Google
 

lunes, 9 de marzo de 2009

Esto sí tiene nombre


Por Tania Quintero

Todos los domingos por la noche Radio Progreso trasmitía uno de los mejores programas musicales de la radio cubana en la década 1980-90: Esto no tiene nombre escrito, producido y dirigido por Jaime Almirall-Suárez. A mi amigo Jaime le cogí el nombre de su programa para una crónica de sociedad, publicada el 20 de febrero de 2002 en Encuentro en la Red. Ese trabajo era continuación de El boom de la Y, un mes antes aparecido en el mismo y que yo actualicé y reproduje en este blog el 2 de febrero de 2008.

Lo de los nombres es algo que siempre me ha gustado. Por ello me di a la tarea de revisar los nombres de los deportistas cubanos que compitieron en Beijing 2008 y además de casi medio centenar con nombres que comenzaban con Y, no sólo descubrí que muchos tenían nombres peculiares, si no que en algunos casos no sabía si se trataba de hombre y mujer y tuve que buscar en Google para confirmar su sexo. De ese descubrimiento nació La generación Y en las Olimpíadas.

Por suerte, mis padres me pusieron uno solo, corto, de fácil ortografía y pronunciación. A mi hija le puse Tamila, igual al de una amiga de la infancia. Y a mi hijo quería ponerle Ariel, pero el padre se opuso, por considerarlo "poco varonil". Entonces de mutuo acuerdo le pusimos Iván. Mis nietas pertenecen a la generación Y: la mayor se llama Yania, y la menor Melany, "cubanizado" con una ye al final (es de origen francés y se escribe Melanie).

Mis hijos tienen cuatro hermanos por línea paterna: Rafael, Yaricel, Marco e Himely, a quien le pusieron el segundo apellido del padre: Rafael García Himely.

En mi familia, que recuerde, no había nadie con nombres demasiado feos. Mi madre se llamaba Alejandrina del Carmen y mi padre José Manuel. Mis abuelas, Matilde y Francisca. Mis abuelos, Luis y Manuel. Mis tíos, Avelino, María, Dulce Cándida, Mario, Luis, Teresa, Adelaida, Victoria, Agustín y Máximo.

Entre las personas que conocí con nombres poco comunes, todas ya fallecidas, se encontraban: Petronila, una tía de mi mamá; Catalino, padre de mis primas Teresita y Sara; Cirilo, segundo esposo de mi tía Cuca, y Nicolina, madre de Tamila, mi amiguita de la niñez, hija de Gilberto del Pino, viejo comunista de Camagüey.

Dos compañeras del tercer contingente de maestros voluntarios (Minas del Frío, Sierra Maestra, febrero a junio de 1961) tenían nombres raros, Deseada y Fabiana, de origen italiano. Ese contingente radicó en La Magdalena y fui una de las seleccionadas para alfabetizar a adultos de los alrededores. A mi me tocó Moña, campesina que vivía en lo alto de una loma frente a la nuestra. Nunca supe su verdadero nombre, sí el de su esposo, Eufrecinio. Edumoy, uno de los hijos, era el encargado de acompañarme en la caminata de subida y bajada que tres veces por semana hacía para enseñar a leer a su madre. Edumoy solía vender pudín de maíz a la entrada del campamento, cada trozo costaba un medio.

Una amiga camagüeyana puso a su hija el nombre de su abuela: Luz Divina. El abuelo paterno de mi nieta mayor se llamaba Amable. Limbania, Argentina y Pericles se nombraban tres hermanos de Santa Clara que antes de 1959 vivieron en la trastienda de una bodega, en San Joaquín y Cádiz, Cerro. Una excelente maestra que mis hijos tuvieron en segundo grado se llamaba Leocadia.

Justa era el nombre de una buena amiga que tuvo mi padre. Por donde viví, en la Víbora, no faltaban nombres llamativos: Aniceta, Jesusa, Isidoro, Esnay, Abdelasy y Desiderio, este último médico-ginecólogo, que murió de un infarto masivo por la lucha que cogió con el período especial.

En www.cubagen.org encontré algunos nombres de cubanos de siglos pasados: Agripino, Águedo, Américo, Belonio, Bernabé, Bonifacio, Candelario, Ceferino, Celestino, Cipriano, Clodomiro, Eleuterio, Estanislao, Eufemio, Eustasio, Ezequiel, Feliciano, Faustino, Filidor, Florentino, Genaro, Gumersindo, Idelfonso, Indalecio, Limbano, Modesto, Narciso, Prisciliano, Prudencio, Sabino, Serapio, Silverio y Venancio, entre los masculinos. Y los femeninos, Antolina, Bernarda, Casimira, Cipriana, Cresencia, Fermina, Hilaria, Lutgarda, Tomasa y Quirina.

Nombres ya en desuso de la época de nuestros abuelos y bisabuelos y que a mi algunos me gustan más que los escogido por los famosos para sus hijos: Aanisah, Anuar, Apple, Atheton Grace, Audio Science, Aurelius Cy, Blue Angel, Bluebell Madonna, Brooklyn, Calico, Camera, Cruz, Dalí, Destry, Diezel Ky, Fifi Trixibell, Fuchsia, Gaia, Gulliver, Heaven, Hopper, Hazel Patricia, Indiana, Ireland, Jaz, Jermajesty, Ka-lel, Kyd, Knox Leon, Lark Song, Lennon, Liberty, London Emilio, Luna Coco Patricia, Maddox, Marquise, Memphis, Eve, Moon Unit, Moxie Crime Fighter, Ocean, Pax, Pilot Inspektor, Phinnaeus Walter, Poppy Honey, Rocket, Rufus Tiger, Saffron Sahara, Sagen Moonblood, Satchel, Seven Sirius, Shiloh Nouvel, Sosie, Suri, Tallulah, Viivienne Marcheline, Willow Camilla, Reign, Zahara y Zola Ivy, encontrados en http://my-musik.com/2007/07/26/nombres-raros-de-hijos-de-famosos/ y http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=713978

Mi madre odiaba el Alejandrina que le precedía y siempre le llamaron Carmen. En ocasiones, los propios familiares deciden acortar y modernizar los nombres tradicionales. Y el apodo resulta guay. Es el caso de Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez, mundialmente conocido como Benny Moré.

2 comentarios:

  1. Jaja que comico, despues te salio otro Ariel en el camino... Bueno, al margen de que ariel suena un poco femenino o neutral (aqui en USA es mas femenino y suena, en ingles, aun mas a chica, Eiriel), el nombre es de origen hebreo y en ese idioma significa "leon de Dios". Cuando la mayoria de los judios eran paganos (antes de yahveh -yo soy el que soy) una de las 12 tribus de Israel, los moabitas, tenian un dios o angel con este nombre, que por alguna razon se convirtio en "angel malo" o simplemente "caido".
    Aqui, como te digo, conoci a una mujer judia-americana que se llama Ariel pero hay otros casos de Arielitas como la sirenita de los muñequitos, otro personaje femenino de la pelicula Foot Loose (de los 80, en la que trabaja el actor Kevin Bacon)etc, etc. A mi querian poner Adrian, pero algun hijo de mi padre se llamaba asi.
    No pued negar que que la combinacion de mi nombre y apellidos me gusta mucho.
    Saludos.
    adc.

    ResponderEliminar
  2. Me llamó mucho la atención el nombre Luz Divina. Un nombre muy sonoro y hasta sublime por la combinación y el significado.

    Buena terapia ha sido leer tantos nombres diversos en tu familia.

    Un abrazo apreciada Tania y me saludas a tu hijo Iván, buen nombre, así se llamó un novio que tuve a los 15 años, éramos noviios de palabra y compartir porque apenas me llegó a dar besitos en la mejilla!

    ResponderEliminar