Más allá de relojes y chocolates

Este video fue subido a You Tube el 27 de febrero de 2012 por Swissinfo, con esta información: "Los ciudadanos suizos están llamados a pronunciarse sobre si incluir o no el derecho a un salario mínimo en la Constitución. La iniciativa, presentada por la Unión Sindical Suiza (USS), pide un salario mínimo de 4 mil francos suizos mensuales. La patronal se opone".

Las tasas de cambio varían de un día a otro, pero 4 mil francos suizos aproximadamente son 3,200 euros o 4,400 dólares estadounidenses. Hace tiempo que la USS y otros sindicalistas y políticos de izquierda están pidiendo que esa cantidad sea el salario mínimo. Al respecto, sugiero leer este artículo sobre las desigualdades salariales en Suiza.

"Tanto va el cántaro a la fuente hasta que se rompe", dice el refrán. Puede que con el tiempo y un ganchillo lo logren. Mientras, seguirán manifestándose civilizadamente, como son casi todas las protestas en Suiza. Las violentas se pueden contar con los dedos de una mano y suelen limitarse al fútbol y celebraciones puntuales: los 1 de Mayo en Zürich o cuando extremistas de derecha les da por aguar la celebración oficial de la Fiesta Nacional, el 1 de agosto.

En todos los casos, los medios suizos informan objetiva y minuciosamente sobre cualquier tipo de manifestación, a favor o en contra el gobierno.

Con este post, termino la serie que preparé por la llegada a Suiza de mi hija, mi nieta y yo diez años atrás. De los doce posts, solo cinco los he redactado yo, el resto los he tomado de Swissinfo y otros medios. Ex profeso, rehuí los clichés que suelen ser asociados a Suiza: bancos, relojes, quesos, vacas, chocolates, montañas, alpinismo o el jodlen.

Un ejemplo de que los pueblos no se pueden encuadrar en tópicos es el de Nicole Bernegger, quien con un avanzado estado de gestación compitió y ganó la primera edición de The Voice of Switzerland.

En estos doce posts, que coinciden también con mi 71 cumpleaños, preferí mostrar algunas de las caras menos conocidas de una sociedad que no es perfecta, pero mucho menos imperfecta que otras.

Tania Quintero

Leer también: Los suizos prefieren casarse antes de tener hijos.