Por Raúl Rivero
Creo en el poder del periodismo alternativo cubano porque está comprometido con la verdad. Porque lo escriben hombres y mujeres que aspiran a que esa verdad trascienda y les dé un fogonazo de luz a las libertades que la gente necesita. Y, creo en ese grupo de profesionales porque tiene guardadas sus ambiciones personales y aplazadas las controversias necesarias.
El periodismo independiente no ha sido nunca --en sus más de tres lustros de existencia-- un invento de especuladores o una olla para cocinar vanidades. Es una necesidad de la sociedad criolla, sometida por medio siglo a un guateque vacío y palabrero que ya no soportan ni los directores de orquesta ni los bongoseros.
Lo escriben en La Habana, Santiago de Cuba, Villa Clara, Morón, Isla de Pinos y Pinar del Río personas sensibles y llanas, agobiadas por la severidad natural de un sistema fracasado y por la soberbia y el odio inducidos de la represión. No conozco a ninguno que se las dé de héroe o de salvador de la patria. Sé nada más de personas convencidas de que hacen un trabajo necesario y lo hacen con humildad y con el beneficio de la vocación.
No se trata de un colectivo unánime a la espera de que se le bajen las orientaciones y les lleguen de arriba las líneas informativas de la semana y los planes quinquenales. Es un elemento vivo que se mueve como se mueve la vida, bajo el temblor de los acontecimientos, a pesar de las persecuciones policiales y las zonas vedadas por quienes debían facilitarle su tarea.
Son individualidades, seres que piensan y tienen que buscarse, en medio de la hostilidad y otras catástrofes, las vías para llegar a las informaciones, a los episodios de interés noticioso y a los escenarios que puedan merecer una crónica o un comentario.
Sí, solitarios sin infraestructuras para acceder a archivos o moverse de un sitio a otro, negados por la propaganda oficial y víctimas también del miedo ajeno. Profesionales insultados y descalificados por quienes, en algún momento, tendrán que reconocer la huella pedagógica de los que ahora son perseguidos y encarcelados.
Nadie puede encontrar allá dentro a gente que sigue a pastores ni serventías trazadas de antemano. Desde los días iniciales surgieron grupos de trabajo diferentes, con diversos puntos de vista, con criterios personales a la búsqueda de conducir el periodismo nacional a mayores coincidencias con lo mejor de la prensa de la república.
Cada uno a su manera. Cada grupo tratando de hallar puntos coincidentes, pero sin imposiciones. Con defectos, fragilidades y dudas ante una parroquia inexplorada, a lo mejor con arrastres de ineficacia y malformaciones, pero con el interés de contarlo todo y contarlo bien. Llenos de toda la objetividad y la honestidad posible.
En la Sociedad Márquez Sterling están su presidente, Ricardo González Alfonso, un escéptico escritor de televisión, y Adolfo Fernández Saínz, un católico de misa y procesión, procedente de los servicios de traducciones.
Están Normando Hernández, un joven camagüeyano que fundó solo una revista decente en su provincia, y Luis Cino, un habanero amante de la música y el cine que escribe hoy las crónicas más afiladas y exactas del periodismo cubano.
Y están el reportero pinareño Víctor Rolando Arroyo y su colega villareño Coco Fariñas, el matancero Oscar Madam y el avileño Pablo Pacheco. El pinero Fabio Prieto, Jorge Olivera, Oscar Espinosa Chepe y Sahily Navarro.
Están juntos los 24 encarcelados y los que trabajan todos los días en las calles. Unos enfermos y en peligro en sus calabozos. Otros, en la vida diaria a la espera de que una mañana vuelvan a llamar a la puerta.
Los de antes y los que han llegado, personas a quienes respetamos y admiramos en su diversidad. Ellos trabajan para tocar la ilusión de un país libre en el que las ideas y las opiniones se puedan airear y debatir en público.
(Publicado en El Nuevo Herald el 1 de junio de 2008)
Había una vez un poeta, (Raúl Rivero), que andaba, no por las ramas, sino por el tronco del árbol. Ese mismo poeta, (Raúl Rivero), anduvo después, no por el tronco, sino por las ramas. Tanto anduvo que estas no resistieron su peso corporal y las hizo ceder.
ResponderEliminarEntonces cayó en el vacío. Un vacío moral que hoy lo envuelve y lo hace emitir criterios totalmente alejados de la espiritualidad humana.
En este momento el poeta, (Raúl Rivero), quien conoció las hermosas noches blancas de Moscú, quiere cambiar la historia de aquel tronco del que se desgajó hacia la nada.
La poesía siempre ha sido una herramienta para el mejoramiento humano. También la música, el teatro, la pintura y la danza.
Recuerdo ahora aquellas palabras de una hermosa anciana de Santiago de Cuba, Doña Rosario. Decía ella que su hijo Frank, cuando algo no andaba bien en sus tareas conspirativas contra la tiranía de Fulgencio Batista en la Cuba de los años 50, tocaba el piano para calmar sus preocupaciones.
A Frank País, asesinado el 30 de julio de 1957, la música le devolvía la tranquilidad, la paz, envuelto él en las acciones libertarias.
En estos días los cubanos hemos estado muy ocupados en la tarea de enfrentar los efectos de los dos huracanes que han dañado sensible y sustancialmente al país.
Miles de personas han recibido los duros daños de esos fenómenos atmosféricos. Miles han perdido sus viviendas, sus pertenencias, pero no han perdido la capacidad de soñar y la nación, como lo que es, una sola nación desde San Antonio a Maisí, se levanta con la fuerza de sus convicciones para resolver los tamaños desafíos del presente.
No solo con cemento, ladrillo, arena y techos de todo tipo se está enfrentando la tragedia. Se une a ese empeño el arte que con sus manifestaciones se presenta en todos los sitios dañados, en aras de mantener la espiritualidad en este tiempo de compartir no solo el pan, sino la esperanza.
Por eso resulta abominable que un poeta, (Raúl Rivero), haya cuestionado esa noble acción de los artistas cubanos que están llevando su talento a las zonas afectadas para compartir con aquellos semejantes, no solo la alegría que llevan, también la tristeza que les pueda embargar.
El poeta utilizó a un diario de Miami para publicar sus diatribas contra los artistas cubanos, quienes a pleno sol o bajo la luz de la luna, se mantienen al lado de los que aman y construyen.
Se descalifica el poeta al llamar maromeros a los artistas que van de manera solidaria a ayudar a los más necesitados. Con ese gesto se ponen como siempre al lado de su pueblo en instantes decisivos de la historia nacional.
No son maromeros y mucho menos marionetas que se puedan manejar, como lo manejan a él, en el empeño de dañar a la Revolución Cubana.
Una perfecta marioneta es ese poeta, (Raúl Rivero), aferrado ahora a un tronco de papel moneda con los rostros de los fundadores de la nación norteamericana.
Había una vez un anónimo que andaba por las ramas...
ResponderEliminarAntes de hacerlepreguntas me gustaría felicitarle. Casi nunca veo por aquí a cubanos que defiendan con tanta corrección sus puntos de vista. Yo diría que incluso tiene usted algo de poeta, o poetisa. Lástima que ni siquiera firme con un seudónimo.
De hecho me encantaría invitarle a publicar lo que desee en mi blog Todoelmundohabla.com desde su fundación he buscado gente como usted para que exprese sus ideas en él, en un vano intento por hacer una página cubana que recoja el pensamiento y sentir de todos los cubanos ya sean de izquierdas o de derechas, mas hasta ahora ninguno se ha decidido.
Ojalá usted quiera cambiar eso. Pienso que Cuba necesita un lugar, aunque sea virtual, donde se pueda intercambiar opiniones de diversa índole política.
Si le interesara puede escribir a todoelmundohabla21@yahoo.es y recibirá como rspuesta una invitación para que acuse o defienda a quien quiera o simplemente cuente su historia cotidiana, sus inquietudes, sueños y esperanzas.
Me gustaría contar con su punto de vista.
Ahora bien, quisiera también hacerle una pregunta:
¿Por qué ni siquiera ha hablado de los periodistas independientes y su persecución que es de lo que en realidad habla el poeta (Raúl Rivero) en este artículo?
Un saludo fraternal, ideologías aparte, espero su correo...