendo por televisión en sus sucias galeras, donde permanecen desde abril del 2003, condenados a exageradas condenas, por escribir y decir lo que piensan en voz alta.
Ellos, los de la Primavera Negra, y nosotros, los cubanos de adentro, envidiamos a Juanes. Porque es un tipo libre. Que puede viajar, cantar y hablar donde le plazca. Nosotros no. De cualquier manera, muchos en la isla son fans del colombiano y bajo el tórrido calor, disfrutarán la propuesta artística de Juanes y sus amigos.
En lo que a mí respecta, a esa hora, en mi viejo radio chino marca Tecsun, por Radio Exterior de España escucharé algún partido de fútbol de la liga española. No me gusta Juanes. Y créanme, no es nada personal.
Foto: JotaLeg, Flickr
Él nunca ha dicho que admira a Fidel, nisiqueira al Che... de dónde sacó eso? :S
ResponderEliminarNo me gusta responder a personas anónimas o que firman con seudónimo, pero hoy, domingo 27 de septiembre de 2009, hablé por teléfono con Iván, y me pidió que te dijera, que en un programa de un canal extranjero que él vio en La Habana, Juanes dijo que en Colombia, cuando era niño, admiraba mucho a Fidel Castro y el Che Guevara. Tania Quintero
ResponderEliminarTania,
ResponderEliminarel anonimo deberia leer la entrevista de Juanes con un peridico mejicano hace un par de años, en la cual habla de su admiracion por el Che Guevara y Fidel Castro. Esto no es ningun secreto. Lo que asombra es que este Sr. Juanes viva hoy en Miami y no en la Habana o inclusive en Colombia.
Asi es que admira a Fidel Castro y al Che Guevara por sus ideas, pero el Sr. Juanes cuano escoge un lugar para vivir lo hace en Miami. Si esto no es hipocresia, entonces mi orificio anal es un diamante.