Por Tania Quintero
Ahora mismo el nombre de Susan Boyle es el más buscado en internet. Sus videos ya rebasan los 100 millones de visitas en You Tube, cinco veces más que las recibidas por Barack Obama.
Cuando el sábado 11 de abril a Miss Boyle le tocó actuar en el programa Britain's Got Talent, el público y el jurado se rieron de ella no más verla entrar y pararse en medio del escenario con su cara poco agraciada, su cuerpo fuera de forma, y su peinado y vestido fuera de moda. Las risas aumentaron cuando se remeneó y dijo que nunca un hombre la había besado. Pero cuando empezó a cantar I dreamed a dream el auditorio enmudeció. A más de uno se le salieron las lágrimas. Al ser aprobada por los tres miembros del jurado, brincó y pateó como una adolescente.
Había nacido la versión femenina del patito feo, uno de los cuentos de Hans Christian Andersen preferidos por los niños de todos los tiempos.
En una semana, ha sido entrevistada por cientos de periodistas, y aparecido en dos de los shows televisivos de más teleaudiencia en Estados Unidos, el de Oprah Winfrey y el de Larry King.
El número de artículos, crónicas, comentarios, blogs y webs en los cinco continentes alcanzan ya los seis ceros. En Facebook tenía más de 600 mil fans.
"Da miedo pensar lo que puede hacerle la trituradora mediática a una criatura tan limpia e indefensa", escribe Rosa Montero en Patos y cisnes. La periodista española tiene razón: desgraciadamente, el mundo está plagado de personas sin escrúpulos. La perversidad no tiene fronteras, edad, sexo, raza, etnia, credo, afición... Como el fenómeno SB recién ha comenzado, todavía podríamos ver más, porque la maldad en internet se multiplica.
Si nueve días después de su arrolladora fama la buena nueva era que le iban a grabar un disco, y que en 1999 había interpretado Cry me a River, al décimo día llegó el morbo y la depravación: una productora le ofrece un millón de dólares por perder ante las cámaras su virginidad durante el rodaje de un filme pornográfico.
Esperemos que el ángel que Susan Boyle tiene para cantar, se convierta en su guardián, capaz de alejar a todos los sinvergüenzas que se le van a acercar para obtener un minuto de gloria a su lado.
Hasta la fecha, el segundo gran descubrimiento de Britain's Got Talent es Shaheen Jafargholi, niño mestizo de 12 años, quien al igual que Susan puso de pie al público y el jurado con su interpretación de Whose LovingYou, de Michael Jackson.
Del resto de los participantes, si no aparece otro talento oculto, los que le siguen en preferencia son el grupo Flawless, compuesto por diez bailarines negros y el saxofonista Julian Smith.
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