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lunes, 21 de enero de 2013

¡Bravo, Paquito!


Ojalá que todos los cubanos que viven fuera de la isla estuvieran a la viva como está el laureado saxofonista Francisco de Jesús Rivera Figueras, nacido en el municipio habanero de Marianao, el 4 de junio de 1948. Internacionalmente conocido como Paquito D'Rivera, es uno de los grandes de la música cubana de todos los tiempos.

Paquito acaba de detectar un curriculum mentiroso publicado en Estados Unidos a propósito de la gira de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba por ese país. Inexactitudes que confunden a los lectores y le resta prestigio a la orquesta.

La Sinfónica Nacional es una continuidad de la Orquesta Filarmónica de La Habana, fundada en 1924 por el compositor y director vasco Pedro Sanjuan Nortes (San Sebastián 1886-Washington 1976) quien viviera largas temporadas en la isla y se sintiera motivado por el tema negro y la religión yoruba. Murió a los 90 años, olvidado por los españoles, como en esta nota recordó El País.

Su hijo, Pedro Arroyo Sanjuan (La Habana 1930-Nueva York 2012), era un niño cuando junto a su familia se fue a vivir a Estados Unidos en 1941. Y como pueden leer en su obituario, publicado en The New York Times, fue un cubanoamericano que, evidentemente, de su padre heredó la defensa de los negros y la lucha contra la discriminación racial. La Orquesta Sinfónica de Euskadi ha rescatado el legado de su compatriota Pedro Sanjuan.

La Filarmónica de La Habana funcionó con ese nombre durante 34 años, hasta su desaparición en 1958. Tras la llegada de los barbudos en 1959, deciden crear la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba. Su primer concierto fue en el Teatro Auditorium, hoy Amadeo Roldán, el 11 de noviembre de 1960. No se me olvida la fecha porque el día antes había cumplido 18 años y era la primera vez que escuchaba música clásica en vivo: como nunca tuve tocadiscos, la escuchaba por la emisora CMBF. Ese primer concierto lo dirigió Enrique González Mantici, que fue miembro o simpatizante del Partido Socialista Popular, y muy amigo de la compositora Zoila 'Tania' Castellanos y de su esposo, el dirigente sindical Lázaro Peña. Manuel Duchesne Cuzán estuvo varios años al frente de la Sinfónica, su actual director general es el guitarrista Leo Brouwer, otro de los grandes de nuestra música.

Esa nota de prensa debe ser rectificada. Los más famosos directores, músicos e intérpretes clásicos actuaron en Cuba antes de 1959, sobre todo en la década de 1940, su época dorada. Lo sé porque estuve dos años investigando sobre el austríaco Erich Kleiber, uno de los destacados conductores que tuvo la Filarmónica de La Habana.

De los mencionados en esa nota no puedo asegurar que algunos hubieran dirigido o actuado en la Filarmónica y posteriormente en la Sinfónica. Pero Igor Stravinsky (Rusia 1882-Nueva York 1971), William Steinberg (Colonia 1899-Nueva York 1978), Bruno Walter (Berlín 1876-California 1962), Heitor Villa-Lobos (Río de Janeiro 1887-1959), Marian Anderson (Filadelfia 1897-1993), Claudio Arrau (Chile 1903-Austria 1991), Jascha Heifetz (Lituania 1901-1987), Arthur Rubinstein (Polonia 1887-Ginebra 1982) y Andrés Segovia (Andalucía 1893-Madrid 1987) forman parte de la pléyade de estrellas que entre 1930-50 hacían parada obligatoria en La Habana, cuando ésta era de las ciudades más cosmopolitas del continente americano. En esa lista, el único cubano es el pianista, director y profesor Jorge Bolet (La Habana 1914-1990), nacionalizado estadounidense.

En el post dedicado al cosmopolitismo de la capital cubana, al inicio pueden ver y escuchar un video con el violinista Yehudi Menuhin (Nueva York 1916-Berlín 1999), interpretando una habanera del navarro Pablo Sarasate. Menuhin, al igual que Sergei Rachmaninoff (Rusia 1873-California 1943), Rosita Renard (Chile 1894-1949), Efrem Kurtz (Rusia 1900-Londres 1995) y Sir Thomas Beechman (Inglaterra 1879-1961) fueron algunos de los 'monstruos' que en su agenda incluían Cuba. Entonces, una isla conocida y respetada por la calidad de su música y su arte.

Ya no quedan musicólogos e investigadores de la talla del cubanoamericano Gilbert Chase. Por suerte, tenemos a cubanos a quienes la fama no les impide estar siempre 'arriba de la bola', denunciando tropelías y disparates. Como Paquito D'Rivera.

Tania Quintero

Publicado en el blog de Zoé Valdés el 18 de noviembre de 2012 donde un lector, Charlie Bravo, dejó el siguiente comentario:

Es de mucho agadecer a Tania, Paquito y Zoé la clarificación y la denuncia de la estafa cultural a la cual ha sido sometido el mundo por parte de los dictadores cubanos. La cultura y las artes de la isla antes de 1959 no tienen necesidad de esta distorsión lanzada por la dictadura. Es sabido que las grandes glorias del arte, que se extendió desde la misma época colonial, subieron increiblemente a lo largo de la historia y tuvieron su caida definitiva en la década de los 60 con las horrendas purgas castristas. El arte cubano, a estas alturas, está muy mal. No se puede comparar a Lecuona y Bolet, a Paquito D'Rivera y a Bebo Valdés, con personajes como Baby Lores, Los Aldeanos, y otros tantos "musicantes". No se puede comparar a Lam, Víctor Manuel y otros artistas plásticos con un K'cho que ni se sabe lo que hace. Hoy por hoy, la mejor literatura cubana está en el exilio. No hace falta mencionar nombres, todos sabemos quiénes son y no vale la pena ni mencionar a los caradura que se presentan como escritores de la isla. No hay diseño de modas en Cuba, sin embargo, diseñadores de origen cubano ponen producciones impresionantes en las pasarelas internacionales. No hay tampoco una cultura culinaria, y sin embargo hay magníficos restaurantes cubanos en las principales capitales europeas, en New York y en las más importantes plazas de la culinaria en USA. Asi con todo. Es decir, que Cuba y su arte están existiendo sin la Cuba física, y sobre todo, a pesar de ella y de la falsificación oficial del arte.

Video: Yo-Yo Ma y Paquito D'Rivera en Brasileirinho, de Waldir de Azevedo.

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