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viernes, 23 de enero de 2009

Se acabó la diversión


Por Rubén Caravaca*
Fotos: Joseph Scherschel y
Francis Miller, revista Life

1958 es un año convulsivo, otro más, en América Latina. Argentina elige como presidente a Arturo Frondizi, de la Unión Cívica Radical. En Colombia y Venezuela se producen intentos de golpe militar. En Chile, Salvador Allende pierde en su carrera presidencial. En la capital de Guatemala vence la izquierda, pero las elecciones son anuladas. El PRI mexicano vuelve a ganar con el 90 por ciento de los votos. En Nicaragua, la guerrilla ataca a Somoza. En Lima, Richard Nixon, vicepresidente de Estados Unidos, es recibido con una protesta multitudinaria. En Haití, François Duvalier decreta la ley marcial y firma un acuerdo de asistencia contra el comunismo con el dominicano Leónidas Trujillo. Panamá suspende las garantías constitucionales. Después de veintitrés años en el poder, el Partido Colorado pierde las elecciones en Uruguay. Esto ocurre meses antes de que las fuerzas capitaneadas por Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara entren en La Habana poniendo en marcha lo que el Che denominó "socialismo con pachanga". Eso fue el 2 de enero de 1959, hace cincuenta años.

En Cuba, sobre todo en La Habana, a diario acaecen un buen número acontecimientos, convirtiéndose en la capital americana de referencia. Muchos la califican como "el prostíbulo de los Estados Unidos" bajo el amparo y protección de Fulgencio Batista. Cabarets, hoteles, casinos y salas de juego, teatros, espectáculos vanguardistas o eróticos, están siempre repletos al margen de miserias, huelgas, bombas, cadáveres, corrupción, presos, torturas, mafias y proclamas revolucionarias que desde la Sierra Maestra, a través de Radio Rebelde realizan "los barbudos", como son conocidos los integrantes de la guerrilla conducida por Fidel Castro.

La vida, o mejor la noche, se desplaza de la colonial Habana Vieja, al Vedado, mientras la comercial se materializa en Centro Habana, en calles como Prado, San Rafael, Galiano y Neptuno, cuya confluencia es conocida como "la esquina del pecado". Todas las ciudades tienen su famosa calle de leyenda: Quinta Avenida en Nueva York, Ramblas en Barcelona o la Gran Vía en Madrid. Ese espacio central en La Habana es La Rampa. Hoteles como el Habana Hilton (bautizado Habana Libre en 1959), Capri, Riviera... no son capaces de ensombrecer al majestuoso Nacional, construido en los años 30 en un promontorio rocoso sobre el malecón, y en el cual no pudo alojarse Josephine Baker, pero sí ilustres mafiosos como Frank Costello o Lucky Luciano, uno de sus propietarios. Cafeterías, restaurantes, clubes, teatros y cines, completan esta zona de fábula.



Desde la aparición de las estaciones de radio en 1922, no paran de proliferar: más de 160 se contaban en 1958. Proporcionalmente, Cuba cuenta con más aparatos y diales que Nueva York, siendo los más animados de todo el continente y, quizás, los más agresivos comercialmente. La programación musical es parte esencial, destacan los programas de música bailable, los dedicados a la canción, el tango y lradionovelas como Yo amo un canalla, Mala semilla o El derecho de nacer. En los bailables radiados actúan artistas muy célebres como Barbarito Diez, Isolina Carrillo, Rita Montaner, Celia Cruz, Merceditas Valdés, Joseíto Fernández, Pío Leyva o Cascarita. El programa por excelencia es La Corte Suprema del Arte, trasmitido por la emisora nacional CMQ, y donde consiguen arrancar Elena Burke, Olga Guillot, Rosita Fornés, Tito Gómez o Celia Cruz. En Cadena Oriental debuta Benny Moré, que luego pasa a RHC Cadena Azul, Radio Progreso y dirige la orquesta CMQ en el programa Fiesta a las Nueve con su Banda Gigante. La Mil Diez y Unión Radio también presentan a los artistas más populares. Las orquestas tienen un papel destacado. Muchas actúan gratis a cambio de publicidad para sus conciertos, y son contratadas para los más variados eventos: cuanto más público atraigan, más contratos consiguen. La popularidad en la radio es un medio esencial para ello. Entre las orquestas más conocidas están las de Antonio María Romeu, Armando Valdespí, Maravillas del Siglo, la Elegante con Paulina Álvarez, Maravillas de Arcaño, Melodías del 40, Los Caciques, Típica Moderna o la América. De ésta forma parte el violinista Enrique Jorrín, que realiza una innovación sobre el danzón clásico en 1951, dando vida al cha-cha-chá para entusiasmo de bailadores, quienes improvisan nuevos pasos que van a arrebatar a los cubanos, logrando ensombrecer a Pérez Prado, quien había conseguido vender más de 4,5 millones de "mambos" en dos años.
La televisión, que comienza a caminar en 1950, juega su papel en la difusión musical con programas como Cabaret Regalías, Jueves de Partagás y, sobre todo, Casino de la Alegría. Cuba ocupa el noveno puesto en el mundo por el número de televisores, 66 por cada mil habitantes, con cinco canales nacionales, siendo el segundo país en emitir en color, antes incluso que Estados Unidos. Los Canales 2 y 4 son los que inicialmente mantienen la pugna más dura por conseguir audiencia. La música, y por supuesto los artistas, son utilizados para lograr los objetivos. En 1957 llegan para actuar en La Habana treinta artistas cubanos que residían en diferentes ciudades del mundo, para un programa especial titulado Cincuenta años de música cubana. Entre ellos Machito, Antonio Machín, Vicentico Valdés… Los empresarios pagan la cantidad que sea por contratar a las estrellas del momento, como Lucho Gatica, o lanzar a la fama a otros como Luis Aguilé. A Sara Montiel le pagan 25 mil pesos para uno de los programas estelares, Escuela de Televisión. Su aparición en películas como El último cuplé y La violetera la han catapultado a la fama. Su presentación tiene lugar en el Canal 11 del magnate Gaspar Pumarejo, un 5 de noviembre de 1958. La revista Show resume así su presencia: "Su presentación nos defraudó de tal modo que la consideramos una agresión al buen gusto de nuestro pueblo. Desde que hizo su aparición ofrecía la más tenaz y gráfica expresión de una ausencia total y absoluta de sensibilidad artística". Osvaldo Farrés, autor de temas tan conocidos como Toda una vida, Acércate más, Quizás, quizás, Tres palabras o Madrecita, tiene su propio programa, el Bar Melódico de Farrés. Promueve desde allí un especial dedicado a Rita Montaner, moribunda por un cáncer. Gaby, Fofó y Miliki cautivan al público más pequeño, primero en Unión Radio TV y luego en la CMQ. La prensa se hace eco de la adquisición de la ciudadanía cubana por los payasos españoles.



En el país hay más de 400 cines, más de 130 solamente en La Habana, cifra a la que no llegan París o Nueva York. En la mayoría es habitual que haya actuaciones musicales entre los diferentes pases de películas. América, Fausto, Payret o Blanquita son los más conocidos, éste último con más de 6 mil 600 butacas. En los jardines de las cervecerías La Polar y La Tropical, en la barriada de Puentes Grandes, son habituales sesiones bailables de varias horas de duración. En los Centros Gallego, Asturiano, Deportivo La Estrella o en el Club Candado se realizan sesiones musicales privadas. En uno de ellos, Las Águilas, en la calle Luz, en el populoso barrio de Lawton, la Orquesta Aragón prueba sus temas antes de presentarlos en público.

Son años de cambios musicales. Bebo Valdés da vida a un nuevo género denominado batanga. Niño Rivera viaja a México y recorre Europa. 1956 es el año de la consolidación, aunque su fundación tuvo lugar en 1939, de la mencionada Orquesta Aragón, con El bodeguero que Nat King Cole da a conocer en todo el mundo. El fílin, que comenzó a fraguarse en 1941, empieza a despegar en el Callejón de Hammel, en casa de Ángel Díaz, hijo del trovador Tirso Díaz. En la esquina entre Virtudes y Soledad tienen lugar las tertulias previas. Niño Rivera, César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Leonardo Morales y Justo Fuentes son algunos de los asistentes. Bebo les dedica un tema, Jóvenes del fílin. También forman parte del colectivo Giraldo Piloto, Alberto Vera, Armando Peñalver; Marta Valdés, quien en 1958 compone Tú no sospechas; Tania Castellanos, Ñico Rojas, recientemente fallecido; Frank Domínguez y Aida Diestro, que en 1952 forma el Cuarteto D'Aida con Elena Burke, Moraima Secada, Haydée y Omara Portuondo, todas ellas integradas o cercanas al movimiento del fílin.

La industria discográfica es muy potente. En Areito, Discuba, Gema, Kubaney, Meca, Montilla, Neptuno, Panart, Puchito, RCA-Víctor, Sonotone y Velvet graban principalmente los artistas cubanos. Algunos lo hacen también en "disqueras" de Nueva York, como la Sonora Mantancera, Celia Cruz, Vicentico Valdés o Guillermo Portabales, uno de los grandes de la música guajira. Las gramolas o vitrolas son esenciales para la extensión de nuevos ritmos y artistas, convirtiéndose en un recurso esencial para el desarrollo de la industria discográfica nacional. En 1956 había más de 10 mil vitrolas en toda la isla instaladas en bares, bodegones, barrios, comercios y locales habilitados en los grandes centros azucareros y rurales. En las vitrolas situadas junto a night clubs y bares o locales asociados a la prostitución, el bolero es la música más escuchada. Publicaciones como Bohemia, Carteles, Confidencial y Show, reflejaban toda la actualidad artística y musical desarrollada en tiempos pre-revolucionarios; informaciones que también tienen cabida en los 58 periódicos diarios o las 126 revistas de información general semanalmente editadas.



Tropicana, inaugurado en 1948, es el cabaret por excelencia, pero no el único. En ellos se pueden ver las revistas musicales más glamurosas, los grandes artistas nacionales y todos aquellos que tienen peso en la escena mundial. Los cabarets Parisién, Copa Room, Sevilla-Baltimore, Comodoro, Montmatre y Sans Souci, llevan por primera vez el bingo a la isla. El hotel Deauville se convierte en sitio habitual para el rodaje de películas porno, mientras el Plaza y Saint's John, entre otros, mantienen una variada vida nocturna. Por sus escenarios y otros espacios musicales, pasan Arturo y Lucho Gatica, cada uno por su lado, Frank Sinatra, Libertad Lamarque, Leo Marini, Luis Aguilé, Daniel Santos, Bobby Capó, Carmen Miranda, Richard Roberson, Trío Calaveras, Andy Rusell, Pedro Infante, Nat King Cole, Renato Carosone, Tony Bennet, Tony Martin, Josephine Baker, Tito Guizar, Edith Piaf, Maurice Chevalier, Jorge Negrete, Lola Beltrán, Pedro Vargas, Mirta Silva, Los Panchos… Y también los españoles Pedrito Rico, Estrellita Castro, Sara Montiel, Carmen Amaya, Lola Flores, Imperio Argentina, Lolita Sevilla, Juanita Reina… Es fácil encontrarles tomando un mojito, quizás compartido con Hemingway, Ava Gardner o Marlene Dietrich en La Bodeguita del Medio o El Floridita o comiendo en la Parrillada del Blanquita o en el Centro Vasco.

Junto a los grandes espacios conviven otros más populares: Palermo Club, Alloy, Pensylvania, Sierra, La Campana, Night and Day, Las Vegas, Panchín, Rumba Palace, Bolero Bar, Topeka, La Rue 19, Habana-Madrid Night Club, Habana 1900, La Red o el Alí Bar, que se va a convertir en el club de moda, en las afueras de la ciudad. No es de extrañar, en él actúa Benny Moré, uno de los más grandes artistas de la música cubana y universal. Como sus desplantes suelen estar a la orden de la noche, el elenco lo completan Fernando Álvarez, Celeste Mendoza, Orlando Vallejo, Reinaldo Hierrezuelo, -quien en los noventa triunfaría con la Vieja Trova Santiaguera- y otros de renombre, para garantizar la calidad y nivel del Alí Bar. Las noches se prolongan durante horas y la última cita suele ser en los locales de la Playa de Marianao, que nada tienen que ver con los cabarets y casinos mencionados, como el Kiosko Casanova, El Niche, La Choricera, El Ranchito, La Taberna de Pedro, Los Tres Hermanos o El Chori, donde alcanza gran popularidad con los timbales Silvano Chueg Hechavarría, alias El Chori, que compite musicalmente con Marcelino Teherán. Lugares donde se encontrará a Marlon Brando ejerciendo de timbalero; a Agustín Lara, Imperio Argentina, Gary Cooper, Toña la Negra, Ernesto Hemingway, María Félix, Josephine Baker o Errol Flynn, todos huyendo de los decadentes espacios donde se dan cita la burguesía, aristocracia y mafias capitalinas. Según el actual director de Casa de América de Madrid, Miguel Barroso, experto en la vida cultural habanera, en 1958 existían casi mil 200 bares o locales nocturnos musicales; 250 clubes sociales con actividad musical; 50 orquestas que habitualmente tocaban; 100 tiendas de discos y 150 comercios donde se podían adquirir instrumentos musicales. Con el triunfo revolucionario, el Sherezade, santuario del fílin, Atelier, Imágenes y El Gato Tuerto pasan a ser los clubes más visitados.




La capital ha estado convulsa durante todo el año 1958, con acontecimientos trágicos como la huelga de abril, con un saldo numeroso de muertos, o el secuestro, durante 24 horas, de la estrella del automovilismo argentino Juan Manuel Fangio. Los rebeldes asestando indudables golpes en las provincias orientales, pero los habaneros parecen no dar importancia a la situación y preparan las fiestas de despedida del año. Entre ellas, la que tendrá lugar en el Salón Rojo del Capri, donde actúan Los Chavales de España, los mismos que inauguraron el Tropicana y donde triunfan durante cuatro años ininterrumpidos.

En las primeras horas de 1959, Batista huye con su familia en dos aviones DC-4 rumbo a Santo Domingo. Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara están en las puertas de la capital. Los norteamericanos y sus amigos intentan huir del país. Fidel Castro espera hasta el día 8 de enero para entrar triunfante con todos los honores. La población, entusiasta, acoge con exaltación las primeras medidas revolucionarias. Dos meses más tarde se produce el cierre de los grandes casinos y cabarets, con importantes movilizaciones reclamando su apertura. Unos pocos fueron reabiertos, y hoy continúan funcionando, pero el resto fue obligado a cerrar durante la "ofensiva revolucionaria" de 1968.

Surgen nuevos artistas, La Lupe, Freddy… y ritmos como la pachanga, creada por Eduardo Davidson. Otros comienzan a abandonar la Isla, en un goteo que se prodiga hasta nuestros días. El cortometraje experimental PM (Pasado Meridiano), sobre la vida nocturna en la capital es prohibido, igual que varias publicaciones culturales. El gran Carlos Puebla compone un tema que refleja aquella realidad a la perfección: "Y en eso llegó Fidel, se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó a parar".





*Rubén Caravaca nació en Madrid en 1959. Desde 1982 organiza actividades culturales, fundamentalmente musicales. Por primera vez viajó a La Habana en agosto de 1994. Para entonces, ya había descubierto el son y llevado a Europa la Vieja Trova Santiaguera, mucho antes del fenómeno Buenavista Social Club. Con el paso del tiempo, propiciaría las actuaciones en España de Irakere, Omara Portuondo, Marta Valdés, Pedro Luis Ferrer, Eliades Ochoa, la Estudiantina Invasora y Willy Chirino, entre otros. Participó en las primeras producciones de Habana Abierta y del dúo Gema y Pável. Convenció a la discográfica Virgin-Emi para hacer una colección de música cubana, con 32 títulos. Poco después tendría acceso a los archivos de la EGREM, donde quedó alucinado de los materiales allí guardados. Paralelamente, en las calles de La Habana y Santiago de Cuba encontraría auténticas joyas en discos de vinilo y colecciones de las revistas Bohemia, Carteles y Show. Posee más de 300 cancioneros de los años 40 y 50 así como una impresionante colección de música popular. Escribe para dos revistas de información general (Cambio 16 y Cuadernos para el Diálogo) y una musical (Ritmos del Mundo). Desde 2002 no viaja a la Isla. Tiene una web (www.lafabricadeideas.net) y un blog (http://rubencaravaca.blogspot.com).

4 comentarios:

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  2. Hola apreciada Tania. Gracias por traer a Rubén a este espacio. Su visión sobre Cuba me deja gratamente sorprendida. Me hizo recordar a mi padre, quien me contaba todo lo que aquí nos relató Rubén y, cuando me hacía sonrojar al escucharle decir que "Cuba era el próstibulo de USA". Tenía toda la razón y Ruben aquí lo corrobora.

    Abrazos por montones con buena vibra en este 2009!

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  3. Yo no viví aquella Cuba, no la conocí pero las historias de mis padres, mis abuelos y la búsqueda de literatura de todos los bandos me ha dado una imagen bastante buena de aquella Cuba que perdimos definitivamente, que lástima, que lástima; se podía haber mejorado, cambiado, erradicado males y vicios, pero nunca llegar a esto que tenemos. Un antro de terror y muerte, un burdel de mentiras y sangre de inocentes.
    Llegó el Coma-Andante y mandó a parar y realmente todo paró, la libertad, las esperanzas, el futuro, la alegria de vivir, hasta la verguenza paró en Cuba y solo floreció el odio, el volumen de los disparos en los paredones, los gritos de los niños asesinados en el remolcador 13 de Marzo por ejemplo, los millares de balseros desaparecidos, la diaspora cada día más grande. Que lástima me da mi Cuba, sede del terror, sede del mal, un mal infinito y un mal que aun tiene amigos, amigos desvergonzados que se rien del dolor de un pueblo donde hasta los menores de edad se prostituyen por una pastilla de jabón, son verdades demasiado duras que muchos oidos delicados no desean escuchar y por eso predican el "borrón y cuenta nueva", también cambiar el ritmo marcial de la Internacional por la tropical Timba.

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  4. Ileana dijo:
    Es primera vez que leo este blog y me a gustado mucho, gracias a ustedes Tania y Rubén.
    F.Castro intento parar la prostitucion, el hambre y la miseria de cuba, pero ahora tenemos mucha mas prostitucion hambre y miseria que antes del 59.

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